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2011/10/07

Una firma de licencias demanda a Motorola Mobility por infracción de patentes

La batalla de las patentes parece no tener fín. En esta ocasión no son Apple y Samsung los protagonistas, sino Intellectual Ventures, una compañía de patentes tecnológicas, y Motorola Mobility.
Según recoge The Wall Street Journal, la firma de licencias ha presentado una demanda ante el tribunal del distrito de Delaware, en Estados Unidos, acusando a la división de móviles de Motorola de violar seis de sus patentes al utilizarlas en su tecnología de transmisión de datos de ordenadores a sus dispositivos móviles.
Intellectual Ventures es una firma que ha conseguido crear una cartera de 35.000 patentes y, según The Wall Street Journal, habría ingresado más de 2.000 dólares gracias a estas licencias.
Se da la circunstancia de que la compañía es inversora de Google, que precisamente ha comprado la división de móviles de Motorola. Sin embargo, Intellectual Ventures asegura que sus protestas por esta infracción comenzaron el pasado enero, mucho antes de conocerse el acuerdo entre la compañía de Mountain View y Motorola.

Científicos de EEUU logran una clonación humana 'alternativa'

Un equipo de investigadores de EEUU ha logrado por primera vez clonar embriones humanos y obtener de ellos células madre "viables". Estas células son capaces de generar cualquier tejido del cuerpo humano, con todo el potencial médico que eso conlleva, pero tienen una copia extra de cromosomas que las hace totalmente inviables para cualquier terapia.
El estudio, publicado en Nature, es sobre todo una hazaña técnica lograda en un campo muy polémico y en un país donde la investigación con células madre embrionarias afronta serias trabas éticas y legales.

Fracaso histórico

Los investigadores han empleado una técnica similar a la que se usó en 1996 para crear a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Es la transferencia nuclear, en la que se toma un óvulo, se le retira el ADN del núcleo y se introduce en su lugar el genoma de una célula adulta. El resultado fue, en aquel caso, una copia exacta del ejemplar que había donado la célula adulta. La técnica abría la puerta a crear embriones humanos genéticamente idénticos a un paciente de los que extraer células madre para regenerar sus órganos dañados. Hasta ahora, nadie ha conseguido tal cosa. Al contrario que en otros mamíferos, los embriones humanos parecen resistirse a la transferencia nuclear y mueren a las pocas semanas.
En 2005, el científico coreano Hwang Woo-Suk anunció haber logrado la clonación humana y tener en su poder células madre viables obtenidas a partir de óvulos manipulados. Su éxito se convirtió el año siguiente en uno de los mayores fracasos científicos de la historia reciente cuando se demostró que sus experimentos eran falsos. Otros equipos intentaron repetir con éxito el intento de Hwang, pero sin apenas suerte.
Mientras los embriones humanos se resisitían a ser clonados, otro tipo de células madre, esta vez reprogramadas a partir de piel adulta y sin necesidad de usar embriones, se estaba abriendo camino. Hoy estas células reprogramadas, las IPSC, se han asentado hasta hacer sombra a las células madre derivadas de embriones. Sin embargo no están exentas de riesgos, ya que aún no se sabe cómo evitar el riesgo de que causen tumores una vez trasplantadas.
El estudio actual, liderado por Dieter Egli, de la Fundación de Células Madre de Nueva York, reclama una vuelta a los orígenes. Han usado transferencia nuclear con una importante variación. En lugar de sacar el ADN de los óvulos humanos (donados por 16 mujeres jóvenes a las que se pagó por participar en el trabajo), lo han dejado dentro y sólo le han inyectado el genoma completo de una célula adulta. Para sorpresa de muchos expertos, el experimento ha permitido obtener dos líneas de células madre que, extraídas del embrión, pueden generar neuronas, piel y otros tejidos, según Egli. Su potencial terapéutico es nulo, ya que tienen 69 cromosomas en lugar de los 46 que deberían tener. "Nunca pensaría que estas células pueden dar lugar a un ser humano viable", advierte el propio Egli, cuyo equipo cree que el obstáculo puede ser salvado para generar células madre con el número de cromosomas deseable.  

"El infierno le dio la bienvenida"

No todo han sido halagos para Steve Jobs en el día de su muerte. Para estropear el homenaje mundial a la figura del ex consejero delegado de Apple ya está la familia Phelps, creadora de la Iglesia Baptista de Westboro, famosa por su homofobia y por sabotear el entierro de los militares estadounidenses.
Una de sus miembros, Margie Phelps, aprovechó la noticia del fallecimiento de Jobs para mandar un mensaje a Apple a través de Twitter. "No hay paz para un hombre que se sirvió a sí mismo, no a Dios. #hellgreetedhim (el infierno le dio la bienvenida). Westboro debe boicotear su funeral", anunció, curiosamente, a través de su iPhone.
Antes, la propia Margie había anunciado que su organización ultra tratará de sabotear el funeral de Jobs porque "no dio gloria a Dios y enseñó el pecado".  

El hippie que inventó cinco mercados

Un biógrafo no autorizado escribió una vez que el primer trabajo de Steve Jobs fue disfrazarse del personaje del Sombrerero Loco en un parque de atracciones de California. La noticia resultó ser falsa, pero ha sido repetida cientos de veces porque a todo el que escribe de Jobs le gustaría que fuera verdad. El fundador de Apple era valiente, innovador, atractivo, inteligente y apasionado. Y también era autoritario, detallista hasta la obsesión, arrogante, déspota e incluso cruel, según sus biógrafos. Ambas facetas le han convertido en el ejecutivo más admirado e imitado de la historia de la tecnología, pero también en el más aborrecido por sus rivales en los negocios.
Steve Jobs fue un inventor, aunque no de productos. La mayor parte de las 313 patentes que registró fueron desarrolladas con la ayuda de brillantes ingenieros, diseñadores y expertos en marketing. Y también le inspiraban sus competidores: el Macintosh, el ordenador que popularizó la informática, nació tras una fructífera visita al centro de investigación de Xerox en Silicon Valley, donde quedó maravillado por la interfaz gráfica de usuario, el rostro de los ordenadores, que después integraría en su Mac.


Jobs fue un inventor porque ha creado mercados. Aunque en muchos de ellos tenía rivales, el olfato comercial, tecnológico y artístico de Jobs los arrasó en cinco negocios: la informática con el Macintosh, la música digital con el iPod, la telefonía táctil con el iPhone, el cine de animación con Pixar, y la world wide web con NeXT. Aún es demasiado pronto para saber si el último gran producto de Apple, la tableta iPad, revolucionará también un sexto negocio, el de los kioscos digitales, como desean los editores de diarios y revistas.
"La tecnología no cambia muchas cosas, si es que cambia algo", dijo, modesto, a la revista Wired en 1996. Es improbable que lo pensara de verdad. Steve Jobs nació en el corazón de Silicon Valley el 24 de febrero de 1955. Hijo de un inmigrante sirio y una estudiante universitaria que le dio en adopción, Jobs creció en una familia de clase media donde su padre adoptivo, Paul, le enseñó a destripar radios y televisores para que aprendiera cómo funcionaban.
En los setenta, Jobs tuvo una adolescencia que más bien parece un cliché. Hippie y liberal, dejó la universidad, tomó ácido, se convirtió al budismo y viajó a India en busca de guía espiritual. "Queríamos experimentar más intensamente porqué estábamos vivos", dijo más tarde sobre su generación. Tras el materialismo de los años cincuenta y sesenta, los jóvenes de los setenta buscaban "algo más profundo", afirmó.

El joven ingeniero de la mente libre trabajó en HP y Atari hasta que se topó con Steve Wozniak. Compañero de instituto de Jobs, este informático era miembro del Hombrew Computer Club, un grupo de hackers que estaban obsesionados con la posibilidad de crear ordenadores personales, es decir, que cualquier persona pudiera utilizar. Hasta entonces, sólo los licenciados en informática podían acercarse con alguna posibilidad de éxito a las complejas máquinas que creaba el gigante IBM.

El primer mercado

Jobs llamaba cada día a la familia y a los amigos de Wozniak para que le convencieran de que dejara HP y se uniera a él en una nueva compañía que quería crear, como buen innovador de Silicon Valley, en un garaje. Lo logró y así nació Apple. "Trabajábamos 18 horas al día, siete días a la semana. Nos lo pasábamos bien", resumió en una ocasión al escritor Steven Levy. El Apple I y, sobre todo, el Apple II y el Lisa, pavimentaron el camino para que Jobs creara su primer mercado: el de la informática personal.

El 24 de enero de 1984, uno de los mejores anuncios que se recuerdan, dirigido por Ridley Scott, presentaba a los estadounidenses el Mac, el primer ordenador pensado para que cualquiera pudiera utilizarlo. Fue también el primero en el que Jobs demostraba su legendario gusto por el diseño, ese que ha provocado que cientos de millones de personas quieran poseer sus productos sólo porque son hermosos. "El diseño del Mac no es sólo su aspecto exterior, es cómo funciona", respondía a quienes le reprochaban que sus creaciones sólo eran caras bonitas. Los productos de Apple nacen de la adoración por la belleza de su fundador, pero también de su increíble visión comercial y, sobre todo, de su obsesión porque fueran fáciles de usar.

Una familia compleja

Jobs, a quien se atribuyen amantes legendarias en su juventud, como la cantante Joan Baez, estaba casado desde 1991 con Laurene Powell, con la que crió tres hijos. Tuvo otra niña de joven, a la que reconoció mucho después, justo cuando su hermana biológica, Mona Simpson, contactó con él y le presentó a su madre. Jobs mantenía ahora buenas relaciones con todos los miembros de su compleja familia.
El fundador de Apple deja un patrimonio de 8.300 millones de dólares que, como resaltan sus críticos, nunca ha querido compartir con organizaciones filantrópicas. Deja también millones de dudas sobre el futuro de su compañía, a la que adoraba, incluso cuando fue humillantemente despedido, en 1985, para ser contratado cuando prácticamente estaba muerta, 12 años después. Nadie sabe si Apple soportará la eternidad sin Jobs, ni qué nuevos mercados habría inventado si un tumor de páncreas no hubiera acabado con su vida. "Ser el más rico del cementerio no me importa. Irme a la cama sabiendo que he hecho algo fabuloso, eso es lo que me importa", dejó dicho.

El fundador de Apple murió en diciembre de 2008

Cuando la Bolsa asume una noticia y reacciona antes de que se produzca, se dice que la ha descontado. Merced a este fenómeno, Steve Jobs murió en la madrugada del miércoles al jueves para todo el mundo menos para el mercado. Los parqués, que calculan sin sentimentalismo que valga, descontaron el final de la historia el 17 de diciembre de 2008. Aquel día arrancaron a Apple un 6% de su valor tras conocerse que ni Jobs ni su jersey negro se pasearían por el escenario del siguiente Mac-world. Todo lo ocurrido después en Bolsa provocado por la salud de Jobs ha sido cada vez menos acusado, hasta que el pasado 25 de agosto Jobs dijo que se retiraba sine die y Apple sólo perdió el 0,8%.
Ayer, números rojos tras la apertura (mucho menos alarmantes que los que provocó la presentación del iPhone 4S esta semana), recuperación hasta mejorar un 1% en cuanto los analistas recomendaron comprar y nueva caída hasta el entorno del 1%. Una Bolsa plañidera que mostró duelo sin sentimiento. Dudas pero no el desastre temido tantas veces.
Lejos quedan las reacciones a las informaciones sobre el cáncer de páncreas trasladado al hígado de Jobs, su delgadez y sus bajas temporales, que llevaron incluso al regulador estadounidense (la SEC) a exigir en alguna ocasión a Apple aclaraciones sobre el estado de salud del fundador de la compañía.
Con la misma frialdad, Apple se puso a diseñar un modo de vacunar a los inversores. Cruzó anuncios de ausencias de Jobs con presentaciones de resultados incontestables. Golpes medidos y cifras que han hecho de Apple la segunda compañía que más vale en Bolsa del mundo (en torno a 350.000 millones de dólares), sólo superada por la petrolera Exxon Mobil. 

¿Cómo entró Jobs en tu vida?

Un mundo táctil

La tecnología debe ser útil, accesible y sencilla. Tras lograr que el código de los PC se rindiera ante el clic de un ratón, Jobs nos recordó que lo más cómodo es tocar lo que vemos. Primero revolucionó los periféricos, luego dejó que los sustituyera la mano. Un leve golpe con la yema del dedo para elegir, sobre la misma pantalla, si queremos leer, enviar, hablar o jugar. El dedo se desliza sobre iPhones, iPads y toda la legión de tabletas que ya funcionan, únicamente, gracias al calor de la caricia humana.

Más que móviles

Hace una década, los gurús de la tecnología ya sabían' que el teléfono móvil se convertiría en un cacharro que sumara todas las funciones imaginables (juegos, fotografía, vídeo), más otras desconocidas (aplicaciones, mensajería automática gratuita). Pero esa idea había que llevarla a las manos de la gente y nadie lo ha hecho como el iPhone, una herramienta-concepto que ha redefinido el presente de estos aparatos.

El disfrute de la música

Como en tantas otras ocasiones, Jobs no lo inventó, pero convirtió una buena idea en una norma social. Aunque el uso del walkman ya había llevado la música a las calles colgando de unos auriculares, el iPod llenó las ciudades de gente con cascos' blancos. La música se consume mientras se camina y se hace deporte, saltando de forma aleatoria de pista en pista, con canciones que se disfrutan fuera del corsé de los discos pensados por sus autores y gracias a un simple gesto de la yema del dedo.

Ordenadores personales

"No hemos sido los primeros, pero seremos los mejores", es una frase que se atribuye a Jobs y que se podría convertir en un resumen de su forma de trabajar. En gran medida, se debe al líder de Apple que hoy haya en todos los hogares del mundo desarrollado un portátil o un ordenador personal, esa "bicicleta para las mentes" de la que él hablaba. Popularizar la interfaz gráfica esa paleta de iconos con la que interactuamos en la pantalla y apostar por el diseño atractivo y manejable de los aparatos acerca la sofisticación de la tecnología a una gran masa de usuarios.

Industria del consumo

Una tienda de electrodomésticos convertida en un lugar de peregrinación. Una compañía cuyos clientes no compran, militan. Todo gracias al carisma de Jobs, que ha conseguido que los usuarios quieran aprender a consumir sus invenciones. El llamado campo de distorsión de la realidad' que conseguía que sus empleados cumplieran objetivos irrealizables, que los periodistas vitorearan en sus presentaciones, que los compradores idolatraran objetos decorados con una manzana. A eso hay que añadir la audacia de mostrarle al consumidor nuevas formas de obtener lo que busca: la tienda virtual iTunes como metáfora de lo que podría ser, más allá de sus fallos, la mejor manera de convencer al público de que pagar es cool'.

Medios de comunicación

La penúltima de las grandes aportaciones que Jobs deja como legado es su visión del futuro de la información. Su idea de cómo deben evolucionar los diarios, para convertirse en plataformas, baratas pero de pago, que proporcionen un gran volumen de información al lector. Y, por supuesto, medios que lleguen al nuevo consumidor de información a través de aplicaciones que cabalguen a lomos de su iPad. Además, todavía hay quien espera que Jobs, como el Cid después de muerto, gane una última gran batalla: la de revolucionar el concepto de televisión.

Los directivos de Google no usan Google+

  Una de las prioridades del equipo de Google+ desde su lanzamiento es mejorar el servicio con nuevas funciones para que sea utilizado por los usuarios y hacerse un hueco cada vez más grande dentro de las redes sociales. La mejor forma de predicar con el ejemplo consiste en que sean los propios trabajadores de Google quienes tengan una cuenta abierta en la red social, sin embargo, esto no sucede en todos los casos, ni mucho menos.
Algunos directivos de Google no tienen abierta una cuenta de Google+ y muchos de aquellos trabajadores que sí tienen una, prácticamente no la utilizan. Así lo demuestra una infografía realizada por el blog Theunderstatement.com creado por Michael Degusta. En esta infografía se puede ver que el presidente y ex CEO de Google, Eric Schmidt, el vicepresidente de desarrollo de Google, David Drummond y una de los miembros del equipo directivo de la compañía, Ann Mather, ni siquiera tienen abierta una cuenta en Google+.
Por otro lado, la infografía analiza a aquellos directivos que sí tienen cuenta en Google+ y con cuanta frecuencia la utilizan. Para realizar este análisis, el blog ha analizado la actividad desde el 28 de junio hasta el 3 de octubre de este año.
Dos de los directivos más activos son el vicepresidente del área social de Google, Vic Gundotra –que durante este periodo ha publicado más de 150 mensajes–, y el vicepresidente de Chrome, Sundar Pichai (más de 58). Entre los directivos cuyo uso de Google+ es mínimo se encuentran uno de los cofundadores de Google, Sergey Brin –quien solo ha publicado 15 mensajes durante estos meses–, el actual CEO, Larry Page (7) o el vicepresidente de la división móvil de Google, Andy Rubin (8).
Sin embargo, entre aquellos que nunca publican nada se encuentran directivos de Youtube, responsables del buscador de Google y miembros del equipo directivo de Google, informa Europa Press.
Si comparamos las cifras del uso de los trabajadores de Google de Google+ con otras redes sociales como Facebook o Twitter, la diferencia es enorme. Según recoge el blog, Mark Zuckerberg realiza publicaciones a diario en su cuenta de Facebook y el CEO de Twitter, Dick Costolo, tuitea al menos 30 mensajes al día.

Un grupo de escritores chinos demandan a Apple por distribución ilegal de sus obras

Un grupo de escritores chinos ha interpuesto una demanda contra el gigante tecnológico Apple por presunta distribución ilegal de sus libros a través de aplicaciones disponibles en la tienda virtual Apple Store, informó hoy el diario South China Morning Post.
La demanda, presentada por la Alianza por los Derechos de los Escritores ante el Tribunal Popular Intermedio Número 2 de Pekín, acusa a la firma fundada por el recién fallecido Steve Jobs de obtener beneficios con la publicación de 23 libros sin el permiso de los propietarios de los derechos de autor.
Entre los escritores "afectados" se encuentran el popular bloguero Han Han, uno de los más populares comentaristas políticos de China, y autores ampliamente conocidos en el país como Murong Xuecun, Kong Ergou, Xiaoqiao Laoshu y He Ma.
El portavoz de la asociación, Bei Zhicheng, dijo en declaraciones a Radio Nacional de China que la compañía tecnológica no respeta los derechos de propiedad intelectual al permitir estas publicaciones, de las que se lleva un 30 por ciento de los beneficios cuando son bajadas por usuarios de productos Apple.
De acuerdo con Bei, algunos de los libros no autorizados han sido bajados más de un millón de veces, "causando pérdidas de alrededor de mil millones de yuanes (unos 125 millones de dólares) a los autores".
La misma alianza de escritores protagonizó en marzo de este año una demanda similar contra el buscador chino Baidu, que tuvo que retirar 2,8 millones de documentos de su biblioteca virtual.

Las acciones de Apple despiden a Steve Jobs en verde

En la edad oscura de Apple, es decir, desde la marcha del malogrado Steve Jobs hasta su regreso en 1997, en total, 12 años, las acciones de la puntera compañía tecnológica llegaron a un valor que no superaba los cuatro dólares. Hoy, 14 años, un iPod, un iPhone y un iPad después, los títulos de la manzana mordida están a 378 dólares. Apostar entonces por una compañía a la que muchos daban por enterrada -1.000 millones de pérdidas en el ejercicio anterior al regreso de Jobs- le ha reportado al inversor cuantiosas ganancias.
Pero Apple, en coma, recuperó las constantes vitales. Y de qué modo. La capitalización de la compañía es hoy de las más elevadas del mercado. Sin ir más lejos, en agosto de este año se puso por delante de la número uno, Exxon Mobile, aunque sólo fuera por unas horas.
La capitalización de Apple ha pasado en poco más de 12 años de apenas 2.000 millones de dólares a cerca de 350.000 millones. Es la empresa tecnológica más valiosa del mundo. Google, con un valor de 162.740 millones de dólares, y Microsoft, con 216.913 millones, se encuentran a eones de alcanzar a la manzana.
Con todo, el deceso del ideólogo de la segunda vida de Apple no se ha notado demasiado en los mercados. Al inicio de la sesión las acciones de la compañía han caído un 1% y la cotización de los títulos ha sido brevemente suspendida en el Nasdaq.
El mercado ya estaba preparado para un Apple sin Jobs y muchos de los inversores a largo plazo de los títulos en la firma, que se han beneficiado de su meteórico ascenso, creen que la empresa tiene personas de talento que podrán continuar el legado del símbolo de Silicon Valley.
En las semanas previas a la muerte de Jobs, las acciones de Apple -que le pisa los talones a Exxon Mobil con el segundo mayor valor de mercado en Estados Unidos- tocaron su máximo histórico de 422,86 dólares, el 20 de septiembre.
El miércoles, los papeles cerraron a 378,25 dólares, antes de conocerse la noticia del fallecimiento de Jobs. El visionario de la tecnología, que transformó el mundo de la música y la telefonía móvil, había renunciado en agosto al puesto de consejero delegado de la firma y dejó las riendas en manos del entonces director de operaciones, Tim Cook.

Google retira la aplicación '¿Es mi hijo gay?'

Google ha decidido retirar la aplicación 'Is my son gay?' (¿Es mi hijo gay?), de Android, que salió a la venta en Francia en julio pasado y que había provocado la protesta de varios colectivos ciudadanos, admás de los homosexuales, en Estados Unidos.
En la aplicación, los padres podían 'descubrir' la orientación sexual de sus hijos tras contestar a 20 preguntas del tipo de "¿Le gusta la ropa?", "¿Lee los diarios deportivos?", "¿Pasa mucho tiempo arreglándose el peinado?", "¿Le gusta las comedias musicales?", "¿Es fan de alguna diva?" o "¿le gusta el fútbol?", entre otras.
Según las respuestas, la aplicación determinaba si el hijo testado era gay ("Acéptelo. Su hijo es gay. Le gustan tanto los hombres como a usted") o heterosexual ("No tiene de qué preocuparse: Su hijo no es gay. Es muy probable que le haga abuela").  Los estereotipos que difundía la aplicación originó la ira de las asociaciones gays de Francia, país en el que inicialmente se denunció la aplicación, al considerarlos ofensivos y degradantes.
Google ha admitido que la misma vulneraba las normas que rigen el mercado de las aplicaciones de la compañía y finalmente la ha retirado.