Las tropas británicas tratan de conquistar Estados Unidos con el ataque de una arcaica flota que se enfrenta a los modernos aviones de combate del Gobierno de Bush. El complot, en el que están implicados la Unidad Antiterrorista de Los Ángeles y su agente Jack Bauer, fracasa. La reina de Inglaterra recibe por teléfono la noticia. Sentada en su trono de Buckingham Palace, su majestad reacciona con un lacónico 'Ah, sí', saca una pistola y se dispara un tiro en la boca. Sus restos se esparcen por la pared y cae muerta al suelo.
La secuencia pertenece al último capítulo de 'South Park', emitido el pasado miércoles en el canal Paramount de Estados Unidos y amenaza con convertirse en uno de los más controvertidos de su larga historia de polémicas. El episodio lleva la firma de Trey Parker y Matt Stone, creadores de la producción.
El capítulo aún no se ha emitido en Reino Unido, donde los medios informan del contenido de este episodio sin hacer valoraciones, de momento.
Hillary Clinton aparece también en esta entrega, creada como una parodia de '24', la serie protagonizada por Kiefer Sutherland sobre un día en la Unidad Antiterrorista de Los Ángeles.
'South Park', de la que en EEUU se emite la temporada número 11, cuenta las peripecias de cuatro irreverentes escolares que emplean un lenguaje repleto de insultos y palabras malsonantes y emplean grandes dosis de violencia.
Desde su creación, en 1997, el espacio se ha visto inmerso en numerosas controversias.
En un capítulo de esta serie de animación para adultos pudo verse a Sadam Hussein practicando sexo con Satán y el episodio que se mofaba de Tom Cruise y la Iglesia de la Cienciología a la que pertenece, provocó una fuerte polémica el año pasado.
También fue muy criticado el episodio 'dedicado' al naturalista australiano Steve Irwin, emitido semanas después de que muriera cuando buceaba para grabar un documental.
La última polémica desatada hasta el momento alrededor de 'South Park' llegó de la mano del Gobierno de Costa Rica, que protestó duramente por la emisión de un capítulo en el que el país era presentado como tercermundista, maloliente y lleno de pobreza.