El país con las mayores reservas de petróleo del mundo no le encuentra solución a la debilidad de su sistema eléctrico que opera desde hace años al límite.
Tras los cortes de energía que afectaron a diversos estados de Venezuela durante el fin de semana, el gobierno anunció el lunes un plan de ahorro energético para usuarios residenciales, comerciales, industriales y oficiales.Entre las principales medidas (ver recuadro) se destacan: incrementar la facturación un 200% a los hogares que aumenten su consumo mensual un 20% y otorgar descuentos del 50% a los que disminuyan el consumo un 20% con respecto a 2009.
También se imponen restricciones de horarios para la utilización de vallas publicitarias, el uso de equipos de generación autónoma en instituciones estatales, además de la regulación del uso del aire acondicionado, ascensores y calentadores en oficinas públicas.
El vicepresidente Elías Jaua dijo el lunes en conferencia de prensa junto al ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, que se debían tomar estas acciones "ante el incremento desmedido de algunos consumidores".
El ministro aseguró que se llega a esta situación por el "derroche típico" en la sociedad y por una mayor distribución del ingreso, que permite que más personas adquieran electrodomésticos.
Las medidas, opinan analistas, no solucionan el problema de fondo de la fragilidad del sistema eléctrico.
clic Documento oficial con las medidas del Ministerio de Energía Eléctrica
¿Crisis superada?
Estas restricciones, que no se aplicarán a instituciones de salud y educativas, embajadas o las áreas de producción de hidrocarburos, llegan un año después de que se impusieran severos recortes de energía.Esos racionamientos se originaron, de acuerdo al Ejecutivo, por la falta de lluvias.
Entre el 65% y el 70% de la demanda energética del país se satisface con la generación de la represa hidroeléctrica de El Guri.
Hoy las lluvias no son un problema, al menos no para el sector eléctrico, pero desde hace meses diversos estados del país sufren problemas con la electricidad.
Y en varios de ellos la gente debe aprender a convivir con recortes programados y también sorpresivos.
Sin embargo, en enero, el presidente Hugo Chávez había dado por superada la crisis eléctrica.
Los problemas en el sector, que fue nacionalizado en 2007, se originan en la falta de inversiones a lo largo de los años, coinciden analistas, y radica no sólo en la generación de energía, sino también en fallas en la transmisión y distribución.
El aumento de la demanda, que creció de 12.000 a 18.000 megavatios en la última década, también ha contribuido para que el sistema eléctrico venezolano opere al límite.
Las autoridades señalan, sin que hasta el momento hayan ofrecido pruebas, que otro de los motivos para los fallos recurrentes es el "sabotaje".
"Hay una campaña permanente de sabotaje activo y pasivo (...) para aumentar el consumo y estimular el derroche para inducir situaciones eléctricas delicadas", aseguró Jaua.
Y hasta el propio Chávez, quien clic se recupera en Cuba tras ser operado de urgencia el viernes, ordenó investigar "todos estos eventos eléctricos en los que se presuma que pudiera estar la mano escondida de algún saboteador".
El gobierno, que mantiene subsidiadas las tarifas eléctricas desde hace 10 años y descarta incrementarlas, tiene previsto aumentar en 9.000 megavatios la oferta energética para fines de 2012.
El impacto
Para David Paravisini, profesor de Políticas Públicas Energéticas de la Universidad Bolivariana, no será mucho lo que se podrá alcanzar tras el anuncio del gobierno."Me extraña que sigan tomando las mismas medidas y responsabilicen a la gente. No va a haber ahorro, va a haber una racionalización del consumo", le dice a BBC Mundo.
Fernando Travieso, profesor de Geopolítica Energética de la Universidad Bolivariana, opina que "con o sin crisis, son medidas bienvenidas".
El experto señala que con esto se logra "dar tiempo a que se terminen de construir los distintos proyectos de generación eléctrica", que suman 38, según dijo el presidente Chávez en abril.
Sin embargo, Paravisini considera que "seguirán habiendo apagones, problemas y racionamientos porque no se arregla el problema estructural, que el sistema se apoya en el concepto de que la energía es infinita".
BBC Mundo