Se sabe que los virus dan problemas, ya sean los que nos ponen enfermos como los que vuelven locas a nuestras computadoras.
Sin embargo, en la última década los virus
informáticos han evolucionado a tal grado de sofisticación, que los
criminales que los elaboran tienen cada vez más fácil robar nuestros
datos personales.
La ciberamenaza mostró su cara más fea cuando el virus
Stuxnet atacó
infraestructuras iraníes en 2010, en un aparente intento por
interrumpir su supuesto programa de enriquecimiento de uranio.
A medida que las computadoras se organizan y
dominan cada vez más nuestro mundo, cinco amenazas claras pueden
identificarse, asegura Eugene Kapersky, fundador y jefe ejecutivo de la
firma de computación rusa Kapersky Lab.
El gran apagón
La primera amenaza es la ciberguerra, dijo Kapersky durante una conferencia sobre antiterrorismo celebrada este año en Londres.
Tomando nuevamente el ejemplo de
Stuxnet, este
es precisamente el arma utilizada en una ciberguerra. En este caso dejó
inoperativas las instalaciones iraníes después de que sus computadoras
sufrieran el ataque de este
malware.
En un futuro, esto podría suceder a mayor
escala, advirtió Kapersky. Por ejemplo, naciones enteras podrían
quedarse a oscuras si los cibercriminales decidieran atacar plantas de
generación energética.
"Y no hay nada, nada que podamos hacer al respecto", remarcó.
"Muchas plantas eléctricas tienen un diseño
similar (y a menudo utilizan los mismos sistemas), por lo que todas
podrían ser atacadas en todo el mundo", informó.
"Si esto pasa, podríamos ser llevados 200 años al pasado, a una era preeléctrica".
Tratados internacionales para el uso de las
armas cibernéticas, similares a los establecidos para el control de
armas biológicas o nucleares, podrían prevenir tales ataques. Muchos
gobiernos se están dando cuenta de que se trata de una amenaza real.
Leon Panetta, secretario de Defensa
estadounidense, dijo en enero que "la realidad es que existe la
capacidad cibernética de echar abajo nuestro sistema energético…
Paralizar el sistema financiero en este país para paralizar nuestro país
virtualmente".
Al mismo tiempo, dijo Kapersky, se están invirtiendo grandes cantidades de dinero en el desarrollo de ciberarmas.
El pasado mes de diciembre, el Congreso
estadounidense aprobó un plan para que sus militares pudieran usar
métodos ofensivos en el ciberespacio si lo consideran necesario.
Manipulación de masas
La segunda gran ciberamenaza es el uso de las redes sociales para manipular a las masas, aseguró Kapersky.
"Durante la II Guerra Mundial, se usaron aeroplanos para lanzar
panfletos sobre el territorio enemigo, y lo mismo pasa hoy con las redes
sociales", alertó.
Por ejemplo, el mes pasado rumores de golpe de
estado inundaron la blogosfera de China, algunos incluso reportaron la
presencia de tanques y tiroteos en las calles de Pekín.
"No habían tanques, todo fue una mentira", afirmó Kapersky, quien se encontraba en China en aquel momento.
"Pero si tal información la transmite alguien
con gran autoridad y en un lugar donde millones puedan leerla, puede
generar el pánico".
Las redes sociales tuvieron un papel clave en la coordinación de las protestas que tuvieron lugar durante la Primavera Árabe.
Kapersky aseguró que algunos de los
organizadores de los levantamientos estaban ubicados fuera de estos
países y utilizaron las redes para manipular a las masas.
Brecha generacional
La tercera amenaza es cómo las nuevas generaciones nacidas con internet se relacionarán con la política.
Los niños de hoy crecen en un mundo digital, pero en algún punto se convertirán en adultos y podrán votar.
"Si no hay sistemas de voto online, estos niños
no acudirán físicamente para hacerlo, simplemente no lo harán, lo
rechazarán", aseguró Kapersky.
"El sistema democrático podría colapsar, la
brecha generacional entre padres e hijos podría ser mucho más grande,
será algo político, con sólo los padres involucrados en política".
"Así que la falta de sistemas de voto por internet es una auténtica amenaza para la democracia del mundo occidental".
Ataques pirata
Durante años el la ciberdelincuencia ha sido un
quebradero de cabeza para muchos usuarios. Recientemente esta amenaza se
ha extendido a los teléfonos inteligentes.
Ninguna computadora está a salvo de los virus. Cada día, los cibercriminales infectan miles de máquinas en todo el mundo.
Aunque muchos creen que los Mac de Apple son
inmunes a la infección, este mes más de 600.000 computadoras de Apple se
infectaron con el troyano Flashback.
Piratear celulares inteligentes se ha convertido en un gran negocio
en Rusia, Asia y muchos otros lugares donde los teléfonos prepago son
algo común.
"Estimamos que los criminales que atacan teléfonos móviles ganan entre US$1.000 y US$5.000 al día por persona", dijo Kapersky.
"Infectan celulares con mensajes SMS que
contienen virus troyanos que envían textos a un número que no es
gratuito, hasta que la cuenta de la víctima queda vacía".
"Una persona normal no tendrá mucho dinero en su
cuenta de teléfono, pero cuando cientos de miles de teléfonos se
infectan, esto supone muchísimo dinero".
"Es como este chiste que tenemos en Rusia: ¿por
qué estás robando a esta abuela, sólo tiene un rublo? Y el ladrón
contesta: bueno, diez abuelas son diez rublos".
Y la amenaza aumenta dramáticamente. En
diciembre de 2010, Kapersky Lab descubrió más de 1.000 nuevos troyanos
tratando de infectar celulares inteligentes. Un número superior a todos
los virus para celulares inteligentes identificados durante los ocho
años anteriores.
El pirateo de celulares también resulta más atractivo ante el advenimiento del Near-Field Communication technology (NFC) para realizar pagos a través de nuestros móviles, como si fueran billeteras digitales.
"Para evitar que nuestro teléfono sea hackeado,
la gente debería instalar un sistema de seguridad en él", dijo Kapersky,
añadiendo que la tecnología debería estar más regulada.
Adiós a la privacidad
Finalmente, está el problema de que nuestra privacidad desaparezca.
"Actualmente, la privacidad no existe, tienes a Google Street view, aviones no pilotados que vuelan sobre las ciudades tomando fotos, cámaras en las calles por todas partes", dijo.
"Y por supuesto, están todas estas compañías que te piden tus datos personales y, a menudo, todo ello es innecesario".
Kapersky pidió públicamente a los gobiernos que
regulara en mayor medida el tipo de datos personales que las compañías
pueden pedir a sus clientes.
"Esto no es sólo dañino para tu persona, sino que el país entero se podría convertir en un rehén", advirtió.