Juan Manuel Altamirano, ganador del premio del público, comenzó a "indagar" con la programación para iPhone cuando anunciaron el primer teléfono, con el primer SDK, a pesar de que entonces había "poca información". Juan Manuel no trabaja en una compañía, sino que desarrolló Numlet, un juego similar a Cifras y Letras, por su cuenta, dedicándose exclusivamente al juego. "Cuando lo haces solo te tienes que pegar contigo mismo", explica. Sin embargo, también considera que tiene más mérito hacerlo solo que "cuando estás bajo el brazo de una empresa".
Imanol Fernández fue el ganador del App Circus gracias a Video Puzzle, un juego que permite crear puzzles a través de vídeos tomados con la cámara del iPhone. Imanol trabaja en Ideateca, una pequeña compañía, pero la idea del juego se le ocurrió a él un día que no podía dormir y se puso a ver un vídeo de Jackie Chan en su móvil. Después, este ingeniero informático presentó la idea y comenzaron a trabajar en ella.
Por su parte, Marc Sallent también presentó un juego, Sr. Mistu, en el que hay que guiar al protagonista, ciego, en su búsqueda de aceitunas negras para su pizza. Sin embargo, a diferencia de Imanol, en su caso el desarrollo corrió únicamente a manos de él y su pareja, Cinta, que se encargó de los diseños.
Tras cinco meses de trabajo, todavía no han recuperado el dinero invertido, pero no les importa, porque se trata de "un proyecto personal", por lo que "es difícil que sea rentable". Sin embargo, les alegra ver que las críticas recibidas son "cien por cien positivas". Además, explica que si en vez de tratarse de un proyecto personal hubiese sido uno comercial que sólo les hubiese llevado unos dos meses, habrían recuperado la inversión. Por ello, por el momento están trabajando en una nueva aplicación que describe como "muy original" y de la que abrirán parte del código una vez que la publiquen. "Es una tontería en la que nadie ha pensado", asegura Marc antes de disculparse por no poder dar más detalles.
La aplicación de Albert Nadal también puede calificarse de proyecto personal. A diferencia de las otras nueve candidatas al premio, FotoDenuncia es gratuita y no tiene modelo de negocio. Simplemente sirve para que los usuarios puedan realizar fotografías de situaciones que quieren denunciar y enviarlas con sus teléfonos a las administraciones responsables. Además, los usuarios pueden añadir nuevas administraciones.
"Yo lo hago porque me gusta, no porque dé dinero. Sé que cuesta mucho ganar dinero", explica Albert. La idea surgió de su trabajo, una empresa que se dedica a hacer aplicaciones para particulares. El ayuntamiento de Lleida planteó una 'app' para que los ciudadanos pudieran ponerse en contacto con la Administración, lo que hizo que Albert pensase en crear FotoDenuncia, una aplicación genérica, en sus ratos libres, especialmente "los fines de semana y por las noches".
Uno de los finalistas más veteranos en el mundo de la programación, Guillermo González, arquitecto de 'software' y desarrollador, trabajó en Symbian, el sistema operativo de Nokia. Sin embargo, desarrolló su aplicación, BooksApp 2 para iPhone, mientras que un antiguo compañero de trabajo de Symbian se encargó de la versión para Android. "Es más fácil trabajar para iPhone", confiesa este aficionado a los cómics que creó una aplicación para tener siempre controlada y organizada la biblioteca.
También de una pasión, aunque en esta ocasión a los festivales de música, nació Festimania, una aplicación que pretende ayudar a los 'festivaleros' a saber dónde y cuándo son los onciertos e, incluso, a localizar su tienda tras una noche de fiesta. La empresa para la que trabajan Pedro Cid y su jefe, que es quien tuvo la idea, se dedica a crear aplicaciones para eventos, por lo que el desarrollo les costó poco trabajo. Ahora, tratan de conseguir que los principales festivales les conozcan para poder incluir su información en Festimania.
¿Se puede vivir de desarrollar?
En general, los finalistas de App Circus consideran que no es sencillo, pero ahora ya se puede vivir trabajando como desarrollador en España, principalmente gracias a que se pueden crear aplicaciones que llegan a muchos mercados. "Es un mercado que está al alza", explica Imanol Fernández. "Prácticamente todo el mundo ya tiene un iPhone o un dispositivo móvil decente".Lo importante, explica Juan Manuel Altamirano, es tener "una buena idea" y conseguir "visibilidad internacional". De hecho, Fabián Pedrero cree que sólo así se puede lograr vivir trabajando como desarrollador. Según Pedrero, "a no ser que lo vendas todo en Estados Unidos, que es donde está el mercado que consume", es "muy difícil".
Además, también advierten que no es fácil hacer algo nuevo. En la App Store, recuerda Albert Nadal, hay más de 300.000 aplicaciones, por lo que no es fácil "inventar la rueda". Además, incluso si se consigue crear algo nuevo, todavía hay que conseguir que la 'app' destaque entre esas 300.000.
Para conseguir destacar, Albert cree que es muy importante tratar "los temas más universales" y hacer que la aplicación esté disponible, como mínimo, en inglés, consejo que comparte Guillermo González. Asimismo, Albert considera que ayuda tener un equipo de cuentas para ayudar en la promoción.
Pedro Cid, por su parte, responde con un rotundo "no" a la pregunta. En España, explica, "nadie te anima a hacer nada. Sólo te van a poner peros y pegas". Una opinión parecida es la de Guillermo González, que cree que es muy difícil vivir del desarrollo. "Es como comprarse un billete de lotería. Tienes que tener una atención especial al detalle para que tu aplicación destaque".
Además, Guillermo cree que no siempre ayudan las opiniones: "La gente tiene a hacer 'reviews' cuando algo no funciona".
iPhone o Android
Respecto al sistema operativo para el que prefieren crear sus 'apps', la gran mayoría prefiere los dispositivos que funcionan con iOS. ¿Por qué? "Por diseño, funcionalidad, sencillez, modelo de negocio y porque es donde está la gente comprando ahora", según explica por correo electrónico Fabián Pedrero, uno de los desarrolladores de Contoplanet, aplicación de cuentos interactivos para iPad."Apple ha pensado muy bien sus APIs de desarrollo", resume Guillermo González. Sin embargo, critica el proceso de revisión de Apple: "es injusto que algunas aplicaciones pasen y otras no".
Otros, como Albert, creen que el problema de los dispositivos Android es la fragmentación, mientras que Marc explica que las aplicaciones para iPhone son más rentables que las creadas para el sistema operativo de Google, donde hay más 'piratería'. Además, cree que los usuarios de iPhone compran más. "La forma de compra es súper impulsiva", explica. Juan Manuel coincide con él. Cree que quien tiene un iPhone "sabe lo que está comprando", mientras que muchas veces quienes tienen un teléfono Android "no saben lo que tienen". Además, cree que con Android es "más duro" trabajar la interfaz gráfica, mientras que en iPhone esta parte es mucho más sencilla.
En opinión de Pedro Cid, sin embargo, depende de qué se busque. Si se quiere hacer algo funcional, explica, es más fácil trabajar para Android, ya que el lenguaje de programación existe desde hace más tiempo. Si lo que se quiere es hacer algo "que quede bonito", entonces recomienda trabajar para iPhone.
El Mundo