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2012/02/10
Los glaciares del planeta pierden 148.000 millones de toneladas de hielo al año
Pero la cantidad de hielo perdido es aproximadamente un 30% inferior a las estimaciones que se venían haciendo. Y en las elevadas cordilleras asiáticas los nuevos datos desvelan una pérdida mucho menor (hasta 10 veces) de lo que se había calculado a partir de registros parciales.
La subida del nivel se debe a dos factores fundamentalmente: la llamada expansión térmica del agua al aumentar la temperatura con el cambio climático (como un cuerpo que se dilata con el calor) y el aumento de la cantidad del agua procedente de los glaciares y cubiertas heladas. El milímetro y medio de subida anual ahora calculado corresponde sólo al segundo factor, al hielo fundido de los glaciares.
Existen en la Tierra unos 160.000 glaciares y cubiertas heladas y, hasta ahora, se tiene datos directos de su balance de hielo (la suma anual de fusión y formación) de menos de 120. De solo 37 de ellos hay registros de más de 30 años. Las estimaciones globales se venían haciendo extrapolando los datos de esas mediciones directas al resto, con un alto grado de incertidumbre porque influyen mucho factores en la dinámica de cada glaciar, desde su tamaño hasta la topografía local, la altitud o el microclima, explica el experto Jonathan Bamber (Universidad de Bristol, Reino Unido), en la revista Nature, donde se presenta el nuevo estudio global de hielos. Añade que los glaciales son un icono, un símbolo, del cambio climático y que se ha venido asumiendo su retroceso notable en el planeta en las últimas décadas, siempre basándose en esos datos parciales. De ahí la importancia de la investigación de Wahr (Universidad de Colorado en Boulder, EE UU) y sus colegas, liderados por Thomas Jacob, que ofrece datos globales.
La misión Grace, una colaboración de EE UU y Alemania, esta formada por dos satélites que miden las minúsculas variaciones del campo gravitatorio terrestre debidas a los cambios de masa (capas heladas, océanos, acuíferos y agua acumulada en el suelo) que se producen en las regiones que van sobrevolando. Con estos satélites se habían medido ya los glaciares periféricos de Groenlandia y la Antártida, pero no se había hecho un estudio global.
Las grandes cordilleras asiáticas (Himalaya, Pamir, Tibet, Karakorum y Tianshan, merecen mención aparte en este estudio, porque los resultados del equipo de Jacob muestran que la pérdida de hielo allí es muy inferior de lo que se había calculado. Esto puede ser debido, según explican, a que las estimaciones se hacían con datos tomados en las partes bajas y accesibles de los glaciares de esas cordilleras y extrapolando los registros a todas las alturas. Así el cálculo previo de casi 50.000 millones de hielo perdido al año se reduce, con los nuevos datos de Grace, a unos 4.000 millones de toneladas. “A diferencia de los glaciares bajos, muchos de los de gran altura estarían todavía demasiado fríos para perder masa incluso a pesar del calentamiento de la atmósfera”, apunta Wahr en un comunicado de la Universidad de Colorado en Boulder. La respuesta de los hielos de las cordilleras asiáticas al calentamiento global es de la máxima importancia a escala regional porque, como recuerda Bamber, aproximadamente 1.400 millones de personas dependen de lo ríos que fluyen desde el Himalaya y el Tibet.
Los resultados del nuevo estudio tendrán implicaciones importantes en las proyecciones climáticas futuras, pero los científicos todavía no pueden anticipar cuáles serán las tasas de pérdida de hielo de los glaciares en los años venideros, es decir cómo de rápido se van a ir reduciendo.
Los techos del mundo apenas pierden hielo por el calentamiento
"La Tierra está perdiendo una cantidad de hielo increíble cada año y nuestros nuevos resultados servirán para aclarar el aumento del nivel del mar y la respuestas de los glaciares al cambio global", explica John Wahr, investigador de la Universidad de Colorado en Boulder y coautor del estudio, publicado hoy en Nature.
El trabajo calcula que el mar ha subido cerca de 1,5 milímetros cada año debido al deshielo de glaciares y casquetes de todo el mundo entre 2003 y 2010. La subida es, por ejemplo, mayor que la calculada en 2007 en un gran estudio global que atribuía al deshielo una subida del nivel del mar de 1,1 milímetros al año entre 1996 y 2006, según explica Jonathan Bamber, investigador de la Universidad de Bristol, en un comentario publicado junto al trabajo de Wahr.
El problema de los cálculos anteriores es que se basaban en observaciones hechas a pie de glaciar. En el mejor de los casos, se tomaban medidas de unos cientos de lugares y se extrapolaban a todo el planeta, que contiene unos 200.000 glaciares. El nuevo estudio se ha realizado por satélite, gracias a los dos artefactos GRACE que, desarrollados por Alemania y EEUU, pueden medir cambios en el nivel del terreno en toda la Tierra desde el espacio. Los investigadores han medido con ellos los descensos del terreno en los casquetes polares y el resto de glaciares del mundo con más de 100 kilómetros cuadrados.
El dato más sorprendente es que los hielos del Himalaya, el Karakórum y el resto de cordilleras asiáticas apenas han contribuido al aumento del nivel del mar, que se achaca en su mayoría a la Antártida y Groenlandia. Si se excluyen estas dos enormes reservas, el deshielo en le resto del mundo es de menos de la mitad de lo que indicaban estudios anteriores. Pero el cálculo global confirma o incluso empeora las estimaciones anteriores. Entre 2003 y 2010, las grandes masas heladas de la Tierra han perdido 4,3 billones de toneladas. Derretidas, podrían cubrir EEUU con medio metro de agua, señalan los autores del trabajo.
2011/08/12
La mayoría de los glaciares del Himalaya se están retirando
Los glaciares de los grandes ríos que bajan desde la cordillera del Himalaya hasta el índico no han dejado de perder extensión en los últimos años. Las autoridades indias, sin embargo, lo achacan a un proceso natural no relacionado con el cambio climático.
En 2005, el Gobierno encargó un amplio informe al Servicio Geológico de la India para estudiar el estado de los glaciares de las cuencas altas de sus principales ríos. La idea era analizar a fondo el posible impacto del cambio climático en la salud de las nieves eternas que bajan del Himalaya. Con la ayuda de las imágenes tomadas por sus satélites, la Organización India para la Investigación Espacial (ISRO) completó la medición de los glaciares en 2010.
Según estos datos, de los 2.767 glaciares estudiados en las cuencas altas del Indo, Ganges y el Bramhaputra, 2.184 se están retirando, 148 están estabilizados y sólo 435 están avanzando.
Aunque aún quedan otras zonas de la gigantesca cordillera por analizar, el ministro de Medio Ambiente y Bosques, Shrimati Jayanthi Natarajan, aseguró: "La recesión de los glaciares es una parte del proceso cíclico natural de lcambios en el tamaño y otros atributos de los glaciares". En una respuesta a la oposición, sostuvo que, aunque la mayoría de los glaciares del Himalaya están en una fase de contracción, se trata de "un fenómeno global". Ninguna mención a otro fenómeno global, el cambio climático.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) alertó en 2007 de que los glaciares de esta zona del mundo se estaban retirando a más rápido que en ningún otro lugar del mundo. De seguir la tendencia actual, decía el informe, estos hielos eternos desaparecerían antes de 2035. El hecho de que el IPCC tuviera que rectificar estos datos por erróneos y alarmistas, puede estar pesando ahora en la prudencia de las autoridades indias a la hora de señalar las causas de un hecho objetivo como es el deshielo de sus glaciares.
2011/03/04
Glaciares argentinos calientan pelea entre gobierno, oposición y ambientalistas
El punto central del reclamo es que la nueva normativa debe empezar a aplicarse con la elaboración de un inventario de los glaciares para determinar qué áreas deben ser declaradas protegidas de la minería -en especial la minería a cielo abierto- debido a que son reservas de agua.
Dicho inventario sólo puede hacerse en época de verano (hasta finales de marzo en el cono sur) y aún no se ha iniciado, pese a que el plazo que dio la ley para iniciarlo termina este mes.
Las autoridades publicaron esta semana un reglamento parcial de aplicación de la legislación, que incluye la asignación de recursos al Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) para que comience el estudio de las zonas de riesgo.
"Insuficiente"
"Aunque saludamos el avance, el problema es que no es suficiente este esfuerzo", dijo a BBC Mundo María Eugenia Di Paola, directora de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).Di Paola explica que el reglamento dejó afuera al artículo 15 del marco jurídico que prevé la determinación inmediata de las zonas de riesgo en donde pueda haber actividad minera y exigir su cese inmediato.
"Claramente hay actividades que en este momento están afectando la zona glaciar y periglaciar y seguimos en una situación en la cual no se pone límite", indicó Di Paola.
Hace dos años se presentó y aprobó en el Congreso una Ley de Glaciares. Pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la vetó debido a que prohibía la exploración minera en zonas glaciares, lo que según el gobierno impedía la participación de empresas que ofreciesen garantías para el medio ambiente.
Ahora, el retraso de meses en la implementación de la ley que sí se aprobó (sin veto) en octubre pasado, ha desencadenado críticas que afirman que las autoridades dan prioridad a las transnacionales mineras en vez de los recursos naturales.
Voz oficial
Algo que rechaza Daniel Filmus, miembro de la comisión parlamentaria que revisó la actual ley y cercano aliado de Cristina Fernández de Kirchner."Acabamos de firmar un acuerdo para que comience el inventario (de glaciares), que permita detectar las reservas de agua que no se deben tocar ni perjudicar", dijo Filmus a BBC Mundo.
"El inventario tiene que empezar por las zonas de riesgos, donde se sospeche que haya perjuicios para los glaciares (…) Pero, los tiempos en que se haga ahora dependerán del organismo a cargo", agregó.
Cuando presentó el reglamento legal, el secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, indicó que el inventario "no llevará meses, sino cinco años. Esto dicho por los técnicos del IANIGLA".
"Eso lo que hará es darle tiempo al lobby minero para demorar más la aplicación de la ley", aseveró Mariela Silvestein, de la organización no gubernamental de protección ambiental, Conciencia Solidaria.
Silvestein, y varios otros grupos similares, afirman que detrás del retraso en la implementación de las nuevas garantías está la presión de empresas mineras en el país.
De hecho, en la provincia de San Juan, a poco tiempo de aprobarse el nuevo proyecto legal un juez emitió un amparo -según Filmus "en tiempo record"- que paralizó en la aplicación de la normativa en la región por ser presuntamente "inconstitucional".
Limitaciones
Empresas mineras transnacionales que operan en el país, como la canadiense Barrick Gold, rechazan cualquier vinculación a la decisión del tribunal o responsabilidad en la demora que ha tenido en introducirse el nuevo texto jurídico.Sin embargo, está claro que la legislación introduce límites para un sector que creció 1.000% desde 2003.
Lea también: Crece el sector minero
Según Filmus la ley de glaciares ya puede irse aplicando en todas las provincias del país, con excepción de San Juan " y confío que ahí la Corte Suprema de Justicia rechazará que se está violando la Constitución".
Pero sectores políticos de oposición dudan que el gobierno impulsará la protección de los glaciares como se aprobó en el Congreso.
"Yo estoy evaluando introducir un amparo legal porque como legisladora ya yo cumplí", dijo a BBC Mundo Norma Morandini, senadora del Frente Cívico.
"Son necesarias estas leyes preventivas para que no nos arrepintamos en 10 años de no haber hecho nada", agregó.
BBC Mundo
2010/08/30
El glaciar que quiere devorar un pueblo
Empresas privadas bajo contrato de la Administración francesa iniciaron esta semana una titánica operación de unos dos millones de euros para extraer el agua de un inmenso lago concentrado bajo el hielo del glaciar Tête Rousse del célebre Mont Blanc, el techo de Europa occidental. La bolsa de agua, que amenazaba con reventar y llevarse por delante una ciudad, fue detectada a partir de 2007 gracias a la queja del alcalde de la localidad: protestaba por el abandono de las galerías artificiales que, construidas por el Estado y operativas durante un siglo, habían estado extrayendo el agua bajo el glaciar.
Está en juego toda una pequeña ciudad, Saint-Gervais les Bains, de unos 5.000 habitantes en verano y muchos más en invierno, dadas sus pistas de esquí y su capacidad de alojamiento. El término municipal es extenso y se enorgullece de ser "el gran municipio con más desnivel de toda Francia"; entre el pico, a unos 3.800 metros de altitud, y la parte baja de la ciudad, a unos 800, va una auténtica bajada de montaña rusa.
El lado negativo de ese asunto es que el valle que aloja el núcleo urbano se sitúa exactamente debajo de los glaciares de Tête Rousse et Bionnassay. El 12 de julio de 1892, la vida de lo que entonces era un simple pueblo de ganaderos quedó paralizada por completo: una avalancha de agua, hielo, rocas, lodo y árboles arrasó decenas de edificios y mató a 175 personas. Y fue precisamente porque la presión de una bolsa de agua subglaciar de la Tête Rousse había reventado la tapadera de hielo de la parte baja del endemoniado glaciar. Una riada difícil de imaginar, de más de 25 metros de altura según los puntos, aplastó la ciudad.
Galerías excavadas
Aún hoy, en la web de Saint-Gervais se recuerda esa catástrofe. Pero, además, desde ese fin de siglo XIX, "este glaciar es purgado cada año mediante una galería excavada bajo el casco de hielo por los servicios del RTM, para impedir que se reproduzca tal acontecimiento", dice la web municipal.¿Entonces, si es purgado, por qué se produce el problema que obliga a gastar unos dos millones de euros en la operación en sí, y medio millón más en tareas de seguridad y protección civil? La sigla extraña, RTM, oculta en realidad el nombre de un servicio muy específico de la legendaria Oficina Nacional de Bosques (ONF) francesa. Se trata del servicio de Restauración de Terrenos de Montaña (RTM). Este servicio se ocupó de la fontanería corriente del glaciar de Tête Rousse durante un siglo, que estuvo rindiendo fieles y leales servicios hasta 2007.
Ese año, y coincidiendo con un periodo de recortes presupuestarios, los servicios del Estado anunciaron el abandono de la galería. Como reza un documento fechado el 23 de agosto pasado y firmado por el alcalde de Saint-Gervais, Jean-Marc Peillex, al que tuvo acceso Público: "En 2007, el abandono por el Estado del mantenimiento de esta galería no recibió mi acuerdo. Y fue así como se decidió confiar una misión de estudio" a varios glaciólogos del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS), añade el alcalde, con el fin de "probar que el glaciar ya no representaba un peligro".
Tras varios estudios, en particular de los glaciólogos Christian Vincent y Marc Descloitres, la utilización de radares permitió detectar las anomalías bajo el casco de hielo en 2008. A finales de junio y principios de julio pasado, la utilización de una sonda de resonancia magnética permitió determinar con certeza que las cavidades detectadas en el fondo del glaciar y en su curso intermedio estaban, efectivamente, repletas de agua.
"Aunque la presencia de agua no ofrece dudas, evidentemente es imposible saber desde cuándo esa bolsa de agua está presente bajo el glaciar. Por lo tanto, nadie puede afirmar que el riesgo es inminente, como nadie puede afirmar que no existe riesgo", destaca el alcalde, satisfecho de haber logrado hacer aplicar el "principio de precaución".
Un principio de precaución que va a obligar al Estado, que corre a cargo con el 40% del coste de las nuevas obras, y a la UE -que asume otro 40%-, a gastar mucho más de lo que le hubiera costado el mantenimiento de las galerías centenarias. En el servicio responsable de estas galerías, el RTM de la ONF de la región de Alta Saboya, uno de los directivos, Nicolas Cart, aseguró a Público que "la galería evitó a lo largo de todas esas décadas una nueva catástrofe, pero esta vez ya no era útil". Una afirmación incuestionable en su primera parte: un siglo, cero accidentes. Pero una afirmación demasiado fácil en su segunda parte: el Estado ya había decidido abandonar la galería en 2007, antes del descubrimiento de los glaciólogos.
Según la revista Sciences et Avenir, una de las más solventes de Francia en información científica, el problema ahora es la incógnita que representan unas obras de tres meses como mínimo que nunca antes se han efectuado a tal escala.
"No sabemos si se trata de una única bolsa, o de una red de galerías. En el segundo caso, muy probable, después de la extracción del agua quedaría una especie de gruyere bajo el glaciar, y todo eso puede aguantar", explica el glaciólogo del CNRS Emmanuel Le Meur. Por el contrario, si los 65.000 m3 de agua están en una bolsa única, el escenario más probable es el hundimiento de toda una porción del glaciar.
Como el glaciar de Tête Rousse se encuentra en la vía real de ascenso al Mont-Blanc, los responsables turísticos de la región ya planean desplazar unas decenas de metros ese camino, así como los váteres públicos que se habían colocado allí para los montañeros, algo que exigirá más obras de fontanería.
2010/08/17
Mineros dinamitan un glaciar de Bolivia para buscar oro
Una cooperativa minera ha dinamitado un glaciar del altiplano boliviano para buscar oro, lo que ha causado problemas de provisión de agua para ocho comunidades indígenas que amenazan con desalojar por la fuerza a los mineros.
El responsable indígena del pueblo Agua Blanca, Aniceto Gutiérrez, señaló en declaraciones que publica hoy el diario "La Razón" que los mineros de la cooperativa "Flor de Nevado" provocan explosiones en la montaña Presidente, donde se llega tras nueve horas de viaje por carretera desde La Paz.
El pueblo más conocido cerca del lugar es Pelechuco, a 320 kilómetros al noroeste de La Paz, cerca de la frontera con Perú, que es parte de una ruta turística que antes incluía visitas a la montaña Presidente.
Gutiérrez dijo que la actividad minera lleva ya dos años, pero ha llegado a un punto crítico con las explosiones, por lo que los indígenas han decidido subir al nevado y desalojar por la fuerza a los mineros, ya que las autoridades no hacen nada al respecto.
Los mineros han amenazado a los indígenas con quedarse en el sitio y han asegurado estar dispuestos a que "corra sangre", indica el diario.
Los indígenas se han quejado a varias autoridades del Gobierno de Evo Morales, como el ministerio de Medio Ambiente, al Servicio Nacional de Áreas Protegidas, la Corporación Minera de Bolivia y la Gobernación de La Paz, sin tener respuesta a su problema.
El presidente de la Central de Cooperativas Mineras de Pelechuco, Teófilo Pari, admitió que están buscando oro en la zona, pero dijo que la reducción del glaciar es un efecto del calentamiento global.
Señaló que intentan llegar a un acuerdo con los indígenas que, a su juicio, quieren explotar el cerro en su beneficio, pero dejando al margen a los mineros.
2010/07/30
Deshielo de nevados preocupa más que el de los glaciales, alertan en Brasil
El deshielo de las montañas nevadas es más grave que el de los glaciales de la Antártida y de Groenlandia, alertó el día 28 una de las mayores autoridades brasileñas en el asunto durante la reunión anual de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).
Según el glaciólogo Jefferson Cardia Simoes, coordinador del estatal Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de la Criosfera, el deshielo de las montañas es la principal causa del actual aumento del nivel de agua de los mares, señalada como una de las principales consecuencias del calentamiento global.
Cardia Simoes, en su exposición ante científicos de todo el país reunidos esta semana en la ciudad de Natal y en declaraciones citadas por la estatal Agencia Brasil, alertó que, al contrario de lo que se piensa, el hielo que se está derritiendo en las capas polares y en Groenlandia aún no es responsable por el aumento del nivel de los mares.
Según el especialista, la descongelación de las regiones polares como consecuencia del calentamiento global y de otras consecuencias del llamado efecto invernadero se está produciendo a un ritmo más lento que lo que se preveía.
Por el contrario, advirtió, el hielo en las montañas nevadas se está derritiendo a un ritmo muy rápido y esa agua, arrastrada por los ríos, es la que está elevando el nivel de mares y océanos.
"El hielo que se ha derretido en el manto del Antártico aún es muy poco, cerca del 1 por ciento del continente blanco, y el fenómeno por ahora está concentrado en las periferias de las regiones polares", dijo.
"Es en las montañas en donde más se derrite el hielo, tanto en las de las zonas templadas como de las tropicales, y esa agua tarde o temprano termina en el mar", agregó.
Según las previsiones más catastróficas, en caso de que los cerca de 28 millones de kilómetros cuadrados de masa de hielo del planeta se derritan como consecuencia del calentamiento global, el nivel del mar aumentará hasta 70 metros.
Para el especialista de la Universidad Federal de Río Grande do Sul (UFRGS), esa previsión es exagerada y casi imposible de ocurrir a corto plazo.
"Gradualmente vamos a sentir efectos abruptos del clima, como crecidas de ríos, inundaciones y heladas en lugares en donde no habían ocurrido antes, así como un aumento del nivel del mar. Pero será un proceso gradual", afirmó.
2010/06/21
Perú: pintura para restaurar un glaciar
Sin embargo, la idea ha generado controversia y muchos la califican de estúpida, pero hay otros que piensan que es una simple, pero brillante solución, o al menos una alternativa por probar.
El Banco Mundial cree que la idea tiene méritos ya que fue una de las propuestas ganadoras del concurso "Cien ideas para salvar el planeta", patrocinado por el organismo internacional.
Eduardo Gold, quien concibió el proyecto, no es un científico, pero ha estudiado meticulosamente el tema de los glaciares y piensa que ha llegado la hora de poner su teoría en práctica.
Aunque todavía no ha recibido los US$200.000 que le otorgó el Banco Mundial, el proyecto piloto ya está en marcha en la cima del monte Chalón Sombrero, a 4.756 metros sobre el nivel del mar, ubicado en Ayacucho.
Desde hace tiempo, los glaciares de los cerros de esta área desaparecieron.
Cuatro hombres de la comunidad de Licapa, un pueblo ubicado en el valle adyacente a esta montaña, mezclan tres ingredientes no perjudiciales al medio ambiente: agua, cal y clara de huevo para formar una especie de cemento blanco que ha sido utilizado desde los tiempos coloniales en Perú.
Los hombres usan jarros para cubrir de esta mezcla las rocas de la cima del cerro. Es un proceso laborioso, pese a lo cual han pintado dos hectáreas en dos semanas.
El plan es pintar toda la cima del Chalón Sombrero y más adelante otro dos picos, cubriendo un área de 70 hectáreas.
El frío genera más frío
La idea de Gold está basada en un principio simple: cuando la energía solar se refleja en una superficie blanca, ésta la rebota nuevamente hacia el espacio, en vez de calentar la superficie terreste.
El secretario de energía de Estados Unidos, Steven Chu, ha respaldado un plan similar, que consiste en pintar techos de blanco, algo que en principio parece una idea más pragmática que pintar montañas.
Gold señala que pintar las rocas de blanco llevaría al enfriamiento de la superficie de la cima, y esto a su vez generaría un microclima más frío alrededor del pico.
"El frío genera más frío, al igual que el calor genera más calor", señala Gold.
"Tengo esperanzas de que vamos a regenerar el glaciar porque estaríamos recreando todas las condiciones necesarias para la formación de un glaciar", agregó.
Esperanza de la comunidad
La población de Licapa, que depende del Chalón Sombrero para su abastecimiento de agua, no lo pensó dos veces para respaldar la idea."Cuando yo tenía 15 ó 20 años, Chalón Sombrero era un glaciar grande, todo blanco, y entonces poco a poco comenzó a derretirse", dice Pablo Parco, de 65 años, uno de los promotores del proyecto.
"Han pasado 40 años, y el río está en su nivel más bajo; las noches son muy frías, pero los días muy calurosos. No era así durante mi infancia; el clima siempre era tolerable durante el día", agrega Parco.
"Estamos contentos de ver en marcha este proyecto para pintar el cerro. Puedo asegurarte que esta mañana había nieve en el suelo, algo que rara vez vemos".
"Aquí arriba vivimos de nuestros animales, no hay trabajo ni cosechas. Cuando hay menos agua, hay menos pasto y eso significa menos animales".
Buscando soluciones
En Perú, donde se encuentra el 70% de los glaciares tropicales, ha desaparecido el 22% de ellos en los últimos treinta años, según un estudio del Banco Mundial.Los restantes glaciares podrían desaparecer en 20 años si no se adoptan medidas para mitigar los efectos del cambio climático, de acuerdo con el organismo internacional.
El impacto se sentiría mucho más allá de las comunidades andinas, con consecuencias dramáticas en cuanto al abastecimiento de agua y de energía hidroeléctrica para la población de la costa peruana.
En mayo, el ministro del Medio Ambiente de Perú, Antonio Brack, señaló que el país necesita unos US$400 millones al año para mitigar los efectos del cambio climático.
El funcionario es uno de los que dudan de los méritos del plan para pintar la cima de los cerros como propone Antonio Gold.
"Yo creo que hay proyectos mucho más interesantes para mitigar el cambio climático y es en éstos que se debe invertir dinero", señaló el ministro.
Pero si su proyecto logra bajar la temperatura en la cima del cerro Chalón Sombrero, Antonio Gold piensa expandir su plan a los glaciares más amenazados de Perú.
"Yo prefiero experimentar y fracasar y no comenzar a prepararnos para vivir sin los glaciares, como si la situación fuera irreversible", señaló Gold.
2009/11/06
Pintura blanca para proteger los glaciares
Pintar de blanco la cima de los glaciares de Perú es una de las últimas armas contra el cambio climático porque contribuye a reducir la velocidad del deshielo: no es una propuesta descabellada, y de hecho aspira a ser reconocida por el Banco Mundial.
La iniciativa ha partido de la ONG Glaciares Perú, y consiste básicamente en el siguiente principio: el color blanco evita que la radiación solar se convierta en calor, y de este modo contrarresta los efectos del cambio climático.
Perú concentra más del 70% de los glaciares andinos, pero desde la década de los 80, ha perdido más del 20% de la superficie de sus glaciares por efecto del cambio climático. Lo más grave es que se calcula que para el 2015 todos los glaciares situados por debajo de los 5.500 metros desaparecerán.
El presidente de Glaciares Perú, Eduardo Gold, explicó que por el calentamiento global "van retrocediendo los glaciares, hay mayor superficie negra y menor superficie blanca, entonces se incrementa la temperatura y el hielo se derrite mucho más rápido".
Ya que el color negro contribuye a convertir la radiación solar en calor y "prácticamente duplica el efecto invernadero sobre los glaciares", Gold, creador de esta propuesta, propone pintar la cima de los nevados con un material de cemento hecho a base de minerales para que la radiación se refleje en el espacio.
"La pintura blanca tiene un albedo (razón entre la energía luminosa que difunde por reflexión una superficie y la energía incidente) igual al de la nieve y permite que el 85% de radiación solar se vaya al espacio y solo el 15% de ella se transforme en calor", señaló Gold.