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2011/12/30

Los chimpancés alertan del peligro a sus congéneres

Los chimpancés son más propensos a realizar una llamada de alarma en situaciones de peligro cuando otros miembros del grupo del que son parte no son conscientes del riesgo al que se enfrentan, según un estudio que se publica hoy en la revista Current Biology.
Los investigadores realizaron el descubrimiento colocando serpientes en el camino de chimpancés salvajes, en Uganda, y observando sus reacciones. Los científicos descubrieron que cuando un chimpancé detecta una serpiente, producen un sonido de alerta dirigido a otros congéneres.
"Los chimpancés parecen tener en cuenta el estado de atención de otros", afirma Catherine Crockford, de la Universidad de St. Andrews (Reino Unido), una de las firmantes del estudio. "Algunos científicos han argumentado que una etapa crucial en la evolución se produjo cuando las personas comenzaron a producir vocalizaciones con el objetivo de informar y reducir así la ignorancia de los demás", afirma Crockford, quien añade que "la ventaja de abordar estas cuestiones en chimpancés salvajes es que, simplemente, están haciendo lo que siempre hacen en un ambiente ecológicamente relevante". 

2011/12/16

Más chimpancés salvados de experimentos científicos

Los chimpancés en los Estados Unidos recibieron la amnistía este jueves. Los Institutos Nacionales de Salud (NHI) de EEUU anunciaron que limitarán el uso de chimpancés en investigaciones biomédicas, porque “los nuevos métodos permiten otras alternativas”, manifestó el director del NIH, Francis Collins.

NHI revisarán los actuales proyectos y cancelarán temporalmente las becas de estudios que incluyan primates.

Los institutos consideraron que sólo se debe recurrir a ellos en caso de que los conocimientos que resulten de la investigación sean necesarios para mejorar la salud de los ciudadanos y no haya ningún otro método por el que adquirir esos conocimientos.

También es necesario que la investigación no se pueda desarrollar de modo ético en humanos. Además, los animales utilizados deberán mantenerse en entornos adecuados en sus hábitats naturales.

El comité también concluyó que sí se podría seguir la investigación con chimpancés relacionada con terapias de anticuerpos monoclonales, la investigación sobre la genómica comparativa y estudios no invasivos de los factores sociales y de comportamiento que afectan al desarrollo, la prevención o el tratamiento de enfermedades.

Sin embargo, no pudo llegar a un consenso sobre la necesidad de los chimpancés para el desarrollo de la vacuna contra el virus de la hepatitis C profiláctica.

Collins dijo que los NIH aceptarán las recomendaciones del comité, suspenderán temporalmente las becas a la investigación que impliquen el uso de chimpancés y encargarán a un grupo de trabajo que analice los proyectos actuales.

"Los chimpancés son nuestros parientes más cercanos en el reino animal y proporcionan información excepcional en la biología humana, por eso es necesario una especial consideración y respeto", afirmó.

Los Institutos Nacionales de Salud aglutinan 27 centros que forman parte del Departamento de Salud y se encargan, entre otras tareas, de supervisar la investigación médica.

2011/10/19

Los anuncios con chimpancés son dañinos para la especie

Los avisos televisivos que muestran chimpancés vestidos como seres humanos pueden distorsionar la percepción del público sobre especies amenazadas y afectar negativamete los esfuerzos de conservación, según expertos de Duke University, en Estados Unidos.
"Antes de nuestro estudio no había evidencia para sustentar la hipótesis de que los anuncios que muestran a chimpancés vestidos, bailando sobre una mesa o en situaciones típicamente humanas son perjudiciales para su supervivencia", dijo a BBC Mundo Kara Schroepfer, una de las investigadoras.

"Ahora podemos afirmar con confianza que esos anuncios no sólo son malos para los animales involucrados sino para la supervivencia de la especie en su conjunto".
"La industria del entretenimiento siempre argumenta que estos anuncios hacen que el público muestre más simpatía e interés por los chimpancés", señaló Brian Hare, profesor de antropología evolutiva en Duke y otro de los autores del estudio.
"Pero lo opuesto es verdad. Encontramos que la gente se mostró menos interesada en las amenazas que enfrentan los chimpancés luego de ver los anuncios".

Percepciones erradas

Expertos en primates y en mercadotecnia colaboraron en el estudio, en el que mostraron a 165 participantes tres grupos diferentes de anuncios de TV de productos como pasta de diente y gaseosas con chimpancés en actitudes humanas. Los investigadores analizaron luego el cambio de actitudes.
Los participantes fueron divididos en tres grupos. Uno vio además de los anuncios un mensaje de conservación de la naturalista Jane Goodall, otro vio también imágenes de chimpancés en su medio natural y el último simplemente anuncios con estos primates vestidos como personas.
"No es que luego de ver los anuncios la gente tenga menos empatía, puede ser que tengan más empatía pero equivocada, ya que al ver los anuncios piensan que los animales no necesitan ayuda", opinó Schroepfer.
La investigadora cree que los anuncios pueden tener un impacto duradero especialmente en los niños.
"Los más jóvenes son los más vulnerables porque idealizan lo que ven en la television y estas percepciones continúan en la adultez si no tienen contacto real con animales en un zoológico o en un medio silvestre".

Mercado de mascotas

Los investigadores expresaron preocupación por el posible impacto de estos anuncios con primates pequeños y jóvenes en África, donde pueden generalizar la creencia de que es aceptable tener estos animales como mascotas.
"Como hemos dicho una y otra vez y no nos cansamos de repetir, los chimpancés no son mascotas", dijo Hare.
"Con la expansion de la TV por satélite en África y América Latina, el público está expuesto a comerciales para los mercados en Europa y Estados Unidos", señaló por su parte Schroepfer.
"En todos los países africanos es ilegal poseer un chimpancé como mascota, así que estos anuncios pueden causar confusión. Es probable que nuestras conclusiones se apliquen a otras especies de primates como los monos capuchinos, nativos de América del Sur, la especie que se ve más comúnmente en anuncios, espectáculos y películas".

Menos donaciones

Los investigadores también dieron a los participantes la oportunidad de comprar uno de los productos de los anuncios o hacer una donación a un proyecto de conservación. Los que habían visto los anuncios fueron los más reacios a donar.
"No creo que la gente conscientemente decida no donar debido a los comerciales. Otras especies no son tratadas de esta forma por los medios, así que los espectadores asumen que se trata de una especie saludable", dijo Schroepfer a BBC Mundo.
Los autores del estudio esperan que repercuta tanto en los medios de comunicación y en la industria publicitaria como en el público en general.
"Se trata de los primeros datos cuantitativos sobre el impacto dañino de los anuncios en la supervivencia de los chimpancés, así que ya no puede utilizarse la excusa de que estos comerciales contribuyen a crear conciencia sobre la especie", concluyó Schroepfer.

"Esperamos que la industria publicitaria reevalúe su decisión de utilizar animales como entretenimiento. En cuanto al público, nuestra esperanza es que perciba el mensaje de que los chimpancés no son mascotas, sino una especie en riesgo que nunca debe ser presentada en la TV en situaciones cuasihumanas".

2011/09/02

EEUU quiere 'blindar' a sus chimpancés


Los guionistas de El origen del planeta de los simios pueden ver cómo el argumento de su película, precuela de la epopeya de Charlton Heston, se deshace como un azucarillo gracias al Gobierno de EEUU, que quiere frenar de golpe la experimentación con chimpancés. En el filme, estrenado hace un mes en España, el uso de estos grandes simios para dar con la cura del alzhéimer desencadena una serie de catástrofes. Una situación hipotética que podría convertirse directamente en irreal cuando la oficina de Pesca y Vida Salvaje de EEUU revise, como ha anunciado, el nivel de protección de los chimpancés para que se les considere una especie "en peligro de extinción" y no sólo "amenazada", como hasta ahora.
Esta medida afectaría a los dos millares de chimpancés que se encuentran en cautividad en EEUU en la actualidad, de los que la mitad se emplean en investigaciones científicas relacionadas con todo tipo de males, desde la hepatitis C y la lepra hasta el cáncer. La revisión por parte del departamento de Pesca y Vida Salvaje arrancó ayer mismo con el inicio de un periodo abierto a las aportaciones de todas las partes interesadas.
El organismo federal da este paso en respuesta a la iniciativa conjunta de prestigiosas instituciones de conservación animal, como el Instituto Jane Goodall, la Sociedad Humana de los Estados Unidos, la Asociación de Zoológicos y Acuarios y la Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje.

Dudas sobre su utilidad

Por otro lado, a finales de año, el Instituto Nacional de Salud hará público un estudio encargado para determinar si el uso de chimpancés en investigaciones biomédicas aporta mejores resultados, al margen de las consideraciones éticas. "La experimentación con estos animales no sirve de ayuda para dar con la cura de enfermedades humanas", asegura el director ejecutivo del Proyecto Gran Simio, Pedro Pozas. Y añade: "Hay métodos más rápidos, limpios, eficientes y económicos, como el cultivo de células humanas".
En los últimos años, el número de estudios basados en la experimentación con grandes simios se ha reducido sustancialmente, en gran parte debido a que algunas importantes compañías farmaceúticas han renunciado a estas prácticas. Hoy en día, sólo se tiene noticias de que se realicen este tipo de experimentos en EEUU y Gabón, aunque hay muchos países (como España) en los que no está expresamente prohibido o se contempla esta posibilidad en sus normas. Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda tienen vetado este método de investigación. 

2011/08/31

EEUU debate prohibir la investigación con chimpancés


La vida de los mil chimpancés que actualmente se utilizan en laboratorios estadounidenses como conejillos de Indias podría dar un giro radical si Estados Unidos decide prohibir su uso en experimentos médicos.
Estados Unidos, el único país del mundo junto a Gabón que todavía utiliza oficialmente chimpancés en experimentos médicos, debate estos días si prohibir o no el uso de estos primates en los laboratorios. El Instituto Nacional de Salud (NIH) ha pedido al Instituto de Medicina (IOM) que realice un estudio para determinar si el uso de chimpancés en investigaciones biomédicas y del comportamiento contribuye a lograr avances significativos en materia de sanidad pública. Los resultados del estudio se conocerán a finales de año y entonces se tomará una decisión sobre el futuro de los chimpancés.
Harold Watson, que dirige el programa de investigación con chimpancés del Instituto Nacional de Salud, prefiere no especular sobre el resultado o el impacto del estudio antes de que este esté terminado.
Ocho centros de investigación financiados con dinero federal utilizan actualmente primates tres de ellos, en concreto, chimpancés en investigaciones relacionadas con el sida, la hepatitis, el cáncer, el alzhéimer, el párkinson, la lepra, las enfermedades del corazón y otros problemas de salud humanos, según explica la organización ecologista PETA en su página web. PETA también ha denunciado que el Instituto Nacional de Salud de EEUU utiliza a chimpancés en experimentos de bio-terrorismo.
El debate en EEUU sobre si es o no ético utilizar estos primates en experimentos médicos se intensificó el año pasado a raíz del anuncio por parte del NIH de que iba a trasladar a 186 chimpancés jubilados del centro de investigación en primates Alamogordo de Nuevo México, un lugar de rehabilitación y descanso de primates que han sido usados en experimentos médicos, a un laboratorio de San Antonio (Texas) para su uso en investigaciones sobre la hepatitis C. Esta decisión provocó quejas de políticos y ecologistas, entre ellos el entonces gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, y la primatóloga Jane Goodall.
La idea era trasladar a los chimpancés a pesar de que el presidente George W. Bush firmó en diciembre de 2007 una ley por la cual todos los primates utilizados en experimentos médicos no pueden volver a los laboratorios una vez que los abandonen y hayan sido trasladados a reservas para su recuperación. Ese mismo año, el NIH abandonó la cría de chimpancés destinados a la investigación.
La polémica provocó que el Instituto Nacional de Salud suspendiera el traslado de los chimpancés de Alamogordo. El NIH también encargó en enero al Instituto de Medicina que realizara un estudio sobre la necesidad de usar chimpancés en los laboratorios. A la espera de que se conozcan los resultados del estudio, el NIH anunció que los chimpancés de Alamogordo no se utilizaríanen experimentos médicos.
La comunidad científica en Estados Unidos está, sin embargo, dividida sobre el beneficio que aporta para las investigaciones de enfermedades humanas el uso de chimpancés en experimentos médicos. Algunos científicos consideran necesario seguir utilizándolos como modelos en los laboratorios para lograr avances médicos, debido a las similitudes fisiológicas y biológicas entre los chimpancés y los humanos; otros consideran que existen alternativas y que no es ético su uso.
"Mientras que muchos de nosotros pensamos que la ética es una razón suficiente para frenar el uso (de chimpancés en laboratorios) en Estados Unidos, existen evidencias científicas sustanciales e indiscutibles para hacerlo", explica Theodora Capaldo, presidenta de la Sociedad Anti-Vivisección de Nueva Inglaterra (NEAVS, en sus siglas en inglés), organización que tiene un proyecto para la liberación y recuperación de chimpancés de los laboratorios estadounidenses.
Los que abogan por la experimentación con chimpancés recuerdan que fueron claves en el descubrimiento de las vacunas contra la hepatitis A y B y en la carrera espacial. También consideran que es necesario seguir utilizándolos en laboratorios como modelos para lograr avances en los estudios sobre la hepatitis C.
La presidenta de NEAVS, en cambio, considera que "la extrapolación de datos de los chimpancés a los humanos no es ni predecible ni fiable". "Las afirmaciones sobre la utilidad del uso de chimpancés en la investigación sobre la hepatitis C son exageradas", afirma Capaldo, quien recuerda que los chimpancés no han resultado un modelo adecuado para las investigaciones sobre el cáncer ni a la hora de desarrollar una vacuna contra el sida.

Distinto sufrimiento

Los defensores de los derechos de los animales también argumentan que los chimpancés sufren física y psicológicamente cuando son enjaulados, cuando se les inyecta medicamentos, cuando les contagian enfermedades o cuando se les daña el cerebro de forma deliberada en experimentos médicos. "El sufrimiento psicológico y físico de los chimpancés no es ético, es inhumano e indefendible", según la presidenta de NEAVS.
"Los chimpancés utilizados en investigación sufren trastorno de estrés postraumático, depresión y otras enfermedades psicológicas", además de las secuelas físicas que los experimentos les dejan, tal y como han demostrado las autopsias realizadas a estos primates, añade Capaldo.
Por eso, cada vez más voces exigen a Washington que prohíba el uso de chimpancés y que los que se encuentran actualmente enjaulados en laboratorios sean trasladados a santuarios.

2011/07/08

Los chimpancés reconocen palabras incompletas

Una talentosa chimpancé llamada Panzee logró reconocer palabras distorsionadas o incompletas reproducidas por una computadora, según investigadores en Estados Unidos.
Esto sugiere que los primates pueden ser más capaces de percibir mensajes hablados de lo que se pensaba hasta ahora, y que los ancestros comunes de humanos y chimpancés pueden haber tenido esa habilidad.

El descubrimiento también cuestiona la idea de que sólo el cerebro humano está adaptado para procesar el habla.
Desde los ochos días de vida, Panzee estuvo a cargo de cuidadores humanos, que permanentemente le hablaron como si fuera una niña. Le enseñaron además a utilizar símbolos llamados lexigramas para comunicarse.
"Panzee entiende aproximadamente 130 palabras del idioma inglés", dijo Lisa Heimbauer, una de las investigadoras, a la BBC.
Su amplio vocabulario hizo a Panzee una candidata ideal para investigar si otras especies, además de los seres humanos, eran capaces de comprender el lenguaje hablado.

El valor de la experiencia

"Hay una hipótesis conocida como 'El habla es especial', según la cual la especie humana es la única adaptada no sólo a pronunciar palabras, gracias a su anatomía, sino a procesarlas, debido a su capacidad cognitiva".
Uno de los argumentos citados a favor de esa hipótesis es que sólo los humanos pueden entender palabras habladas aún cuando estén incompletas o distorsionadas.

"Sin embargo, una visión alternativa es que el procesamiento auditivo es básicamente similar en la mayoría de los mamíferos, y que los animales tienen por lo tanto habilidades latentes para la percepción del habla", señaló Heimbauer, quien está estudiando para su doctorado.
Heimbauer y sus colegas Micheal Beran y Michael Owren, todos de las Universidad Estatal de Georgia, en Atlanta, hicieron que Panzee escuchara palabras reproducidas por un programa que altera la frecuencia del sonido o emite una versión sintetizada.

Panzee logró reconocer estas palabras en muchas ocasiones. Su crianza, según los científicos, parece haberle dado la experiencia suficiente como para reconocer las palabras incluso cuando estaban distorsionadas.
El estudio "demuestra la importancia de la experiencia temprana en la percepción del habla", señaló Heimbauer.

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Current Biology.
También aporta evidencia, según los científicos, de que los ancestros comunes de humanos y chimpancés pueden haber tenido esa capacidad.
"Si los seres humanos poseen hoy una función cerebral cognitiva especializada para procesar el habla, es algo que puede haberse desarrollado después, para permitirnos ser más eficientes".

BBC Mundo


2011/06/10

Orinando y escupiendo, chimpancés resuelven problemas complejos

Un grupo de chimpancés sorprendió a los científicos al ser capaz de resolver un problema complejo… escupiendo u orinando.
La estrategia de los animales recuerda a una famosa fábula de Esopo, en la que un cuervo usa piedras para subir el nivel del agua en un recipiente y así poder satisfacer su sed.
Investigadores en Alemania plantearon a los chimpancés un problema similar, colocando un maní en el fondo de un tubo.
Uno de ellos escupió en el recipiente hasta que el maní flotante llegó a la superficie. Otro decidió adoptar una estrategia diferente: orinar repetidas veces para alcanzar el preciado maní.

Orinando con puntería

"Comenzó escupiendo en el tubo, pero luego se frustró", dijo sobre la estrategia de uno de los chimpancés Daniel Hanus, del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva en Leipzig, Alemania.
"Así que comenzó a orinar sin mucha puntería y luego percibió que haciéndolo en cierta dirección podía llenar el tubo".

El método poco tradicional del animal fue todo un éxito y el hecho de que el maní estaba cubierto de orín no le impidió comerlo, agregó el investigador.
Los chimpancés también tenían acceso a un mecanismo dispensador de agua y los científicos pensaron que simplemente llenarían su boca de líquido para transportarlo al tubo.
Los científicos diseñaron el experimento de modo que fueran necesarios varios viajes hacia el recipiente.
La prueba se realizó con gorilas y chimpancés. Ninguno de los cinco gorilas pudo completar la tarea, pero los chimpancés fueron más exitosos.
De los 43 que participaron del experimento, 14 se dieron cuenta de la necesidad de transportar agua en su boca desde el dispensador y escupirla en el tubo, pero sólo siete hicieron esto suficientes veces como para alcanzar el maní.
Los científicos se mostraron sorprendidos ante la capacidad de los chimpancés de utilizar diferentes estrategias.
"Esto no puede explicarse simplemente como un aprendizaje a base de tanteos. No estaban simplemente escupiendo en cualquier lugar y un poco de saliva cayó accidentalmente en el tubo", dijo Hanus a la BBC.
"Encararon el problema, buscando soluciones, primero intentando alcanzar el maní con sus dedos o rompiendo el recipiente. Esto es muy impresionante".

Mejores que los niños

Los investigadores repitieron el experimento con niños de cuatro, seis y ocho años”.
En este caso se les dió una regadera con agua.

Los niños de cuatro años fueron superados por los chimpancés: sólo dos de los 24 niños pudo resolver el problema.
Los de seis años lograron mejores resultado (10 de 24). En el caso de los menores de ocho años, el 58%, 14 niños, completó la tarea.
Hanus asegura que fue "interesante e impresionante ver cuán difícil fue la tarea incluso para los niños mayores".
Un estudio similar en 2007 con orangutanes también demostró altos niveles de competencia: los cinco animales en el experimento resolvieron el problema.
Los investigadores volverán a presentar el problema a un grupo de gorilas variando el entorno.
Tareas similares también han sido completadas por aves.
El estudio fue publicado en el sitio de publicaciones científicas online Plos One.

BBC Mundo

2011/05/06

Los chimpancés también hablan del tiempo

Conversar del tiempo con un chimpancé puede parecer absurdo; que un chimpancé pida un chicle, cachondeo; que un chimpancé recomiende a un estudiante para un proyecto universitario, de locos. Sin embargo, todas estas situaciones son verídicas y tienen una importancia científica incuestionable: la adopción por parte de estos simios de un lenguaje humano, como el de los sordomudos. Es la historia de Washoe, la mona que en los años sesenta y setenta, de la mano de los psicólogos comparativos Roger y Deborah Fouts, aprendió a comunicarse con humanos y transmitió esos conocimientos a su familia. Washoe falleció el 13 de octubre de 2007, a los 42 años. Sus descendientes, Tatu, Dar y Loulis, que viven juntos en el mismo grupo social, siguen comunicándose, entre ellos y con los humanos, a través del idioma universal de gestos.
Los dos expertos estadounidenses de la Universidad Central de Washington impartieron ayer en Cosmocaixa Barcelona la conferencia Conversaciones con chimpancés: cómo la lengua de signos borra la separación entre ellos y nosotros. La relación con Washoe surgió de forma casual. Roger se preparaba para psicólogo clínico infantil y buscó una beca con Allen Gardner, psicólogo experimental inmerso en el proyecto de enseñar el lenguaje de los sordomudos a la pequeña chimpancé.
"No congenié con Gardner y me temía que mi carrera científica acabaría allí", recuerda, divertido, Fouts. "Entonces, cuando conocí a Wa-shoe, ella me saltó a los brazos. ¡Me abrazó! Supo que necesitaba ese abrazo...". Gardner encontró, sin buscarlo, al amigo que necesitaba para la chimpancé.
Tras un infierno en un centro de cría de chimpancés, los Fouts consiguieron trasladarse a la Universidad de Washington con Washoe, donde se dedicaron a demostrar que "los chimpancés tienen cultura y la transmiten de padres a hijos".

Transmisión gestual

Washoe utilizaba más de 300 signos. "Hablábamos con ella de qué tiempo hacía, de qué quería hacer, de si tenía hambre...". Sin más contactos con sus congéneres que las primeras semanas de vida con su madre, a la que mataron cazadores furtivos, cuando Washoe se encontró con ejemplares de su especie los consideró "bichos o gatos negros". "Así nos lo dijo, se creía una de nosotros", asegura Deborah.
Las últimas aportaciones de los descendientes de Washoe confirman la transmisión de conocimientos: "No es instinto, es cultura, por supuesto", asevera Roger. Ella enseñó a sus hijos los signos que aprendió. Buena parte de los estudios de los Fouts consistieron en la observación: "No era una enseñanza activa, aunque a veces sí que Washoe sentaba a su hijo y se disponía a explicarle los signos". Ahora, Tatu, Dar y Loulis incluso reconducen las conversaciones que mantienen entre ellos cuando algo los distrae.
"La vocalización, el habla podría ser cuestión de un gen, según los estudios, pero existen dialectos gestuales diferentes, como se ha podido apreciar entre los grupos de chimpancés en libertad". Roger y Deborah, creyentes y luteranos, imitan los gestos de sus animales: "Árbol, juguete, pájaro, ir, venir, dónde, qué, quién... Con esos signos se comunican perfectamente", dice el psicólogo. "A veces, Loulis se lleva los dedos índice y corazón al moflete y los mueve de arriba abajo. Eso es que quiere un chicle".

Publico

2010/12/22

Las 'bebés' chimpancés juegan a las muñecas

Un nuevo estudio da un varapalo a la idea de que la separación de juguetes por género es fruto de los estereotipos humanos. Según el trabajo, publicado en la ultima edición de Current Biology, las crías de chimpancé juegan de forma distinta según su sexo y, aunque tanto hembras como machos utilizan palos de madera como principal quizás único juguete, las pequeñas chimpancés juegan más a menudo y, además, actúan con sus palos de madera como las madres de su especie lo hacen con sus crías.
Los investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU) observaron durante 14 años a la comunidad de chimpancés de Kanyawara, en el Parque Nacional de Kibale (Uganda). Los autores descubrieron que estos primates utilizan los palos de madera de cuatro formas: para comprobar si en un agujero hay miel o agua, como armas, para jugar (tanto en solitario como en grupo) o, simplemente, como objetos para sujetar.

Comportamiento consciente

Además de observar que las hembras jugaban con sus palos de madera como si se tratara de sus crías, los investigadores asumieron que, si era un comportamiento consciente, dejarían de hacerlo al tener sus propias crías. Efectivamente, sus sospechas se confirmaron a lo largo del tiempo.
Es la primera vez que este comportamiento se describe en chimpancés y solo se ha confirmado en los de Kanyawara. Por esta razón, los autores advierten de que para ratificar sus conclusiones será necesario estudiar a otras comunidades, lo que implica dificultades al ser las poblaciones de estos simios pequeñas y con pocas crías.

Publico

2010/10/11

Chimpancé fumador muere a los 52 años

Pueblo en Linea

Charlie el chimpancé, un mono bien conocido entre la comunidad zoológica de Sudáfrica por su afición a fumar cigarrillos, murió el pasado miércoles, a los 52 años de edad.

Charlie comenzó a fumar hace muchos años, después de que algunos visitantes al zoológico de la localidad de Bloemfontein Central le lanzaran cigarrillos encendidos. Debido a su hábito tabaquista, Charlie devino estrella del parque, donde cada año atraía a cientos de miles de visitantes.

Durante ese tiempo, los cuidadores del zoológico trataron de hacerle dejar el vicio, pero fue en vano, pues turistas y lugareños seguían avivando su gusto por las colillas.

Como promedio, los chimpancés viven 40 años. Se especula que por lo tanto Charlie no murió de tabaquismo, según funcionarios del zoológico.
A pesar de los continuos cuidados a los que fue sometido y que incluyeron una dieta alta en proteínas, suplementos vitamínicos y minerales, el primate sucumbió a la vejez.

2010/09/06

Chimpancés aprenden a desactivar trampas

BBC Mundo

Según un equipo de científicos japoneses, los chimpancés en Guinea aprendieron a burlar a sus cazadores humanos. Y es que algunos de estos primates, logran reconocer las trampas colocadas por estas personas e intentan desactivarlas.
Los artificios que colocan los cazadores furtivos en los bosques de Guinea son muy difíciles de ver.
Una de las modalidades más frecuentes es el uso de alambres atados en los árboles con un lazo en el extremo en el que quedan atrapados los animales, normalmente por la cabeza o una extremidad.

Aprender el truco

Una vez en la trampa, cuanto más estira la presa para intentar huir, más difícil le resulta escapar.
"Pero los chimpancés de las selvas de Guinea parece que encontraron una forma de evitar ese destino. Un grupo de investigadores los grabó en seis ocasiones en las que ejemplares salvajes intentan desactivar las trampas. Los animales sacuden el árbol hasta que la trampa se rompe", señaló la especialista en ciencia de la BBC, Victoria Gill.
El equipo de la Universidad de Kioto informó que vio cómo uno de los chimpancés enseñaba el truco a otro más joven.
Los resultados del estudio aparecieron en la publicación científica Primates.
Pese a este hallazgo, los científicos recordaron que este tipo de trampas es un riesgo importante para población de chimpancés salvajes, gravemente amenazada.

2010/06/23

Los chimpancés matan para robar tierras

Fuente: Publico.

Se organizan en patrullas y no dudan en cargar contra cualquier congénere con el que se topen cerca de los límites de su territorio. Así es como los miembros de una comunidad de 150 chimpancés de la selva de Ngogo, en el Parque Nacional de Kibale (Uganda), consigue expandir sus dominios, según un estudio publicado hoy en Current Biology.
Durante diez años, investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU) fueron testigos de 18 ataques mortales y tres agresiones ejecutadas por esta comunidad. En el verano de 2009, estos chimpancés comenzaron a relacionarse y alimentarse en la zona donde habían llevado a cabo el 66% de las batallas. Esta movilización aumentó el territorio de la comunidad en un 22%. Los autores creen que ésta es la motivación de los ataques.
"La investigación ayuda a entender la función de las agresiones letales entre grupos de chimpancés", explica el responsable del estudio, el ecólogo John Mitani. Uno de los ataques perpetrados fue ejecutado por 27 chimpancés contra un pequeño grupo de hembras y dos de sus crías. Los chimpancés más jóvenes fallecieron en la mayoría de los ataques observados por los investigadores.
Pero aunque los ataques revelen una conducta violenta, Mitani asegura que "las agresiones letales entre grupos tienen una naturaleza de cooperación", ya que la tierra y los recursos obtenidos fueron redistribuidos entre otros miembros del grupo.

2010/05/01

Los chimpancés redefinen al ser humano

Fuente: Publico.

Hace ahora medio siglo, una chica inglesa de 26 años y melena rubia que desentonaba en la selva de Tanzania como un orangután en una oficina de Londres, observó a un chimpancé adulto esgrimiendo una brizna de hierba para pescar termitas en su guarida de barro. La muchacha se llamaba Jane Goodall y hacía apenas tres años que había pisado África por primera vez, movida por su pasión por la novela Tarzán. Su mentor, el paleoantropólogo Louis Leakey, descubridor del Homo habilis, miró a Goodall y proclamó: "Ahora tenemos que redefinir la palabra herramienta, redefinir el concepto de hombre o aceptar que los chimpancés son humanos".
El antropólogo William McGrew comienza con esta anécdota un artículo sobre la tecnología punta de los chimpancés que se publica hoy en la revista Science. El descubrimiento casual de Goodall, junto a otras observaciones similares realizadas por el español Jordi Sabater Pi en Guinea, cambiaron la percepción del mundo. En un vistazo de apenas un minuto a un simio, el pensamiento cristiano que otorgaba en exclusiva el don de la inteligencia al hombre se desplomó. Los chimpancés empleaban herramientas y, como se supo después, también las fabricaban y enseñaban su manejo a otros individuos. Los monos tenían cultura. La escena del primate aprendiendo a emplear un hueso como herramienta, al compás de Así habló Zarathustra, que pintó Stanley Kubrick como origen del hombre en 2001: Odisea del espacio, dejó de tener sentido cuando los trabajos de Goodall se popularizaron. Aquellos mandobles con el hueso no definían al ser humano. Los chimpancés también empleaban útiles. La esencia del hombre debía estar en otra parte.
"La afirmación de Leakey es una falsa tricotomía. Las herramientas todavía son herramientas, los humanos son todavía humanos y los chimpancés son todavía chimpancés. Sin embargo, ahora nos damos cuenta de que la distancia entre lo que es humano y lo que no es mucho más pequeña de lo que pensábamos", explica McGrew a Público.
El antropólogo, de la Universidad de Cambridge, dibuja en su artículo una especie tecnificada, que usa herramientas para casi todo, según se ha descubierto en los últimos 50 años. Las utilizan para obtener alimentos, como cuando pescan hormigas. O para comer, como cuando usan un martillo de madera y un yunque de piedra para partir nueces. Incluso para conseguir sexo. Algunos machos tensan una hoja entre sus dientes y su mano y con la otra hacen que vibre. Esta música de la selva atrae a las hembras en celo.

Tenedor y palillos

El caso de los chimpancés es único. Ni los bonobos, también conocidos como chimpancés pigmeos, ni los gorilas exhiben esta capacidad tecnológica en libertad. En cambio, cada grupo de chimpancés utiliza unos 20 tipos de herramientas distintas. Y este kit cambia de una selva a otra, por el mismo motivo que un español come el arroz con tenedor y un chino, con palillos.
McGrew cree que esta capacidad para fabricar y utilizar un amplio abanico de herramientas complejas, exclusiva de los chimpancés y los humanos, es "impresionante". Recientemente, los científicos han observado simios que entretejen hojas y ramas para hacerse una cama, con somier y colchón. Incluso con almohada. Y a comienzos de esta semana, dos estudios diferentes mostraron un comportamiento conmovedor en dos grupos de chimpancés tras la muerte de varios individuos. Si hubieran sido humanos, hubiera sido fácil definirlo: duelo, luto.
En uno de los casos, un grupo de psicólogos de la Universidad de Stirling, en Escocia, observó un velatorio tras la muerte de una vieja hembra criada en un parque. Sus congéneres la acicalaron antes de morir y su hija permaneció con el cadáver toda la noche. En el otro caso, científicos de la Universidad de Oxford siguieron por las selvas de Bossou, en Guinea, a un grupo de chimpancés que acababa de perder a dos crías. Las madres transportaron y cuidaron a los cadáveres durante semanas. La coincidencia del ADN de chimpancés y humanos, superior al 90%, no es en balde: los primeros perciben la muerte de manera similar a los segundos. Ahora resta encontrar qué hay en ese ADN restante que nos hace humanos. "En mi opinión, la diferencia más importante entre humanos y no humanos es la posesión de un lenguaje completo", apunta McGrew.
El director del Centro de investigación en primates de la Universidad de Barcelona, Joaquim Veà, va más allá y apunta al "dominio del fuego" como rasgo distintivo del ser humano, entendido éste no como un urbanita de hoy, sino como la esencia del Homo sapiens desde que pisó por primera vez el planeta. "El resto de características, como el arte o la religión, son muy recientes", señala Veà.
Hoy es casi imposible diferenciar una herramienta de un chimpancé y la de un ancestro humano. Y algunos expertos creen que, con el paso de los milenios, su tecnología seguiría evolucionando, haciéndose más humana, casi como en El planeta de los simios. Pero Veà es más escéptico: "Dentro de unos milenios no habrá chimpancés". Sólo quedan unos 200.000, amenazados por el ébola y los cazadores furtivos.

2010/01/15

El semen del chimpancé es más fuerte que el humano

Fuente: Publico.

El primer análisis en detalle del cromosoma masculino Y de los chimpancés acaba de desvelar una evolución vertiginosa que diferencia al hombre de su pariente vivo más cercano, según desvela hoy un estudio en Nature. El trabajo echa por tierra las teorías que asumían que este paquete de ADN sufre una lenta pero constante pérdida de genes que hará que el sexo en humanos se determine de una forma distinta a la actual en unos 14 millones de años, un parpadeo en la evolución.

"Creemos que esa teoría no se sostiene", explica a Público Jennifer Hughes, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts y coautora del estudio. Su equipo acaba de demostrar que el cromosoma Y humano no ha perdido ni un solo gen desde que la especie se separó de los chimpancés en el árbol de la evolución, hace unos seis millones de años. También demuestran que los chimpancés sí han perdido muchos de esos genes hasta quedarse con un cromosoma Y muy diferente al de los hombres. Esto implica un cambio evolutivo en tiempo récord, mucho más rápido que el del resto de los genomas de ambas especies, muy similares.

Cambios evolutivos

La mayor parte de los cambios evolutivos encontrados se encuentran en zonas cuya función es producir esperma. Aunque los autores aún ignoran porqué, aventuran que gran parte podría deberse a los diferentes usos de apareamiento de monos y humanos.

Los chimpancés tienen un sistema de apareamiento en el que muchos machos copulan con la misma hembra receptiva, explica Hughes. "Esto significa que la competición es intensa y sólo el macho que produce más y mejor esperma conseguirá fertilizar el óvulo y pasar su legado a la siguiente generación", detalla. A esto se suma que el cromosoma Y siempre tiene que bailar solo, pues es el único que no intercambia fragmentos de su ADN con otros cromosomas y sólo se renueva remezclando y duplicando fragmentos propios. El resultado, especulan los autores, es que, al priorizar la producción de esperma, los chimpancés han perdido genes que se han conservado en el hombre. A cambio, el cromosoma Y humano "tal vez esté más expuesto a cambios que borran genes de la fertilidad masculina", comenta Hughes. Su equipo analizará el cromosoma Y de otros primates como el macaco en busca de nuevas diferencias.

Un cromosoma que no es tan decadente

Algunos estudios señalan que el cromosoma Y humano sufre una lenta decadencia y pierde más de cuatro genes cada millón de años.

Esto supondría que los humanos desarrollarían un nuevo sistema para determinar su sexo en unos 14 millones de años.

El nuevo estudio lo niega, tras comparar en detalle a humanos y chimpancés.

La investigación demuestra que el hombre no ha perdido ni un solo gen desde hace seis millones de años.

El trabajo añade que el cromosoma Y ha evolucionado mucho más rápido que los demás hasta ser muy diferente en ambas especies

2009/11/13

¿Por qué los chimpancés no pueden hablar?

Fuente: ABC.

Tenemos un parecido asombroso y estamos relacionados genéticamente. Pertenecemos al mismo árbol familiar y procedemos de los mismos «abuelos». Entonces, ¿por qué el cerebro de los seres humanos es capaz de desarrollar la habilidad innata para el lenguaje y el de los chimpancés no? Científicos de la Universidad de California (EE.UU.) creen que la diferencia radica en un solo gen. El estudio, publicado en la revista Nature, no solo podría explicar los motivos por los que el lenguaje es exclusivo del hombre, sino también encontrar una solución farmacológica a graves trastornos humanos caracterizados por la interrupción del habla, como el autismo y la esquizofrenia.

Los investigadores sospechan que buena parte de la respuesta al misterio radica en el gen llamado FOXP2, cuya composición en aminoácidos «cambió al mismo tiempo que los humanos modernos comenzaron a utilizar el lenguaje», explica el doctor Daniel Geschwind, profesor invitado del King's College de Londres. El caso es que, según el especialista, la investigación demuestra que el FOXP2 «no solo es distinto, sino que funciona de manera diferente en humanos y chimpancés».

Sólo dos cambios

El equipo de Geschwind diseccionó el cerebro de un chimpancé para comprobar cómo funciona este gen y lo comparó con células y tejidos humanos. Los científicos se centraron en la expresión génica, el proceso mediante el cual la secuencia de ADN de un gen se convierte en proteínas celulares. Para su sorpresa, encontraron que la forma de actuar el gen es diferente en cada especie, como si se tratara de un interruptor que enciende o apaga diferentes componentes según actúe en el cerebro humano o en el del chimpancé. Lo curioso es que tanta diferencia depende sólo de dos pequeños cambios en los aminoácidos específicos que se encuentran en la variante humana.

«Estos cambios genéticos pueden darnos las pistas de cómo nuestros cerebros desarrollaron su capacidad para el lenguaje», explica una de los autores del estudio, Genevieve Konopka. «Hemos identificado un nuevo conjunto de herramientas de cómo el habla humana podría ser regulada a nivel molecular». El descubrimiento ayudará a comprender cómo hemos adquirido habilidades cognitivas superiores como la percepción, la intuición o el razonamiento. Esta vía de estudio también arrojará luz sobre cómo el autismo o la esquizofrenia perturba la capacidad del cerebro para procesar el lenguaje.

2009/06/03

Las herramientas multiuso de los chimpancés

Fuente: El Mundo.

Las capacidades de los chimpancés son cada vez más soprendentes. No sólo son capaces de seleccionar las mejores piedras para cascar nueces o elegir el bastón más fiable para pasar un río. Ahora, además, se acaba de descubrir que también tienen utensilios multiusos que les permiten coger la miel de las colmenas.

El hallazgo ha sido realizado por el equipo del investigador Christophe Boesch, director del departamento de Primatología del Instituto Max Planck de Alemania, que durante años ha estudiado a chimpancés salvajes en África.

Tras 27 años investigando en el Parque Nacional Täi, de Costa de Marfil, en febrero de 2005 amplió su campo de acción al Parque Nacional de Loango, en Gabón, con el ánimo es documentar la evolución cultural y el uso de herramientas entre estos primates.

Entre febrero de ese año y septiembre de 2007, lograron encontrar 614 potenciales herramientas hechas por chimpancés en 45 localizacioens diferentes, la mayoría cerca de lugares con colmenas.

Su sorpresa fue mayúscula cuando observaron que los chimpancés a los que estaban vigilando eran capaces de construir y utilizar hasta cinco tipos diferentes de palitos para ayudarse a encontrar colmenas y poder extraer la miel que contienen.

Comprobaron, según publica New Scientist, que algunos eran muy finos y rectos para poder hacer sondeos en la tierra, en busca de las que están enterradas; otros, sin embargo, acababan en una punta 'trituradora' para poder romper la entrada a la colmena una vez localizada; algunos eran muy finos para servir como palanca alargada y analizar las paredes de la colmena en busca del preciado dulce.

Fases de la recolección

Una vez encontrado el manjar, se hacen con ramitas que tienen los extremos raídos para ir recogiendo la miel y poder sacar el máximo posible al exterior.

Los primatólogos encontraron a menudo todas estas distintas herramientas cerca de la misma colmena, lo que sugiere que estos grandes simios las emplean en el orden adecuado. Algunas tenían incluso dos posibilidades de uso: por un extremo servían para analizar las paredes y por otro servían para recolectar la miel. Es decir, eran multiusos, algo nunca visto en una especie animal que no sea la humana.

Tampoco habían sido encontradas tal como estaban, sino que habían sido fabricadas por los chimpancés en un proceso que requiere varios pasos diferentes, lo que, según publican los investigadores en la revista 'Journal of Human Evolution', requiere una gran capacidad de planificación de cada fase, comparado con el hecho de machacar una nuez con una piedra.

Otro aspecto sorprendente es la capacidad de estos primates de concebir objetos que no son vistos, como son las colmenas que están enterradas bajo tierra. "Las habilidades mentales que necesitan para realizar esto son las mismas que se supone que tuvieron los primeros seres humanos en los inicios de la Edad de Piedra", ha señalado Boesch.

Es más, el primatólogo cree que fue precisamente el deseo de obtener miel con éxito uno de los factores de presión que pudo haber favorecido el aumento de la inteligencia en nuestra especie.

Aún hoy, la miel sigue siendo uno de los manjares que más se valoran entre algunas étnias de cazadores recolectores de África.