El Gobierno indio negó ayer que se tratase de casos totalmente resistentes y aseguró que una variante así "no existe". La Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo caso, ha enviado un grupo de expertos al Hospital Nacional de Hinduja, en Bombay, donde se encuentran los infectados. También ha reconocido la gravedad de la aparición de infecciones que no se detienen ante los dos tipos de medicamentos que la organización recomienda como primera y segunda línea de defensa contra esta dolencia, que es la segunda enfermedad infecciosa que más gente mata en el mundo después del sida y que castiga especialmente a los países en desarrollo.
"Tres de los enfermos han muerto y el resto se encuentra estable", explicó ayer a este diario Zarir Udwadia, médico del Hospital Nacional de Hinduja. Udwadia alertó en diciembre de los primeros cuatro casos de esta forma de tuberculosis.
Los pacientes "han recibido todos los fármacos disponibles, incluyendo algunos experimentales, como linezolid. Por definición, esta variante es resistente a todos los fármacos de primera y segunda línea", asegura Udwadia. Ante la ausencia de una tercera línea, el médico ha bautizado estos casos como TDR-TB, o tuberculosis totalmente resistente, en un artículo publicado recientemente en Clinical Infectious Diseases.
La actuación de Udwadia no ha gustado a las autoridades indias, que niegan la existencia de la TDR. "Uno de nuestros equipos ha concluido que en Bombay no hay ni un solo enfermo con TDR-TB", aseguró ayer Prithviraj Chavan, primer ministro del Estado de Maharashtra, cuya capital es precisamente Bombay. "Los expertos dicen que no puede existir una tuberculosis resistente al tratamiento", aseguró en declaraciones recogidas por The Hindu.
La OMS no admite, de momento, que exista una tuberculosis totalmente resistente y por tanto incurable. En un comunicado publicado en su web la semana pasada, la agencia de la ONU asegura que los casos de Bombay son de tuberculosis de" vasta resistencia", una variante reconocida internacionalmente por las siglas inglesas XDR-TB. Esta variante "reduce de forma severa las opciones de tratamiento, pero deja alguna disponible", explica la OMS.
Udwadia está seguro de que lo que está presenciando es algo más virulento que la ya de por sí temible XDR. "Esta forma es incluso más difícil de curar que la XDR, que ya lleva asociada una mortalidad del 60% para personas no infectadas con el virus del sida y un 90% para los que sí lo están", alerta. ¿Por qué se niega el Gobierno a reconocer la gravedad de la situación? "Admitir estos casos es como decirle a todo el mundo que los médicos del sistema público y privado de salud hemos fracasado", aventura.
El médico sí reconoce que "existen algunos fármacos cuya efectividad no se puede medir en sus laboratorios y que algunos [no todos] pacientes están respondiendo".
Preocupación mundial
A pesar de su postura cauta la OMS no esconde la emergencia mundial que hay detrás de los 12 casos de Udwadia. "Esto no sólo sucede en Bombay, sino en todo el mundo. Este tipo de tuberculosis resistente se ha detectado hasta en 60 países", explica a este diario Ernesto Jaramillo, médico que trabaja en la Unidad de VIH, tuberculosis y malaria de la OMS, en Ginebra.
La tuberculosis ha pasado de ser una enfermedad que se pensaba prácticamente erradicada en los países desarrollados a convertirse en una epidemia global a la que es difícil poner freno debido a la creciente resistencia de la bacteria que la causa a los fármacos y la ausencia de nuevos tratamientos. En la actualidad hay 2.000 millones de personas infectadas con la bacteria de la tuberculosis y cada segundo se produce un nuevo contagio. Sólo un 5% o un 10% desarrollarán la enfermedad, que tiene especial incidencia en Asia y África. En 2009, la dolencia mató a casi dos millones de personas, según la OMS.
"Las variantes totalmente resistentes no son nada nuevo, pero son extremadamente preocupantes", explica Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, en Madrid. "Hay que confrontarlas rápido y de forma estricta", explica el médico, pues "existe el riesgo de que la variante resistente se convierta en la dominante".
"La única manera de pararla es generar nuevos medicamentos, pero desarrollarlos no interesa a las [empresas] farmacéuticas, pues no hay posibilidad de sacar beneficios ya que la mayoría de casos se dan en países en desarrollo", lamenta.
Europa y el resto del mundo desarrollado no son invulnerables. Moreno ya trabajaba en el Ramón y Cajal a principios de los noventa, cuando el hospital registró un brote "terrorífico. Murieron muchos enfermos, incluso médicos y la enfermedad se extendió hasta Sevilla", recuerda ahora el experto. Eran los días en que el virus del sida golpeaba con fuerza y este venía, en muchos casos, asociado a la tuberculosis.
Desde entonces España no ha registrado ningún otro brote así. Sí lo ha hecho Italia, donde en 2007 se describieron varios casos de tuberculosis totalmente resistente muy parecidos a los de Bombay. En 2009 más casos se registraron en Irán. Ahora es India, donde "es posible que se den más casos a no ser que se prohíba por ley recetar fármacos a los no especialistas", dice Udwadia.
La tuberculosis con resistencia vasta a los medicamentos es una enfermedad creada por el hombre. La inconstancia, la pobreza y la desidia son las responsables de que aparezcan variantes incurables. La inconstancia se debe a que el tratamiento puede durar hasta 24 meses, según recuerda Jaramillo. Muchos infectados lo abandonan antes sin haber vencido a la bacteria, que gana resistencia a los medicamentos y pasa a otras personas a través de esputos propulsados en una tos o un estornudo. La pobreza de países de Asia y África hace que no haya medicamentos adecuados para frenar los casos resistentes. Por último, la desidia de algunos médicos provoca que receten fármacos de segunda línea sin haber agotado la primera.
"Estoy seguro de que si tuviéramos las instalaciones necesarias, encontraríamos otras variantes totalmente resistentes en este país, pues los medicamentos de segunda línea se siguen recetando de forma irresponsable", alerta Udwadia, que sin embargo subraya que la situación no es "una pandemia global como algunos medios quieren hacer creer". Europa no es ajena a estos problemas. En países de la antigua URSS como Bielorrusia la tuberculosis "no está controlada y el 35% de los casos son multirresistentes", alerta Jaramillo.
En España la enfermedad tiene "una incidencia y prevalencia altas", explica Moreno. Se debe a que el país nunca puso en marcha un programa de erradicación como otras naciones europeas. Esto podría no ser del todo malo, ya que, dada la incidencia, en España "estamos preparados para hacer frente a casos como los de Bombay", añade.
En India, mientras, un equipo de la OMS ha revisado todos los datos médicos de los infectados y va a enviar sus recomendaciones a su sede de Ginebra, explica Udwadia. Las muestras tomadas a los pacientes también se están comparando con las de otros laboratorios indios para determinar a qué se enfrentan. En marzo un comité de expertos de la OMS se reunirá para intentar acordar una definición para la tuberculosis totalmente resistente", según ha informado este organismo.