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2011/04/18

Rastreando lenguas minoritarias

Kevin Scannell es profesor de Matemáticas y Computación en la Universidad de San Luis (Estados Unidos). Da clases de álgebra, pero luego emplea los algoritmos para buscar lenguas en Internet. Su pasión son las minoritarias, algunas en peligro de extinción. Sabe de qué habla. Es y practica el irlandés. Nació en Cheathrú Rua.

Hace un mes, Scannell creó Indigenous Tweets, un lugar que rastrea los mensajes escritos en lenguas minoritarias y que, además, al identificar a sus autores, pone en contacto a los escritores en esas lenguas, del euskera al asturiano, del lombardo al pulaar.
"Twitter proporciona a los programadores una aplicación para acceder a las bases de datos de los tuits y permite agruparlos. Después, con métodos estadísticos mi buscador determina el lenguaje de esos tuits", explica Scannell. Así ha registrado los 378.000 tuits en euskera de 3.788 personas; y que los asturianos que escriben en bable son 626, que han enviado una media de dos mensajes; que hay 13 maorís y 82 occitanos tuiteando en su idioma nativo.
Así hasta el rastreo de 76 lenguas, algunas tan minoritarias como el ugandés, con un practicante en Twitter, aunque tan prolífico que ha enviado un millar de mensajes. En esos casos, casi siempre se trata de un medio informativo. Es lo que ocurre con los mensajes en euskera; para encontrar una cuenta personal hay que bajar hasta el noveno lugar, la de Maite Goñi, que tuitea tanto en euskera como en inglés y castellano.
El motor de búsqueda no es tan listo como para distinguir por sí solo si un mensaje es sardo (31 cuentas) o cibemba (una, de Zambia). "Tengo que darle al buscador palabras que son únicas en esos idiomas. Por ejemplo, para encontrar tuits en asturiano buscará llingua (lengua) o xixon (Gijón); para el euskera izan (ser) o berria (nuevo). Intento incluir palabras que en otros idiomas no aparecerían. Después el sistema verifica que cada tuit va en la lengua elegida. El sistema se basa en la frecuencia de diferentes palabras y letras".
Indigenous es un trabajo personal de Scannel. "Lingüistas de diferentes comunidades me aportan material de lenguas que aún no he rastreado, y la gente, a medida que conoce el sitio, envía direcciones de otros tuiteros no captados por mi buscador". Indigenous nació hace solo dos meses. "Yo estaba desarrollando recursos para el creol haitiano cuando un amigo me sugirió si era posible saber cuantos tuits se escribían en esa lengua". Indigenous comenzó con 36 idiomas minoritarios, ahora son 76 y pronto llegarán al centenar.
"Mi meta es facilitar a la gente que escriba, en Internet, en su lengua materna. Llevo rastreando el uso de las lenguas en Internet durante muchos años y soy optimista". En 2003 Scannell creó el motor de búsqueda An Crúbadán (rastreador, en irlandés), y con él ha conseguido detectar 487 lenguas o dialectos (en eso, no se inmiscuye), entre ellos el aragonés (cinco documentos). "En la web hay textos en unas 500 lenguas, de las 7.000 que existen en el mundo. En los dos últimos años, mucha gente se ha animado a escribir blogs en idiomas minoritarios y las redes sociales también los han extendido", dice.
Scannell lleva menos tiempo rastreando Twitter, pero echa sus cálculos. "Debe haber unas 65 lenguas mayoritarias en Twitter y yo he registrado 76 minoritarias, luego al menos hay 141 lenguas. Son bastante menos que las 500 de Internet, pero espero que la gente se anime y tuitee en sus lenguas maternas".
No resulta fácil. En ocasiones el primer obstáculo es el teclado. "Para ello creé Accentuate.us, que ayuda, especialmente a lenguas africanas con caracteres singulares, a la correcta ortografía", explica el profesor irlandés. "En Internet sólo el 5% de los documentos del hausa nigeriano están bien. Usan b, k, d sin sus cuernos. Accentuate.us los escribe correctamente, sin un teclado especial o una complicada combinación de teclas".

El Pais

En la Red sí que hay crédito

"La crisis me obligó a bajar la persiana de mi local de comida para llevar. Después de cuatro meses sin conseguir traspasarlo, he pensado que puedo convertirlo en una pizzería, pero para ello necesito 30.000 euros. Puse un anuncio en Socios Inversores y he conocido a alguien interesado en aportar esa cantidad a cambio de la mitad del negocio". Así lo explica Francesca Ragano, una chica italiana que vive en Barcelona desde hace 9 años.

Para conseguir el dinero que Ragano pide, y también el de otros proyectos, se juntaron Javier Melero (historiador), Manuel Adámez (informático) y Javier Villaseca (especialista en mercadotecnia). Entre los tres pensaron en crear una "herramienta que ayudara a quienes quieren montar o ampliar su negocio, pero que necesitan un empujón económico para conseguirlo", comenta Villaseca. "Con la coyuntura económica actual, los bancos no prestan dinero sin unas garantías exhaustivas. En cambio, sí que hay gente con ahorros que quiere invertirlos en proyectos que considere interesantes", añade. Con esta premisa en la cabeza y 10.000 euros prestados por familiares y amigos, estos madrileños lanzaron, el pasado 15 de febrero, el portal Socios Inversores (www.sociosinversores.es). "Usamos el dinero inicial para darnos a conocer a través de Google AdSense", dice Villaseca. Es en el único soporte en el que se han anunciado y les ha salido bien: el mes pasado consiguieron 17.000 usuarios únicos en su web y actualmente cuentan con 200 proyectos de empresa, de los cuales nueve han conseguido reunir a posibles inversores para convertirlos en realidad.
Socios Inversores intenta "casar" emprendedores con socios capitalistas. "Cualquier persona con ideas para emprender puede poner gratuitamente un anuncio en el portal, donde explica de qué se trata y cuánto dinero necesita. También detalla qué ofrece a cambio: un porcentaje de la empresa, trabajo, etcétera". Así construyen un escaparate virtual de negocios en potencia. "Las personas que tienen ahorros encuentran ahí oportunidades empresariales".
A través de Socios Inversores ponen en contacto al emprendedor con los inversores. Villaseca señala que "los posibles socios no se comprometen a través de la web: solo hacen lo que llamamos una reserva de participación. Cuando el emprendedor ha conseguido que uno o varios inversores quieran apostar por él, por la cantidad que pide, les ponemos en contacto. Ellos hablan y deciden todas las condiciones para ver si finalmente se vinculan o no".
En esta reserva de participación está el negocio de Melero, Adámez y Villaseca. "Cuando hay uno o varios inversores que están dispuestos a aportar el dinero necesario, les cobramos un 0,1% de la aportación que desearían realizar. Es decir, si un emprendedor pide 50.000 euros para abrir una tienda, y pide participaciones de 5.000 euros, cuando se consiguen las personas suficientes para llegar a esta cantidad, cobramos 5 euros a cada uno de los interesados". Si el proyecto no consigue atraer toda la inversión que necesita, Socios Inversores no cobra esta comisión.
Hasta aquí el trabajo del portal. Después, el resto ya es cosa de las partes interesadas.

El Pais

En la Red sí que hay crédito

"La crisis me obligó a bajar la persiana de mi local de comida para llevar. Después de cuatro meses sin conseguir traspasarlo, he pensado que puedo convertirlo en una pizzería, pero para ello necesito 30.000 euros. Puse un anuncio en Socios Inversores y he conocido a alguien interesado en aportar esa cantidad a cambio de la mitad del negocio". Así lo explica Francesca Ragano, una chica italiana que vive en Barcelona desde hace 9 años.

Para conseguir el dinero que Ragano pide, y también el de otros proyectos, se juntaron Javier Melero (historiador), Manuel Adámez (informático) y Javier Villaseca (especialista en mercadotecnia). Entre los tres pensaron en crear una "herramienta que ayudara a quienes quieren montar o ampliar su negocio, pero que necesitan un empujón económico para conseguirlo", comenta Villaseca. "Con la coyuntura económica actual, los bancos no prestan dinero sin unas garantías exhaustivas. En cambio, sí que hay gente con ahorros que quiere invertirlos en proyectos que considere interesantes", añade. Con esta premisa en la cabeza y 10.000 euros prestados por familiares y amigos, estos madrileños lanzaron, el pasado 15 de febrero, el portal Socios Inversores (www.sociosinversores.es). "Usamos el dinero inicial para darnos a conocer a través de Google AdSense", dice Villaseca. Es en el único soporte en el que se han anunciado y les ha salido bien: el mes pasado consiguieron 17.000 usuarios únicos en su web y actualmente cuentan con 200 proyectos de empresa, de los cuales nueve han conseguido reunir a posibles inversores para convertirlos en realidad.
Socios Inversores intenta "casar" emprendedores con socios capitalistas. "Cualquier persona con ideas para emprender puede poner gratuitamente un anuncio en el portal, donde explica de qué se trata y cuánto dinero necesita. También detalla qué ofrece a cambio: un porcentaje de la empresa, trabajo, etcétera". Así construyen un escaparate virtual de negocios en potencia. "Las personas que tienen ahorros encuentran ahí oportunidades empresariales".
A través de Socios Inversores ponen en contacto al emprendedor con los inversores. Villaseca señala que "los posibles socios no se comprometen a través de la web: solo hacen lo que llamamos una reserva de participación. Cuando el emprendedor ha conseguido que uno o varios inversores quieran apostar por él, por la cantidad que pide, les ponemos en contacto. Ellos hablan y deciden todas las condiciones para ver si finalmente se vinculan o no".
En esta reserva de participación está el negocio de Melero, Adámez y Villaseca. "Cuando hay uno o varios inversores que están dispuestos a aportar el dinero necesario, les cobramos un 0,1% de la aportación que desearían realizar. Es decir, si un emprendedor pide 50.000 euros para abrir una tienda, y pide participaciones de 5.000 euros, cuando se consiguen las personas suficientes para llegar a esta cantidad, cobramos 5 euros a cada uno de los interesados". Si el proyecto no consigue atraer toda la inversión que necesita, Socios Inversores no cobra esta comisión.
Hasta aquí el trabajo del portal. Después, el resto ya es cosa de las partes interesadas.

El Pais

Chrome traduce al dictado

La mejora, por ahora, solo funciona en la última versión del navegador de Google, Chrome 11. El sistema de reconocimiento de voz del traductor de Google se ha instalado en el navegador, algo que ya se permitía en los móviles con Android.

Basta con entrar en la portada de Translate y escoger inglés (el únido idioma en el que funciona por ahora). Aparecerá un icono similar a un micrófono. A partir de ese momento, las palabras que va pronunciando el usuario en su idioma, pasan a convertirse en palabras en inglés y viceversa.

El Pais

Dropbox supera 25 millones de usuarios

Dropbox se ha convertido en el último secreto a voces, un complemento, programa y aplicación, según se use en un teléfono, ordenador o tableta, que permite guardar y compartir documentos. Aunque nació en 2007, desde hace poco más de un año se ha convertido en una alternativa a los USB con varios gigas. En este periodo han pasado de cuatro millones de usuarios a 25. Según cifras de esta compañía californiana gestionan más de 200 millones de archivos diarios.

El servicio es, en principio, gratuito y tiene la posibilidad de adquirir más espacio de almacenamiento pagando. Por 10 euros al mes se obtienen 50 gigas. Por 20 euros, 100 gigas. La manera más conocida de tener más sitio para archivos sin pagar consiste en invitar a amigos a usarlo. También aceptando retos, una especie de acertijos, cuya resolución amplia el espacio libre.
La facilidad de uso ha sido clave en la popularización de este servicio. El sistema de carpetas es muy similar al del ordenador, basta con arrastrar y soltar un archivo para trasladarlo, sin embargo, al apretar el botón derecho se puede hacer que el contenido sea público, privado y compartido con un grupo predefinido de contactos.
Otra de las ventajas se encuentra en el acceso desde móviles, para poder subir las imágenes o vídeos y liberar espacio en el terminal.

El Pais

La pornografía infantil 'huye' a las redes P2P

La lucha contra la pornografía infantil 'online' se está volviendo más complicada debido a que estos contenidos cada vez se concentran más en las redes de intercambio de archivos P2P.
Guillermo Cánovas, presidente de la asociación Protégeles explicó en declaraciones a ELMUNDO.es que en los últimos años han visto una disminución de las denuncias a páginas que alojan este tipo de contenidos. Así, mientras que en 2007 se recibieron 685 denuncias sobre páginas que alojaban pornografía infantil en España y en 2008 la cifra aumentó a 696, en 2009 y 2010 sólo se recibieron 208 y 40 denuncias, respectivamente.
Esto, explica Cánovas, no quiere decir que haya menos pornografía infantil en la Red, sino que quienes distribuyen este tipo de contenido "están teniendo más problemas para distribuirlo".
Este hecho se debe a dos motivos. Por un lado, a que "en España se actúa" y la industria de Internet "se está implicando mucho". "Se toman medidas para impedir el alojamiento de los archivos y la eliminación de los ya existentes". Esto hace que se alojen los contenidos en otros países en donde son legales o no se lucha de la misma forma contra ellos.
Por otro lado, en los últimos años han observado cómo la pornografía infantil "se ha dirigido a las redes P2P". En estas redes es más difícil actuar. Además, en muchos casos los archivos se ocultan tras nombres que no corresponden con su contenido. Por ello, es necesario que alguien se los descargue por error y lo denuncie para poder localizarlos. De este modo se evita "la actuación de usuarios e industria de Internet".
En cualquier caso, todavía existe contenido ilegal en Internet, aunque hoy en día "es mucho más difícil encontrar una página gratuita". Obviamente, no se conoce cuál es el volumen de contenido que hay en la Red, pero desde Protégeles siguen combatiéndolo. Recientemente se crearon botones de denuncia anónima en las páginas de cuatro grandes operadores (Telefónica, Vodafone, Yoigo y Orange) y actualmente se está trabajando para implementar botones de denuncia rápida en los terminales móviles de estas compañías.
Una vez que reciben una denuncia, estudian el caso para ver si hay pruebas suficientes de delito y verificar que el contenido es ilegal en el país de origen. Después, remiten la denuncia a la autoridad competente. Desde la creación de la asociación han encontrado pruebas suficientes de delito en unos 12.000 casos y han recibido más de 175.000 denuncias sobre contenidos amenazantes para los niños: 'ciberbullying', suplantaciones de identidad, protección de datos...
Cánovas asegura que la actuación de Protégeles ha servido en operaciones policiales de todo el mundo, aunque no pueden dar un dato concreto, ya que normalmente no reciben información de los cuerpos policiales extranjeros.

Otras líneas de ayuda

Pero desde Protégeles no sólo combaten la pornografía infantil. La asociación, que recibe financiación principalmente a través de subvenciones de la Comisión Europea en el marco del Plan de Acción para un Uso Seguro de Internet (SIAP), también tiene líneas de ayuda dedicadas a problemas como el 'ciberacoso' escolar o los trastornos de la conducta alimentaria.
En concreto, su línea contra el 'ciberbullying' recibe aproximadamente un caso por día lectivo (entre 230 y 250 anuales, según Cánovas). "En la mayoría de los casos se resuelve el conflicto", comenta el presidente de la asociación. Además de recibir la denuncia, desde Protégeles se envían equipos de abogados y psicólogos, además de realizarse un trabajo de sensibilización en los centros.
En cuanto a la línea que combate los trastornos de la conducta alimentaria, recibe en torno a 250 denuncias anuales referentes a páginas que fomentan la anorexia o la bulimia. Al igual que en los casos de acoso, el trabajo no se limita a denunciar las páginas ante las autoridades, sino que también se trabaja con el menor, en ocasiones durante años.

Es delito

En la lucha contra la pornografía infantil, el Código Penal recoge varios suspuestos que pueden ser considerados delitos:
La inducción, promoción, favorecimiento o facilitamiento de la prostitución de una persona menor de edad o incapaz. (art 187)
La producción, venta, distribución, exhibición, por cualquier medio, de material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o fuere desconocido. (art 189)
El facilitamiento de las conductas anteriores ("El que facilitare la producción, venta, distribución, exhibición..."). (art 189)
Con la reforma de noviembre de 2003 del Código Penal, se contempla por primera vez en España el delito de posesión de material pornográfico en cuya elaboración haya sido utilizado a un menor de 18 años (fotografías, vídeos, imágenes reales digitalizadas, archivos electrónicos, etc).
También se introduce el delito de producción, venta y difusión del pseudo-pornografía, es decir del material pornográfico donde no se haya utilizado directamente a un menor pero que emplee su imagen o voz alterada o modificada (es lo que se conoce en inglés como 'morphing').

¿Qué hacer ante archivos sobre pornografía infantil?

Tanto la ONG Acpi como La asociación Protégeles, que lleva trabajando desde 2001 por la protección de la infancia en la Red, recomiendan denunciar, bien directamente a la Policía o la Guardia Civil, bien a través de su línea de denuncia.
Ellos recogen denuncias tanto a través del teléfono como en un espacio en su página web. Esas denuncias, en las que está "garantizado el anonimato de la persona denunciante", son comprobadas por la asociación antes de ser remitidas a las brigadas de delitos informáticos de las fuerzas de seguridad del Estado.
También existe información sobre denuncias en el sitio web de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, aunque no se permiten hacer de forma telemática. Hay que descargarse un formulario y entregarlo en un juzgado o en un cuartel, adjuntando un documento de identidad.
Para denunciar el caso ante la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, los trámites se pueden iniciar por teléfono o por Internet, aunque siempre hay que ratificar la denuncia por escrito y mediante la presentación de un documento de uidentidad acreditado. Otra vía para informar específicamente sobre Delitos Tecnológicos es la del correo electrónico, para lo cual existen dos direcciones: delitos.tecnologicos@policia.es o denuncias.pornografia.infantil@policia.es.

El Mundo

Irán acusa a Siemens de atacar sus instalaciones nucleares con el virus Stuxnet

Un comandante militar iraní acusó a la empresa alemana Siemens de ayudar a Estados Unidos y a Israel a lanzar un 'ciberataque' contra sus instalaciones nucleares, informó el domingo el diario local Kayhan.
Gholamreza Jalali, director de defensa civil en Irán, dijo que el virus Stuxnet, lanzado contra el programa atómico iraní, era obra de sus dos mayores enemigos y que la compañía alemana debería asumir algunas responsabilidades. Siemens, hasta el momento, ha declinado realizar comentarios sobre el particular.
"La investigación muestra que el origen del virus Stuxnet radica en Estados Unidos y en el régimen sionista", expresó Jalali. Jalali aseguró que Irán debe responsabilizar a Siemens por el hecho de que sus sistemas de control utilizados para operar maquinaria industrial, conocido como Control de Supervisión y Adquisición de Datos (SCADA por sus siglas en inglés), fueron infectados por el programa.
"Nuestros funcionarios deberían investigar el caso del programa SCADA de Siemens, que abonó terreno para el virus Stuxnet", dijo. "La empresa Siemens debe ser responsabilizada y explicar cómo y por qué dio a los enemigos la información sobre los códigos de la aplicación SCADA, pavimentando el camino para un 'ciberataque' en nuestra contra", afirmó.
Algunos expertos extranjeros han descrito a Stuxnet como un "cibermisil guiado" contra el programa nuclear iraní. Al contrario de otros funcionarios iraníes que han desestimado al Stuxnet, Jalali dijo que éste podría haber supuesto un mayor riesgo de no haber sido descubierto.
"Éste fue un acto hostil contra nosotros y pudo haber causado más daños humanos y materiales de no haber sido advertido prontamente", aseveró. Irán aportó pocos detalles sobre el impacto del virus. En septiembre dijo que los ordenadores de los trabajadores de la central nuclear de Bushehr fueron afectados pero que las instalaciones no habían recibido daños.
Bushehr, la primera central nuclear iraní y construida por Rusia, todavía no está operativa y ha superado varias fechas límites, aumentando las especulaciones de que fue afectada por Stuxnet, algo que Irán niega.
El embajador ruso ante la OTAN dijo en enero que el virus había golpeado el sistema informático Bushehr, y había expuesto a la planta a un desastre nuclear de la magnitud del accidente ocurrido en Chernóbil en 1986.
Analistas de defensa afirman que el principal blanco era el enriquecimiento de uranio, proceso en el que crea combustible para las plantas nucleares, que también es un componente de las bombas nucleares en caso de que su procesamiento sea más refinado.
Occidente acusa a Irán, uno de los principales productores de petróleo del mundo, de intentar desarrollar armas nucleares, algo que Teherán niega.

El Mundo

Facebook como plataforma para publicar series 'online'

¿Hay suficiente control en Facebook sobre los contenidos con copyright? Las dudas surgen a tenor de la colección completa de anime subida a sus servidores.
Facebook ofrece un entorno muy apropiado para albergar y compartir vídeo, y parece que se ha convertido en el sitio ideal para subir y ofrecer series 'online'. Es gratis, es fácil subir el contenido, no hay límite de cantidad y ofrece calidad y tiempos de carga rápidos para el usuario.

Todas el anime a un solo clic

Más allá de casos esporádicos, el ejemplo de AnimeID resulta sorprendente. Esta página web ofrece centenares de series de animación japonesas para visualizar gratis por 'streaming' desde la red social.
Generalmente ofrece vídeos en dos plataformas: Megavídeo, como la mayoría de páginas de enlaces, y Facebook. En efecto, la red social se ha convertido en su plataforma principal para la publicación de series. Ellos se encargan de subir las series completas, ya sea en castellano de América Latina o en japonés con subtítulos en castellano. Para dejar constancia de su tarea, en muchos de ellos dejan la marca de agua de su web.
Dada la limitación de 20 minutos que hay para los vídeos Facebook, publican las series divididas en tantos fragmentos como sea necesario, apoyándose en un reproductor único que las enlaza en forma de pestañas; una gran idea para aumentar la usabilidad del sitio.

¿En quién recae la responsabilidad?

En el debate sobre la piratería y los derechos de autor en la red existen distintas posturas respecto a qué es delito y qué no. En la justicia española, al menos hasta la publicación de la revisión de la legislación conocida como Ley Sinde, el decreto establece que compartir no es delito, como tampoco lo son las páginas que enlazan. La falta, por tanto, reside en albergar el contenido, así como en distribuirlo con ánimo de lucro.
En este caso, AnimeID está utilizando Facebook como plataforma para subir sus vídeos y ofrecérselos a sus lectores, por lo que no es responsable directo de este contenido, publicado sin licencia. Como han decretado los tribunales de varios países en conflictos semejantes, Facebook es responsable de que lo que suben sus usuarios y debe retirarlo una vez detectado, aunque el hecho de que AnimeID tenga ingresos a través de la publicidad podría cambiar el enfoque de ese debate.

El Mundo

Facebook como plataforma para publicar series 'online'

¿Hay suficiente control en Facebook sobre los contenidos con copyright? Las dudas surgen a tenor de la colección completa de anime subida a sus servidores.
Facebook ofrece un entorno muy apropiado para albergar y compartir vídeo, y parece que se ha convertido en el sitio ideal para subir y ofrecer series 'online'. Es gratis, es fácil subir el contenido, no hay límite de cantidad y ofrece calidad y tiempos de carga rápidos para el usuario.

Todas el anime a un solo clic

Más allá de casos esporádicos, el ejemplo de AnimeID resulta sorprendente. Esta página web ofrece centenares de series de animación japonesas para visualizar gratis por 'streaming' desde la red social.
Generalmente ofrece vídeos en dos plataformas: Megavídeo, como la mayoría de páginas de enlaces, y Facebook. En efecto, la red social se ha convertido en su plataforma principal para la publicación de series. Ellos se encargan de subir las series completas, ya sea en castellano de América Latina o en japonés con subtítulos en castellano. Para dejar constancia de su tarea, en muchos de ellos dejan la marca de agua de su web.
Dada la limitación de 20 minutos que hay para los vídeos Facebook, publican las series divididas en tantos fragmentos como sea necesario, apoyándose en un reproductor único que las enlaza en forma de pestañas; una gran idea para aumentar la usabilidad del sitio.

¿En quién recae la responsabilidad?

En el debate sobre la piratería y los derechos de autor en la red existen distintas posturas respecto a qué es delito y qué no. En la justicia española, al menos hasta la publicación de la revisión de la legislación conocida como Ley Sinde, el decreto establece que compartir no es delito, como tampoco lo son las páginas que enlazan. La falta, por tanto, reside en albergar el contenido, así como en distribuirlo con ánimo de lucro.
En este caso, AnimeID está utilizando Facebook como plataforma para subir sus vídeos y ofrecérselos a sus lectores, por lo que no es responsable directo de este contenido, publicado sin licencia. Como han decretado los tribunales de varios países en conflictos semejantes, Facebook es responsable de que lo que suben sus usuarios y debe retirarlo una vez detectado, aunque el hecho de que AnimeID tenga ingresos a través de la publicidad podría cambiar el enfoque de ese debate.

El Mundo

Facebook como plataforma para publicar series 'online'

¿Hay suficiente control en Facebook sobre los contenidos con copyright? Las dudas surgen a tenor de la colección completa de anime subida a sus servidores.
Facebook ofrece un entorno muy apropiado para albergar y compartir vídeo, y parece que se ha convertido en el sitio ideal para subir y ofrecer series 'online'. Es gratis, es fácil subir el contenido, no hay límite de cantidad y ofrece calidad y tiempos de carga rápidos para el usuario.

Todas el anime a un solo clic

Más allá de casos esporádicos, el ejemplo de AnimeID resulta sorprendente. Esta página web ofrece centenares de series de animación japonesas para visualizar gratis por 'streaming' desde la red social.
Generalmente ofrece vídeos en dos plataformas: Megavídeo, como la mayoría de páginas de enlaces, y Facebook. En efecto, la red social se ha convertido en su plataforma principal para la publicación de series. Ellos se encargan de subir las series completas, ya sea en castellano de América Latina o en japonés con subtítulos en castellano. Para dejar constancia de su tarea, en muchos de ellos dejan la marca de agua de su web.
Dada la limitación de 20 minutos que hay para los vídeos Facebook, publican las series divididas en tantos fragmentos como sea necesario, apoyándose en un reproductor único que las enlaza en forma de pestañas; una gran idea para aumentar la usabilidad del sitio.

¿En quién recae la responsabilidad?

En el debate sobre la piratería y los derechos de autor en la red existen distintas posturas respecto a qué es delito y qué no. En la justicia española, al menos hasta la publicación de la revisión de la legislación conocida como Ley Sinde, el decreto establece que compartir no es delito, como tampoco lo son las páginas que enlazan. La falta, por tanto, reside en albergar el contenido, así como en distribuirlo con ánimo de lucro.
En este caso, AnimeID está utilizando Facebook como plataforma para subir sus vídeos y ofrecérselos a sus lectores, por lo que no es responsable directo de este contenido, publicado sin licencia. Como han decretado los tribunales de varios países en conflictos semejantes, Facebook es responsable de que lo que suben sus usuarios y debe retirarlo una vez detectado, aunque el hecho de que AnimeID tenga ingresos a través de la publicidad podría cambiar el enfoque de ese debate.

El Mundo

Google Vídeos cerrará sus puertas el 13 de mayo

La compañía liderada por Larry Page ha enviado un correo electrónico a los usuarios de su servicio de vídeos donde les informa de que éste cerrará sus puertas el 13 de mayo y les invita a descargar los vídeos que tengan alojados en esa plataforma antes de la fecha señalada.
El gigante de Internet ha enviado un correo electrónico a los usuarios de su servicio de vídeos informándoles que éste cerrará sus puertas el 13 de mayo e invitándoles a descargar los servicios que tengan alojados en esta plataforma antes de esa fecha.
En ese mismo correo, el gigante de Internet apunta que los clips alojados en Google Vídeos no podrán volver a reproducirse después del 29 de abril, aunque estarán disponibles para descarga en sus servidores durante dos semanas más.
La clausura de Google Vídeos ha sido la crónica de una muerte anunciada de un servicio que comenzó como competencia de Youtube antes de su adquisición por parte de los de Mountain View en octubre de 2006, y que terminó conviertiéndose en un simple buscador de vídeos en la red.
En enero de 2009, este servicio deshabilitó la opción que permitía a sus usuarios subir vídeos a sus servidores para que cualquier internauta los pudiese buscar desde su ordenador y desde entonces, Google ha descuidado cada vez más este canal en favor de Youtube.
La compañía liderada por Larry Page anunció hace unos días el lanzamiento de Youtube Live, un nuevo servicio de retransmisiones en directo de eventos de todo tipo que espera traer nuevos aires a uno de los productos más exitosos de la empresa.

Soporte genético, el futuro de la información

Puede que el biólogo y magnate de la genética J. Craig Venter haya conseguido emular a Dios o hackear la naturaleza, como tantas veces se ha cacareado desde que el estadounidense lograra, hace casi un año, reiniciar una célula vacía con un genoma sintético. Pero otra cosa muy distinta, que ni alguien tan poderoso como Venter podría soñar, es burlar los derechos de autor. Su atrevimiento fue citar a James Joyce en el ADN de su bacteria frankenstein. Y la respuesta del heredero del escritor, reclamar por uso ilícito.
El ADN consta de un código de cuatro letras que la maquinaria celular lee de tres en tres. Cada una de las 64 combinaciones posibles codifica, con redundancias, uno de los 20 aminoácidos de las proteínas. Dado que los aminoácidos se abrevian con una letra, con esos 20 caracteres y reemplazando los restantes se puede convertir cualquier texto a una cadena de A, T, C y G.

Con estas reglas, y a la hora de diseñar el cromosoma artificial para su bacteria, Venter insertó marcas de agua, unas secuencias chivato para distinguir su ADN del original. En estas etiquetas genéticas incluyó tres citas de personajes célebres que ilustran el espíritu del proyecto. Una de ellas pertenece al físico Richard Feynman: "Lo que no puedo construir, no lo puedo entender". Otra se extrajo de Retrato del artista adolescente, la novela de inspiración autobiográfica de James Joyce: "Vivir, errar, caer, triunfar, recrear la vida a partir de la vida".

Erratas y protestas

El proyecto triunfó y la bacteria de Venter vive. Pero el científico ha reconocido en una conferencia en Austin (EEUU) que su elección de citas no fue muy afortunada, según relató el periodista David Ewalt en su blog de Forbes. La primera sorpresa llegó por carta con remite de Caltech, el instituto tecnológico californiano donde Feynman acuñó su frase. La misiva contenía la prueba de que la cita era errónea: una foto de la pizarra en la que el Nobel había escrito, blanco sobre negro, "lo que no puedo crear, no lo entiendo". Venter confesó que había tomado la cita de internet.

El segundo disgusto lo provocó Stephen Joyce, nieto del autor de Ulises, al transmitir a Venter su "decepción" por el uso no autorizado de la cita. Por fortuna, según comunicó el Instituto J. Craig Venter, parece que el berrinche no llegará a los tribunales. En cuanto al error de Feynman, "se corregirá en la célula sintética", aseguró la entidad.
Pero más allá de la anécdota, ¿es el ADN un soporte viable para almacenar información? El biólogo y divulgador Carl Zimmer alerta de que, con el tiempo, las mutaciones irán alterando el mensaje hasta dejarlo "irreconocible". "La evolución es el gran enemigo", advierte en su blog. Además, se necesitaría un sistema más complejo de encriptación que comprendiera no sólo el alfabeto entero, sino cualquier información digital.
Un equipo de investigadores ha afrontado estos retos. En la última edición del concurso de biología sintética iGEM del Instituto Tecnológico de Massachusetts, científicos de la Universidad China de Hong Kong presentaron un sistema que traduce cualquier texto, previa conversión en caracteres ASCII, a un formato cuaternario que se transforma en una secuencia de ADN y finalmente se comprime. La cantidad de material genético que una bacteria puede albergar es limitada, pero si el texto es largo basta con aumentar el número de bacterias. Por ejemplo, la Constitución Española se codificaría en 139.262 bases (las letras del ADN) repartidas en 175 bacterias, un número insignificante. Los autores apuntan que un gramo de células guardaría la misma información que 450 discos duros de 2.000 gigabytes.
¿Suena a ciencia ficción? El trabajo demuestra que "los principios fundamentales son factibles", dijo a AFP el director del trabajo, Chan Ting Fung. Aldrin Yim, uno de los creadores del sistema, predice que "será posible guardar grandes cantidades de datos a largo plazo en una caja de bacterias en la nevera". Y no se refiere sólo a textos, sino a cualquier archivo digital binario. Los científicos atisban un futuro en el que las bacterias conservarán imágenes, música o vídeos, que podrán reproducirse con un equipo que extraiga el ADN, lo secuencie y lo descodifique. "Y las bacterias no se pueden hackear", afirman. Pero eso sí: los derechos de autor se seguirán aplicando.

Publico

El Gobierno creará una 'lista negra' de parcelas con transgénicos

El único país de Europa que apuesta claramente por el cultivo de transgénicos, España, pegará un golpe de timón en los próximos meses. El Gobierno prepara un registro obligatorio de parcelas cultivadas con maíz modificado genéticamente en el que los agricultores se tendrán que apuntar siempre antes de sembrar y mediante comunicación formal y expresa, según la hoja de ruta del Ejecutivo en materia de transgénicos, a cuyas conclusiones ha tenido acceso Público.
El documento asegura que "el Gobierno no incentivará el cultivo de transgénicos", aunque en la práctica lo desincentivará. Los propietarios de las tierras tendrán que comunicar en qué parcelas exactas plantan transgénicos, de qué tipo son y "las medidas adoptadas en cada cultivo para evitar contaminación externa". La creación de esta lista negra de agricultores transgénicos, con un indudable poder disuasorio, se concretará mediante un real decreto antes de que termine la legislatura.

Una plaga que causa estragos

La ministra Rosa Aguilar cambia así el paso marcado por su predecesora al frente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, que siempre apoyó el cultivo de transgénicos en España. Aguilar, en cambio, defendió el programa electoral antitransgénicos de Izquierda Unida hasta que abandonó la formación para entrar en la Junta de Andalucía con los socialistas. Recién nombrada ministra, en diciembre de 2010, la exalcaldesa de Córdoba aseguró en una entrevista con este periódico que comía transgénicos "sin problemas".
En España se plantaron en 2010 unas 76.000 hectáreas de maíz con genes alterados en laboratorio, casi una cuarta parte del total del maíz nacional. Estas plantas modificadas genéticamente son resistentes a una plaga que causa estragos en Aragón y Catalunya: los llamados insectos del taladro o barrenadores del tallo. Cuando estos bichos mordisquean el tallo, una proteína tóxica para ellos paraliza su sistema digestivo y mueren.

A partir de la entrada en vigor del real decreto, los agricultores que quieran sembrar esta variedad resistente al taladro, desarrollada en origen por la multinacional estadounidense Monsanto, tendrán que retratarse en el registro y exponerse a la opinión pública. Según el último Eurobarómetro, de 2010, sólo el 35% de los españoles apoya el cultivo de organismos transgénicos. En 2002, el porcentaje alcanzaba el 61%. El temor de los ciudadanos es tal que el maíz sólo se dedica al consumo animal, porque ninguna empresa se ha atrevido a comercializarlo para las personas. Sin embargo, la misma encuesta revelaba que en el país de Europa con mayor superficie sembrada con transgénicos uno de cada cuatro ciudadanos no ha oído hablar nunca de esta tecnología.

Sin incentivos

El creciente rechazo de los españoles a los transgénicos no se corresponde con ninguna evidencia científica que indique peligro. El propio Ministerio explica en su página web que "no existe ningún estudio científico que demuestre que estos alimentos sean perjudiciales para la salud". La industria siempre ha esgrimido esta ausencia de riesgos para rechazar la creación de un registro de parcelas cultivadas con maíz modificado. La propia existencia de una lista negra ya siembra dudas sobre su seguridad, argumentaban.

Las organizaciones antitransgénicos, como Greenpeace o Amigos de la Tierra, sí reclaman desde hace años la creación de un registro público, como según ellos exige la legislación europea. Hasta la fecha, el Gobierno español había interpretado esas directivas de otra manera y sólo ha publicado el número de hectáreas transgénicas en cada comunidad autónoma, sin decir dónde se encuentran exactamente. En España no hay nada parecido a un registro. La superficie sembrada se calcula en función de las ventas de semillas modificadas genéticamente declaradas por las multinacionales.
La actualización del nuevo registro central será responsabilidad de las comunidades autónomas, según la hoja de ruta del Ejecutivo, que buscará "el máximo grado de consenso y participación de los sectores". El documento también señala que "el Gobierno de España no irá a más en primas e incentivos al cultivo de transgénicos", aunque en la actualidad no hay recompensas económicas para el cultivo de transgénicos, más allá del ahorro en insecticidas contra la plaga del taladro.

Tres Españas

El discurso del Gobierno ha cambiado por completo. En los papeles del Departamento de Estado de EEUU revelados por Wikileaks aparecía el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, pidiendo al embajador estadounidense presión en la UE a favor de los alimentos transgénicos. Pese a su supuesta seguridad absoluta, Austria, Francia, Alemania, Grecia, Hungría y Luxemburgo han prohibido su cultivo. Sólo España, la República Checa, Portugal, Rumanía, Polonia y Eslovaquia plantan organismos modificados genéticamente en la UE. Y, dentro de ellos, España cultiva aproximadamente el 80% del total europeo.
Ahora, el Ejecutivo parece sospechar. "Las autoridades científicas deben mantener un seguimiento continuado de la evolución y consecuencias de los cultivos, y las autoridades de gestión, tanto nacionales como regionales, deben acentuar el seguimiento y control de los cultivos", asegura el documento.
Si se confirman las trabas burocráticas a los transgénicos en nuestro país, la UE se quedará definitivamente descolgada del ritmo de los grandes países americanos y algunos asiáticos, como India y China. Si se trajeran a España todas las hectáreas de tierra cultivadas con transgénicos en todo el mundo en 2010, habría que recorrer el país desde Huelva hasta Girona y desde Cartagena hasta A Coruña atravesando un tupido campo de mazorcas de maíz, hilachas de algodón y granos de soja con sus genes modificados en el laboratorio. Y todavía faltarían otras dos Españas.
El año pasado, la cifra de transgénicos plantados en el mundo rozó por primera vez los 1,5 millones de kilómetros cuadrados. El 80% de la soja que se planta en el planeta ya es transgénica. Y el 65% del algodón. Y el 30% del maíz.
La UE, voluntariamente, se ha quedado fuera de este boom. En 1998, Bruselas aprobó el cultivo del maíz con genes modificados por la multinacional estadounidense Monsanto para ser resistente a la plaga del taladro. Desde entonces, nada. La UE sólo aprobó en 2010 una patata transgénica de la química alemana BASF, cuyo uso será residual, para obtener almidón para las industrias del papel, textil y de adhesivos.
Casi la mitad de todo lo plantado se encuentra en EEUU. Y el resto se reparte entre Brasil, Argentina, India y Canadá. El primer país europeo en esta lista es España, en el puesto 16, según el último informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas. Además de cultivar maíz, España lo importa de EEUU y Argentina, igual que la soja y la colza transgénicas, cuya siembra no está autorizada en nuestro país.

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