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2011/01/10

Piratas informáticos "celebran" el cumpleaños del hijo de Kim Jong Il asaltando el twitter oficial de Pyongyang

El twitter oficial del régimen norcoreano ha sido asaltado este sábado por presuntos piratas informáticos surcoreanos, quienes han usado el microblog para publicar numerosos mensajes en los que se tacha al líder supremo del país, Kim Jong Il, y a su heredero, su hijo Kim Jong Un, de "enemigos declarados del pueblo" y se pide una "revolución" para derrocarles del poder.
Los más de 10.000 seguidores de la cuenta oficial de Corea del Norte (@uriminzok) han sido testigos del asalto, que ha tenido lugar el mismo día en el que Kim Jong Un celebra su presunto 26 cumpleaños --su fecha oficial de nacimiento es una incógnita-- y que se ha prolongado durante unas pocas horas.
En sus mensajes, los piratas informáticos han criticado el "extravagante" gasto nacional en armas nucleares y los despilfarros realizados por el líder del país en sus "bacanales de alcohol" mientras "tres millones de personas se están muriendo de hambre y de frío", según cita el diario estadounidense The Washington Post.
Los asaltantes han llegado incluso a enlazar un vídeo animado en YouTube en el que el hijo del líder norcoreano atropella con su deportivo de lujo a varios niños famélicos, sólo para terminar aplastado por los lujosos regalos (un yate, lingotes de oro y un Mercedes) que le ha pedido a su padre mientras conduce.
Sobre la identidad de los responsables, se especula con la posibilidad de que se traten de piratas informáticos surcoreanos, según estima la agencia oficial de noticias de Corea del Sur, Yonhap. Uno de los "tweets" traducidos por este medio reza así: "¡Crearemos un nuevo mundo derrocando a los enemigos declarados de nuestro pueblo, Kim Jong Il y su hijo Kim Jong Un!".
Este incidente tiene lugar en un momento en el que la tensión entre ambos países se ha relajado considerablemente tras semanas de escaramuzas y encendidas declaraciones. Corea del Norte ha renovado este sábado su llamamiento a la reanudación del diálogo entre ambas Coreas, y ha propuesto que esas conversaciones tengan lugar en el plazo de un mes, una propuesta a la que Seúl ha respondido con escepticismo y pidiendo acciones concretas a Pyongyang.

La Vanguardia

EE.UU. estudia un sistema de identificación para los internautas

El gobierno de los Estados Unidos está estudiando la creación de un sistema de identificación de los usuarios en internet, denominado 'Estrategia Nacional de Identidad en el Ciberespacio'. La iniciativa forma parte del paquete de medidas que el gobierno americano pretende adoptar para promover el aumento de la seguridad en internet tras formar, hace ya unas semanas, una división del ejército especializada en cuestiones de la red.
Para desarrollar el proyecto de identificación de internautas se va a crear un departamento específico y en los próximos meses el presidente americano dará más detalles de su iniciativa.
El objetivo, según el coordinador de seguridad cibernética americano, Howard Schmidt, es garantizar la privacidad de los usuarios y crear un correcto "ecosistema de identidad en Internet". La iniciativa no pretende suponer un método de control sino un sistema de seguridad.
"No estamos hablando de una tarjeta de identificación nacional. Tampoco es un sistema controlado por el gobierno. Lo que queremos es mejorar la seguridad y privacidad online y reducir e incluso eliminar la necesidad de memorizar una docena de contraseñas, a través de la creación y el uso de identidades digitales de mayor confianza" ha explicado el secretario de comercio americano, Gary Locke, en declaraciones a la CBS.
El departamento de comercio creará una oficina que se encargará del desarrollo y el control del proyecto. La idea es similar a la puesta en marcha por el gobierno español con la creación del DNI electrónico y la firma digital. En el plan de Obama los usuarios dispondrán de herramientas similares a las establecidas por el gobierno de España para identificarse cuando se conecten a Internet y así confirmar su identidad.
Grupos de usuarios de Internet y defensores de la privacidad pueden movilizarse en contra de este nuevo plan de identificación. Para anticipar las posibles reacciones, Howard Schmidt ha destacado que los ciudadanos "no tienen que obtener una credencial si no quieren".
Para que el proyecto triunfe el coordinador de seguridad ha explicado que el apoyo de las empresas es vital. "Necesitamos al sector privado para dirigir el uso de esta iniciativa al presente" ha explicado.

La Vanguardia

Nintendo distribuirá 4 millones de 3DS en su lanzamiento

Nintendo ha confirmado que el lanzamiento oficial de su nueva consola Nintendo 3DS se producirá en Japón el próximo 26 de febrero y que distribuirá 4 millones de unidades de la portátil para su lanzamiento.
Nintendo ha comunicado en su página web que su nueva portátil costará 25.000 yenes (232 euros) y estará disponible en dos colores: azul o negro.
En la caja básica la consola contará con un cargador, un lápiz táctil, una tarjeta de memoria SD de 2GB, seis tarjetas CA (para juegos con cámara) una guía de inicio, un manual de instrucciones y la clásica tarjeta de garantía del dispositivo.
Nintendo también ha facilitado más datos sobre las características de la nueva consola. Lo que más destaca es la duración de la batería. La compañía asegura que su batería tarda tres horas y medias en realizar una carga completa. Sobre su duración, se estima que la carga aguanta entre tres y cinco horas jugando a contenidos en 3D. Para los juegos de la Nintendo DS normal la duración aumenta hasta las ocho horas.
La salida al mercado de Nintendo 3DS es uno de los lanzamientos más esperados del año. La demanda de la consola puede ser muy elevada y distintas tiendas tienen previsto admitir reservas de la consola. Según los datos del portal especializado Kotaku puede que las reservas sean necesarias.
Al parecer Nintendo tiene previsto ofrecer para el lanzamiento de la consola un total de 4 millones de unidades. El reparto de los cuatro millones establece que un millón y medio de unidades se destinarían exclusivamente al mercado japonés, mientras que América y Europa tendrán que repartirse 2,5 millones de unidades.
La cantidad puede ser corta en función de la alta demanda que ha generado la nueva consola. Se espera que las unidades facilitadas por Nintendo aumenten para abastecer a los millones de aficionados de todo el mundo, pero es muy posible que pocos días después de ponerse a la venta las tiendas se queden sin unidades.
La estrategia de ofrecer un número reducido de dispositivos no es nueva y ya ha sido empleada por Nintendo en otros lanzamientos y campañas. El último ejemplo se dio con su consola Wii. Con las ventas que registraron de la consola de sobremesa puede que la compañía quiera emular su éxito.

La Vanguardia

Google ganó batalla de 'tablets', en feria electrónica de Las Vegas

El CES, la feria de tecnología más grande del mundo, que terminó este domingo en Las Vegas (Estados Unidos) dejó a Google como el más fuerte competidor del iPad, de Apple.
El sistema operativo Android -desarrollado por Google y bautizado Honeycomb (panal)-, será usado en el muy esperado tablet Xoom del fabricante de celulares Motorola, así como en una de Samsung y otra de LG.
Según el diario El País de España "Cuando todo parecía inventado, Google ha sabido pensar, por ejemplo, en una nueva versión, pensada para tocar con toda la mano de GoogleBooks, YouTube y GMail" destaca el diario.
Xoom saldría al mercado después del segundo trimestre de este año y aún no se conoce su precio. Tiene red 3G -y 4G para fin de año- una pantalla de 26 cm diagonal y un tamaño parecido al iPad. Pero a diferencia de éste, tiene cámaras con pantalla en ambos lados y lee videos en Flash.
Sin embargo la batalla entre los fabricantes de los tablets promete no tener tregua pues los gigantes del mundo tecnológico están decididos a evitar que Apple Inc domine el mercado de los computadores de pantalla táctil.
A pesar de esto Google se mantuvo como la 'vedette' de la feria pues además se dio a conocer que Android alcanzó el segundo puesto de los sistemas operativos más utilizados en los smartphones en Estados Unidos.
"El éxito de Google en la telefonía móvil es una victoria importante para un grupo que había sido muy criticado porque creíamos que tenía solo una cuerda en su arco", anotó el analista financiero Youssef Squali, de Jefferies.
"Sobre los 24,1 millones de tablets que pensamos que los consumidores estadounidenses comprarán en 2011, la mayoría serán iPads, pero los consumidores en busca de una alternativa más barata y rica en funciones se volcarán por Google y no Microsoft", dijo la analista Sarah Rotman.

El Tiempo

Una estafa se propaga por Facebook a velocidad de virus

Según informa la compañía Shopos, los mensajes, que se están publicando en los muros de los usuarios, solicitan compartir la actualización del estado de los miembros en Facebook y siguen el siguiente patrón: "My 1st St@tus was: '[mensaje aleatorio]'. This was posted on [fecha aleatoria].
Si los usuarios hacen clic en este enlace, que parece ser enviado por un amigo de Facebook, son llevados a una aplicación maligna. Esta aplicación pide a los usuarios permiso para acceder a su perfil, dándole la posibilidad a los cibercriminales de publicar el mismo mensaje en la cuenta afectada. Además, los usuarios también son llevados a una página web que contiene una encuesta.
Quienes están detrás de la estafa revisan el número de personas que han completado esta encuesta y, en algunos casos, se les ha solicitado su teléfono móvil con el fin de darles de alta en un servicio que supone un alto gasto añadido. Los usuarios de Facebook que han sido infectados deben eliminar las referencias a esta estafa en su muro, para evitar que siga extendiéndose entre sus amigos.
El consultor de tecnología de Shopos Grahan Cluley advierte que "si los usuarios permiten que estas aplicaciones tengan acceso a sus perfiles es posible que se haya publicado un mensaje en su muro que es visible a todos sus amigos y que puede ayudar a extender la estafa aún más".

Libertad Digital

Proponen un estándar de cargador inalámbrico

Durante la celebración del CES 2011 en Las Vegas, Qualcomm ha presentado la tecnología inalámbrica WiPower. Esta tecnología utiliza radiofrecuencia para transferir energía de forma inalámbrica a distancias cortas entre un cargador equipado con un sistema de transmisión y los dispositivos dotados con un receptor incorporado.
WiPower ofrece la posibilidad de cargar dispositivos a una velocidad similar a la que ofrece la red tradicional. Está diseñado para apagarse automáticamente cuando la carga se completa y permite "una alineación de dispositivos más flexible", aumentando las posibilidades para su instalación en teléfonos móviles y en otras ubicaciones como vehículos, muebles de oficina y en el hogar, además de espacios públicos como aeropuertos o cafeterías.
"Estamos deseando trabajar con Duracell y esperamos avanzar en la adopción de tecnologías de acoplamiento flexible, como WiPower de Qualcomm", asegura el vicepresidente ejecutivo y presidente del grupo de Qualcomm, Steve Mollenkopf.
Además, el presidente de la compañía Duracell, Stassi Anastassov ha asegurado que su compañía está "a las puertas de innovaciones similares que puedan permitir que la energía esté disponible de una manera tan sencilla como las conexiones wifi, tan comunes hoy en día" y se muestra "encantado" con "explorar las posibilidades de la carga inalámbrica de Qualcomm".

Libertad Digital

Los dos grandes fracasos tecnológicos de 2010

La palma de todas las listas se la llevan dos ingenios. Uno de hardware, el Microsoft Kin, y otro de software, el Google Wave. Ambos prometían mucho y al final no dieron nada. Costaron un dineral a las dos multinacionales y fueron retirados deprisa y corriendo ante la indiferencia que el mercado mostró hacia ellos.
Kin, el móvil de Microsoft
El primero, que no llegó a venderse en España, se trataba de un teléfono móvil pensado para los más jóvenes y concebido por sus creadores para vivir dentro de la "nube" de aplicaciones que hay en Internet. El Kin, que hacía gala de un diseño novedoso y hasta atractivo duró tres meses en el mercado. Las malas lenguas aseguran que los de Redmond no llegaron a vender ni 1.000 terminales, a pesar de la gran campaña publicitaria que acompañó su lanzamiento y al ruido que se generó en los blogs y páginas especializadas.
Verizon, la operadora que lanzó el Kin, se vio obligada a bajar el precio de los terminales a la mitad, pero ni con esas. Los errores del Kin eran demasiados para que sobreviviese en un mercado tan dinámico como el de la telefonía móvil, en el que el más mínimo fallo de cálculo pasa una costosa factura. Pero, ¿cuáles fueron esos errores?
Para empezar Microsoft creo de cero un sistema operativo propio para la gama Kin, compuesta por dos terminales denominados de un modo nada original, Kin One y Kin Two. En lugar de escoger la plataforma móvil de la casa, el Windows Phone, heredero del Windows Mobile y este a su vez del Windows CE, (todos dirigidos al mercado profesional) desarrolló un sistema pensado para estar todo el día conectado a las aplicaciones de la nube con especial predilección por las redes sociales.
En un mundo en el que lo que sobran son sistemas operativos móviles de última generación, partir de cero es una de las peores ideas que se podían ocurrir a Microsoft. El Kin partía, por lo tanto, con la desventaja de carecer de universo propio de aplicaciones, lo que, en un dispositivo dirigido a los jóvenes, es intolerable, al menos para sus usuarios, malcriados con la App Store del iPhone y el Android Market.
El segundo pecado capital del Kin fue el diseño del terminal. Con el teclado abierto el Kin One era parecido a una Blackberry por fuera, pero, claro, sin ser una Blackberry por dentro. Entre el original y la copia los incondicionales del teclado físico siguieron siendo fieles a sus Blackies de toda la vida. Con el teclado cerrado se asemejaba al Palm Pre, pero tampoco era un Palm ni disfrutaba de su legión de fans. El Kin Two era aún peor. Parecía un HTC de hace dos años o un Nokia N97. Con forma de chocolatina y un teclado deslizante, ni su cámara de 8 megapíxeles ni su capacidad para grabar vídeo en alta definición atrajeron la atención de nadie.
El diseño de los terminales constituye probablemente la mitad de su éxito en el mercado. Cabe parecerse al iPhone e incluso fusilarlo como hacen los coreanos, pero es inadmisible para el consumidor que a una marca le dé por copiar a Blackberry, a Palm o a los Nokia ladrilleros. El mercado no perdona estos deslices. Quizá Microsoft pensó que haciendo algo distinto a, por ejemplo, el Google Nexus One, otro de los fracasos tecnológicos del año, tendría alguna oportunidad de encajar en un nicho de jóvenes iphoneless oiphonifóbicos.
Los segundos ya tienen nicho propio dentro del cada vez más popular Android, los primeros se conforman con teléfonos normales de esos que sirven para llamar, recibir y enviar mensajes de texto. El Kin tenía, por lo tanto, un encaje difícil en un mercado saturado de terminales, sistemas operativos y una escalada de prestaciones como no se había visto nunca. Porque, en definitiva, el Kin no ofrecía nada que no tuviese la competencia y arrastraba algún que otro fallo de peso que los entendidos supieron apreciar a la primera.
El Kin One venía equipado con 4GB de memoria flash, el Kin Two, con 8GB. Hasta aquí todo perfecto. El problema es que en ninguno de los dos casos la capacidad de almacenamiento se podía ampliar mediante tarjetas de memoria. Eso se le perdona al Apple pero no a otras marcas, que sin excepción incluyen en sus terminales la posibilidad de expandir la memoria interna con tarjetas micro SD de hasta 32GB.
El último gran pecado del Kin no se debió a Microsoft, sino a la operadora que lo vendía en exclusiva. Verizon fijó tarifas demasiado altas para el público al que iba dirigido el teléfono. Si bien el coste del terminal era asequible –50 dólares el One y 100 el Two con permanencia–, no lo era tanto el plan de datos que la operadora obligaba a contratar a los compradores. Se trataba del Standard Verizon Smartphone Plan, que cuesta 40 dólares mensuales. Una cantidad razonable en España, pero disparatada en los Estados Unidos, donde se puede acceder a los datos por la mitad o menos.
Al final entre que el teléfono no era nada del otro y la operadora se empeñó en no venderlo, Microsoft cosechó sin pretenderlo en fracaso móvil más sonoro desde la difunta Nokia NGage, aquel teléfono-consola que se vendía hace años como evolución de la Game Boy.
Google Wave, la revolución que nunca fue
El otro gran fracaso tecnológico del año ha sido Google Wave. Duró en el mercado, eso sí, algo más que el Microsoft Kin. Fue lanzado en mayo de 2009 y cerró en agosto del año pasado. Catorce meses en los que se pasó de hablar de él como el producto más novedoso desde la invención del e-mail, a ser ignorado por todos, incluido por el propio Google, que, pasado el primer momento, se desinteresó del proyecto asumiendo que el mercado no estaba maduro para una aplicación semejante.
El hecho es que los que no estaban maduros –y, probablemente, no lo estarán nunca– eran los internautas. El Wave era una especie de correo electrónico hipervitaminado y cargado de nuevas funciones para trabajar en red que casi nadie entendía para qué servía. Al principio, como con casi todo lo que hace Google, se armó mucho escándalo internetero. Para acceder al Wave era precisa una invitación. Al principio se rifaban, algunas incluso se llegaron a vender por eBay hasta por 100 dólares según cuentan.
Sus creadores afirmaban que Wave lo iba a cambiar todo en Internet. Paulatinamente sustituiría al correo electrónico, a la mensajería instantánea y hasta las redes sociales. Si eso lo decía Google algo de verdad habría, por lo que todos los aficionados se volcaron y trataron por todos los medios de hacerse con una cuenta.
Luego, dentro del invento, la cosa cambiaba y el entusiasmo se enfriaba automáticamente. La curva de aprendizaje era muy larga y no todo el mundo tiene tanta vida en la red como creen –y posiblemente tengan– los ingenieros de Google. Algunos, muchos, se limitan a enviar y recibir correos electrónicos, navegar un rato por sus blogs favoritos, comprar un billete de avión, consultar algo en la Wikipedia, ver un par de vídeos en Youtube y ya está. Para eso no hace falta Google Wave, con un navegador cualquiera basta y sobra.
Este de no servir para gran cosa era sólo uno de sus pecados. El otro, del que se quejaban muchos usuarios, era su lentitud. La aplicación tardaba en cargar más de lo que estamos acostumbrados y hacer cualquier cosita con ella llevaba su tiempo. Parece mentira que Google, la empresa que ha cimentado su éxito sobre el minimalismo de su buscador, cometiese un error semejante.
Pero lo que mató al Wave no fue ni su complejidad ni su lentitud, a fin de cuentas Internet mismo fue las dos cosas al principio y terminó funcionando, sino un círculo vicioso que lo condenó a la marginalidad. Como era de difícil acceso y uso casi nadie se conectaba, y como casi nadie se conectaba, lo que lo hacían no le veían demasiada utilidad. Pasada la locura googlemaniaca de los primeros momentos, los usuarios fueron aparcando el Wave hasta que, ya en el cementerio de elefantes, Google decidió darle el tiro de gracia. Admitió deportivamente el fracaso y a otra cosa.
Lo que no mata engorda
El viejo dicho "lo que no mata engorda" se ajusta como un guante al mercado tecnológico. Tanto Microsoft como Google han aprendido y se han aprovechado de sendos fracasos. Los primeros han incorporado alguna que otra solución del Kin a su más reciente sistema operativo para teléfonos inteligentes: el Windows Phone 7, lanzado el pasado mes de noviembre. Google, por su parte, ha colocado la tecnología de Wave a aplicaciones corporativas como el Novell Vibe, el SAP StreamWork o el Wavelook, un cliente de escritorio que se integra en el Outlook de Microsoft.
Decía Schumpeter que el capitalismo era un inmenso proceso de destrucción creativa. En este mercado de la tecnología donde el capitalismo rinde sus mejores frutos en materia innovación y mejora continua, la destrucción de hoy crea el cacharrito o el programita de mañana. Consuela saber que, después de todo, ni el Kin ni el Wave han muerto en vano.

Libertad Digital