Fuente:
El Pais.
Samsung Electronics es conocida por sus televisores planos, sector en el que es líder, y por sus teléfonos móviles. Sin embargo, su actividad principal y la auténtica
joya de la corona es el diseño y fabricación de semiconductores para cualquier compañía, los diminutos componentes conocidos como
chips y que son el corazón de todo aparato mínimamente sofisticado.
Su actividad en semiconductores representa casi el 20% de la facturación de Samsung Electronics, que totaliza 65.000 millones de euros, y en la división trabajan 24.500 personas, la mayoría muy cualificados. Dispone de 13 fábricas de chips en el mayor complejo de semiconductores del mundo, que ocupa una superficie de 300 hectáreas en las localidades de Giheung y Hwaseong, al norte de la capital Seúl.
La actividad de semiconductores de Samsung, de 13.000 millones de euros, es la segunda más importante, tras la de Intel, cuyas ventas son de 24.500 millones. Detrás aparece Toshiba, con 7.500 millones, y ligeramente alejadas Texas Instruments, ST Micro, Infineon y Renesas, poco conocidas por el consumidor en general. De hecho, el único fabricante de semiconductores que suena al público es Intel, gracias a sus microprocesadores para ordenadores.
Samsung fabrica dos grandes tipos de semiconductores: memorias y circuitos lógicos. Es uno de los tres o cuatro productores de memorias RAM y flash del mundo, con lo que hay un tercio de probabilidades de que la memoria del ordenador, del móvil, del MP3, de la consola o de la tarjeta de la cámara esté hecha por Samsung, aunque el aparato sea de otra compañía.
Entre sus desarrollos más recientes está la memoria DRAM DDR3 de 4 gigabytes, más rápida que las DDR2 y DDR y que se convertirá pronto en el estándar para los ordenadores. Samsung iniciará a finales de año la producción masiva de un nuevo tipo de memoria flash, la PRAM, mucho más rápida porque graba los datos sin borrar los antiguos.
Dos divisiones
El otro gran apartado, de facturación similar a las memorias, son los circuitos lógicos, que Samsung diseña y fabrica para múltiples productos, desde televisores hasta móviles, y atiende las necesidades generales y específicas de cualquier empresa. "El énfasis actual es integrar distintas funciones en un mismo chip, un concepto que llamamos fusión", señala Hyoungli Jeon, directivo del centro de semiconductores.
El pasado enero, Samsung Electronics reorganizó el organigrama de la compañía en dos grandes divisiones: la de productos (Digital Media & Communication) y la de componentes (Device Solutions), con una facturación aproximada del 65% y 35%, respectivamente. La división de componentes tiene a su cargo, además de los semiconductores, la fabricación de los paneles LCD de televisores, portátiles, monitores y móviles, en otro gran complejo de 250 hectáreas situado en Tangjeong, muy cerca de Seúl.
La actividad principal del complejo de Tangjeong es la fabricación de pantallas LCD para televisores, cuya inversión comparte con Sony. El pasado junio se inauguró la segunda línea de producción de paneles de octava generación, de 2,2 por 2,5 metros, de las que se pueden sacar 12 pantallas de 40 pulgadas o seis de 52 pulgadas. La primera línea de octava generación se inició en 2007 y ahora se ha duplicado la capacidad con la segunda línea, totalizando 100.000 paneles mensuales. Se mantiene la actividad de las dos líneas de séptima generación, de 1,87 por 2,2 metros, con unos 90.000 paneles mensuales. La inversión de la segunda línea ha sido de unos 1.500 millones de euros.
Samsung fabrica en el mismo complejo pantallas LCD para móviles, portátiles y monitores, cuyo tamaño y características son distintas de las de los televisores. Recientemente, ha iniciado la fabricación de pantallas OLED de matriz activa para móviles, que llama Amoled, cuya principal diferencia es que emiten luz y no necesitan iluminación trasera como las LCD. La imagen se ve bien incluso con luz solar directa y consume menos energía que una LCD comparable.
Samsung considera que la tecnología OLED para móviles está resuelta, porque su tamaño es pequeño y el aparato no está tantas horas encendido como un televisor. Una pantalla OLED dura unas 10.000 horas, cuando una LCD pasa de las 80.000 horas y se puede cambiar la iluminación trasera. El coste de producción de una pantalla OLED de hasta ocho pulgadas no es prohibitivo, cosa que ahora sí ocurre con el tamaño de un televisor. Aparte de la actividad en LCD, Samsung tiene una filial que fabrica paneles de plasma para televisores y vende tanto televisores de plasma como LCD, con lo que su posición es neutra respecto al futuro de ambas tecnologías. También hace discos duros para ordenadores.
Integración vertical
Samsung Electronics es un ejemplo de integración vertical: fabrica los componentes clave que después utiliza en sus productos. Al mismo tiempo, suministra estos mismos componentes y otros específicos a cualquier compañía que se lo pida en condiciones de estricta igualdad.
Lo único que el consumidor ve de Samsung es lo que fabrica la división de productos, llamada Digital Media & Communication. Es la responsable del desarrollo, fabricación y comercialización de los móviles, televisores, electrodomésticos, ordenadores, impresoras y aparatos de sonido. Las cámaras y videocámaras están a cargo de la filial Samsung Digital Imaging, con lo que estrictamente no dependen de Samsung Electronics.
La actividad de semiconductores es casi tan antigua como la propia Samsung Electronics. La compañía se creó hace ahora 40 años y empezó con la fabricación de televisores con tecnología de la empresa japonesa Sanyo. La actividad de semiconductores data de 1974, cinco años después, y en 1983 se fabrica la primera memoria DRAM, por entonces de 64 kilobytes, con una capacidad un millón de veces inferior a las actuales en el mismo espacio. Hace ahora 20 años que Samsung Electronics inició sus actividades en España.
Lámparas LED en el borde
Samsung está promocionando mucho los televisores LED, que llevan los paneles LCD que fabrica la compañía, pero con la iluminación trasera a base de lámparas LED dispuestas a lo largo del borde, en vez de los tubos fluorescentes.
Con esta tecnología, llamada Edge-LED, se reduce el espesor del televisor hasta los tres milímetros y baja el consumo de energía, ya que la lámpara LED ocupa menos espacio y gasta menos que el tubo fluorescente de cátodo frío que se emplea en la mayoría de televisores.
La tecnología Edge-LED tiene un coste de fabricación el 30% superior a los tubos fluorescentes, aunque es mucho más eficiente. "El consumidor valora mucho que el televisor sea delgado", destaca Yangkyu Kim, uno de los responsables de televisión en Samsung. De momento, esta tecnología LED está disponible sólo en los televisores de Samsung, pero pronto lo estará en modelos de otros fabricantes, porque la compañía la venderá a terceros.
Hwang Choong, directivo de la parte técnica de los televisores, destaca que la pantalla y su retroiluminación es una parte muy importante del televisor, pero también lo son todos los circuitos de captura, proceso y mejora de la señal. Su departamento trabaja para integrar al máximo estos circuitos y hacer que ocupen menos espacio detrás de la pantalla. "Samsung es el único fabricante que hace todos los chips del televisor", asegura.