Los últimos datos de empleo en los Estados Unidos suponen un balde de agua fría para las expectativas de recuperación económica. Se perdieron casi 470.000 trabajos y la tasa de desempleo llegó al 9,5 por ciento.
Desde 1983, Estados Unidos no conocía un índice de desocupación tan alto.
Los datos publicados este jueves por el Departamento de Trabajo superan con creces las previsiones los economistas de Wall Street. Y rompen el débil optimismo levantado por los datos del mes anterior.
“Las cifras de mayo sugirieron que la pérdida de trabajos se estaba moderando. Pero los datos de junio nos devuelven casi a los niveles del punto álgido de la recesión. Y es difícil que la economía se recupere, o que el desempleo baje, mientras las empresas están suprimiendo tantos empleos", comentó Mark Gregory, corresponsal de economía de la BBC.
De acuerdo con el informe del Departamento de Trabajo, la salud y la educación fueron los únicos sectores que mostraron una ligera mejoría, y generaron alrededor de 30.000 empleos.
En total, desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, Estados Unidos perdió 1,9 millones de puestos de trabajo industriales y 14,7 millones de estadounidenses se encuentran en paro.
Reaccionando a las cifras el presidente Barack Obama dijo que, pese a los números negativos, confía en que la economía nacional va a poder recuperarse en el corto plazo.
En todo caso reconoció que era "preocupante".
Previsiones superadas
Entre noviembre de 2008 y marzo de 2009, el mercado de trabajo estadounidense perdió una media de 670.000 empleos mensuales. De abril a junio, el descenso se suavizó hasta los 436.000 por mes.
"Estamos viendo una especie de nivelación. Podría haber sido mucho peor si no hubiéramos puesto en marcha el plan de estímulo de la economía", indicó la secretaria de trabajo Hilda L. Solis, en declaraciones citadas por el New York Times.
Sin embargo, según el mismo periódico, la realidad desborda las previsiones de la administración Obama sobre el desempleo, que no superaban el ocho por ciento para este año.
A pesar de la opinión de algunos economistas, de momento, la secretaria de trabajo descartó una nueva inyección de fondos estatales en la economía.
Bajan las bolsas
Poco después de la publicación de estos datos, llegó una buena noticia: los pedidos industriales en Estados Unidos aumentaron en el mes de mayo.
Este dato podría sugerir una cierta recuperación económica, pero no logró frenar el pesimismo de los inversores, que hizo caer dos puntos el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York.
Ante la incertidumbre, según informa la agencia de noticias Reuters, los inversores se refugiaron buscaron valores seguros, como los bonosdel Tesoro de Estados Unidos y el yen japonés.
La misma senda siguieron los principales mercados en Europa, que perdieron entre un dos y un tres por ciento.
Como en Estados Unidos, la desconfianza de los inversores europeos se debió al crecimiento del paro en la región.
Según los datos publicados este jueves, el desempleo en la zona euro durante el mes de mayo se situó en el 9.5 por ciento, la mayor tasa en los últimos diez años.