Fuente:
La Vanguardia.
La pericia del piloto del vuelo 1549 de la aerolínea US Airways,
Chesley B. Sullenberger, evitó una catástrofe aérea en Nueva York, ya que logró que su avión amerizase sobre el
río Hudson y salvó la vida de las 155 personas que viajaban bordo, después de que unas aves entraran en los motores de la nave y los paralizaran.
El presidente estadounidense,
George W. Bush, alabó la "pericia y el heroísmo" de la tripulación del avión. En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, el presindente indicó que supervisa la situación y su Gobierno se mantiene en contacto con las autoridades estatales y locales para responder al accidente.
"Nos sentimos alentados por la pericia y el heroísmo de la tripulación, así como la dedicación y la abnegación de los equipos de emergencia y de los voluntarios que rescataron a los pasajeros de las aguas heladas del Hudson", dijo Bush.
"Enviamos nuestros pensamientos y nuestras oraciones a todos los implicados en el accidente", añadió el presidente.
El gobernador de Nueva York,
David Paterson, también alabó la certera actuación del piloto: "Ha sido un milagro. Se ha evitado un accidente que potencialmente podría haber sido muy trágico", indicó, durante una conferencia de prensa junto con el alcalde de la ciudad,
Michael Bloomberg, en un muelle del río cercano al lugar del accidente.
También el senador demócrata neoyorkino
Check Schumer quiso alabar la actuación del piloto y aseguró que "se merece la medalla del Congreso al Honor" por su pericia.
Un Airbus 320 de US Airways, que había despegado del aeropuerto neoyorquino de La Guardia y se dirigía a la localidad de Charlotte, en Carolina del Norte, con 155 personas a bordo,
amerizó en aguas del río Hudson, en el oeste de Manhattan, al parecer debido a la entrada de varias aves en sus motores.
El presidente de
US Airways, Doug Parker, aseguró en conferencia de prensa que todos los pasajeros y miembros de la tripulación que iban en el A-320 estaban a salvo. "En el avión iban 150 pasajeros, 2 miembros de la tripulación y 3 asistentes de vuelo han salido del avión y de la cabina. Todos están a salvo", indicó Parker, que pidió que no se especulara con las causas del accidente y que "no se colapsen los teléfonos habilitados para atender a los familiares de los afectados" .
Las diferentes fuentes consultadas difieren sobre la hora de salida del avión y sobre la del impacto, aunque todas sitúan ambos datos entre las ocho y las nueve de la noche. Personal del cuerpo de bomberos que atendieron a los pasajeros han confirmado que algunos de ellos, con problemas menores, fueron enviados a la orilla neoyorquina del Hudson, y que entre ellos hubo algunos
afectados por hipotermia debido a las bajas temperaturas de las aguas del río.
Otros heridos fueron enviados a la costa de Nueva Jersey, el estado vecino de Nueva York, y según la Oficina de Gestión de Emergencias de Nueva York, todos están en buenas condiciones. "Según nos están informando los hospitales de Nueva York y Nueva Jersey a los que se está enviando a la gente, todos están afortunadamente en buenas condiciones", explicó un portavoz de esa oficina.
Testigos y pasajeros coincidieron en indicar en declaraciones a la prensa que el avión perdió altura con lentitud y que se posó con relativa suavidad sobre el agua del río Hudson.
Jeff Kolodjay, uno de los pasajeros del A-320, indicó en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN que el avión "apenas había despegado, volaba bajo.... (el piloto) planeó muy suavemente".
Otro superviviente, Albero Panero, entrevistado en esa misma cadena, indicó que "el avión se agitó" y que en la cabina se pudo oler el humo, y poco después el "capitán dijo, 'preparados para aterrizar", y empezamos a bajar".
Según varios medios locales, el piloto habría notado el impacto de esas aves en el avión tan sólo unos minutos después de haber despegado y, tras informar a los pasajeros, trató de aterrizar en un área de Brooklyn, pero al ver que no llegaba, optó por
amerizar sobre las aguas del río.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, felicitó al piloto, CB "Sully" Sullenburger, por su "maravilloso" trabajo y señaló que "lo más importante es que todos están a salvo". Añadió que había tenido ocasión de hablar "largamente" con el piloto del avión y que éste le había confirmado que "antes de salir del aparato lo recorrió entero dos veces para comprobar que no quedaba nadie dentro".