La necesidad de aplicar la tecnología de última generación a la persecución de estos crímenes se hace cada vez más acuciante. El presidente y consejero delegado del NCMEC, Ernie Allen, recuerda cómo fue posible la identificación un pederasta porque en las fotografías de dos casos distintos de abusos aparecía la misma colcha, de colores peculiares. Considerando que el número de imágenes y vídeos que se procesan en el NCMEC supera los 250.000 a la semana, el hallazgo tuvo mucho de azar. Para no dejar estas cuestiones en manos de la fortuna, Google desarrolló y donó un software al que se conoce como "detector de colchas" en referencia al caso que lo motivó.
La política interna de Google permite a sus empleados destinar el 20% de su tiempo de trabajo a proyectos de libre elección. Así surgió este software, fruto de la colaboración de cuatro ingenieros durante un año. Con él, es posible reconocer aspectos reveladores de las fotografías.
Los propietarios de las webs con contenido pedófilo personalizan las imágenes incluyendo pequeñas modificaciones. El problema antes de que apareciese este programa es que, cuando la imagen cambiaba, se identificaba como un contenido diferente. Este software busca más allá de la persona que aparece en la imagen centrándose en elementos del fondo como los objetos que se encuentran en la habitación o el estampado de una camiseta. Localizados y cruzados con los bancos de imágenes de características similares de las bases de datos del NCMEC ha sido posible identificar numerosas coincidencias.
El ADN de las fotos
Sin embargo y aún cuando se detiene al delincuente, surge un nuevo problema: "las imágenes de menores pueden permanecer en internet para siempre", aunque "estemos trabajando activamente con los proveedores de servicios para acabar con ello", explica Allen. Aquí es donde apareció Microsoft y su Centro de Investigación, que creó y también donó a finales del año pasado su tecnología PhotoDNA.Apoyándose en técnicas de hash, es decir, reduciendo mediante algoritmos una gran cantidad de información en un único dato para poder ser indexado, esta tecnología permite extraer, en cierto modo, el ADN de las fotos aunque, a diferencia del ADN humano con las células madre, no podría reproducirse la foto original a partir de esta información.
Tal y como indica el abogado de la unidad de Crimen Digital de Microsoft, Richard Boscovich, "esta tecnología es capaz de identificar las fotografías aunque estas hayan sido manipuladas, bien en su color, en su forma, o incluso aunque sólo aparezcan fragmentos de ella". El directivo sostiene que "como sucede con las personas, cada fotografía tiene su propia huella, única e irrepetible, y PhotoDNA posibilita la comparación de diferentes parámetros para detectar coincidencias, aunque se trate de pedazos minúsculos de la foto". La eficiencia de detección de PhotoDNA está estimada en un 98%, procesando cada imagen en apenas cinco milisegundos. Microsoft asegura que las identificaciones falsas sólo se producen una de cada mil millones de veces.
Allen indica que esta tecnología se emplea fundamentalmente "para detectar las peores imágenes de abusos a menores como las de sexo explícito, y evitar que se continúe con su distribución masiva".