Científicos de la Universidad de Bristol afirman haber creado una fórmula que puede predecir el potencial de éxito de una canción. El algoritmo explora en cada tema 23 características diferentes entre las que se encuentran la intensidad, la capacidad para el baile, el tempo, el compás y la complejidad armónica. Entrenado con las 40 canciones de mayor éxito de los últimos 50 años, el resultado es una ecuación con la que, según sus creadores, es posible predecir el éxito de un tema con un 60% de precisión.
Reconociendo que el programa no es perfecto, los científicos explican que existen unos elementos que no se pueden añadir al algoritmo y que, sin embargo, tienen una elevada influencia en el éxito de un tema, como los componentes sociales. Los investigadores han observado cómo han evolucionado los gustos musicales en función de la década que se estuviera analizando. Antes de la década de 1980, el hecho de que una canción fuera bailable no era relevante para triunfar, algo que cambió en esa época. Las baladas también eran más propensas a la fama.
Otra de sus conclusiones es que las canciones de éxito suenan de forma más estruendosa en los últimos años y que su ritmo es más repetitivo. Los investigadores aclaran que su programa no es una guía para detectar si merece la pena escuchar una canción. En la web www.scoreahit.com, puede encontrarse un listado de los éxitos esperados y los que resultaron una sorpresa. Entre los primeros, No Scrubs, de TLC (1999), o Crazy, de Gnarls Barkley (2006). Entre los inesperados destaca Man in the Mirror de Michael Jackson (2009).
Reconociendo que el programa no es perfecto, los científicos explican que existen unos elementos que no se pueden añadir al algoritmo y que, sin embargo, tienen una elevada influencia en el éxito de un tema, como los componentes sociales. Los investigadores han observado cómo han evolucionado los gustos musicales en función de la década que se estuviera analizando. Antes de la década de 1980, el hecho de que una canción fuera bailable no era relevante para triunfar, algo que cambió en esa época. Las baladas también eran más propensas a la fama.
Otra de sus conclusiones es que las canciones de éxito suenan de forma más estruendosa en los últimos años y que su ritmo es más repetitivo. Los investigadores aclaran que su programa no es una guía para detectar si merece la pena escuchar una canción. En la web www.scoreahit.com, puede encontrarse un listado de los éxitos esperados y los que resultaron una sorpresa. Entre los primeros, No Scrubs, de TLC (1999), o Crazy, de Gnarls Barkley (2006). Entre los inesperados destaca Man in the Mirror de Michael Jackson (2009).