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iProfesional.
Internet cumplió el jueves pasado 40 años de existencia, tiempo suficiente para que la Red ya fuera escenario de una burbuja de emprendimientos “.com” que se vendieron por enormes fortunas entre fines del siglo pasado y principios de la actual década.
Hoy, de la mano de la Web 2.0, que favorece la interacción y la participación del internauta, la “telaraña” mundial de computadoras es la plataforma para que noveles empresarios lancen una idea sencilla que crezca y se convierta con rapidez en una nueva estrella del firmamento de Internet.
En esta nota encontrará las historias de 10 ejecutivos, en su mayoría menores de 40 años de edad, que comenzaron un proyecto propio en la era de las primeras ".com" o en el último lustro, que luego vendieron por millones de dólares, o que aún mantienen bajo su poder, pese a tentadoras ofertas que reciben para ceder aunque sea una participación.
Sociedad escandinavaSkype es un servicio de voz sobre Internet que hoy utilizan unas 400 millones de personas en el mundo. Esta aplicación fue creada por dos escandinavos: Niklas Zennström, de 46 años, y Janus Friis, de 36 años. No se trata de personas improvisadas. Estos dos europeos ya habían impactado al mercado con Kazaa, un programa para el intercambio de archivos de música, video y fotos bajo el sistema de persona a persona o entre iguales (peer-to-peer), varios años antes que el eMule, iTunes o Torrent.
En 2003, el dúo vendió Kazaa para meterse en el proyecto de Skype, que fue el paradigma de la voz sobre Internet. Zeenström afirmaba que la telefonía tradicional iba a morir con esta innovación. Pasó de ser un servicio de mensajería instantánea a llamadas entre computadoras y luego teléfonos fijos y móviles.
Dos años después, en 2005, los dos escandinavos vendieron Skype a eBay por u$s2.600 millones. Hoy factura u$s145 millones por trimestre. Sin embargo, recientemente Zeenström y Friis salieron a difundir su intención de recomprar su invención a eBay por unos u$s1.000 millones, pero el sitio de subasta anunció que cedería su participación mayoritaria en Skype por u$s1.900 millones.
Los dos empresarios, mientras tanto, se metieron en otro proyecto, llamado Joost, un servicio de TV por Internet bajo el sistema P2P, con mayor calidad que YouTube.
El rey del comercio electrónico
Jeff Bezos es el creador de Amazon.com, un sitio que hoy factura u$s6.700 millones por trimestre. A principios de la década del ’90 del siglo pasado, este estadounidense trabajaba para un grupo inversor llamado Shaw y Co., que le encargó investigar proyectos que había en la Red, que estaba en los comienzos de su fase comercial.
En ese estudio Bezos encontró la punta de la cual tiró hasta llegar a los que es hoy: descubrió que los compradores que usaban Internet debían finalizar la adquisición en forma telefónica. En 1994, se retiró en silencio de la compañía para concretar el traslado de ese paso a la Red, a pesar de que no sabía nada de programación. El sitio se llamó al principio Cadabra.com.
En 1995 Bezos cambió el nombre por otro: Amazon, en referencia al río más caudaloso del mundo. Al principio, tenía 2.000 visitantes por día. En 1997, eran 50 mil, y salió a cotizar en la Bolsa. Hoy, el portal tiene más de 50 millones de usuarios. Y en 1999 Bezos fue elegido el personaje del año por la revista Time. A los 45 años está embarcado en un proyecto que revolucionó el mercado editorial: El libro electrónico Kindle.
Los dueños del gigante
Hace 11 años eran un par de estudiantes estadounidenses en California que creaban una página sencilla en la web, que indexaba datos para su búsqueda mediante una serie de algoritmos secretos, como la fórmula de la gaseosa Coca-Cola. Hoy encabezan una empresa que factura u$s5.000 millones por trimestre. Se trata de Larry Page y Sergey Brin, los fundadores de Google. Ambos tienen 36 años, el primero con una fortuna de u$s16.800 millones y el segundo, u$s18.500 millones.
La Universidad de Stanford fue el lugar donde se conocieron en 1995, en un posgrado de ciencias de la computación. Digital Library Project se llamó el proyecto que los unió. En 1996 lanzaron Backrub, un buscador de contenidos que en 1997 registraron como Google, una variación de la palabra gogol, que se refiere a un uno seguido por 100 ceros. La habitación de Page fue la sede original de Google.
En 1998 recibieron una inversión de u$s100.000 de un co-fundador de Sun Microsystems, un gigante tecnológico que fabrica servidores y software corporativo, llamado Andy Bechtolsheim. En 1999 ya había sumando más de medio millón de consultas. En 2004 salieron a la Bolsa, con una cotización de u$s85 dólares por acción. Hoy ese valor roza los 400 dólares. Ambos renunciaron a cobrar un salario (mejor dicho, apenas reciben u$s1 por año).
El creador del microbloggingTwitter es la creación de Jack Dorsey, un estadounidense de 36 años. La idea es sencilla: responder en 140 caracteres, o menos, lo que uno está haciendo en determinado momento. Más de 40 millones de personas se prendieron y hoy es objeto de análisis por parte de otros gigantes de la Red como Microsoft, Google o Facebook.
Dorsey trabajaba para una empresa de logística llamada DMS, como programador para servicios de taxis y emergencias, cuando se le prendió la lamparita: había que buscar una forma efectiva para actualizar el estado de la flota, confirmar los viajes y controlar al instante los problemas.
Luego de abandonar la empresa para entrar en la Universidad de Nueva York a estudiar ingeniería en sistemas, a Dorsey lo consumió la pasión por concretar la idea. Entonces abandonó la carrera y se mudó a California, cuna de muchas fortunas basadas en Internet. En 2000 fundó una empresa de logística y en 2005 ingresó en Odeo, un sitio de búsquedas en la Red, donde presentó la idea originaria de Twitter a los dueños de esa firma: en 2006 Twitter se transformó en una realidad. La palabra es sinónimo de una conversación liviana y del canto de los pájaros. Por ahora Dorsey y sus socios no escucharon el canto de otros pájaros, como Facebook, que en 2008 habría formulado una oferta de varios centenares de millones de dólares para hacerse del sitio.
Una idea de remate
Pierre Omidyar es un parisino de 42 años que emigró a los EE.UU. a los seis años de edad. En 1995 fundó eBay, donde se puede encontrar cualquier artículo imaginable. Pero en este caso la idea nació de la pasión de este hombre por las golosinas "Pez". Para contactarse con otros fanáticos creó una plataforma para publicar objetos y proponer un precio de subasta por ellos, todo a través de Internet. Llamada Auction Web, pasó a llamarse eBay en honor a la bahía de San Francisco. El primer artículo que ofreció Omydar fue un puntero láser roto y en desuso, por el cual recibió una oferta de 14 dólares. Hoy se llegan a ofertar hasta u$s5 millones por un jet en eBay, un sitio que factura u$s8.540 millones anuales.
El origen de Omidyar es ciencias de la computación, carrera que lo llevó a fundar una empresa denominada eShop. En 1998 eBay comenzó a cotizar en el Nasdaq y es reconocida como la reina de las subastas electrónicas.
El monarca de las redes sociales
De una pared a más de 300 millones de muros. La evolución es escalofriante y todo por la idea de un estudiante estadounidense llamado Mark Zuckerberg, que habilitó una comunidad en la pared de su habitación estudiantil, para mantener en contacto a los alumnos y profesores de la Universidad de Harvard. Este joven de 25 años ya era un prodigio que programaba a los 5 años de edad. Inventor por naturaleza, se metió en desarrollos de registro de alumnos y ranking de canciones.
Pero
Facebook fue su gran creación, que comenzó en 2004 con un álbum de fotos para facilitar el reconocimiento mutuo y el contacto entre sus pares de Harvard.
Los primeros bosquejos fueron hechos en las paredes de su habitación. Dos semanas después de su lanzamiento, un tercio de Harvard ya estaba metido. En 2006 lo liberó a todo el mundo. Cruzó de costa a costa los Estados Unidos y se radicó en California.
Hoy factura unos u$s500 millones y su creación está valuada en u$s4.000 millones.
Pareja fotográfica
Stewart Butterfield y
Caterina Fake es una pareja que generó
Flickr, un sitio que vendieron por u$s35 millones a Yahoo en 2005. Ambos trabajaban en Ludicorp, una empresa de videojuegos. Fake era la dueña y su pareja hacía los sistemas. Ambos crearon Flickr como parte de un juego online masivo llamado Game Neverending, que permitía guardar y compartir fotos mientras jugaban. Se dieron cuenta pronto que la herramienta en sí misma era merecedora de un proyecto propio. En 2004 lanzaron la versión original. Era tan buena, que Yahoo la compró al año siguiente y en 2007 cerró su propia herramienta de fotos, Yahoo Fotos. La pareja sigue hoy subiendo fotos, porque son fanáticos de la fotografía digital, a este sitio que tiene 39 millones de usuarios y almacena más de 3 mil millones de imágenes.
Un cincuentón clasificadoCraig Newmark sale de la regla de esta nota: no es joven, hoy tiene 56 años, y rechazó ofertas millonarias por su creación, llamada Craiglist. ¿En que consistía originalmente, en 1995, cuando comenzó a transitar los caminos de la red? Contar a sus amigos las novedades de San Francisco, la ciudad donde vivía. En especial lo usaba para comunicar los eventos más “cool”.
¿Dónde está el secreto del éxito de esta emprendimiento? Una estructura de avisos clasificados donde el usuario puede encontrar trabajo o un departamento o relaciones humanas. Fue tal su crecimiento que en 1997 recibió una oferta de Microsoft para agregar publicidades a su página de inicio, una propuesta que rechazó. En 199 sólo estaba presente en nueve ciudades de EEUU. En 2006, en 130 ciudades de todo el mundo.
Hoy sus ingresos anuales superan los u$s80 millones. Cuenta con más de un millón de publicaciones diarias y más de 20 millones de visitas por mes. Todo esto se sostiene con apenas 20 personas que trabajan en el sitio.
Craigslist tiene un modelo de negocio muy enfocado en el beneficio para la sociedad: no cobra por los anuncios, no publica banners, no hace publicidad (funciona por boca a boca), no realiza estudios de mercado para “abrir” en una nueva ciudad y su única fuente de ingresos es a través del cobro de avisos clasificados de empleo en ciertas ciudades (u$s75 por el anuncio para el área de la bahía de San Francisco; u$s25 por el anuncio para Nueva York; Los Ángeles; Boston; Seattle; Washington) y avisos pagos por apartamento en Nueva York (u$s10 por anuncio).
Su diseño, además, es sumamente sencillo: no hay gráficos, ni fotos, ni ningún tipo de estética sofisticada. Únicamente está compuesta de avisos, divididos en ocho secciones en las que los internautas explican lo que buscan u ofrecen, gratis y de manera anónima. Pero en esta estructura se pueden encontrar ofertas inimaginables.