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2012/01/30

La Tierra aguarda la gran erupción solar

En la madrugada del pasado lunes se producía una erupción solar que, poco tiempo después, provocaba preciosas auroras en los extremos de la Tierra. Fue la más intensa de los últimos siete años pero apenas una suave brisa si se compara con la tormenta solar de agosto y septiembre de 1859, que provocó que en latitudes tan bajas como Cuba o España la aurora iluminara la noche, las brújulas de los barcos se volvieran locas y hasta las estaciones de telégrafo ardieran. Sólo el escaso desarrollo tecnológico de entonces evitó el desastre. Hoy, la civilización humana es mucho más dependiente de los caprichos del Sol.
La erupción solar de esta semana fue catalogada de clase M8,7 en una escala que incluye los grados A, B, C, M y X, como fue la de 1859. Al igual que en el caso de los terremotos, se trata de un gradiente logarítmico; aquí cada letra refleja una liberación de energía diez veces superior a la anterior. La explosión de radiación proviene de la liberación de la energía magnética asociada a las manchas solares y son el evento más explosivo del sistema solar.

"Las llamaradas y erupciones solares son algo así como un, dos, tres, boom", cuenta el científico experto en tormentas solares de la NASA Antti Pulkkinen. "El primer golpe tiene que ver con la radiación electromagnética proveniente de la erupción, y puede durar algunos minutos u horas. El segundo golpe es la generación de partículas que se mueven muy rápido, y esto puede durar varios días. Y después viene lo serio, el tercer golpe, que se produce cuando una nube masiva golpea el área del espacio cercana a la Tierra, y este impacto puede durar varios días", explica.
El Sol no sólo es luz; también es un gigantesco campo magnético, con líneas magnéticas recorriendo de polo a polo. Su fuerza rotatoria va torciendo estas líneas imaginarias en un ciclo que dura unos 11 años. En el clímax de su torcimiento se crean las manchas solares en la zona ecuatorial de la estrella. En ocasiones, como esta semana, enormes burbujas de gas y magnetismo se liberan y consiguen superar la barrera magnética (corona) que rodea el Sol, provocando una eyección de masa coronal que sale disparada hacia el espacio. Si la Tierra se encuentra en su trayectoria puede pasar lo peor.
Como explica Pulkkinen, la triple oleada tiene diferentes consecuencias en la Tierra. Lo primero en llegar es la luz, que incluye rayos X y ultravioleta. Esto provoca la ionización de la atmósfera superior de la Tierra, interfiriendo en las comunicaciones de radio. Detrás llega la tormenta de radiaciones. Los astronautas están obligados a protegerse tras un aviso de su llegada. La tercera en venir es la nube de partículas de alta energía. Sus partículas cargadas eléctricamente interactúan con la magnetosfera terrestre provocando fluctuaciones hasta desencadenar una tormenta magnética.

"Esperamos que este evento tenga un impacto moderado. No creemos que haya ningún gran problema con el funcionamiento de los sistemas tecnológicos ni en el espacio ni en tierra", explicaba Pulkkinen antes de que la nube de protones llegara. En efecto, aparte de la multiplicación de las auroras boreales, que se pudieron ver en latitudes algo más bajas, no hubo mayores problemas. Algunas compañías aéreas desviaron los aviones que aprovechan las rutas polares para hacer su trayecto más corto, y poco más.
Pero el ciclo solar está alcanzando su máximo y los científicos esperan que hasta 2013 se produzcan más llamaradas, algunas de gran intensidad. Toda la que alcance la categoría X podría dejar fuera de combate las comunicaciones por radio, alteraría la fiabilidad del GPS, provocaría apagones eléctricos generalizados y hasta radiación en los pasajeros de los vuelos de gran altitud.
"La actividad solar seguirá creciendo en los próximos años. Durante este tiempo esperamos que el número de eventos aumente, así como el tamaño de algunos de los acontecimientos. Los más grandes son raros (como los grandes terremotos o las mayores inundaciones) pero suceden", sostiene el científico de la misión solar SOHO/EIT de la NASA, Alex Young. Para él, la de 1859 fue "la tormenta perfecta" porque se dieron circunstancias para que su impacto fuera grande. Por un lado, la erupción se produjo de frente a la Tierra. Además hay evidencias de que no hubo una sino dos tormentas que se solaparon. La probabilidad de que se repita es baja pero "es posible que nosotros asistamos a un evento tan grande como el de 1859", añade.

Según un estudio de la National Academies de EEUU de 2008, una erupción solar como la de 1859 desencadenaría hoy una tormenta geomagnética que afectaría críticamente a las infraestructuras modernas. Entonces, la llamarada provocó tal nube de partículas que aplastó la magnetosfera. Este círculo invisible de magnetismo protege a la Tierra de los vientos solares y la mayor parte de la radiación cósmica. Su alcance es de unos 60.000 kilómetros pero en 1859 se contrajo hasta los 7.000 kilómetros por la presión invisible que procedía del Sol.
Lo primero que sucedería con una erupción solar de clase X sería que la ionosfera terrestre se calentaría, cambiando su densidad y composición, lo que afectaría a las comunicaciones por radio y a la señal del GPS. Peor aún, puede crear intensas corrientes eléctricas en la ionosfera llamadas electrojets. Estas corrientes provocan un fenómeno eléctrico denominado "centelleo" que cambia la amplitud, fase, polarización y el ángulo de llegada de las señales. Según un informe del Departamento de Seguridad Interior de EEUU, la señal del GPS no sólo llegaría degradada sino que la tormenta geomagnética podría impedir que la Tierra recibiera la señal emitida por los 30 satélites de la constelación GPS.
En tierra, las cosas no serían mejores. La troposfera se cargaría de electricidad de tal manera que hasta el agua de los océanos echaría chispas. Tal cantidad de energía buscaría un camino por donde moverse: de los cables eléctricos a los transformadores, recalentándolos hasta quemarlos. Durante la tormenta de marzo de 1989, la zona occidental de Canadá se quedó a oscuras.

Conferencia preparatoria

"Una tormenta similar en la actualidad nos podría dejar asombrados", explicaba el físico de la NASA Lika Guhathakurta, en una conferencia organizada el verano pasado. Decenas de expertos y responsables del Gobierno acudieron para responder a la pregunta de si estamos preparados para la próxima gran tormenta solar. "La sociedad moderna depende de sistemas de alta tecnología, y todas son vulnerables", añadió Guhathakurta.
El gran problema es que no se sabe cuando será la siguiente tormenta ni su intensidad. Se conoce bien el ciclo solar, se sabe que está a punto de alcanzar su clímax, pero nada más. La NASA y la agencia espacial europea han sembrado los alrededores del Sol de una red de sensores. La mayoría están diseñados para labores de investigación, pero los más recientes, como el Solar Dynamics Observatory, tienen entre sus misiones vigilar la aparición de nuevas erupciones. Son ellos los que pueden avisar con entre 15 o 30 minutos de antelación. Con la información recibida, el Centro de Predicción del Tiempo Espacial de la NOAA (agencia de EEUU) elabora partes diarios para un millar de empresas e instituciones de todo el mundo.
Aunque se está trabajando en modelos informáticos para anticiparse al Sol, lo más realista hoy es prepararse para minimizar su impacto. A finales de 2010, EEUU puso en marcha el programa Escudo Solar. Su primer objetivo es modelar en tres dimensiones la eyección de masa coronal camino de la Tierra. Esta tercera oleada tarda varias horas y hasta un día en llegar. Con el modelo se puede anticipar dónde y con qué intensidad golpeará. En ese tiempo, los responsables de las infraestructuras deberán suspender los elementos clave para evitar que, como en 1859, los telégrafos ardan.

2011/08/08

Tormentas solares podrían provocar cortes en servicios de satélites

Científicos del Gobierno de Estados Unidos han advirtido a los usuarios de equipos satelitales, de telecomunicaciones y eléctricos, que se preparen para posibles interrupciones de los servicios debido a tres grandes explosiones solares registradas en los últimos días.

"La tormenta magnética que pronto se desarrollará probablemente esté en el nivel de moderado a alto", ha asegurado un científico del Centro de Pronósticos del Clima Espacial (NOAA), Joseph Kunches.

Kunches ha dicho que las tormentas solares de la pasada semana podrían afectar las comunicaciones y los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y hasta serían capaces de generar una aurora boreal visible en una parte de Estados Unidos.

Las grandes interrupciones por actividad solar son inusuales pero sus impactos han sido graves en el pasado. En 1989, una tormenta solar causó la caída del sistema eléctrico de Quebec, Canadá, dejando sin energía por varias horas a unos seis millones de personas.

La mayor tormenta solar registrada fue en 1859, cuando la infraestructura de comunicaciones estaba limitada a los telégrafos. La tormenta afectó a oficinas del telégrafos en todo el mundo y generó una aurora gigante que se hizo visible hasta en las islas del mar Caribe.

Algunos operadores del telégrafo informaron de golpes eléctricos. El papel se prendió fuego. Y muchos sistemas telegráficos continuaron enviando y recibiendo señales aún cuando los operadores habían desconectado las baterías, ha comentado la NOAA en su portal de Internet.

Una tormenta de similar tamaño en la actualidad podría costar hasta 2 billones de dólares en daños en todo el mundo, según un reporte del 2008. "No creo que las tormentas solares de esta semana lleguen a eso. Será dos o tres de cinco en la Escala del Clima Espacial de la NOAA", ha explicado Kunches.

La primera de las tres explosiones solares de la semana pasada dejó atrás la Tierra sin causar casi impacto el jueves, ha asegurado Kunches, y ha señalado que la segunda estaba pasando el planeta durante el fin de semana y "parecía más fuerte".

Sobre la tercera ha comentado: "Tendremos que ver qué sucede en los próximos días. Podría exacerbar la alteración del campo magnético de la Tierra causada por la segunda tormenta o no suceder nada".

2011/06/08

El Sol pegó un reventón ayer

El Sol desató una potente llamarada solar M2 (mediana), una tormenta de radicación de clase S1 (menor) y una espectacular eyección de masa coronal (CME) este martes 7 de junio, desde una zona de manchas solares denominada 1.226/1227. La gran nube de partículas se multiplicó y diseminó hasta cubrir un área de casi la mitad de la superficie solar.
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) observó el pico de la llamarada a las (06.41 UTC), dos horas más para la España peninsular. SDO registró imágenes en luz ultravioleta extrema que muestran una erupción muy grande de gas frío. Es algo único porque en muchos lugares de la erupción parece que hay material aún más frío, con temperaturas inferiores a 80,000 K. (unos -193 celsius).
Cuando se aprecia a través de la coronografía del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), el evento muestra plasma brillante y partículas de alta energía emergiendo violentamente del sol. La tormenta magnética se está moviendo a una velocidad de 1.400 kilómetros por segundo y de acuerdo con los modelos de la NASA, los efectos de la eyección de masa coronal llegarán al campo magnético de la Tierra antes del 9 de junio.

Publico

2011/01/12

Las tormentas terrestres producen antimateria

Una sonda espacial dedicada al estudio de los rayos gamma del universo profundo ha descubierto accidentalmente un fenómeno mucho más cercano: las tormentas terrestres expulsan a la atmósfera chorros de antimateria.
Los científicos responsables del Monitor de Brotes de Rayos Gamma (GBM) de la sonda Fermi de la NASA presentaron el lunes sus resultados en el congreso de la Sociedad Astronómica Americana, que se celebra en Sea-ttle (EEUU). "Estas señales son la primera prueba directa de que las tormentas fabrican rayos de partículas de antimateria", afirmó Michael Briggs, miembro del equipo del Fermi.
Desde hace tiempo se sabe que ciertas tormentas pueden producir destellos de rayos gamma terrestres (TGF), algo que se repite unas 500 veces al día en todo el planeta. El GBM detectó que los finos haces de rayos gamma emitidos por algunas tormentas poseían un nivel de energía muy elevado, por encima de los 500 kiloelectronvoltios.
Según los científicos, los TGF convierten átomos de la atmósfera en electrones y sus equivalentes de antimateria, los positrones. Cuando ambas partículas entran en contacto, se aniquilan liberando esas enormes cantidades de energía.

Publico

2010/09/22

La Nasa advierte de que una explosión solar podría paralizar la Tierra en 2013

20minutos

Apagones generalizados, cortes de Internet y colapso de las comunicaciones. Son los resultados que, según la NASA, podría tener en la Tierra la masiva explosión solar prevista para 2013, según publica el diario británico Daily Mail. "Las llamaradas del Sol aumentarían el nivel de las radiaciones y esto haría colapsar las transmisiones satelitales", informa el medio.
El rotativo cita informes de la NASA que aseguran que la explosión paralizaría el tráfico de aviones y con ellos "el transporte de alimentos y personas, las comunicaciones telefónicas, el caos, al estilo de las películas de Hollywood". "El aumento de la actividad solar podría afectar las redes inteligentes de energía, la navegación GPS, el transporte aéreo, los servicios financieros y de comunicaciones de emergencia de radio", afirma el artículo.
Los técnicos de la NASA creen que prepararse con antelación contribuiría a minimizar los riesgos. "Los satélites se pondrían a buen recaudo y se desconectarían los transformadores para evitar las sobrecargas eléctricas", según el Daily Mail.
Por este motivo, la NASA ha dispuesto "una docena de satélites para estudiar la amenaza y evaluar las consecuencias". El secretario británico de Defensa, Liam Fox, ya ha alertado en una rueda de prensa de "la vulnerabilidad de la red de suministro eléctrico, una de las que se verá más afectada".
La explosión solar tendría, según estos estudios, un efecto equivalente a la explosión de 100 bombas de hidrógeno y provocaría con daños 20 veces mayores que los que dejó el huracán Katrina.

2010/08/06

La tormenta solar de 2010 es menos intensa que la de 2003

Pueblo en Linea

La erupción magnética es de pequeña magnitud

Ji Haisheng, experto en física solar e investigador de esta disciplina del Observatorio del Monte Púrpura de la Academia de Ciencias de China, anunció ante la prensa que la red de monitoreo compartido del mundo reporta que la tormenta solar llegó a la Tierra el 4 de agosto. La intensidad de la precipitacion de partículas solares fue relativamente débil, y éstas no chocaron frontalmente con la Tierra, por lo que provocaron tan solo una pequeña erupción magnética sin afectar la vida humana. La tormenta solar de 2003 sí afectó las comunicaciones radiales de la Tierra. Ji sostuvo que la intensidad de la presente tormenta solar es mucho menor que la de 2003.

Los tres grupos de manchas solares permanecen en calma.

Wu Qindi, investigadora adjunta del mismo observatorio, manifestó ante la prensa que en el monitoreo se pueden ver tres grupos de manchas solares que permanecen en calma relativa, sin posibilidad de que provoquen el estallido de una tormenta violenta.

Desde luego, no se puede observar el otro lado del sol, y por ello no es posible saber si existen o no grupos de máculas relativamente activas, pero por el momento, la presente tormenta no tiene intensidad de consideración.

No habrá gran aumento de los rayos ultravioletas.

Wang Sichao, investigador del mismo observatorio, señaló que la atmósfera de la Tierra, sobre todo la capa de ozono, es capaz de asimilar la mayoría de los rayos ultravioletas del sol. En el período de tormenta solar no aumentarán notablemente los rayos ultravioletas, dijo. En cuanto a si la tormenta solar afectará la actitud de los seres humanos o causará accidentes de tráfico, Wang sostuvo que estas preocupaciones carecen de fundamento científico.

No afectará el sistema eléctrico y las comunicaciones

El doctor Song Qiwu, experto del mismo observatorio, señaló que el 1 de agosto se registraron fenómenos de proyecciones de materiales hacia el Nordeste en la superficie del sol. Pero las experiencias pasadas demuestran que el lanzamiento es de pequeña escala, pasando por el lado de la Tierra, y es de prever que no provocará grandes erupciones en la capa magnética de la Tierra. Por ello no habrá interrupciones del sistema eléctrico y las comunicaciones a escala global.

El apogeo de la actividad solar se repite cada 11 años.

Las investigaciones de los astrónomos indican que la actividad solar tiene sus reglas. Su apogeo se repite cada 11 años.

El último apogeo tuvo lugar en 2000-2001, y el próximo puede llegar en 2011-2012.

El sol está inactivo este año.

Song Qiwu señaló que a juzgar por lo observado, el sol tiene señales de estar inactivo en el presente año, como sus manchas. Pero eso no significa que sucederá una tormenta solar. Porque por un lado, las manchas entran en actividad lentamente y la humanidad aún no está capacitada para predecir con precisión el tiempo e intensidad de la tormenta solar.

2007/08/17

Europa tiembla ante la tormenta financiera internacional

Fuente: dw-world.de.

La burbuja hipotecaria estadounidense ha provocado una tormenta financiera internacional que obligó a las principales economías del mundo a intervenir con inyecciones financieras para calmar los mercados.

Se avecinan días difíciles para la banca europea y los mercados financieros después de una semana de pánico vivido en las bolsas en todo el mundo. La crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos obligó a los bancos centrales de las principales economías a intervenir con millonarias inyecciones financieras. El Banco Central Europeo BCE, transfirió por tercera vez consecutiva dinero en efectivo en el mercado de divisas para prevenir una falta de liquidez y tranquilizar los mercados.

El BCE giró 47.660 millones de euros este lunes en pases interbancarios, después de que el jueves pasado abriera sorpresivamente sus esclusas para inyectar 95.000 millones de euros en efectivo y el viernes otros 61.000 millones. El jueves pasado se dispararon las tasas de interés interbancarias debido al temor de que los bancos europeos estén demasiado expuestos al mercado hipotecario de baja calificación de Estados Unidos, conocido como el segmento “subprime”.

Intervenciones millonarias

El Banco de Japón aportó 5.100 millones de dólares y puso a disposición mayores fondos en caso necesario. La Reserva Federal de EEUU intervino con un monto de 2.000 millones de dólares el lunes, después de que el viernes inyectara 38.000 millones. Se trata de la mayor suma con la que ha intervenido el Fed desde la crisis financiera provocada por los ataques del 11 de septiembre del 2001.

Sin embargo analistas consideran que la turbulencia crediticia no ha sido superada todavía. Los países más afectados son Francia y Alemania donde importantes bancos como el IKB, Commerzbank y BNP Paribas, han quedado a la deriva con inversiones subprime, adquiridas a través de gestores de fondos. .

Desconfianza en el mercado crediticio

Tras masivas pérdidas en el mercado accionario la semana pasada, las bolsas europeas y asiáticas se recuperaron con ligeras ganancias el lunes. Las tasas de interés interbancarias volvían a la normalidad, sin embargo sigue habiendo desconfianza en el mercado crediticio. Los bancos europeos protegen su dinero pues no hay claridad sobre que otros bancos pudieran estar afectados.

Esta semana serán publicados en EEUU importantes indicadores macroeconómicos que podrían provocar mayor incertidumbre, lo que podría obligar al Fed a cambiar de rumbo en su política monetaria. El mayor temor es que la recesión en el sector de la vivienda y el deterioro en el mercado crediticio acaben salpicando a las empresas y afecten el consumo privado, del que dependen dos terceras partes del crecimiento económico estadounidense.