Fuente:
BBC Mundo.
Se cree que las enfermedades del corazón -tan prevalentes hoy en día- son un mal moderno. Pero una nueva investigación demuestra que los antiguos egipcios también murieron a causa de ellas.
Según investigadores británicos, los banquetes ricos en grasas saturadas que los sacerdotes egipcios ofrecían a sus dioses -y que se comían ellos con sus familias- les causaron ateroesclerosis, el depósito de sustancias grasas que bloquean las arterias.
Los científicos de la Universidad de Manchester, Inglaterra, encontraron la evidencia tras llevar a cabo escáneres en los restos de sacerdotes momificados, que revelan "signos inconfundibles" de arterias bloqueadas.
Además hicieron un análisis de los alimentos que ofrecían a los dioses -listados en los jeroglíficos de sus templos- que revelan un "espléndido banquete" de platillos repletos de grasas saturadas.
La costumbre indicaba que los sacerdotes se llevaban posteriormente el banquete a su casa para consumirlo, dicen los investigadores en la revista The Lancet.
Ofrenda ritual
"No pudo haber habido un mensaje más evocador: vive como un dios y lo pagarás con tu salud" expresa la profesora Rosalie Davis, egiptóloga que dirigió la investigación.
Agrega que la traducción de las inscripciones en los muros de los templos egipcios muestra que los sacerdotes ofrecían a los dioses platillos de res, ganso, pan, fruta, vegetales, tartas, vino y cerveza. Todo tres veces al día.
Después de la ofrenda ritual, los jeroglíficos revelan que los sacerdotes llevaban la comida a su casa para consumirla con sus familias.
El análisis nutricional, dicen los investigadores, muestra un muy alto contenido de grasa en el banquete ofrecido. Por ejemplo, un platillo de ganso tiene 63% de grasa, 20% de ésta saturada.
El pan de esa época era mucho más fortificado que el pan moderno, a menudo enriquecido con grasa, leche y huevos, y las tartas eran producidas con grasa o aceite animal.
El consumo de alcohol, que se sabe aumenta los niveles de triglicéridos -el principal tipo de grasa que transporta la sangre en el organismo- quizás excedió las recomendaciones que se establecen hoy en día.
Y es probable que su consumo de sal también fue muy alto -dicen los científicos- porque a menudo se le utilizaba como conservador.
Los investigadores creen que estas ofrendas a los dioses eran muy distintas de la dieta más frugal y por lo general vegetariana que consumían la mayoría de los egipcios.
Evidencia clara
Los científicos estudiaron la evidencia descubierta en más de 60 momias analizadas en los últimos 30 años con rayos X o muestras de tejido rehidratado.
Descubrieron lo que dicen es "evidencia clara" de arterias bloqueadas o daño arterial entre los sacerdotes y sus familias.
Entre las 16 momias cuyos corazones y arterias pudieron ser identificados con escáneres de tomografía computarizada, nueve muestran evidencia de altos niveles de depósitos calcificados en la pared de las arterias, un claro indicio de ateroesclerosis, el estrechamiento de las arterias.
Según los investigadores, esto podría explicar porqué incluso la élite de los antiguos egipcios tenía una expectativa de vida de entre 40 y 50 años.
"Encontramos una marcada incidencia de arterias bloqueadas entre los sacerdotes y sus familias" afirma la profesora David.
"Logramos demostrar que las inscripciones en los templos, que registraban los rituales diarios, pueden combinarse con la información de las momias y ofrecer evidencia adicional sobre los sacerdotes y su dieta".
"Los jeroglíficos en los sarcófagos asociados con momias individuales tienen el nombre y título del dueño y esta información puede ser utilizada para comparar las enfermedades que descubrimos en esas momias que pertenecían a grupos sociales específicos, en este caso los sacerdotes y sus familias", dice la investigadora.
Por su parte, el profesor Tony Heagerty, del Grupo de Investigación Cardiovascular de la Universidad de Manchester y coautor del estudio, cree que los resultados de la investigación muestran que los trastornos del corazón son mucho más antiguos de lo que creemos.
"Ésta es evidencia inequívoca que muestra que la ateroesclerosis es una enfermedad de tiempos antiguos, que es inducida por la dieta y que la epidemia de esta enfermedad que comenzó en el siglo 20 es la historia repitiéndose" expresa el experto.