Con el ADSL llegando a los límites teóricos máximos en velocidad, y con una necesidad creciente de ancho de banda, la tecnología se mueve para ofrecernos más velocidad y más accesibilidad.
Realmente no hace tanto que nos movíamos a velocidades que hoy podemos considerar "de risa". El aumento del consumo de ancho de banda ha sido meteórico, y ahora podemos incluso ver televisión a través de Internet con una calidad más que aceptable. Sin embargo, para poder seguir avanzando y ofrecer nuevos servicios, se necesitan nuevos métodos de comunicación que ofrezcan un mayor ancho de banda para cualquier dispositivo, aunque sea portátil.
Veamos algunas de las tecnologías que utilizaremos en el futuro para transferir información digital a toda velocidad.
VDSL2
Cuando pensamos en banda ancha, seguramente nos viene a la cabeza el término ADSL. La banda ancha a través del cable de cobre de toda la vida es la manera preferida en todo el mundo para acceder a Internet, dado que se utilizan las infraestructuras que ya conectan los edificios con las centralitas de las empresas de telefonía.
Sin embargo, el par de cobre trenzado tiene unas limitaciones físicas de ancho de banda, limitaciones a las que nos vamos acercando evolución tras evolución de los protocolos de conexión. Del ADSL, con unas limitaciones de 8 Mbit/s de bajada, pasamos al ADSL2 y al ADSL2+, que subían la tasa de transferencia máxima a 24 MBit/s.
El siguiente paso lógico es el VDSL2, que nos permitirá llegar, teóricamente a 250 MBit/s, aunque el ancho de banda real dependerá de la distancia a la centralita. Así, a 0.5 Km, la velocidad bajará a 100 Mbit/s, y a 1 Km ya se habrá reducido a 50 MBit/s. A partir de esta distancia, la disminución de velocidad es menos brusca, llegando a velocidades parecidas a las del ADSL2+ a 1.6 Km.
En España, se comercializará hacia final de año a 50 Mbit/s.
BPL
El "Broadband over Power Lines" o Banda Ancha sobre líneas eléctricas, es una aplicación de un concepto más general conocido como PLC (Power Line Communications), y pensada específicamente para llevar Internet a las casas a través del mismo cableado que se utiliza para suministrarnos corriente eléctrica.
Esta aplicación, que se ha desarrollado principalmente en Europa, habiendo incluso zonas de prueba en las principales ciudades españolas, no ha llegado a implantarse y arrastra problemas que hacen difícil su implantación a gran escala.
Para comenzar, la tecnología tiene problemas graves en temas como interferencia dentro de la transmisión entre diferentes tramos (alta, media tensión), que generaban una inestabilidad en la conexión inaceptable para los usuarios. Si a esto le añadimos que existen otras tecnologías mucho más implantadas y baratas, vemos que el BPL no tenía demasiado futuro en ámbitos en los que hubiera otras opciones.
Sin embargo, el BPL se está reenfocando como producto pensado para llevar la conexión a Internet a zonas rurales y aisladas donde no es económicamente viable crear centralitas ADSL o donde el único cable que llega es el de las líneas eléctricas. Dado que muchos problemas provienen del paso de la señal a través de los transformadores que llevan la electricidad a las casas, se estudia un uso conjunto con tecnologías como el WiMax, llevando la conexión a través de la red eléctrica hasta un repetidor WiMax, que se ocuparía de distribuir el último tramo hasta los hogares a través de la conectividad inalámbrica.
Estratélites
Otra solución para zonas aisladas viene de las alturas. Hoy en día ya existen soluciones de internet a través de conexiones vía satélite, pero consisten en una antena receptora, requiriendo una conexión telefónica para enviar información. Además, poner un satélite en órbita es muy caro, y los tiempos de tránsito de la señal son largos (para lo que estamos acostumbrados en las conexiones a Internet terrestres).
Así, la solución viene en forma de dirigible: son los llamados "stratélites" (combinación de satélite + estratosférico). Estos dirigibles están diseñados para flotar a una altura de unos 20 Km, por encima de las corrientes de chorro y los fenómenos atmosféricos que puedan desestabilizarlo o desplazarlo de su posición.
A esa altura, el estratélite puede ofrecer cobertura de Internet, radio, televisión, y telefonía a un área de la extensión de Francia, pudiéndose mantener en vuelo durante largos periodos de tiempo gracias a sus motores eléctricos y sus placas solares.
Estos aparatos están en fase de prueba y certificación, y podríamos verlos en servicio durante los próximos años.
WiMax
Las tecnologías inalámbricas actuales que nos permiten conectarnos a Internet, WiFi y UMTS/HSDPA, cumplen a la perfección su cometido, pero tienen una limitación fundamental: el alcance. Para obtener una conexión de suficiente calidad como para poder disponer de todo el ancho de banda disponible, debemos estar bastante cerca del repetidor, por lo que su funcionalidad se ve significativamente mermada.
La solución parece estar en manos de un nuevo estándar conocido como WiMax, que toma lo mejor de cada tecnología y nos permite conexiones hasta a 50 Km de distancia a velocidades que pueden llegar a los 75 MBit/s. Si bien no es una velocidad muy alta para dividirla entre un gran número de usuarios (como en una ciudad), sí que parece perfecta para núcleos poco poblados o zonas en las que la implantación de las redes 3G no sea rentable.
Su implantación es lenta, pero parece imparable, con redes instaladas por todo el territorio nacional.
FTTH
"Fiber To The Home", o Fibra Óptica hasta casa, es la nueva apuesta de las compañías de telefonía, y consiste, como su nombre indica, en realizar una instalación de fibra óptica desde los nodos de distribución hasta nuestras casas, ya sea mediante conexiones punto a punto o mediante cableado compartido por más de un usuario.
La ventaja principal de este sistema es la velocidad, dado que gracias a la fibra óptica, se pueden conseguir tasas de transferencia superiores a los 600 Mbit/s, aunque seguramente se comercializarán conexiones de 100 MBit/s simétricas (100 Mbit/s de subida y 100 MBit/s de bajada). Telefónica ya está realizando pruebas localizadas para testear esta tecnología, que combinada con VDSL2 podría hacer que en no demasiado tiempo los anchos de banda disponibles en nuestras ciudades se multipliquen por cien).