Hace un frío húmedo en el pantano de Louisiana mientras el amanecer pinta una luz rosa sobre los cipreses cubiertos de musgo.
Éste es un estado de bosques y la madera es el sustento de la gente que vive en el campo.Pero si seguimos los nuevos caminos que se internan en los bosques encontraremos una nueva fuente de riqueza, traída desde casi cuatro kilómetros bajo el suelo.
Louisiana se está enriqueciendo gracias al auge del gas de esquisto en Estados Unidos.
Los ingenieros han sabido por décadas que existen inmensas reservas de gas atrapadas en rocas de esquisto, pero no era rentable extraerlo.
Ahora que han encontrado una manera de hacerlo, el gas de esquisto está siendo considerado como el salvador de la independencia energética estadounidense.
Después de unos pocos años de haber comenzado operaciones comerciales a gran escala, el gas de esquisto ha ayudado a que los precios del gas consumido en EE.UU. se reduzcan a un tercio; ha ofrecido seguridad de gas a EE.UU. y Canadá por alrededor de 100 años y ha presentado la oportunidad de generar electricidad con la mitad de emisiones de CO2.
Cuestión de seguridad
El gas de esquisto también ha sido acusado de envenenar los suministros de agua, matar ganado, desestabilizar el paisaje y de succionar la inversión que debería ser dirigida a las tecnologías renovables consideradas como vitales para combatir el cambio climático.La industria niega vigorosamente que el gas de esquisto sea peligroso y afirma que los incidentes de contaminación son ejemplos de falta de práctica, no un riesgo inherente a la técnica utilizada.
Y la técnica para sacar el gas del esquisto es ciertamente impresionante.
Las otras rocas convencionales que cargan gas como la arenisca y piedra caliza son porosas, por lo que si se hace un agujero donde hay gas, la diferencia de presión trae el gas flotando a la superficie.
Pero no es así con el esquisto. Sus partículas de arenisca atrapa las moléculas de gas tan apretadas que era imposible extraerlas comercialmente hasta que los ingenieros combinaron tecnologías existentes de perforación y fracturamiento hidráulico.
Problemas
"El gas de esquisto es una oportunidad única" comenta Russ Ford, de la compañía Shell. "Le está dando seguridad energética a EE.UU., está ofreciendo un combustible de bajo impacto en CO2 y además, está creando empleo". Estima que el esquisto proveerá 20% del gas de EE.UU. en 2020, y aún más después.Pero hay varias controversias respecto al impacto ambiental. En primer lugar, se trata nuevamente de un combustible fósil, como los que el mundo está tratando de abandonar.
Además, algunos geólogos temen que el fracturamiento hidráulico desestabilice el suelo. Y, cuando los perforadores atraviesan los mantos acuíferos, deben sellar el agujero para que el agua no se cuele y los residuos no salgan. Si no se hace correctamente, hay problemas.
Un poco del agua inyectada durante el fracturamiento es absorbida por el esquisto. Pero una cantidad regresa contaminada con químicos y tiene que ser desechada como peligrosa.
Escape de metano
No lejos de Louisiana, en un lugar en el que opera Shell, se murieron unas vacas tras beber agua residual del fracturamiento hidráulico que regresó a la superficie.Y los lugareños fueron evacuados cuando el metano se escapó sin control de un pozo.
Además, un documental, Gaslands, muestra escenas extraordinarias de gente en el estado de Nueva York prendiéndole fuego al agua corriendo del lavabo debido a la cantidad de metano que contiene.
Algunas de las operaciones de gas están cerca de grandes poblaciones muchas personas están enojadas pues la firma dice que los químicos en el fracturamiento son un secreto comercial. La Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) está investigando la extracción de gas de esquisto y espera un informe en 2012.
Potencial global
El boom de este gas poco convencional parece tener importancia global. Debido a que EE.UU. ya no busca la importación, la presión sobre precios internacionales ha disminuido. También se cree que China tiene depósitos grandes de gas de esquisto. Polonia, Alemania, Holanda y el Reino Unido podrían tener depósitos comercialmente viables.Europa aún importará gas de Rusia, pero desarrollo de gas de esquisto le resta poder al rol de Moscú.
El doctor Manouchehr Takin del Centro de Estudios de Energía Global dijo: "El gas de esquisto es un fenómeno. El esquisto está depositado por todo el mundo y podemos esperar que haya reservas del mismo en muchos países, aunque no está claro aún cuántos de ellos tendrán posibilidades de comercializarlo.
"Dependerá de qué tanto material orgánico se haya establecido y cuanto gas ya haya escapado. Le permitirá a casi todos los países un grado de independencia energética", concluye.
Globalmente el efectivo energético es finito y varias firmas que buscan fines de lucro ya están trasladando sus inversiones de parques eólicos a aquellas de familiares moléculas de hidrocarburo que están emergiendo de lugares impredecibles.
BBC Mundo