La firma electrónica japonesa Sony advirtió que se dirige a una pérdida anual mayor que la prevista de 2.900 millones de dólares, lo que presenta una tarea de enormes proporciones para su CEO entrante, Kazuo Hirai, quien se comprometió a actuar con rapidez para cambiar las cosas.
Superada en la última década por rivales más innovadores como Apple y Samsung Electronics, Sony reportó una pérdida operativa de 1.200 millones de dólares de octubre a diciembre, un trimestre normalmente lucrativo con la Navidad y las ventas de fin de año, ya que debió luchar contra la fortaleza del yen e inundaciones en Tailandia que afectaron los suministros.
La compañía pronosticó una pérdidas de 220.000 millones de yenes (2.900 millones de dólares) en el año a marzo, su cuarto año consecutivo de números rojos, casi el doble de lo que el mercado esperaba, dejando en evidencia la tarea por delante para Hirai, que asumirá como presidente ejecutivo en abril.
"No será fácil que Sony recupere su terreno perdido bajo un nuevo liderazgo, debido a que su competitividad global se ha debilitado considerablemente", dijo a la agencia Reuters Kim Young-Chan, analista de Shinhan Investment Corp en Seúl.
"Tiene problemas estructurales que tardará años en resolver", agregó.