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2020/03/10

Coronavirus: ¿Qué tratamientos experimentales existen?

En una publicación hecha por Antonio Regalado en Technology Review del MIT hace un resumen de los tratamientos experimentales prometedores para el coronavirus COVID-19. Recomendable leer su publicación (en inglés). Detallamos algunos puntos:

- Existen más de 70 fármacos o combinación de fármacos que podrían probarse.

- El fármaco inyectable remdesivir hecho por Gilead Sciences, un antiviral de amplio espectro. Un paciente norteamericano, quien estuvo en el crucero Diamond Princess, recibió dicho tratamiento y se curó.

- Las mejores defensas a largo plazo son las vacunas cuyo desarrollo toma en promedio entre 3 y 4 años y con las cuales se deben hacer bastantes ensayos hasta lograr una efectiva. Se están probando unas vacunas prototipo creadas para el SARS del 2003. Una de las empresas que desarrolló vacunas para coronavirus es Sanofi, la misma se hizo utilizando huevos de pollo.

- Varias farmacéuticas están experimentando con "vacunas rápidas" mediante la inyección de hebras cortas de material genético del virus directamente en el cuerpo de las personas para que sus propios sistemas inmunológicos desarrollen los antígenos. La empresa Moderna Therapeutics está reclutando voluntarios para las pruebas que efectuará en el mes de abril.

- Plasma sanguíneo de sobrevivientes. Se espera que miles de recuperados de las infecciones contribuyan con donaciones de plasma para inyectarlos en los cuerpos de los enfermos. Médicos de Shangai están probando las inyecciones de plasma.

- Fármacos para el VIH. En China los médicos han priorizado el uso de fármacos aprobados para el tratamiento del VIH en los pacientes con severos problemas respiratorios están, en Shangai están probando combinaciones con píldoras de lopinavir y ritonavir en 52 pacientes. En EEUU la empresa AbbVie vende esa combinación como Kaletra. También se planifica utilizar medicamentos como Descovy, una píldora para personas que quieren prevenir la infección de VIH.

- Cloroquina. Algunos medios en línea señalan que el fármaco utilizado contra la malaria podría ser la principal cura contra el coronavirus, es un compuesto económico y están siendo probados en pacientes chinos a los que se les suministra una dosis diaria de 400mg.

2010/09/08

La UE limita los experimentos con animales y prohibirá usar grandes primates

Publico

El Parlamento Europeo (PE) aprobó hoy definitivamente la nueva legislación comunitaria sobre experimentación con animales, que limitará el número de experimentos y prohibirá el uso en ellos de grandes primates como gorilas, orangutanes o chimpancés. El pleno de la Eurocámara dio el visto bueno al acuerdo negociado entre sus representantes y los de los gobiernos nacionales para poner en marcha las nuevas normas a pesar de que algunos grupos, como el de Los Verdes, consideran que no es lo bastante ambicioso.
La nueva legislación obligará a las autoridades nacionales a dar preferencia a los métodos alternativos a la experimentación con animales siempre que sea posible y a garantizar que el número de animales utilizados en las pruebas sea el mínimo. Además, sólo podrán autorizar los ensayos que supongan un "mínimo dolor, sufrimiento y angustia" para los animales.
El texto aprobado hoy prohíbe totalmente el uso de grandes simios en los experimentos, pero finalmente permitirá el recurso a otros primates, como los macacos, que la propuesta original también pretendía abolir. Según los eurodiputados, esa prohibición habría perjudicado a la investigación sobre enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Los experimentos con ese tipo de primates, en cualquier caso, sólo serán posibles bajo demostración científica de que las pruebas no pueden realizarse con otras especies.
Para garantizar el cumplimiento de la directiva se obliga a las autoridades nacionales a garantizar que cada año se efectúan inspecciones de al menos un tercio de los laboratorios donde se usan animales. Al menos una parte de ellas deben, además, llevarse a cabo por sorpresa. La nueva directiva, que prevé un plazo de dos años para su aplicación completa en todos los Estados miembros, incluye una cláusula de salvaguardia que permitirá a los gobiernos anular ciertas de sus disposiciones en caso de emergencia y siempre que existan razones justificables científicamente. Para poder acogerse a esa excepción, los países tendrán que informar a Bruselas y obtener el permiso del resto de Estados miembros.

2010/07/19

Los diez experimentos más crueles de la historia

Fuente: ABC.

Entre las historias más curiosas que han llegado a la portada de Bitacoras.com este fin de semana, nos ha llamado la atención una anotación con los diez experimentos más raros y crueles de la historia, publicada en la bitácora "Una ventana al mundo" (vía 1 y 2). En realidad se trata de una recopilación realizada por Alex Boase para la prestigiosa revista New Scientist, posteriormente llevada a un libro y rescatada de su época de estudiante de la historia de la ciencia en la universidad.
 
1. El elefante y el ácido. Warren Thomas, director del zoo de Lincoln Park en la década de los sesenta, inyectó 297 miligramos de LSD a un elefante. Se trata de una droga que se empezó a popularizar por aquel entonces, de efectos psicodélicos, entre los que se incluyen alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego. Su objetivo era comprobar si con una dósis tres mil veces mayor que la habitualmente ingerida por un humano, el elefante podía ser inducido al musth, un estado que suelen tener estos animales una vez al año, cuando tienen un incremento de la excitación sexual, volviéndolos más agresivos. La muerte del elefante confirmó que se trataba de una barbaridad, aunque responsables del parque se defendieron argumentando que no esperaban el resultado, ya que ellos también habían probado la sustancia.
2. Terror en los cielos. No salimos de los sesenta porque durante esa década el ejército también quiso comprobar hasta qué punto sus soldados son capaces de cometer errores en situaciones de vida o muerte. Para tal fin, a los altos cargos no se les ocurrio una mejor idea que, durante un entrenamiento de vuelo, informar a los diez reclusos de que el avión no funcionaba bien y tendrían que aterrizar en el océano. Lo despiadado llegó cuando, en pleno vuelo, les pasaron un formulario de un seguro para accidentes en el que el ejército no se hacía responsable de muertes o heridas.
3. Cosquillas. En los años treinta, un profesor de psicología de la universidad de Ohio, Clarence Leuba, estaba convencido de que la risa no era algo innato y que las personas aprendían a reirse por necesidad, cuando se les hacía cosquillas. Su conejillo de indias para probar esta hipótesis fue su hijo, al que ningún miembro de su familia podría tratar de hacer reir. El experimento falló cuando descubrio a su propia esposa jugando con el bebé. Esto no impidió que el doctor siguiese practicando con su hermana.
4. Estudiando el disgusto. Otro de los experimentos curiosos que recoge Boese en su libro, nos lleva hasta 1926, cuando el profesor Carney Landis de la Universidad de Minnesota, quiso investigar las expresiones faciales de disgusto. Para ello dibujó líneas en las caras de los voluntarios con un corcho quemado antes de pedirles que olieran amoníaco, que escucharan jazz, que vieran material pornográfico o que metieran la mano en un cubo lleno de sapos. Para finalizar, les pedía que decapitaran a una rata blanca. Aunque todos dudaban, y algunos maldecían o lloraban, la mayoría aceptaron hacerlo, demostrando lo fácil que mucha gente acepta la autoridad. Los rostros de los voluntarios no tenían desperdicio. Según cuenta, Boese “parecían miembros de un culto preparándose para hacer un sacrificio ante el gran dios del experimento”.
5. Resucitando a los muertos. Otro de los científicos "locos" de la década de los treinta fue Robert Cornish, de la Universidad de Carlifornia. En este caso, su obsesión era la posibilidad de conseguir revivir a un muerto, inyectándole adrenalina y antigoaculantes mientras lo giraba en una rueda con el objetivo de hacerle circular la sangre. Lo había conseguido con éxito con perros estrangulados, pero cuando iba a intentarlo con un preso condenado a muerte en el estado de california, las autoridades le negaron el permiso en el último momento... por miedo a que lo tuvieran que liberar si la técnica funcionaba.
6. Mensajes subliminales. Hasta ahora, parece que los experimentos que hemos visto tuvieron poco éxito, pero en 1942 Lawrence LeShan consiguió demostrar que era posible que un grupo de jóvenes dejara de comerse las uñas a través de mensajes subliminales. Mientras dormían, este psicólogo de la universidad de Chicago, les ponía un disco en el que continuamente se escuchaba "mis uñas saben terríblemente amargas". Con tanta repetición, el tocadiscos se estropeó y como el profesor quería proseguir con su ensayo, repetía el mensaje de viva voz, cada noche. El cuarenta por ciento de los niños dejó de comerse las unas, aunque se rumorea que fue para que el "científico loco" dejara de molestarles.
7. Los pavos y el sexo. Estudiar el comportamiento sexual de los pavos puede llegar a resultar de lo más bizarro. Al menos para dos investigadores de la universidad de Pensilvania, Martin Schein y Edgar Hale, quienes en la década de los sesenta descubrieron que estos animales no son muy exigentes a la hora de elegir pareja. Cómo llegaron a esa conclusión es lo peor de todo; cogieron a una hembra de pavo y le fueron cortando partes del cuerpo hasta que el macho perdió interés. Incluso cuando lo único que quedaba era la cabeza en un palo, los machos seguían excitándose.
8. Animales de dos cabezas. Más que experimentos brutales, podríamos calificarlos como despiadados y brutales, los que realizó el cirujano soviético Vladimir Demikhov a mediados del siglo pasado, creando animales bicéfalos. Quizá uno de los que más se recuerden, es el perro de dos cabezas que creó en 1954, uniendo la cabeza de un cachorro al cuello de un pastor alemán.
9. Según Stubbins Ffirth, médico de Filadelfia en 1800, la fiebre amarilla no era una enfermedad infecciosa, y lo probó en sí mismo con inusuales experimentos. Se hizo cortes en los brazos en los que aplicaba su propio vómito; también sobre sus globos oculares. Los esfuerzos realizados para probar con otros fluidos corporales obtuvieron los mismos resultados. Más tarde se demostró que las muestras Ffirth había utilizado para sus experimentos procedían de pacientes en etapa tardía que ya no eran contagiosas.
10. Con los ojos bien abiertos. Para terminar con esta estrambótica recopilación, no podíamos dejar de lado los experimentos relacionados con el sueño, de los que el profesor Ian Oswald, de la Universidad de Edinburgo, podría hablarnos largo y tendido, ya que durante la década de los sesenta trató de estudiar las condiciones extremas para quedarse dormido. Imaginaos las técnicas utilizadas con los pobres voluntarios: música bien alta, descargas eléctricas en las piernas, cintas adhesivas en sus ojos para evitar que se cerraran, luces de flash a medio metro, etc.

2010/05/04

370 días en la cama

Fuente: ABC.

Una tortura china. Casi de esta forma podríamos definir la situación vivida por once hombres durante un largo experimento cuyo objetivo era estudiar los cambios metabólicos que sufren los astronautas en el espacio para poder mejorar sus condiciones en próximos viajes. Todos los detalles de la historia los encontramos en el blog de Josete. Ocurrió en 1986 y el responsable del programa fue el cosmonauta y médico Boris Morukov, del Centro de Investigación de Problemas Biomédicos de la Agencia Espacial Rusa.
Para simular las condiciones de ingravidez y reposo que se viven en los viajes fuera de la Tierra, Morukov decidió que los once hombres que previamente había seleccionado para su particular experimento, debían pasar las 24 horas de 370 días, acostados de forma permanente y obligatoria en once camas que sólo tenían una mínima inclinación de seis grados en la cabecera. Parece que era la forma más adecuada según él (y barata, añadimos nosotros), de que el cuerpo humano produjera menos glóbulos rojos y el corazón funcionase a menor potencia, como en un viaje extraterrestre.
A pesar de las recompensas (condecoraciones, un coche para cada uno y la siempre honrosa contribución a la ciencia), pasar año y pico sin hacer absolutamente nada, realizando todas las necesidades fisiológicas en esta posición horizontal y sometiéndose a toda clase de pruebas, generó en estos voluntarios un altísimo nivel de estrés que no pocas veces terminó en fuertes peleas y que obligó a mantenerlos separados en grupos durante un buen periodo de tiempo. Y no termino aquí su tortura; cada cuatro meses y casi al final del estudio, también fueron introducidos en una centrifugadora mientras yacían atados en sus camas, sometidos a ocho veces la fuerza de la gravedad que normalmente experimentarían en la Tierra, similar a la aceleración que se encontrarían al final de un vuelo espacial, cuando la nave entra de nuevo en la atmósfera de la Tierra.
No fue la única vez que un grupo de voluntarios se sometió a pruebas de vital importancia para el avance espacial de su país. El año pasado seis personas se encerraron en un centro de investigación de Moscú durante 105 días. El objetivo esta vez, permanecieron en un claustro de hacinamiento, dentro de unos tubos sellados herméticamente. Este año, también está previsto finalizar el proyecto "Marte 500", con un experimento de 520 días de aislamiento humano.

2009/10/16

Una técnica implanta malos recuerdos en cerebros de moscas

Fuente: Publico.

Los científicos buscan la manera de controlar la memoria a voluntad, algo que podría ayudar a los pacientes con trastornos derivados de traumas pasados. Un estudio publicado en Cell describe cómo un equipo de investigadores de Reino Unido y EEUU ha logrado escribir a voluntad un mal recuerdo en el cerebro de una mosca, un paso más hacia la manipulación selectiva de la memoria.

Los autores del trabajo trataron en primer lugar de ubicar de forma precisa la maquinaria cerebral que en las moscas es responsable de la adquisición de recuerdos. Según explica el director del estudio, Gero Miesenböck, en lugar de correlacionar la actividad neuronal con acciones o percepciones, como suele hacer la neurociencia, su propósito era "tomar el control del circuito cerebral relevante".

Los investigadores se centraron en un tipo de respuesta que las moscas son capaces de aprender: retirarse de un olor que previamente se les ha enseñado a asociar a una descarga eléctrica. Los científicos estudiaron el mecanismo cerebral implicado en este proceso y pudieron restringir su campo de acción a sólo 12 neuronas en el cerebro de la mosca.

A continuación, Miesenböck y sus colaboradores alteraron esas 12 neuronas para que un simple pulso de luz crease en el cerebro de la mosca el vínculo molecular entre el olor y la descarga eléctrica. El resultado fue que las moscas se alejaban del olor sin que previamente hubiesen aprendido ese comportamiento condicionado por la descarga.

Miesenböck confía en que el estudio tenga aplicaciones en humanos; pese a las diferencias entre ambas especies, "es raro que la evolución invente el mismo proceso varias veces", razona.

2009/04/22

"Tengo unos 1.000 experimentos en mi cabeza"

Fuente: La Vanguardia.

Probablemente nunca se han preguntado por donde defecan los árboles o por qué las ruedas no son cuadradas. Él sí lo ha hecho y además tiene explicaciones científicas perfectamente demostrables para estas y otras muchas preguntas. Dani Jiménez es físico y divulgador científico y gracias al programa de TV3 El Club, donde ha realizado más de 500 experimentos en directo, se ha convertido en un mediático comunicador que tiene como objetivo particular demostrar que la ciencia puede cambiar la visión que tenemos de las cosas que nos rodean. Jiménez publica ahora un nuevo libro, Ciencia a dos euros, donde plantea nuevas preguntas con respuestas científicas que demuestra con experimentos sencillos para que se puedan hacer desde casa. Y es que el próximo reto de este físico carismático es desvincular la ciencia de los laboratorios y de la televisión, para llevarla directamente a la calle. Allí donde las preguntas más descabelladas, también pueden tener una respuesta, como no, con base científica. Seguro que lo conseguirá.

-Siempre hace hincapié en que el objetivo de la ciencia es cambiarle el mundo a la gente. ¿Cómo le ha cambiado el mundo a Dani Jiménez y cómo puede cambiarnos el mundo al resto de mortales?
-La ciencia cambia el mundo. Nuestra civilización esta basada en la ciencia, no comprenderíamos nuestra vida sin coche o electricidad. Pero además, el objetivo de un divulgador científico, que es mi trabajo, es cambiar la vida a las personas. Y todo esto puede suceder cada día porque la ciencia está en todas las cosas, en nuestro entorno, en la naturaleza…

-Primera premisa. Para acercarse a la ciencia tiene que haber cierta curiosidad por lo que nos rodea…
-Exactamente. Es un error pensar que para disfrutar de la ciencia se tiene que saber. Para disfrutar de la ciencia hay que tener curiosidad, ganas y creatividad.

-Tradicionalmente suele hablarse de la experimentación científica como algo lejano y complicado para personas como yo, que venimos del mundo de las letras…
-Es cierto que pasa, y aquí creo que nos ha hecho mucho daño el hecho de que durante muchos años el científico se haya mostrado como el sabio, y el que no sabía el ignorante, el profesor y el alumno. A la gente no le gusta que le den lecciones, yo no voy a enseñar nada a nadie, sólo quiero disfrutar con la gente de las experiencias científicas. Los dos nos situamos en un mismo nivel y nos sorprendemos y disfrutamos con un mismo fenómeno.

-Son palabras duras las suyas…
-Es que creo que durante muchos años la divulgación científica se ha basado en una mirada en diagonal, de arriba hacia abajo, y esto tiene que cambiar, debe ser una mirada horizontal. Todos somos iguales, y todos podemos aprender y disfrutar de la ciencia de la misma forma.

-También afirma en su libro que la ciencia no es lineal y le da mucha importancia a la palabra improvisación. ¿Hasta qué punto se puede improvisar un experimento científico?
-Muchas veces nos han educado para pensar que ante una pregunta hay que buscar una única respuesta, creo que es un grave error. Con la vida te das cuenta que ante una pregunta hay muchas respuestas. La forma del cerebro, por ejemplo.

-¿Perdone?
-La forma del cerebro es un poco rara, parece una nuez. Podemos pensar que es así para aumentar la superficie del córtex, que es la parte más externa, y es verdad. Pero también es así para poder liberar más calor, las personas liberamos el calor por la cabeza, y esta forma lo favorece. Pero también sería así para maximizar la forma esférica. Es decir, hay más de una respuesta. Es lo que se conoce como pensamiento lateral.

-Siga ilustrándome…
-Ante una pregunta, buscas una respuesta lineal, poner las fórmulas, solucionarlo como hasta ahora y en realidad los científicos siempre hemos sido rebeldes. Los grandes científicos de la disciplina se han caracterizado por buscar nuevas líneas de pensamiento. Para llegar a pensar que la tierra gira sobre si misma y alrededor del sol es necesario romper muchos esquemas y pensar de una forma no lineal.

-¿Usted recuerda la primera pregunta rebelde que hizo?
-Me acuerdo de una vez que me sentí atraído por la evolución de la especie, por saber de dónde venía el ser humano. Yo era pequeño y se lo pregunté a un señor que me contó la historia de Adán y Eva. Me dijo que veníamos de ellos, pero era algo que a mi no me cuadraba como explicación. En ese momento me incomodé, yo pensaba que veníamos del mono, que tampoco es muy exacto, y lo de Adán y Eva me descolocó muchísimo, era una respuesta no científica. Y esa fue mi primera pregunta rebelde, de dónde venimos, que es la gran pregunta del ser humano.

-Ustedes los científicos tienen un problema, necesitan probar todo lo que dicen, no es una cuestión de fe divina…
-(Ríe). Sí, hay diferentes premisas, pero una de las grandes cosas de la ciencia es que cualquier experimento que se haga se tiene que poder reproducir. La revolución de los experimentos, iniciada por Galileo y Newton, rompe con muchos años donde la ciencia, especialmente la aristotélica, está basada en la observación. Aristóteles era un gran observador, pero lo que hacemos ahora los científicos es hacer un examen a la naturaleza y la ponemos a prueba. Esta prueba nos da unos resultados que tienen que ser iguales para todos.

-Si no me equivoco su editor también le puso a prueba cuando le pidió un segundo libro de Ciencia a un euro y usted le dijo que no. ¿Es cierto que una pastilla de jabón lo cambió todo?
-(Ríe). Sí, es cierto. Hacer un libro de estas características significa un esfuerzo importante, que evidentemente me compensa mucho. Pero cuando terminé el primero dije que no haría ninguno más, aunque ellos insistían. Un día tuve un experimento fallido que explico en el libro con una pastilla de jabón. Y la intención es que ante un error, como en todos los errores de la vida, somos génesis creadoras. La ciencia avanza gracias a los experimentos fallidos. Lo más curioso de todo es que llevé el experimento a una de mis charlas con niños, y pregunté. Me di cuenta de que las mentes más tiernas y atrevidas son las que te dan mejor soluciones, no tienen miedo a equivocarse. Me gustar ir a esta ciencia de diez respuestas, de las cuales a lo mejor seis son incorrectas, pero cuatro son nuevas y creativas. Los niños de 12, 13 o 14 años saben mucha menos ciencia que la gente mayor, pero tienen mucha más creatividad. Aquí es donde nace Ciencia a dos euros.

-Mientras me explicaba esta anécdota le imaginaba en su casa probando y probando con pastillas de jabón. No sé si esta obsesión es la que les ha llevado, en algunos casos, a convertirse en ojos de los demás en personas con un punto de locura, lo que hoy en día llamarían un freaky…
-(Ríe). Sí, o un científico loco, ¿no? Estuve trabajando muchos años en Cosmocaixa y allí es donde hacía los experimentos, también en la televisión donde llevo trabajando mucho tiempo. En casa de mis padres tengo un laboratorio también. En mi cabeza tengo unos 1.000 experimentos, que es una barbaridad. Ahora hay muchos que ya no los experimento. El objetivo del primer libro fue que la gente experimentara sin complejos. La diferencia entre la magia y la ciencia es que la gente puede hacer en su casa cualquiera de mis experimentos. Y es una sensación muy chula.

-¿La ciencia es sexy?
-Sí, también. Porque tiene cosas que te hacen vibrar, que te excitan…

-Se lo diré ahora de otra forma, ¿la ciencia le ha hecho sexy?
-Desde que soy científico ligo mucho más que antes (Ríe). Pero dejémoslo aquí, no seas malo. Que en El Club ya hago muchos experimentos sexuales y mi madre me mete bronca (Ríe). Mira, la gracia de un experimento es conectar con otra persona, se crea una relación especial y entonces ligas más, es la coña que hay (Sonríe).

-¿Tiene algún experimento como reto de futuro?
-Muchísimos. Dos ejemplos. Me gustaría hacer un gran experimento en un Camp Nou lleno y que todos participaran para hacer un experimento desde el centro del campo. Quiero sacar la ciencia a la calle, ya lo he hecho en un laboratorio y en la televisión, ahora toca la calle. Y otro experimento es fer "l"ou com balla" en la fuente Mágica de Montjuic.

-Le debe mucho a la televisión. Son cuatro años de colaboraciones en el programa de TV3 El Club, donde ha hecho más de 600 experimentos…
-Sí claro, especialmente a Albert Om que fue quien apostó por mí. Yo ya era divulgador científico, había hecho radio y prensa. Pero un día estaba en el Cosmocaixa y me vino la inspiración. Me di cuenta de que la mejor forma de hacer llegar esos experimentos tan visuales era a través de la televisión. El Club es el mejor programa de la tele, y sin conocer a Albert llamé al programa y hablé con la subdirectora. Me dijo que fuera. Hicimos una prueba y ya empezaba la semana siguiente. Ni Albert ni yo pensábamos que esto acabaría siendo una sección o que estaríamos tantos años, en serio. Pero la verdad es que llevamos cuatro años y hemos sido pioneros en la divulgación científica. Hay otros programas que están muy bien, pero nosotros fuimos los primeros, y con un estilo que se nos ha copiado (Sonríe).

-Pero es algo que ahora se acaba…
-Sí, pero vendrán nuevos proyectos. En ciencia está muy claro que el final de una era significa el principio de otra. Es una oportunidad y será bueno para nosotros, ha sido una experiencia fantástica pero las cosas no son eternas y era el momento de cambiar para todos.

2009/04/01

Recrearán la energía del sol

Fuente: BBC Mundo.

Todo está listo para llevar a cabo un masivo experimento de fusión nuclear que intentará recrear las condiciones del núcleo solar.

Será llevado a cabo con los rayos láser más grandes que se han construido y el objetivo es demostrar la viabilidad de la fusión nuclear como fuente de energía limpia y abundante.

El laboratorio, llamado Instalación Nacional de Ignición (NIF), en California, provocará la reacción nuclear enfocando 192 rayos láser gigantescos a una pequeña munición de combustible de hidrógeno.

Para que el experimento funcione, explican los científicos, debe demostrar que se puede extraer más energía del proceso que la que se requiere para iniciarlo.

Lo que se espera lograr eventualmente es producir enormes cantidades de energía limpia para reducir la actual dependencia del mundo en los combustibles fósiles.

El profesor Mike Dunne, quien dirige un experimento similar europeo explicó a la BBC que si es exitoso, el proceso será un "evento sísmico".

"La fusión de láser podría marcar la transición de ser un concepto de la física a una realidad de la ingeniería", afirma el experto.

Hito de la física

El NIF -cuya construcción ha tomado 12 años- es el centro científico experimental más grande que se ha construido en Estados Unidos y contiene el láser más poderoso del mundo.

"Es un hito enorme", afirma el doctor Ed Moses, director del NIF.

"Estamos cerca de lograr lo que nos propusimos desde un principio: la fusión nuclear controlada y sostenida y por primera vez, la obtención de energía en un laboratorio".

Los experimentos comenzarán el próximo mes de junio, y se esperan obtener los primeros resultados importantes entre 2010 y 2012.

La ciencia considera hoy en día que la fusión es el "santo grial" de las fuentes de energía gracias a su potencial para abastecer energía limpia de forma casi ilimitada.

Pero el desafío de crear un reactor de fusión que sea práctico es algo que ha eludido a la ciencia durante décadas.

"Ahora estamos cerca de culminar un esfuerzo de 50 años", afirma el profesor Dunne.

El estadounidense no es el único centro en el mundo que intenta demostrar la viabilidad de la fusión nuclear.

El proceso consiste en fusionar dos formas de hidrógeno pesado, deuterio y tritio, para formar helio.

El deuterio se encuentra comúnmente en el agua de mar, mientras que el tritio puede ser preparado a partir del litio, un elemento relativamente común en la tierra.

Cuando se combinan estos isótopos a altas temperaturas, se pierde una pequeña cantidad de masa y se libera una enorme cantidad de energía.

Como en el sol

La fusión ocurre de forma natural en el núcleo de las estrellas donde una enorme presión gravitacional permite que ocurra el proceso a temperaturas cercanas a los 10 millones de grados centígrados.

En la presión mucho más baja de la Tierra, las temperaturas para producir fusión necesitan ser mucho más altas, de más de 100 millones de grados centígrados.

El experimento del NIF se concentrará en un proceso conocido como fusión nuclear por confinamiento inercial, en el cual se puede lograr esa temperatura extrema utilizando rayos láser extremadamente poderosos.

"Cuando los láseres del NIF sean disparados a su máxima energía -explica el doctor Moses- despedirán 1,8 megajulios (la unidad del Sistema Internacional para energía y calor) de energía ultravioleta al blanco".

Esto equivale a más de 60 veces la cantidad de energía de cualquier sistema de láser que se ha disparado hasta ahora.

Cuando sean disparadas, las pulsaciones durarán sólo unos nanosegundos (milmillonésimas de segundo), pero impartirán calor equivalente a 500 millones de billones (más de la energía eléctrica que se genera durante las horas de más demanda en todo Estados Unidos).

Todo este calor intenso quedará concentrado en el blanco de combustible (del tamaño de una pequeña pelota) donde se lleva a cabo la implosión.

"Este proceso creará temperaturas de 100 millones de grados centígrados y una presión de miles de millones de veces más grande que la presión atmosférica de la Tierra", explica el doctor Moses.

"Lo cual forzará al núcleo de hidrógeno a fusionarse y liberar cantidades mucho más grandes de energía que la energía del láser que se requiere para encender la reacción" agrega.

Esta "ganancia de energía" como se le conoce, es la clave del proceso.

Si funciona el NIF podrá liberar entre 10 y 100 veces más energía que la que se requiere para iniciar la reacción nuclear.

Otros experimentos ya han demostrado que la ignición es posible, pero hasta ahora ninguno ha podido demostrar una ganancia clara de energía.

"El mundo espera que el NIF pueda ofrecer una demostración clara e inequívoca de que los láseres pueden brindar una fusión con ganancia de energía", dice el profesor Dunne.

"Y con esto podremos al fin dejar de lado los aspectos fundamentales de la física y nos permitirá concentrarnos en la producción de esa energía", agrega el experto.