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La Nacion.
El martes último, AMD presentó en sociedad su procesador de seis núcleos, el Phenom II X6. Se sumó así a Intel, que había lanzado su chip de seis núcleos, el Core i7-980X Extreme, el 11 de marzo último. Con este lanzamiento los chips de seis núcleos entraron firmemente en el mercado de equipos de escritorio y se transformaron en una posibilidad concreta para cualquier usuario. Más allá de que su costo no permite todavía que estén en cualquier presupuesto, definen cómo los dos fabricantes que dominan el mundo de las PC ven el futuro del hardware para computación personal.
Varios cerebros, una cabeza Primero hay que entender qué es esto de los seis núcleos, claro. Históricamente, un chip tenía un solo núcleo, y sigue siendo así en muchísimos casos. Este cerebro electrónico es el que procesa las instrucciones que recibe del sistema operativo y los programas. La manera tradicional de aumentar su capacidad es sumando transistores y aumentando el reloj del chip (hoy se mide en gigahertz), que marca el ritmo con el que el chip hace los cálculos.
Esto, sin embargo, implica un mayor consumo de energía, lo que también implica problemas de interferencia eléctrica dentro del chip. Aunque originalmente se pensaba que el reloj de los procesadores seguiría aumentando su ritmo sin problemas, a mediados de la década pasada resultó obvio que no existía la tecnología para ir más allá de los 3 o 4 GHz sin inconvenientes.
Una forma de superar esta limitación y aumentar la performance de los procesadores llegó con los chips de doble núcleo: sencillamente, dos cabezas piensan mejor que una. Así, en 2004 primero AMD y luego Intel presentaron procesadores de doble núcleo.
Un procesador tradicional resuelve las tareas encomendadas en forma lineal: primero una, luego otra. Con un chip de doble núcleo se pueden hacer cálculos en simultáneo. Es un trabajo en equipo: mientras uno está ocupado en una tarea el otro puede ocuparse de más cosas, algo importante en los sistemas operativos modernos, que tienen gran cantidad de componentes realizando tareas todo el tiempo (más allá de lo que ordene el usuario).
El mayor beneficio lo obtienen las aplicaciones que hacen un uso intensivo de los recursos del sistema, sobre todo juegos y programas multimedia, ya que con varios núcleos es posible mantener la agilidad original del sistema operativo aun cuando se esté ejecutando una tarea compleja.
Hasta el año pasado era posible encontrar chips de cuádruple núcleo en el mercado, tanto de AMD como de Intel. Hay, por supuesto, procesadores de más núcleos: tanto la PlayStation 3 de Sony como la Xbox 360 de Microsoft usan un chip de 8 núcleos.
Una de las limitaciones a las que se enfrentan estos procesadores, sin embargo, es que aun cuando se dispone de 4 núcleos, para que las posibilidades que brindan se aprovechen realmente tanto el sistema operativo como las aplicaciones que funcionan en él deben estar preparados para distribuir los procesos entre los diferentes núcleos. Windows 7 y Mac OS X 10.6 aprovechan esta tecnología.
Aun así, no todas las tareas pueden paralelizarse; es decir, realizarse en varias partes al mismo tiempo, sencillamente porque están compuestas de eventos secuenciales. Por eso un procesador de texto o el navegador no van a funcionar mucho más rápido con un chip de cuádruple núcleo que en uno de un solo núcleo.
Con los chips de seis núcleos, tanto AMD como Intel tomaron una decisión similar, implementando una tecnología que busca aprovechar ese hardware disponible. En los chips de AMD se llama Turbo Core, mientras que Intel la denomina Turbo Mode.
La función, en ambos casos, es similar: cuando se está ejecutando código que no puede resolverse en paralelo, el chip baja la velocidad de la mitad de sus núcleos que no se están usando y aumenta el reloj de los que sí tienen tareas, en una suerte de auto overclocking. El límite lo da el consumo máximo de energía del chip y el tope de calor disipado que admite.
Además, Intel incluye en sus nuevos chips una tecnología llamada Hyper-threading, que permite ejecutar dos hilos de procesos al mismo tiempo en un solo núcleo, lo que posibilita duplicar virtualmente la cantidad de núcleos que tiene un chip; la performance, sin embargo, no es similar a la que ofrecerían esos mismos núcleos si estuvieran físicamente presentes.
Los chips de seis núcleos ya están a la venta. El de Intel tiene un precio en Estados Unidos que ronda los US$ 1000; el de AMD está disponible allí por unos US$ 300. Eso no significa que no sea posible tener un chip de más de un núcleo en una PC convencional; de hecho, hace tiempo que ambas compañías los ofrecen en la Argentina.
La oferta de AMD La línea de microprocesadores de AMD está compuesta por las familias Athlon y Phenom; en general, en el país se consigue la versión II, que incluye modelos de doble núcleo (indicado con la leyenda X2), triple (X3) o cuatro núcleos por procesador (X4). Los chips más económicos de la compañía son los Sempron (que también tienen el menor rendimiento).
En términos generales, el tope de línea son los Phenom II X4 (obviando, claro, el X6 anunciado esta semana), seguidos por los X2 y luego los Athlon II X2.
El número de modelo indica su performance relativa. Así, un Athlon II 240 ($ 317 en los comercios especializados) tiene un rendimiento inferior al X2 250 ($ 364). Un Athlon II X3 435 tiene un precio local de 403 pesos; un X4 630, de 542 pesos. Los Phenom II son más caros: el X4 945 por un valor local aproximado de 770 pesos; el X4 955, de 850 pesos.
Los chips de AMD usan sockets AM3 o AM2+, que tienen la ventaja de ser físicamente idénticos, y por lo tanto permiten instalarlos en el mismo motherboard; es decir que si es compatible (algunos no lo son, o requieren una actualización de BIOS) será posible reemplazar un Athlon II por un Phenom II usando el mismo motherboard.
En
www.amd.com/la/products/Pages/processors.aspx se listan todos los modelos disponibles y sus especificaciones técnicas.
AMD lanzó el año último, además, una guía, denominada Vision, para determinar la performance relativa del equipo, teniendo en cuenta no sólo el chip central, sino también el procesador de video, el tipo de memoria RAM que admite y otras cosas.
"Son tres líneas: Vision, Vision Premium y Vision Ultimate, a la que se agregaría una más, Vision Black, que es el tope de línea, y que es donde entraría el Phenom II X6 -explica José Luis Fernández, especialista de tecnología de AMD para la América del Sur hispana-. Hasta ahora se vio sobre todo en las notebooks, pero este año también se va a ver mucho en PC de escritorio."
Esta clasificación es una evaluación relativa de rendimiento. Por ejemplo, quienes sólo ven videos, navegan por la Web, escuchan música y usan el e-mail, sólo necesitan (según AMD) de un equipo Vision; para ver video de alta definición o usar videojuegos, se debería optar por un Vision Premium; y la versión Ultimate ya permite edición multimedia, grabar video, videojuegos avanzados y demás. En
http://sites.amd.com/la/vision/Pages/vision.aspx hay más información al respecto.
Lo nuevo de Intel En cuanto a Intel, la compañía cambió la nomenclatura que usó en los últimos años, y ahora redujo su oferta a cinco variantes: se mantienen los chips Celeron como la línea de valor de Intel, la más básica. También se mantiene Pentium en un rango intermedio. Y después está la familia Core como los productos con más desempeño: Core i3, i5 e i7 (independientemente de que sean para desktop o notebook). Según explicó Rocío Posadas, gerente del área de consumo de Intel para el Cono Sur: "El Pentium es el que tiene la mayoría de las ventas en el mercado local".
Un elemento notorio de la línea 2010 de procesadores Core es que incluyen un chip de video integrado, tanto en las versiones móviles como en las de escritorio; permiten ver video en alta definición, aunque no reemplazan a una aceleradora de video 3D.
Aquí, la familia y el número de modelo indican el rendimiento relativo: el Core i7 es el que tiene mejor performance, seguido por el i5 y el i3; lo mismo sucede dentro de una misma línea.
Así, el Core i5 750S tiene mayor poder de cálculo que el Core i5 650: aunque el reloj de este último es menor que el primero, el 750S tiene cuatro núcleos contra los dos del 650. A la vez, el 650 está construido con tecnología de 32 nanómetros, lo que permite un menor consumo de energía. Hay que tener en cuenta que toda la línea Core usa un socket 1156 (es decir, el tipo de conector para el motherboard). Para tener una idea de precios de microprocesadores para equipos de escritorio: un Core i3 530 tiene un valor local que ronda los $ 695; un Core i5 750, $ 1084; un Core i7 860, 1560 pesos.
En el mercado local todavía están disponibles procesadores con arquitecturas anteriores. Por ejemplo, los Core 2 Duo (el modelo E7500 tiene un precio de 600 pesos) o Core 2 Quad: el Q8400 se consigue en los negocios especializados por unos 910 pesos. El primero es un chip de doble núcleo; el segundo, de cuatro núcleos. Un Pentium Dual Core E5400, $ 365, y un Celeron 430, 190 pesos. En este caso usan el socket 775, incompatible con el de los Core i3 a i7; quien quiera adquirir uno de los chips nuevos deberá cambiar también el motherboard.
En lo que se refiere a la línea Atom, para netbooks, a los modelos disponibles el año último (el N270 y N280) se sumaron otros nuevos, entre ellos, los N450/N470, de 64 bits, que están apareciendo en varias netbooks disponibles en el mercado local, y el D510, que es de doble núcleo.
En
www.intel.com/espanol/products/processor/ se listan todos los modelos disponibles de las familias de productos y sus ventajas relativas.
Quienes busquen tablas comparativas de rendimiento de estos y otros procesadores pueden visitar
www.cpubenchmark.net ,
www.tomshardware.com/charts/ ,
http://hothardware.com/category/processors.aspx o
www.anandtech.com/tag/cpus , entre otros sitios especializados.