La realidad supera muchas veces a la ficción. Esta frase se puede aplicar a lo que ocurre con el futuro del mercado mundial de la telefonía móvil, si se lo compara con la trama de la película “La tormenta perfecta”.
Este film del año 2000, dirigida por Wolfgang Petersen y protagonizado por George Clooney, trata de pescadores de atún de la costa este de los Estados Unidos que se dirigen a una zona donde llenan las bodegas con esta valiosa carga.
Mientras la navegación transcurre tranquilamente, se forman dos monstruosas tormentas. La fusión de ambos fenómenos desencadena en una gigantesca supertormenta que se interpone entre el barco y su puerto de destino. La película es famosa por las escenas de la lucha entre la tripulación del barco y las poderosas fuerzas de la naturaleza desatadas.
En la industria de la telefonía móvil ocurre un proceso similar. El sector es el mayor de las tecnologías de la comunicación, si se mide por la cantidad de usuarios (unos 3.500 millones). Pero ya se alzan voces sobre las dos tormentas que pueden ahogar esta actividad.
Ken Denman, presidente de la compañía Openwave Systems, emitió el alerta en un artículo aparecido en la revista Telecommunications Online.
El ejecutivo señala que la sobrecarga de información y datos amenaza a las operadoras de telefonía móvil, que deben comenzar a ajustar sus redes a la demanda creciente de servicios móviles de Internet.
Es que pese a la crisis económica, los teléfonos inteligentes mantienen firmes sus ventas, y lo mismo ocurre con el uso de la banda ancha desde dispositivos móviles, como notebooks y netbooks. En ambos casos, se utilizan las redes de los operadores.
La rápida difusión de los “smartphones”, como el iPhone y la BlackBerry, demuestra la existencia de un interés creciente en los usuarios por tener Internet en el teléfono móvil, y por la posibilidad de acceder fácilmente a la red desde la palma de la mano.
Pero una de las tormentas ya se está formando: Según datos revelados por la compañía comScore, el número de personas que usan teléfonos móviles para acceder a noticias e información en la Red se duplicó entre enero de 2008 y el mismo mes de este año.
Además comScore apunta que 63,2 millones de personas accedieron a información en Internet a través de sus dispositivos móviles en enero de 2009. Y de éstas, 22,4 millones (el 35%) lo hicieron en forma diaria.
Denman indica que la cantidad actual de tráfico de datos generada por los teléfonos inteligentes es de alrededor de 66 petabits (un petabit equivale a un trillón de bits) y se estima que esta cantidad se quintuplique en 2012.
Este crecimiento pone en aprietos a las redes de los operadores, que deben adaptarse a la demanda de los consumidores. Pero aquí aparece la segunda tormenta, la del crecimiento de la banda ancha móvil.
Por ello, según Denman, la industria de la telefonía móvil deberá enfrentar estas dos tormentas de demanda de datos para dispositivos móviles.
La primera de las tormentas que llegará será la del número creciente de usuarios de teléfonos inteligentes. Y luego, como consecuencia de la expansión de otros dispositivos que también permiten el acceso móvil a Internet, como las netbooks y notebooks, llegará la segunda tempestad.
Denman cita un estudio del mayor fabricante mundial de equipos de redes informáticas, Cisco Systems, que predice que las tarjetas de datos de las computadoras portátiles generarán más del 80% del tráfico móvil global de información para el año 2013.
El principal cuello de botella para la transmisión y recepción de datos desde dispositivos móviles se encuentra en las redes. Las operadoras deben hallar la forma de incrementar su capacidad de distribución de datos con estrategias encaminadas a prepararse para la nueva demanda.
Denman explica que hay mecanismos para sortear estas tormentas. Uno de ellos es la reducción de la cantidad de contenidos enviados con técnicas de compresión de datos. Otra es disminuir los datos que se precisan para video y otros servicios de banda ancha con tecnología inteligente.
El ejecutivo afirma que la optimización de las redes deben incluir tres funciones básicas:
- La compresión de contenidos para reducir el volumen actual de datos que se estén transmitiendo.
- La transmisión de la información de manera más eficiente.
- El envío de contenidos cerca del borde de la red para posibilitar una experiencia más rápida en Internet y limitar el volumen de datos que circulan.
Sin embargo, apunta a varios factores que determinará la suerte o no de esta estrategia: la inteligencia en elegir la solución correcta para gestionar selectivamente la información; la preservación de la calidad del servicio para los usuarios; y que las soluciones escogidas resulten de fácil aplicación en cualquier dispositivo móvil.
Reclamo regional
Por ahora, los operadores y los fabricantes reclaman a los gobiernos medidas para aumentar el espectro que tienen disponible. 3G Américas, una asociación de la industria inalámbrica que representa a la familia de tecnologías GSM, difundió en julio recomendaciones clave para la utilización de bandas del espectro no estándar en un trabajo llamado “3GPP Technology Approaches for Maximizing Fragmented Spectrum Allocations” (Enfoques tecnológicos del 3GPP para maximizar las asignaciones de espectro fragmentadas). Se puede descargar desde aquí: www.3gamericas.org.
El trabajo trata los retos emergentes para las partes interesadas en el espectro respecto de cómo permitir una utilización más amplia de parte de los operadores a través de diversas tecnologías de banda ancha y asignaciones de espectro actuales.
Estos desafíos son especialmente acuciantes en bandas de espectro “fragmentadas” (que se alejan de las bandas armonizadas a nivel global o regional), tales como la banda AWS III en los Estados Unidos, y en el potencial para asignaciones específicas por país de la banda IMT de 2.6 GHz y el “Dividendo Digital” fuera de los EE.UU.
“Los responsables de formular políticas tienen un rol importante y desafiante a desempeñar en lo que respecta a obtener espectro adicional y volcarlo al mercado para atender a la sociedad y satisfacer las crecientes demandas de los consumidores”, afirmó Chris Pearson, presidente de 3G Americas.
“Los teléfonos inteligentes y los dispositivos para Internet móvil están pasando de los titulares a las tiendas y desde allí a las manos de los consumidores, quienes están explorando rápidamente una gran variedad de servicios y aplicaciones productivos para los campos de la educación, la atención de la salud y la seguridad”, afirmó Pearson, en línea con las advertencias de Denman.
3GM Américas señala que diversos análisis demostraron la importancia de la armonización del espectro para satisfacer la banda ancha móvil emergente. “Uno de los impactos más serios de la fragmentación del espectro es el costo y la performance de los dispositivos móviles. Las restricciones del tamaño de los terminales y los costos de los componentes limitan la cantidad de bandas y tecnologías que pueden incorporar los dispositivos inalámbricos de manera eficiente”, advirtió la entidad.
Como resultado de ello, el soporte para las asignaciones de espectro fragmentadas frecuentemente se minimiza a favor de marcas regionales y globales más comunes que aprovechan economías de escala y las capacidades de roaming internacional.
El documento también reseña las medidas tomadas internacionalmente por los responsables de políticas para maximizar el uso del espectro por diversas partes mientras que se minimiza el potencial de interferencia intersistémica nociva.
El informe resume las consideraciones importantes para los responsables de políticas, que deben analizarse junto con los enfoques técnicos. Estas son algunas de las conclusiones del trabajo:
- El espectro debe estar armonizado y coordinado en la mayor medida posible.
- El espectro nuevo debe facilitar el acceso a todas las clases de nuevas tecnologías.
- Deben establecerse protecciones adecuadas contra la interferencia para los proveedores incumbentes y/o adyacentes.
- La política espectral debe fomentar en todo lo posible el uso eficiente del espectro.
- Las reglas que afectan a la asignación, la subasta y la implantación de espectro deben ser previsibles y transparentes, con anticipación a las subastas