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Publico.
Con pinta de estrella del rock, Rik Ferguson (Londres, 1968) es uno de los expertos en seguridad más reputados del mundo. Este analista de la empresa Trend Micro , que mantiene un blog muy seguido por los especialistas en seguridad informática, visitó recientemente Madrid y, ante una sala plagada de responsables de seguridad de empresas y administraciones, repasó algunas de las amenazas que afectan a Internet, a las redes de las compañías y a los ordenadores de los usuarios.
Google reveló hace unas semanas que había sufrido un ataque a sus sistemas desde China, la operación Aurora, con el objetivo de robar parte de su propiedad intelectual. ¿Ha sido tan serio como han asegurado?
Fue un ataque con un objetivo concreto, no aleatorio. Se trató, a grandes rasgos, de una página web trampa que usaba una vulnerabilidad de Internet Explorer para instalar un programa malicioso conocido como caballo de Troya. Una vez instalado, el troyano conectaba con su origen, quedando la máquina bajo control del atacante. Pero no iba sólo contra Google. Otras 20 compañías también se han visto afectadas. Se ha tratado de un ataque muy serio.
Sin decirlo abiertamente, Google ha señalado a elementos del Gobierno chino y no a piratas individuales. ¿Tiene China un ejército de hackers?
Hay un consenso generalizado sobre el hecho de que el Ejército de Liberación Popular de China lleva años creando unidades de guerra electrónica compuestas de civiles y militares. Pero la extensión y cuánto hay de verdad en esto sólo lo pueden aclarar los chinos. En todo caso, sólo porque un ataque proceda de servidores en China o, como en este caso, Taiwán, no significa necesariamente que provenga realmente de China, ni supone que esté apoyado por el Gobierno chino. La naturaleza del espionaje de alta tecnología hace muy difícil llegar hasta su origen.
El ataque se aprovechó de un fallo de seguridad en Internet Explorer. Esto provocó que los gobiernos de Francia y Alemania desaconsejaran usar el navegador de Microsoft. ¿Fueron alarmistas?
La alarma se lanzó demasiado pronto y fue excesiva. El fallo afectaba sólo a la versión 6 de Explorer y, una semana después, también a la 7. Pero, por lo que sé, no ha a afectado a la última, la número 8. Si la gente se pasa a otro navegador sin estar familiarizada con su configuración puede que acaben en una situación menos segura que antes.
A finales de 2009, aparecieron dos virus informáticos para el iPhone. ¿Son los móviles la siguiente víctima?
Por ahora no son un gran problema. El primero era más una prueba de concepto y no salió de Australia. Pero el código fuente de este gusano ya está en Internet, cualquiera podrá cogerlo y hacerlo más dañino. La infección y difusión de un virus en la telefonía móvil será más rápida, ya que se puede difundir por Internet y también por la red de telefonía.
Además de los móviles ¿qué otras amenazas vendrán?
Las redes sociales, sin duda. Los ataques de siempre, spam [correo no deseado], virus, phishing [robo de información] se aprovecharán de la confianza propia de las redes sociales. Koobface, por ejemplo, es un nuevo gusano que circula por Facebook. Crea nuevas cuentas y solicita amigos. Si le agregas, te roba toda la información de tu perfil.
Pero, ¿por qué son más peligrosas las redes sociales que un correo que esconda un troyano o una web infectada?
Por dos razones. Antes era una empresa la que creaba el contenido y tú te limitabas a leer. Ahora, con la interactividad de la web 2.0, tú creas el contenido y puedes introducir material malintencionado. Lo segundo es la confianza. El contenido viene de tus amigos y te fías de ellos. Por eso es un ataque más potente.
La informática en la nube está de moda. ¿No es un peligro mayor tener los datos en servidores externos que en casa?
En las empresas, lo que hay que hacer es revisar la seguridad de los distintos proveedores. Sus niveles de seguridad siempre deberán estar por encima o al nivel de los propios. Para las personas, en el caso del correo personal o las redes sociales, hay que seleccionar, los datos más críticos no deben estar ahí.
Los expertos dicen que el eslabón más débil de la seguridad es el usuario. ¿No podrían hacer algo más las empresas, en particular las operadoras?
Deberían comprometerse más, es cierto. En EEUU ya hay algunas que avisan a los usuarios.
¿Y por qué no se extiende esto?
Por coste, les costaría mucho dinero. Tener un flujo de datos limpio exige tecnología y eso vale su dinero.