Un centenar
de músicos acusa a la compañía sueca de no haber obtenido las licencias
adecuadas para la reproducción y distribución de sus temas de manera
intencional.
Spotify podría tener que hacer frente a un pago de 150 millones de dólares. El músico americano David Lowery
ha presentado una demanda colectiva junto a otros cien artistas contra
la empresa, asegurando que el servicio de música en streaming ha
difundido de manera ilegal varias de sus canciones, y reclamando esta
cantidad por daños y perjuicios. Los temas a los que alude Lowery,
pertenecen a su grupo Cracker, con títulos como “King of Bakersfield”,
“Almond Grove” o “Tonight I Cross the Border”.
En el documento Lowery y compañía alegan que Spotify causa un daño sustancial y lesiones a los titulares de derechos de autor al no obtener de manera intencional las licencias adecuadas para la reproducción y distribución de composiciones sujetas a derechos de autor.
La compañía sueca ha reconocido en parte que ha utilizado los temas del artista y los de otros sin autorización, por un mero asunto de agilización. Parece que Spotify es de las que prefiere pedir perdón a pedir permiso. En este sentido, la empresa podría haber reservado un fondo de entre 17 y 25 millones de dólares para el pago de estas liencias a posteriori.
“Tenemos el compromiso de pagar a los compositores y editores cada penique. Desafortunadamente, especialmente en EE.UU, los datos necesarios para confirmar los titulares de los derechos de autor suelen estar perdidos, erróneos o incompletos”, explica a The Verge el responsable global de Comunicaciones de Spotify, Jonathan Prince. “Cuando los titulares de derechos de autor no están claros, dejamos a un lado los royalties que les debemos hasta que podamos confirmar su identidad”, añade Prince.
A principios de este mes Spotify superó a Pandora como el servicio de música más popular del mundo. La app de la sueca, según un informe de App Annie, es la herramienta móvil de transmisión musical más utilizada tanto en iOS como en Android. Actualmente supera los 20 millones de suscriptores. Spotify también es la aplicación de este tipo que más ingresos consigue.
Pese a este éxito algunos artistas populares han decidido abandonar el servicio a causa del poco dinero que la firma ofrece por los royalties. Coldplay, Adele o Taylor Swift son algunos de los grandes que han dicho adiós a Spotify.
En el documento Lowery y compañía alegan que Spotify causa un daño sustancial y lesiones a los titulares de derechos de autor al no obtener de manera intencional las licencias adecuadas para la reproducción y distribución de composiciones sujetas a derechos de autor.
La compañía sueca ha reconocido en parte que ha utilizado los temas del artista y los de otros sin autorización, por un mero asunto de agilización. Parece que Spotify es de las que prefiere pedir perdón a pedir permiso. En este sentido, la empresa podría haber reservado un fondo de entre 17 y 25 millones de dólares para el pago de estas liencias a posteriori.
“Tenemos el compromiso de pagar a los compositores y editores cada penique. Desafortunadamente, especialmente en EE.UU, los datos necesarios para confirmar los titulares de los derechos de autor suelen estar perdidos, erróneos o incompletos”, explica a The Verge el responsable global de Comunicaciones de Spotify, Jonathan Prince. “Cuando los titulares de derechos de autor no están claros, dejamos a un lado los royalties que les debemos hasta que podamos confirmar su identidad”, añade Prince.
A principios de este mes Spotify superó a Pandora como el servicio de música más popular del mundo. La app de la sueca, según un informe de App Annie, es la herramienta móvil de transmisión musical más utilizada tanto en iOS como en Android. Actualmente supera los 20 millones de suscriptores. Spotify también es la aplicación de este tipo que más ingresos consigue.
Pese a este éxito algunos artistas populares han decidido abandonar el servicio a causa del poco dinero que la firma ofrece por los royalties. Coldplay, Adele o Taylor Swift son algunos de los grandes que han dicho adiós a Spotify.
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