Los estudiantes franceses dispondrán desde mañana de la página web www.faismesdevoirs.com donde encargar los deberes del colegio previo pago, lo que ha suscitado una gran controversia entre la comunidad educativa, que habla de "mercantilismo de la escuela".
      Las tarifas difieren en función de la asignatura: la resolución  de tres preguntas de matemáticas cuesta 5 euros, el plan detallado  para una redacción de historia, 10 euros; la corrección de cuatro  problemas de física, 25 euros, y la exposición de geografía a 30  euros, publicó el diario 'Le Parisien'.
La página ("haz mis deberes"), que recibe con el eslogan de "Si tu no llegas..., nosotros estamos ahí", ha sido concebida por Stéphane Boukris, un joven empresario, presidente de la sociedad Staaff, especializada en servicios a domicilio. Boukris reconoció que la polémica que se ha desatado con el lanzamiento de esta web es un buen reclamo publicitario, pero añadió que, en todo caso, el tipo de ayuda que se ofrece es "legal".
 Para utilizar el servicio, cada alumno tiene una cuenta que puede  recargar a través de una cuenta bancaria, mensaje de móvil, giro  postal o mediante tarjetas de prepago disponibles en seis puntos de  venta situados en París y en Versalles.
 Aunque el servicio todavía no está disponible, la página ha  suscitado controversia en el seno de la comunidad educativa, como ya  lo hiciera hace un año otra web (www.note2be.com) que sugería a los  alumnos calificar a sus profesores.
 Parte del sector ve este lanzamiento con desagrado e indignación  y opina que juega con la fobia que tienen los alumnos a una mala  calificación, en lugar de preocuparse por que de verdad entiendan la  materia.
 En cuanto a su equipo, Boukris reveló que recibió "veinte  curriculum de profesores" que querían trabajar en la web para  "redondear sus ingresos a fin de mes" y precisó que los docentes que  trabajan con él cobran entre 15 y 35 euros la hora.
 El creador de la web, quien reconoció que cuando él era pequeño  compró deberes a los más listos de su clase, se defendió de las  críticas que le acusan de fomentar que los alumnos hagan trampas y  apuntó que los padres van a ver en esta fórmula un apoyo.
 Boukris recordó que "para cada corrección, hay anotaciones,  comentarios que conducen a un razonamiento".