BBC Mundo
La historia de dos hermanas, Ravindra y Meeta Singh, a quienes les fueron extirpados sus estómagos como medida para luchar contra el cáncer prueba que sí es posible vivir sin estómago.
Las dos hermanas son portadoras de una rara mutación del gen E-cadheri, que se ha observado en 100 familias en todo el mundo y que multiplica significativamente las posibilidades de desarrollar cáncer de estómago y pecho.
En efecto, la enfermedad ha matado a cinco miembros de la familia de las dos mujeres.
Ravindra, de 30 años, había sido diagnosticada con cáncer de estomágo cuando pasó por el quirófano, pero su hermana Meeta decidió tener la operación como una medida preventiva para evitar la enfermedad.
Casi un año después de la operación, desde Liverpool, en Reino Unido, dicen que están aprendiendo a vivir de nuevo pero admiten que les está costando mucho trabajo.
"Estoy mucho mejor de lo que estaba hace unos meses, pero obviamente todavía sufro los efectos secundarios de no tener estómago", dice Ravindra, quien confiesa que a menudo se siente cansada y mareada.
"Ha pasado un año y todavía tengo miedo de salir y disfrutar de la comida en un restaurante", afirma.
"Cuando salí del quirófano, la cantidad de comida que podía digerir era mínima, casi solamente cucharadas. Pero después de un año como probablemente un tercio de todo lo que era capaz de ingerir antes, así que estoy mejorando".
Comer poco
"Si como demasiado, unos momentos después de haber terminado empiezo a sentirme molestias, indigestión, tengo un reflujo de ácidos y lo que es denominado como síndrome del vaciamiento rápido, que es, desafortunadamente, similar a lo que suena, una diarrea urgente".
Meeta está de acuerdo. "Depende de qué comida sea, pero si es algo que se supone que no podemos comer, como pan, por ejemplo, puedes sentir la sensación del pan pasando por tu garganta, puedes sentir cómo se expande".
Las dos hermanas han perdido un 20% de su peso corporal a lo largo del año, con Ravindra alcanzando los 50,8 kilos.
Simon Dexter, el cirujano de Meeta y consultor en el Hospital de aprendizaje de Leeds, afirma que aunque es una operación mayor se puede vivir sin estómago.
"El intestino es básicamente un tubo, que va de arriba a abajo. El estómago es simplemente una ampliación de ese tubo, de forma que cuando lo quitas cierras el hueco", afirmó.
"La principal función del estómago es el almacenamiento. Nos permite tener una gran comida y no preocuparnos por un rato. Si no tienes estómago, entonces necesitarás muchas comidas más pequeñas", explica.
"El ácido en el estómago ayuda a esterilizar la comida, pero esto no es tan importante hoy en día, porque no estamos buscando migajas o restos de comida en los vertederos o en lugares sucios".
"El acido también permite la absorción de hierro y vitamina B12, por lo que son necesarios suplementos extras. Si garantizas que vas a tomar los suplementos para los distintos minerales entonces no debería tener ningún efecto profundo en el bienestar general".
Y confirmó que extirpar el estómago era la única salida para los pacientes que tienen la enfermedad.
"Voy a realizar análisis y pruebas cada seis meses y al parecer el cáncer no se ha extendido", afirma Ravindra.
"Era la única opción, si no me lo hubiera quitado, no estaría aquí", concluye.