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2010/11/01

Microsoft ve 'inevitable' que videojuegos y 'nube' entren en los entornos laborales

El director de Pruebas de Microsoft Corporation, Ross Smith, ha ofrecido una conferencia a directivos y empresarios sobre cómo la computación en la 'nube' o 'cloud computing' y los videojuegos pueden transformar el mundo de los negocios en el futuro e "influir en habilidades como el liderazgo y la visión estratégica por parte de las futuras generaciones".
Esta intervención ha estado enmarcada dentro de la jornada organizada por la Asociación de Empresarios de Tecnologías de la Información y la Comunicación en Andalucía -Eticom-, titulada 'Seguridad del Software y Cloud Computing', a la que han acudido alrededor de 100 directivos y representantes de diversas empresas.
Smith ha resaltado la necesidad de saber aplicar los conocimientos y herramientas de los videojuegos al mundo laboral y la potencial repercusión en la productividad de manera "positiva, debido a que el nivel de usuarios cada vez aumenta más entre las plantillas de trabajadores por la incorporación de nuevas generaciones".
"Es inevitable que los juegos terminen entrando en los entornos laborales. En Estados Unidos, el 50 por ciento de los americanos juega a videojuegos y el 81 por ciento del personal laboral tiene 34 años o menos", ha afirmado el ponente.
De esta forma, el director de Pruebas de Microsoft ha destacado las ventajas de la introducción de estas prácticas en el trabajo, tales como favorecer una comunicación efectiva, crear compromisos entre los empleados, mejorar la productividad, ahorrar costes e instruir. "El juego funciona como herramienta: es atractivo, moderno, anima a crear flujos, requiere participación, ofrece un 'feedback' instantáneo y reproduce situaciones y momentos reales", ha indicado.

'Que parezca que no se está trabajando'

De la misma forma, Smith ha aventurado cómo serán los futuros entornos de trabajo en la 'nube' por la llegada de usuarios de videojuegos y redes sociales, afirmando que se trabajará de una manera que parezca "que no se está trabajando", y ha subrayado que la importancia del videojuego será tanta fuerza que terminará "rediseñando el entorno laboral".

Máquinas de la lectura

Si descorchamos un gran reserva, podremos beberlo en un vaso cualquiera o en una copa fina de cristal. Para muchos, el contenido, en este caso el vino, será lo que verdaderamente importe; mientras que para otros será el continente, es decir, la copa de cristal, la que realzará el valor del caldo. Algo parecido sucede en la batalla entre libro tradicional y electrónico. Para muchos lectores, lo importante es el mensaje en sí, el libro, las letras que componen palabras, y las palabras que, una tras otra, van construyendo frases y capítulos de una novela, por ejemplo. Pero para otros no solo importa la propia lectura, sino cómo se lleva a cabo, el placer de tocar u oler el papel, de colocar un marcador en la página en la que lo dejamos la noche anterior, o de simplemente tener el libro como objeto, sobre la mesilla o en una estantería. Sí, porque queda muy bonito.
"Ahora llevo poquitos libros en el bolso, unos cien. Pero al principio me volví loca, compré una tarjeta de memoria de 4 Gb y llevaba como mil libros encima", explica Aurora Pérez de las Heras, que no es que esté loca o tenga un bolso del tamaño de una librería, sino que posee un libro electrónico o e-book de la marca Sony con una capacidad casi infinita y un tamaño y peso razonables: "Me lo regaló una de mis hermanas. No es como un libro normal. La textura, el encanto del papel, el volver atrás... No es igual, pero le compensa la comodidad. Es muy práctico. El primer mes devoré 15 libros", defiende esta madrileña.
Aunque Aurora lee sobre todo en el metro, de camino al trabajo y de vuelta a casa, también lo utiliza en el hogar; por ejemplo, en la cocina o en la cama: "Es fantástico. No pesa. Lo apoyas en cualquier sitio, no se te cae cada vez que pasas la página. Solo tienes que usar un dedo para avanzar", explica, al tiempo que hace un leve gesto con su índice sobre la pantalla. Y encima, subraya, la batería apenas se consume. A ella, que lo utiliza a diario y durante una hora y media, le dura una semana. A otros lectores les llega para un mes. Y es que las baterías de los libros electrónicos solo se gastan cuando el usuario cambia de página, pero nunca mientras está encendido, quieto, en una página concreta.
Ricardo Roncero es su marido, gran lector, siempre con un libro de bolsillo encima, pero con nulo interés en el nuevo formato: "He visto a mi mujer leyendo con el e-book, pero a mí no me gusta. No me proporciona ni la calidez ni el placer del libro tradicional. No es rechazo, sino indiferencia. Además, si pierdo un libro no pasa nada, voy a una librería y me lo vuelvo a comprar. Pero si perdiera uno electrónico o se me cayera, me llevaría un disgusto", imagina. "Poder llevar muchos libros en uno solo, como hace ella, es una sensación poderosa. Pero para mí, el placer que tengo yo de ir a una biblioteca o una librería, y quedarme leyendo o buscando un nuevo libro, no lo tiene ella. Me gusta el ensayo histórico, desde la época medieval hasta la II Guerra Mundial o el siglo XVIII en Francia. Es un tipo de literatura difícil de encontrar en formato electrónico", argumenta para no pasarse al e-book.
Curiosamente, para Aurora no es tan importante el placer de rastrear su próxima lectura: "Busco poco porque tengo un círculo de amistades que tienen e-book y me pasan muchos libros. Me los envían por e-mail. Son documentos pdf o Word que no ocupan nada. Se mandan con más facilidad que una fotografía. Calcula un mega por libro". Una sencillez y rapidez que facilita la piratería, más que con la música o las películas: "Cualquier loco de estos de Internet tiene más de 2.000 libros a tu disposición". Un estudio reciente de Attributor revela que en solo un año han aumentado en un 50% las búsquedas de libros piratas en el mundo. Y en 2009 se realizaron, solo en EE UU, nueve millones de descargas ilegales.
Más allá de la piratería, las ventas de libros electrónicos también aumentan cada año, a medida que personas como Aurora quedan seducidas por la tinta electrónica, que evita que la vista se canse, ya que carece de la luz artificial de las pantallas tradicionales. Hoy, Amazon ya vende más libros en formato electrónico que en tapa dura (143 por cada 100 el verano pasado). Cifras que quedan pulverizadas y anticuadas rápidamente. En junio, Amazon vendió 180 libros en formato electrónico por cada 100 en tapa dura, según la compañía. El aumento se debe no solo a la bajada del precio del Kindle, el reproductor de Amazon, sino a la entrada en el mercado del iPad, un producto que no es estrictamente un libro electrónico, ya que no utiliza el sistema de tinta electrónica, sino que es una pantalla iluminada, mejor, eso sí, para otras aplicaciones como pueden ser el vídeo.
Ya sea en papel o en pantalla, a los entusiastas de la lectura les une precisamente eso, el placer de leer. Entramos en la casa de Víctor e Isabel, en un ático de Vitoria, mientras suena una agradable música de fondo. En la terraza, aprovechan un domingo soleado y toman el vermú junto a sus familiares Cristina y Eduardo. En el hogar de este matrimonio de Vitoria hace ya tres años que entró el libro electrónico. A Víctor, un amante de la tecnología, le convenció Eduardo, que acababa de comprárselo. Adquirió su aparato en eBay y desde entonces apenas lee en papel. A su mujer no le ha entusiasmado nunca el invento. Tan solo ha leído dos libros y, aunque reconoce las ventajas del formato electrónico, sigue prefiriendo lo tradicional. "En vacaciones sí le veo utilidad. Es muchísimo más cómodo porque no tienes que cargar con un montón de libros en la maleta", explica Isabel.
Su marido pagó unos 200 euros, una inversión fuerte en un inicio, pero que ha amortizado de sobra. Si antiguamente gastaba entre 20 y 30 euros mensuales en libros, ahora no llega a la cuarta parte. "Yo entiendo todas las ventajas, pero tocar el papel, ver la carátula, una foto, un dibujo... prefiero el libro de siempre", subraya ella. Su marido ironiza simpático: "Claro, también era mejor el papiro...". Aunque luego, eso sí, reconoce que hay libros en papel que despiertan sentidos que un e-book difícilmente consigue: entonces saca el último recetario de Andoni Luis Aduriz y los alimentos parecen salirse del papel, de gran calidad. "Yo era de la opinión de que era mucho mejor el tacto del papel. Hasta que mi marido me dijo: 'Léete este libro y hablamos", intercede Cristina, la prima de Isabel. "Reconoció que es una gozada", recuerda Eduardo.
La batalla entre lo tradicional y lo novedoso se libra entre los pros y contras, como todo producto: la comodidad, la rapidez o el fácil acceso a millares de textos que permite el formato electrónico, a un lado. Al otro, el precio (cuestan a partir de 100 euros y hasta 450), un tacto distinto al papel y el hecho de que sea un aparato tecnológico (una barrera imposible para algunos).
Pero quizá la falta de espacio sea una de las mayores ventajas. Así lo cree Ernesto de Bustos, español en Addis Abeba (Etiopía): "En mi caso, la utilidad más evidente es poder llevar conmigo una biblioteca de cientos de libros". Mientras, en Bielefeld (Alemania) vive Jon, un donostiarra casado con una alemana, Steffi. Él, un lector relativamente reciente, siempre ha sido amante de todo tipo de aparatitos electrónicos. Y, claro, con la llegada del e-book no iba a ser menos: "Reconozco que leo más. Antes de comprarme el Kindle apenas leía. ¿Por qué ahora sí? Porque las personas somos unas frikis, nos gusta tocar los botoncitos", resume divertido. Y continúa: "Cuando voy a comprar un libro, no sé qué quiero leer, no tengo ni idea. Con el e-book, lo bueno es que te puedes descargar un sample en segundos, lees las primeras 10 páginas y si te engancha, entonces lo compras. Me parece útil". Mientras, su mujer tiene la mesilla llena de libros: "Sí, le encanta leer. Y los libros nos quedan muy bonitos en las estanterías".

¿Qué 'e-book' comprar?

Ya estamos convencidos de las maravillas del libro electrónico y queremos adquirirlo, pero ¿cuál? La elección dependerá de las prestaciones que busquemos y del bolsillo de cada uno. Los más baratos son el modelo sencillo de Kindle (reproductor de Amazon, con wifi y una pantalla de seis pulgadas) y el iLiber (el aparato de la web del mismo nombre). El precio del primero es de 100 euros, a lo que hay que añadir el IVA y los gastos de envío, por lo que el coste final ronda los 130 euros, idéntico precio que el modelo iLiber. A partir de ahí, la cantidad de modelos y precios es amplia. Otros Kindle (a partir de 170 euros, todo incluido), el Papyre (de 200 a 450 euros), los Sony (200 a 250 euros) o los Booq (150 a 280 euros) son algunos de los productos que se pueden encontrar en el mercado.

Máquinas que obedecen a la mente

Comunicarse mentalmente con las máquinas, manejarlas sin mover un dedo, ha sido uno de los sueños de la ciencia-ficción. Ahora, un grupo de investigadores en Suiza ha demostrado que esa fantasía va camino de cumplirse. Aunque José del R. Millán, el español de 48 años al frente del proyecto, prefiere ser cauto: "Trabajamos duro, pero sin prisas; no queremos alimentar falsas expectativas".
Él y su equipo de 20 investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza), uno de los centros tecnológicos más prestigiosos de Europa, han creado un programa que conecta el cerebro a máquinas y ordenadores para manejarlos con el pensamiento. Un casco repleto de electrodos capta las órdenes mentales, el software las interpreta y luego transmite comandos capaces de operar un portátil o un electrodoméstico de forma remota. Todo en cuestión de milisegundos.
En los últimos años ha habido numerosos intentos de dar con esta tecnología. Algunos, incluso, ya están a la venta. Pero el EPFL ha conseguido algo nuevo: descifrar señales cerebrales al instante. "Hasta hace poco había que repetir la orden mental cada medio segundo, constantemente. Esto fatigaba a la persona", dice José. "Hemos sido los primeros en dar con un sistema de bajo coste que reconoce a la primera el pensamiento".
Su objetivo es emplear esta tecnología para mejorar la vida de los discapacitados. Y la aplicación más potente la han probado en una silla de ruedas. La equiparon con sensores de espacio, la interconectaron al software y este a la cabeza de un paciente. Funcionó. Al pensar "hacia adelante", "izquierda" o "derecha", la silla obedecía. En total, seis años de trabajo para llegar a este punto. Ahora quieren ir más allá. Cuatro líneas de investigación en las que cooperan varias universidades europeas indagan cómo controlar con la mente ordenadores para navegar por Internet o enviar correos, electrodomésticos del hogar, juegos en móviles, prótesis y hasta robots. "Imagine una persona inmovilizada en la cama que pueda controlar mentalmente un robot y desplazarlo hasta la cocina para acompañar en la cena a su familia. Esto llegará", dice Millán. "Y ese es exactamente nuestro deseo: conectar la inteligencia de las máquinas con la de los humanos".
Como siempre, hay obstáculos. El tibio interés de las grandes compañías por comercializar el programa es uno. "Quienes más se beneficiarían serían los discapacitados y es un mercado muy pequeño". El número limitado de comandos cerebrales que el software reconoce (no más de cuatro) y la incomodidad de tener que llevar casco, aunque sea inalámbrico, son otras dudas en el horizonte.
¿Será el control de las máquinas con la mente algo cotidiano en 2020, como vaticinan algunos futurólogos? José suelta una risa incrédula. "Ya me gustaría. Tardaremos mucho más. De momento, el cuerpo, lo físico, sigue siendo el mejor intermediario". Pero señala situaciones más allá de la asistencia a incapacitados donde estos interfaces ayudarían. "En el espacio, la movilidad de los astronautas es muy limitada y el control mental de equipos sería un gran avance. Hemos probado el software en vuelos parabólicos con ingravidez y funciona".
Millán, que ha desarrollado su carrera académica entre España, Italia, Suiza y EE UU (Universidad de Stanford), calcula otros dos años más hasta que esta tecnología madure. Bajo su mando seguirán trabajando investigadores de universidades de media Europa aunque, curiosamente, ninguna española.
"Escojo a los mejores centros y los españoles no están entre ellos". ¿Qué falla? "Medios. Los políticos se llenan la boca diciendo que la innovación es el futuro del país, pero a la hora de la verdad siempre recortan del mismo sitio, del I+D".

Xenolingüística y la ecuación del Dragón

Ahora, en serio: ¿hay alguien ahí fuera? ¿Podríamos llegar a entendernos? ¿Cómo? ¿Para qué?
El duodécimo episodio de Cosmos, Enciclopedia galáctica, versa sobre estas cuestiones que aunque ahora mismo nos parezcan remotas resultan fundamentales para el futuro de la Humanidad e incluso podrían sorprendernos el día menos pensado. Alguien de entre toda esta especie nuestra debe ir pensando en tales asuntos y... ¿quién mejor que Carl Sagan?
Para ello, nuestro astrofísico empieza con una revisión de las historias más populares sobre extraterrestres: el fenómeno ovni. Su sencillo escepticismo conduce pronto a una reconsideración completa de la idea: desde la ciencia, ¿cómo podrían ser tales cosas? Esto nos lleva a la ecuación de Drake, una formulación teórica de las probabilidades de vida extraterrestre, que Sagan tratará de resolver para nosotros con el mejor conocimiento de su época. Hoy se podrían estimar otros valores distintos, sobre todo desde que estamos descubriendo todos esos exoplanetas y sus características, pero el procedimiento sigue siendo igual de correcto.
Y si lográramos un contacto, ¿cómo conversaríamos? A través de la piedra de Rosetta que permitió descifrar el antiguo jeroglífico egipcio, Enciclopedia galáctica nos conduce a la fascinante cuestión de la xenolingüística: la manera como civilizaciones de orígenes totalmente distintos, ya no culturales sino también biológicos e incluso físico-químicos, podrían entenderse entre sí. También nos explicará los principales intentos de entrar en contacto que se han realizado.
¿Para qué? Los resultados de un descubrimiento así resultan inimaginables ahora mismo. Pero hay uno obvio: el conocimiento. La clase de cosas útiles que podríamos aprender con un solo intercambio es abrumadora, mucho más de lo que la mente no avisada pudiera pensar a primera vista. Nuestra WikiCósmica se ampliaría en muchos googolbytes de sopetón.
Ahora, por desgracia, Carl Sagan ya no está. Esto es lo único que cabe poner al día en Enciclopedia galáctica, muy a mi pesar. Así que otros deben, debemos tomar el relevo. Quizá en estos momentos no podamos verlo; pero estas y otras cuestiones muy parecidas resultan mucho más relevantes de lo que algunos, concentrados en los cortos plazos, puedan suponer.

Los expertos cuestionan el beneficio del cambio horario

La madrugada de este sábado cambia la hora y, a las 3.00, pasan a ser las 2.00, como viene sucediendo de forma ininterrumpida desde 1974. La medida, enmarcada en una directiva europea que afecta obligatoriamente a todos los países miembros de la Unión Europea, supone el fin del horario de verano y, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), puede llegar a representar un ahorro del 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.
Sin embargo, y a pesar de los años que lleva implantada, no todos están de acuerdo con esta medida, al cuestionar que suponga un verdadero ahorro energético y al sugerir, también, que puede tener un efecto negativo para la salud.
La empresa especializada en soluciones de eficiencia energética FNeNERGIA apunta que las estimaciones reales de ahorro que se manejan en España muestran una reducción mínima en el consumo: entre el 0% y el 0,5%. Además, señala que la regulación automática del alumbrado público y de los sistemas de calefacción de algunas comunidades de vecinos, hacen que el cambio horario afecte poco al gasto energético.
Por otra parte, la revista médica British Medical Journal recogió ayer en sus páginas un duro artículo contra el cambio horario. Bajo el título Por qué no deberíamos retrasar los relojes este fin de semana, la investigadora de la Universidad de Westminster (Reino Unido) Mayer Hillman denuncia que el hecho de que vaya a anochecer antes a partir de mañana es un handicap para la promoción del ejercicio físico.
Según Hillman, la medida más efectiva para fomentar el deporte en la sociedad es construir instalaciones deportivas al aire libre, que se utilizarían más en horas de luz natural. Además, subraya que las investigaciones han demostrado que las personas son más felices, energéticas y menos proclives a enfermar en los días largos con predominio de luz natural.
El investigador del Instituto Cajal (CSIC) Ricardo Martínez Murillo recalca que el cambio horario "no supone ningún riesgo para la salud" ya que, aunque el organismo funciona por el ritmo circadiano y este se modifica, "lo ajusta el hipotálamo de forma progresiva". Sin embargo, reconoce que los niños pequeños pueden tener durante dos días "déficit de atención y trastornos en el sueño sin consecuencias patológicas". También sugiere que se estudie el impacto de los factores psicológicos "en la productividad.

La explosión de la letra "i"

En los últimos años la letra "i" se ha vuelto extremadamente popular en el mundo tecnológico. Hay iPhone, iPod, iGoogle, iDog, etcétera, pero ¿por qué se ha vuelto tan popular?
Todo inició hace una década cuando la iMac de Apple cautivó la imaginación de una generación y la extendió al iPod y después a toda una línea de productos.
Desde entonces una gran cantidad de productos han adoptado la letra "i", incluyendo juguetes interactivos como el iDog y el iTeddy, dado que varios fabricantes han tratado de capitalizar el éxito de la letra.
En el 2008 incluso la BBC se subió al tren de la famosa vocal usándola para su popular servicio de televisión bajo demanda, iPlayer. Y el año pasado la "i" fue seleccionada por lectores de la BBC como una de las 20 palabras que definieron la década pasada, a pesar de que estrictamente no califica como palabra.
Ahora The Independent, un diario en el Reino Unido, decidió lanzar una nueva edición ligera de su periódico, dirigida a jóvenes, y la tituló simplemente "i".

"I" como sinónimo de "Yo"

"Hoy en día el uso de la letra i es mucho más sofisticado que en el pasado cuando se trataba se subirse al tren de lo cool", dice Jonathan Gabay, experto en marcas de la empresa Forensic Brands.
Según afirma, esa sencilla línea coronada con un punto refleja la naturaleza participativa de la publicidad, motivando a la gente a compartir sus gustos electrónicos con amigos en sitios como Facebook.
Dado que "I" en inglés significa "Yo", el experto cree que "las marcas están haciendo lo posible por decirte que tú estás a cargo, dándole al producto mayor credibilidad".
La creciente importancia del mundo virtual es la razón que explica por que "i" junto con "blog" y "tweet" formaron parte de las 20 palabras que definieron la década anterior para los lectores de la BBC, según la lingüista Susie Dent.
El experto en lenguaje, Tony Thorne, asegura que los prefijos de una sola letra han estado de moda desde la década de los noventa, primero con el e-mail y después con el e-commerce.
Pero la "i" funciona mejor porque su significado se ha vuelto "completamente ambiguo", afirma.
En la iMac significaba internet, pero en productos como el iPod, las personas se preguntan si la "i" se refiere a internet, información, individual o interactivo, analiza Thorne.
Pero el experto advierte que los consumidores podrían cansarse de la letra.
"La gente puede encontrarla irritante porque es muy corta" y "con una referencia muy oscura", finaliza Thorne.

Alemania volverá a censurar Call of Duty

Loa aficionados a Call of Duty que estén esperando la llegada de Black Ops a Alemania tendrán que volver a lidiar con la censura del país germano.

Incluso la versión para PC a través de Steam impedirá autorizar el uso de la versión internacional, y no permitirá activar versiones de otras regiones (ni de otras zonas de Europa ni de EE.UU.).

Un representante ha indicado que los alemanes sí podrán comprar y activar la versión austríaca, pero no está claro si ésta compartirá el mismo nivel de censura.

La banda sonora de Epic Mickey, nominada a los premios Hollywood Music in Media

Todavía falta un mes para que Epic Mickey llegue al mercado, pero eso no ha sido obstáculo para que el esperado juego de Wii haya recibido una nominación como Mejor Banda Sonora de Videojuegos en los premios Hollywood Music in Media. El compositor de la banda sonora, Jim Dooley, se mostró satisfecho al conocer la nominación y reconoció que "ha sido una experiencia gratificante crear música que capture la sensación de las clásicas bandas sonoras de Disney para un vídeojuego que celebra de manera auténtica los primeros días del cánon de Disney. Resulta emocionante que Hollywood Music in Media continúe apoyando el arte de la composición musical para juegos."
El próximo 30 de noviembre tendrá lugar el lanzamiento de Epic Mickey.

La medicina sube a la nube

El Cloud Computing ya tiene los dos pies dentro de la investigación española. Buena prueba de ello es la iniciativa conjunta del Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA) y de la Fundación Centro de Supercomputación de Castilla y León (FCSCL), que acaban de culminar la primera experiencia internacional de Cloud Computing de Altas Prestaciones (HPC) entre centros de supercomputación. Abreviando, las dos organizaciones han decidido remangarse para ayudar al grupo "Scientists Against Malaria" (Científicos contra la Malaria), una organización virtual de investigadores y pequeñas compañías que colaboran para desarrollar fármacos contra esta plaga que mina poblaciones enteras de países en vías de desarrollo.
El programa se enmarca dentro del Proyecto Europeo del Séptimo Programa Marco SYNERGY, que busca establecer colaboraciones científicas en el diseño de fármacos asistidos por ordenador. Fue el doctor Hugo Gutiérrez de Terán, miembro de esta organización y de la Fundación Pública Galega de Medicina Xenómica, quien solicitó el cribado virtual de una quimioteca de 350.000 compuestos químicos para desarrollar una cura a partir de los hallazgos, que se están analizando, nuevos fármacos contra la malaria. Este tipo de cálculos exige una gran cantidad de recursos computacionales, y ahí es donde entraron los dos centros de supercomputación.
El proceso no fue sencillo. Era preciso no interrumpir el trabajo de otros usuarios, por lo que el CESGA puso en común las dimensiones del proyecto con el Centro de Supercomputación de Castilla y León. Su trabajo conjunto supone la primera colaboración internacional en la que dos centros de supercomputación crean un Cloud HPC conjunto utilizando recursos de ambos. La RedIris proporcionó el ancho de banda necesario. Esta iniciativa abre la puerta a nuevas colaboraciones entre centros, lo que supondría importantes avances potenciales para el desarrollo de investigaciones internacionales. Todavía no se sabe si los hallazgos permitirán desarrollar un fármaco efectivo, pero el camino ya está abierto.

Digg, modo "startup" on

La crisis ha tocado a todos, y si no que se lo pregunten a Matt Williams, CEO de Digg, que ha revelado que los recortes de gastos les han hecho regresar al "modo startup" de nuevo. Esta semana la compañía anunció que no le quedaba más remedio que despedir a un tercio de la plantilla para afrontar el recorte de gastos necesario que asegure la supervivencia de Digg. Williams ha remarcado la necesidad de su empresa de ser más eficiente en sus estrategias, punto clave de la reunión que perfilará la estrategia de la compañía para el próximo año.
Digg, que últimamente no acaba de encontrar su camino, se resiente aún de las consecuencias del desastroso lanzamiento de su nueva versión. Ahora es necesario "escuchar con atención" a los usuarios para recuperarlos y encontrar nuevas vías de financiación. Una de las más atractivas sería la introducción de anuncios susceptibles de ser votados por los usuarios, proporcionando un feedback muy valioso a los anunciantes. De momento, la prioridad para Williams será manejar Digg mediante una política "lean", aprovechando al máximo los recursos y optimizando la inversión, retomando la política de la empresa en su fase startup. Los despidos son sólo el principio de un lavado de cara que espera culminar en 2011 con el lanzamiento de una nueva web más rentable y con nuevas funcionalidades.