Buscar

Mostrando entradas con la etiqueta humano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta humano. Mostrar todas las entradas

2010/11/03

Los neandertales eran más promiscuos

Un grupo de científicos, con participación de la Universidad de Oxford, acaba de publicar un estudio que promete provocar un terremoto en la comunidad científica. Según el trabajo, que ha estudiado los huesos fosilizados de los dedos de varias especies de primates, los neandertales eran más promiscuos que los actuales Homo sapiens. Y los australopitecos, ancestros humanos que vivieron en África hace unos tres millones de años, eran monógamos.
Los investigadores han estudiado en diferentes especies la proporción entre la longitud de los dedos anular e índice, un indicador asociado a rasgos de la personalidad desde la década de 1980. Los autores sostienen que algunas hormonas sexuales masculinas, como la testosterona, afectan a la longitud de los dedos durante el desarrollo del feto en el útero. Altos niveles de estas hormonas incrementan la longitud del anular frente a la del índice y se relacionan con el desarrollo de características supuestamente masculinas, como la agresividad y la promiscuidad. El estudio, publicado hoy en la revista Proceedings B de la Royal Society de Londres, afirma que la comparación entre los dedos sugiere "una mayor incidencia de poligamia" entre los neandertales que entre los humanos modernos.
La principal autora del trabajo, Emma Nelson, antropóloga de la Universidad de Liverpool, admite que sus conclusiones son insuficientes. "Las evidencias sobre los sistemas sociales de nuestros ancestros han sido siempre ambiguas y ningún enfoque por sí solo dará una respuesta definitiva", explica a Público. Nelson, incluso, reconoce que su afirmación de que los australopitecos eran monógamos "podría ser incorrecta", ya que han estudiado el tamaño de unas falanges que podrían pertenecer a diferentes individuos.

"¿Qué somos?"

La antropóloga, no obstante, defiende el análisis de la longitud de los dedos como un enfoque más para mirar al pasado. Su equipo ha contrastado la eficacia del método, novedoso para el estudio de fósiles, en especies de primates actuales. A mayor longitud del anular, mayor promiscuidad, asegura.
Otros investigadores ajenos a su estudio son más escépticos. Para el director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, Eudald Carbonell, no basta con la longitud de los dedos para sacar conclusiones sobre el comportamiento social de los primates. "Esta es una cuestión muy especulativa. Para poder inferir conclusiones con precisión habría que contrastar este método con otros enfoques", explica el codirector de Atapuerca. A su juicio, ni siquiera se sabe si los humanos modernos son promiscuos o monógamos. "Los estudios sobre Homo sapiens no son muy concluyentes. ¿Qué somos? ¿Somos lo que somos o lo que nos dejan ser?", se pregunta Carbonell.

Publico

2010/10/27

El primer humano fuera de África

Nuestra historia parecía más o menos clara. Los primeros humanos modernos surgieron en África hace unos 150.000 años. Más tarde, hace 50.000 años, nuestros tatarabuelos salieron del continente para conquistar Asia. Y hace 40.000 años entraron en Europa, donde mucho tiempo después acabaron construyendo la Torre Eiffel. Pero ahora esta teoría se tambalea.
Un grupo de investigadores chinos, dirigido por el paleoantropólogo estadounidense Erik Trinkaus y el chino Wu Liu, ha hallado un fragmento de mandíbula y dos muelas de un individuo que vivió en el sur de China hace unos 100.000 años. Era, inequívocamente, un Homo sapiens. La comunidad científica se enfrenta ahora a los restos de un hombre moderno que han aparecido en un lugar y en una fecha en la que no deberían estar y ponen patas arriba lo asumido hasta ahora.
Según los investigadores, los Homo sapiens coexistieron en Asia con los humanos arcaicos, lo que en Europa llamamos neandertales, durante más de 50.000 años. Y, según explica Trinkaus a Público, aprovecharon el tiempo juntos. "Se cruzaron", asegura el científico, de la Universidad Washington en San Luis, que ya describió en 2003 restos de los primeros humanos modernos europeos en Rumanía.

Sexo con descendencia

La mandíbula, desenterrada en 2007 en la cueva de Zhiren -en una zona montañosa de la región de Guangxi, pegada a Vietnam-, es prácticamente como la de cualquier humano moderno, pero más robusta, como la de los neandertales. Su edad, 60.000 años más que las evidencias conocidas hasta ahora, y morfología apuntan a que los Homo sapiens salieron de África mucho antes de lo que se pensaba, protagonizando "una dispersión con asimilación o continuidad poblacional con flujo genético", según los científicos.
Traducido a un lenguaje llano, los primeros humanos modernos abandonaron África hace más de 100.000 años y en su periplo por Asia copularon con otras poblaciones arcaicas. Y, según subraya Trinkaus, adoptaron un mismo estilo de vida. "Las diferencias de comportamiento entre estos dos grupos fueron más pequeñas y más sutiles de lo que se pensaba", señala el investigador.
Los autores, no obstante, apuntan otra posibilidad en su artículo, publicado hoy en la revista PNAS: "El surgimiento de manera independiente de estos rasgos en Asia Oriental". Si se confirmara esta hipótesis, sería una revolución. El multirregionalismo, enemigo de la Teoría Fuera de África, sostiene que el Homo sapiens apareció de manera gradual en varios puntos del planeta. Para el paleobiólogo Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), "el hallazgo es contradictorio con todo lo que conocemos hasta ahora". No obstante, pide cautela, ya que "el multirregionalismo no ha sido aceptado por la mayor parte de la comunidad científica".
"En China son partidarios del multirregionalismo e, incluso, sostienen que el Homo sapiens pudo surgir en Asia, no en África", explica la paleoantropóloga María Martinón-Torres. Esta científica, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, en Burgos, va a colaborar este año con Wu Liu y tuvo en la mano la mandíbula de Zhiren durante una visita al Instituto de Paleoantropología de Pekín el año pasado.
"Tenemos que estar preparados para que todo cambie con las excavaciones en Asia", advierte. Los yacimientos en Europa y África "están muy trillados", según Martinón-Torres, pero nadie sabe qué se esconde en Asia.

2010/08/30

El 'hombre del hielo' pudo haber sido enterrado

Publico

Hasta el momento se pensaba que Ötzi, el primer ser humano del que se conservan restos y cuya antigüedad data de unos 5.300 años, murió asesinado. Pero un artículo en la revista Antiquity sugiere esta semana que el hombre del hielo falleció cerca de la casa de algunos parientes, que lo enterraron montaña arriba.
El texto sugiere que Özti fue enterrado en una plataforma de piedras a 20 metros sobre la colina, y que el deshielo sufrido en épocas cálidas desplazó el cuerpo hasta el pie de un barranco, donde fue encontrado por unos excursionistas en 1991.
Un análisis de la disposición de las pertenencias del hombre del hielo en 2000 demostró que estas se concentraban tanto alrededor del altar como en el lugar donde fue hallado. El autor de esta investigación, el arqueobotánico Klauss Oeggl, confirma que el cuerpo pudo deslizarse, pero cree que no hay pruebas suficientes para afirmar que fuera enterrado.

2010/08/06

Los humanos ganan a los ordenadores

El Pais

Miles de jugadores en red, la mayoría no especializados, han demostrado resolver mejor la forma que adoptan las proteínas que los programas informáticos más avanzados, han hallado científicos de la Universidad de Washington (en Seattle). Averiguar cómo se pliegan las largas cadenas de aminoácidos de las proteínas en la naturaleza -su estructura en tres dimensiones- es uno de los grandes problemas de la biología actual, al que numerosos equipos dedican enormes recursos informáticos.
La estructura en tres dimensiones de una proteína es clave para comprender su función biológica y para diseñar fármacos que interactúen con ella. Sin embargo la predicción por ordenador de la estructura de una proteína representa un desafío muy grande porque hay que analizar un gran número de posibilidades hasta alcanzar la solución, que se corresponde con un estado óptimo de energía. Es un proceso de optimización.
En la Universidad de Washington David Baker y sus colegas decidieron en 2005 iniciar un proyecto de computación distribuida para aprovechar los tiempos muertos de los ordenadores de los voluntarios que se apuntaran. Se llamaba Rosetta@home y fue todo un éxito, como era de esperar tras el primero de este tipo, lanzado en 1999 por la organización SETI de búsqueda de vida extraterrestre. Sin embargo, pronto empezaron a llegar comentarios de algunos usuarios, que creían que podían hacer el trabajo más deprisa de lo que lo hacía el ordenador. De hecho, los humanos todavía disponen de un talento mucho más evolucionado para la manipulación espacial que los ordenadores, recuerda Eric Hand en un comentario en la revista Nature, donde se comunica este experimento.
El caso es que Baker se apoyó en informáticos para crear en 2008 un juego en red asociado a Rosetta@home, que llamaron Foldit (pliégalo, en inglés). En él los jugadores compiten, colaboran, desarrollan estrategias, acumulan puntos y escalan niveles, mientras manipulan proteínas simplificadas con herramientas intuitivas pero según las reglas de la bioquímica.
Para los jugadores que no saben nada de biología molecular se prepararon unos niveles de introducción, y se ha demostrado, según los científicos, que los mejores jugadores son en su mayoría, ajenos a la bioquímica.
Para comprobar su pericia, los científicos plantearon a los jugadores 10 problemas concretos de estructuras de proteínas que conocían pero que no se habían hecho públicas. Encontraron que en algunos de estos casos, concretamente cinco, el resultado alcanzado por los mejores jugadores fue más exacto que el de Rosetta. En otros tres casos las cosas quedaron en tablas y en dos casos ganó la máquina.
Además, las colaboraciones establecidas entre algunos de los jugadores dieron lugar a todo un nuevo surtido de estrategias y algoritmos, algunos de los cuales se han incorporado ya al programa informático original. "Tan interesantes como las predicciones de Foldit son la complejidad, la variedad y la creatividad que muestra el proceso humano de búsqueda", escriben los autores del trabajo, entre los que figuran, algo insólito en un artículo científico, "los jugadores de Foldit".
"La integración de la resolución de problemas visual y la capacidad de desarrollar estrategias de los humanos en los algoritmos de computación tradicionales a través de juegos en red interactivos constituye un enfoque nuevo y poderoso para resolver problemas científicos para los que existen limitaciones computacionales", aseguran los autores. "Estamos en el inicio de una nueva era, en la que se mezcla la computación de los humanos y las máquinas", dice Michael Kearns, un experto en el llamado pensamiento distribuido.

2010/07/23

El Hombre de Atapuerca ocupó Gran Bretaña

Fuente: Publico.

El Hombre de Atapuerca se está haciendo cada vez más europeo. Hace unos días, los responsables del yacimiento burgalés encontraron herramientas de más de 1,3 millones de años, lo que atrasa la fecha en la que el Homo antecessor, considerado el primer europeo, llegó a la sierra de Burgos. Su rastro se pierde hace unos 800.000 años. Ahora, un grupo de paleoantropólogos británicos ha encontrado restos que sugieren que, antes de desaparecer, el antecessor pudo ser el primer humano que se asomó al Támesis.
El batir del mar durante eras en las playas del este de Inglaterra ha destapado el tesoro. Se trata de una fina línea de sedimentos con 78 herramientas de sílex muy afiladas. Son el testimonio inequívoco de presencia humana. Su edad, de entre 860.000 y 970.000 años, apuntan a un candidato claro.
"Lo más probable es que el que talló estas piedras fuese un antecessor, pues era la especie que más cerca estaba de Inglaterra, y su rango de edad en Atapuerca encaja perfectamente con el nuestro", explica a Público Chris Stringer, investigador del Museo de Historia Natural de Londres y uno de los responsables de las excavaciones en los arenales de Happisburgh, donde han aparecido los restos.
Por ahora se trata sólo de una hipótesis, pues aún no se han hallado fósiles humanos como los que han aparecido en Atapuerca. Sin embargo, los colegas españoles de Stringer lo tienen claro.
"Obviamente se trata de restos de antecessor", aventura Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca. "Si se encuentran restos humanos se confirmará aún más que esta es la primera especie humana hecha en Europa y adaptada a este continente", detalla.
La población humana destapada por Stringer y descrita en Nature es la más antigua hallada hasta el momento en el norte de Europa.

Conexión Burgos-Happisburgh

La conexión Burgos-Happisburgh es plausible. Las herramientas halladas en Reino Unido "son comparables a las del antecessor y su tecnología es similar", acepta Stringer. Quienesquiera que fueran, los primeros humanos de Inglaterra pasaban las mismas fatigas que los antecessor de Burgos. "Su forma de vida pudo ser muy similar", explica Stringer. "Eran cazadores recolectores, tomaban carne de animales muertos o incluso los cazaban", detalla.
También hay grandes diferencias. El misterioso poblador británico habitó bosques de pinos similares a los del sur de Escandinavia. Sus herramientas han aparecido junto a restos de mamuts y caballos primitivos, así como especies de ciervos y roedores extintos. El lugar no podría ser más emblemático, pues se encontraba a orillas del Támesis, que en aquella época pasaba a 150 kilómetros al norte de lo que hoy es Londres.
"Los restos demuestran que eran muy inteligentes", opina Mike Field, investigador de la Universidad de Leiden (Holanda) y coautor del estudio. "Hubieran sido muy buenos biólogos, pues sabían identificar y trabajar las mejores piedras y las mejores plantas en su provecho", detalla.
Los expertos creen que estos pobladores aprovecharon un periodo de clima más cálido para llegar hasta Gran Bretaña desde refugios cálidos en Europa como el de Atapuerca. Cruzaron por un pasillo de tierra natural que desapareció hace 450.000 años. Supieron adaptarse al frío y la vida en nuevos bosques. "Eran poblaciones pequeñas y móviles; en épocas más frías pudieron volver a migrar hacia el continente, tal vez hacia lo que hoy es Holanda", detalla Field.
Atapuerca era por aquel tiempo una especie de sabana mediterránea. Las antiguas cuevas que habitaron los antecessor están hoy llenas de sedimentos y, de no ser por las voladuras realizadas a finales del siglo XIX para construir un ferrocarril, seguirían a decenas de metros bajo tierra. De uno de los yacimientos más antiguos del lugar, la Sima del Elefante, acaban de salir dos herramientas líticas que parecen indicar que la presencia de los humanos en este lugar es más antigua de lo que se pensaba. Los responsables del yacimiento presentarán hoy estos y otros hallazgos y mañana recogerán los bártulos hasta 2011. "Tengo muy buen olfato y creo que el año que viene puede haber sorpresas ", aventura Carbonell.
Sus homólogos ingleses no tienen tantas esperanzas. "Nuestro yacimiento fue un lugar de actividad en la ribera, pero aquellos humanos no vivían aquí", comenta Field. Los expertos creen que los asentamientos estaban tierra adentro, en el corazón del bosque, donde hoy extraer fósiles es casi imposible. Si el hielo de las glaciaciones no los ha arruinado, los excavadores tendrían que abrirse paso a través un lecho de roca para encontrarlos. "Sería un trabajo ímprobo", explica Stringer. "Por el momento vamos a concentrarnos en la ribera, donde esperamos encontrar huesos humanos algún día", concluye.

2010/07/19

"No habrá diferencias entre máquinas y seres humanos"

Fuente: Publico.
Mitad inventor, mitad futurólogo, Ray Kurzweil (Nueva York, 1948) es "el genio sin descanso" para The Wall Street Journal. El autor de obras como La era de las máquinas inteligentes y su secuela, La era de las máquinas espirituales, es el máximo representante del transhumanismo. Encargado de cerrar el ciclo Diez conceptos que están cambiando el futuro de la Fundación Telefónica en Madrid, sostiene que el hombre se fundirá con la tecnología. Tal es su fe en sus predicciones, que conserva muestras del ADN de su padre para volverlo a traer a la vida cuando la tecnología lo permita.
"Mis visiones sobre el futuro me ayudan en mis invenciones", dice. Hace 30 años, empezó a estudiar las tendencias subyacentes en la tecnología. "Vi que, ya fueran los bits que transporta internet o las partes del ADN secuenciadas cada año, su avance era tan previsible como exponencial", explica. Este visionario con una veintena de doctorados honoris causa usa estas observaciones tanto para sus inventos como para sus predicciones.
Uno de esos inventos fue el primer sintetizador capaz de emular un instrumento musical, el K250. "Mi padre fue director de orquesta y pianista. Antes de que muriera, hablamos mucho sobre la relación entre las computadoras y la música", explica su interés. Una segunda razón fue el reto que le lanzó el músico invidente Stevie Wonder. "Habíamos creado un lector para ciegos que convertía la palabra impresa en voz en 1976 y Wonder fue nuestro primer cliente", recuerda. "Me retó para crear un sintetizador para el piano y otros grandes instrumentos de una orquesta", añade. También creó el primer sistema de reconocimiento de caracteres y el primer escáner.
Su último invento es el lector de libros electrónicos Blio , un software gratuito que saldrá en unas semanas. Su fe en las máquinas la muestra un fondo de inversiones que, sin intervención humana, compra y vende acciones. "Se basa en el reconocimiento de patrones, incorpora los datos de la bolsa con una alta frecuencia, haciendo operaciones por horas". Y gana dinero.
Para Kurzweil, las máquinas pronto serán capaces de pensar. "Los ordenadores ya hacen cientos de cosas que antes sólo hacían los humanos, como diagnósticos médicos, aterrizaje de aviones, sistemas de defensa... Sin hablar de los juegos, como el ajedrez, donde pueden jugar como si fueran humanos", comenta. Kurzweil vaticinó en 1988 que una máquina vencería a un humano sobre el tablero hacia 1998. Al final fue un año antes, cuando Kasparov caía bajo la potencia de cálculo de Deep Blue, de IBM. En 20 años, las máquinas aprobarán el test de Turing, que muestra si una tiene inteligencia. "La usaremos para expandir la nuestra, no para que compitan con nosotros", aclara.

Nueva noción de la muerte

En una de sus profecías más radicales, Kurzweil afirma que la evolución humana se cruzará con la tecnología, fundiéndose la mente con la inteligencia artificial. "Para 2030, no habrá una diferencia clara entre la máquina y el ser humano en cuanto a inteligencia. Seremos en gran parte máquinas, porque se añadirán a nuestro sistema biológico". Es lo que llama singularidad. Por entonces, habrá revueltas contra las máquinas. Más a largo plazo, atisba un mundo donde los seres más humanos deberán ser protegidos ante la superioridad de los más humanoides.
Este transhumanismo acabará con la noción actual de la muerte. "Hoy, si rompemos un ordenador contra el suelo, podemos recuperarlo desde una copia de seguridad", explica. Para él, en el futuro se crearán copias del cerebro y el cuerpo. "No va a ser una garantía de inmortalidad, pero conseguirá que nuestro destino esté en nuestras propias manos", imagina.

Un filme sobre la revuelta de los robots

A finales de año, se estrenará la película La singularidad está cerca. El filme, basado en las ideas de Kurzweil, dibuja un futuro donde robots microscópicos se rebelarán contra los humanos. ‘Ramona', un avatar basado en Kurzweil, avisará de la revuelta. Pero al considerarla no humana, su aviso no será tenido en cuenta.

2009/12/09

Una red cerebral separa a los humanos de los simios

Fuente: Publico.

La diferencia cognitiva entre un humano y un chimpancé no está en sus genes, sino en cómo se usan. Es lo que sugiere un nuevo estudio que podría explicar por qué un humano no es un chimpancé a pesar de compartir la mayoría de sus genes, hasta el 98% según algunas estimaciones. El trabajo explica cómo, partiendo de los mismos genes, las dos especies generan proteínas que funcionan de forma muy distinta y contribuyen, de forma conjunta, a crear un cerebro más activo y mejor conectado en los humanos.

El equipo que decodificó el genoma del chimpancé, el animal vivo más cercano al hombre en la evolución, ya dejó claro que los genes no pueden explicar por sí solos las patentes diferencias entre ambas especies. Desde entonces, la lista de habilidades únicas de los humanos ha perdido rasgos como el uso de herramientas o el lenguaje básico.

Muchos autores buscan la clave en el cerebro, que es tres veces más grande en los humanos que en el chimpancé. Varios estudios han apuntado a genes que provocan que el cerebro de los humanos sea más activo y produzca más energía. Otros han señalado a los genes que crean conexiones neuronales. Aún así, los mecanismos íntimos de estas diferencias son un misterio.

El nuevo estudio, publicado en PNAS, señala que la clave no está en los genes, sino en un tipo de proteínas que fabrican los factores de transcripción. El equipo de Lisa Stubbs en la Universidad de Illinois (EEUU) ha encontrado 90 factores de transcripción que actúan de forma muy diferente en el cerebro de un chimpancé y un humano. Por sí mismas suponen una diferencia ínfima, pero lo sorprendente es que todas actúan al unísono hacia un mismo objetivo, aumentar el ritmo al que funciona el cerebro y contribuir a su crecimiento. "Los 90 factores de transcripción se mueven todos juntos y su función está conectada", explica Stubbs. Cree que la suma de estos 90 pequeños cambios pueden tener un impacto biológico considerable. "Es un signo muy fuerte de cambio evolutivo", detalla.

Dos módulos

El equipo de Stubbs analizó diferencias en tejido extraído del cerebro de seis humanos y cinco chimpancés. Su análisis desveló que humanos y chimpancés producen los 90 factores de transcripción con los mismos genes, pero los usan de forma muy diferente.

La acción de estas proteínas se agrupa en dos módulos. El primero contribuye al crecimiento del cerebro, las conexiones neuronales y la protección del tejido de este órgano. El segundo está relacionado con el metabolismo y el nivel de energía en el cerebro. La acción conjunta de los factores humanos hace que ambos módulos estén más activos en humanos que en chimpancés, explica Stubbs. Los resultados explicarían el origen molecular de diferencias cerebrales claves entre ambas especies. "Estamos convencidos de que esta variación ha jugado un papel clave en la evolución", concluye.

En busca de una explicación esquiva

1998 Lenguaje

Prueban que los chimpancés poseen la región cerebral del lenguaje y la música.

2005 Genoma

El chimpancé comparte con el humano entre el 95% y el 99% de sus genes.

2006 Herramientas

Los chimpancés también usan y guardan herramientas.

2009 Buscando redes

De buscar gen a gen, se pasa a rastrear conexiones en red entre grupos de genes o proteínas en el cerebro de ambas especies.

2007/08/16

Los pilotos robot mejoran a los humanos

Fuente: Blog de Enrique Dans.

Llego vía The Register a un experimento de DARPA, descrito en una crónica de Defense Industry Daily, que permite visualizar un futuro en el que muchas tareas de todo tipo pueden acabar siendo desarrolladas por robots: en un procedimiento de suma complejidad como el repostaje de aviones en vuelo, los pilotos robot ofrecen un porcentaje de acierto notablemente superior al de los humanos con mucha experiencia. En la tarea, descrita habitualmente por los pilotos de manera coloquial como “taking a running fuck at a rolling doughnut”, el robot fue perfectamente capaz de predecir el movimiento del embudo en todas las condiciones, incluidas algunas en las que un piloto ni siquiera lo intentaría, como mientras se describían curvas. A más de 400 Km/h. y 5.000 metros de altura, los pilotos robot fueron perfectamente capaces de repetir la operación dieciocho veces sin errores, un índice de aciertos que no consiguen ni los pilotos más experimentados (con el detalle, como dice el artículo original, que cuando los pilotos militares alcanzan ese grado de adiestramiento, se van a la aviación civil a cobrar sueldos más elevados y hay que entrenar a otros nuevos). Durante el experimento, un piloto de carne y hueso estuvo presente en la cabina por cuestiones de seguridad, pero su participación no fue necesaria en ningún momento.
El resultado de la prueba acerca la posibilidad de sustituir a los militares humanos por robots en todo tipo de situaciones de riesgo, incluidas aquellas que se desarrollan en lugares lejos del radio de acción de los vuelos directos, o incluso mantener aviones operativos en vuelo durante tiempos largos sólo limitados por las necesidades de mantenimiento. Pero también abre las posibilidades de especular acerca del número de tareas manuales de complejidad igual o inferior que podrían ser desarrolladas por robots parecidos en muchas otras circunstancias de la vida cotidiana: el desarrollo de robots, lógicamente, altera dramáticamente la estructura de costes de cualquier tarea: mientras un desarrollo de tarea realizado por humanos mantiene un esquema de coste constante sólo moderado, según una función asintótica, por la curva de la experiencia, la tarea desarrollada por robots obliga a una inversión inicial muy alta en forma de desarrollo, programación y ajuste, pero mantiene posteriormente una curva constante y reducida. ¿Cuántas de las tareas manuales que hoy conocemos estarán, en un futuro, desarrolladas por robots?