Fuente:
BBC Mundo.
Delegados del Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán (EDBI, por sus siglas en inglés) visitaron Ecuador con el fin de continuar los diálogos con autoridades ecuatorianas para el establecimiento de una filial bancaria en Quito, y avanzar en el acuerdo suscrito en diciembre de 2008 con el Banco Central de Ecuador para facilitar el intercambio comercial entre los dos países.
La sucursal bancaria se establecería a través del Banco Internacional de Desarrollo, entidad creada en 2008 en Venezuela con capital iraní.
El presidente del Directorio del Banco Central de Ecuador, Carlos Vallejo, confirmó a BBC Mundo que funcionarios del banco iraní y la Superintendencia de Bancos ecuatoriana "están en conversaciones y revisando la documentación" necesaria para el establecimiento de la filial en Quito.
A decir de Vallejo, la posible sucursal del Banco Internacional de Desarrollo significaría una mayor agilización en la movilización de recursos para obras que se ejecuten en Ecuador con fondos iraníes.
Cuestionamientos
Sin embargo, el EDBI y su filial en Venezuela han sido cuestionados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por presunto financiamiento de proyectos de armas nucleares desarrollados por Irán.
En octubre de 2008, el Departamento del Tesoro congeló todos los activos financieros del EDBI en Estados Unidos y prohibió a los estadounidenses de efectuar transacciones con ese banco.
Dos meses después el Banco Central ecuatoriano suscribió el convenio de cooperación con el EDBI, donde se abre paso para que el banco iraní pueda establecer en Ecuador una sede del Banco Internacional de Desarrollo.
En mayo de este año, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través del secretario adjunto de la Dirección de Prevención de Financiamiento del Terrorismo, Daniel Glaser, mostró ante la Embajada de Ecuador en Washington su preocupación por las negociaciones ecuatorianas con el EDBI.
No obstante, en diálogo con BBC Mundo, el presidente del Directorio del Banco Central ecuatoriano defendió el convenio. "No estamos como Ecuador negociando nada militar nuclear, ni estamos traficando armas", manifestó Vallejo, al señalar que lo que el acuerdo busca es facilitar el intercambio comercial con Irán.
El gobierno iraní ha asegurado que su programa nuclear tiene fines energéticos pacíficos. Sin embargo, la semana pasada el Organismo Internacional de Energía Atómica censuró a Irán por desarrollar un sitio secreto de enriquecimiento de uranio dentro de su programa nuclear.
Un año sin aplicación
El convenio entre el Banco Central ecuatoriano y el EDBI otorga facilidades crediticias por USR$120 millones para estimular negociaciones entre Ecuador e Irán en áreas como agricultura, transferencia de tecnología, electricidad e hidrocarburos.
Según Vallejo, el convenio permite que cuando un importador ecuatoriano quiera traer un bien de Irán, abra una carta de crédito en el Banco Central de Ecuador, si se trata de una empresa del sector público, o en la estatal Corporación Financiera Nacional, si es un importador privado, según las condiciones pactadas con el exportador iraní.
"El Banco Central abre la carta de crédito y la envía al exportador iraní, quien nos puede decir que la depositemos en el EDBI. Lo que hizo Irán fue crear un fondo de promoción de exportaciones con Ecuador para que cuando ha sido embarcado el producto hacia nuestro país, el EDBI le pague al exportador el valor del bien, sin esperar el vencimiento de la carta de crédito", explicó Vallejo.
Sin embargo, pese a que el acuerdo con el EDBI fue suscrito hace un año, Vallejo informó que ninguna importación desde Ecuador, del sector público o privado, se ha efectuado hasta el momento a través de ese convenio.
"Estamos esperando que haya las primeras importaciones a Ecuador a través de este convenio (…) Si los importadores ecuatorianos no están dispuestos a traer bienes de Irán ya no es mi problema. Yo no puedo andar buscando quién importe", manifestó.
No obstante, Vallejo mostró su confianza porque el convenio empiece a aplicarse para programas del sector público ecuatoriano, como la construcción de los proyectos hidroeléctricos Quijos-Baeza y San Luis.
Al respecto, el gerente de la Empresa Eléctrica Quito, Carlos Andrade, comentó a BBC Mundo que representantes de FABA, "la compañía designada por el gobierno iraní para construir este proyecto", se reunieron, entre el 18 y el 20 de noviembre pasados, con miembros de la Eléctrica Quito para discutir detalles técnicos previos al inicio del proceso de construcción de la hidroeléctrica Quijos-Baeza.
De acuerdo con Andrade, el presupuesto inicial para la construcción de la planta Quijos-Baeza es de US$220 millones, y se espera que la obra se inicie el próximo año.
Relaciones con Irán
En este contexto, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, defendió las relaciones que mantiene su país con Irán y rechazó que se quiera cuestionar la política internacional de Ecuador.
Falconí señaló a BBC Mundo que Ecuador tiene una política abierta con todos los países del mundo, "excepto con aquellos que categóricamente se demuestre que han tenido violaciones expresas a los derechos humanos".
En sus palabras, "Ecuador no va a sancionar a un país por motivos geopolíticos o ideológicos. Nosotros tenemos una relación con la República Islámica de Irán, como la tienen muchos países del mundo. Entonces no sé a qué viene el cuestionamiento", manifestó Falconí, al recordar que Irán mantiene relaciones con varios países de América Latina, entre los que citó a Colombia y Brasil.
La semana pasada, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, efectuó una gira por América Latina que incluyó Brasil, Bolivia y Venezuela.
Una posición similar a la de Falconí fue adoptada por el presidente del Directorio del Banco Central, Carlos Vallejo, quien dijo que "se quiere satanizar" los acuerdos que Ecuador entabla con Irán.
Vallejo reconoció que el comercio entre Ecuador e Irán "es muy bajo, de unos US$70 millones anuales", pero resaltó el interés del gobierno ecuatoriano por ampliar el intercambio comercial.
"Irán podría ser una gran potencia importadora de productos como cacao, banano, frutas tropicales, flores y significar un puerto de entrada para todo Oriente", aseguró.