Más de veinticinco mil personas acaudaladas dejarán el Reino Unido y establecerán su residencia en otra parte en protesta por la elevación del tope impositivo del 45 al 50%, según predice una consultora de la City de Londres.
Como consecuencia del proyectado éxodo de multimillonarios, el Tesoro británico perderá el equivalente de 880 millones de euros de ingresos anuales y se eliminarán decenas de miles de puestos de trabajo, según el catastrófico panorama del Centre for Economics and Business Research (CEBR).
Esos multimillonarios sin otra patria que aquélla donde los impuestos sean más bajos tratarán de establecerse en algún cantón suizo de baja fiscalidad como el de Zug, advierte la consultora, que predice la pérdida de 140.000 puestos de trabajo y una caída del 3% del PIB de la City de Londres.
Varios empresarios que contribuyeron al triunfo del Partido Laborista en las elecciones de 1997, convencidos de que el Nuevo Laborismo había dejado de ver con envidia a los ricos, han criticado la subida impositiva que establece el nuevo presupuesto anunciado el miércoles por el ministro de Hacienda, Alistair Darling.
Entre ellos está el irlandés Eddie Jordan, que hizo su fortuna gracias a la Fórmula Uno, y que, según declara hoy él mismo en el diario "The Daily Telegraph", "podría irse a vivir fácilmente a Suiza o a Mónaco".
Otros son Tim Waterstone, el fundador de la mayor cadena de librerías del Reino Unido, que se declara afín al laborismo, pero critica también esa medida, y Maurice Hatter, que hizo su fortuna con la venta de componentes para la industria electrónica, y que califica el incremento de la presión fiscal para los ricos de "estúpida" porque disuadirá a los inversores extranjeros.
La prensa conservadora acusa al primer ministro, Gordon Brown, de haber roto la promesa que hicieron en su día los laboristas de no subir los impuestos.
El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, ha pedido a su partido que si gana las elecciones generales del próximo año, como predicen todas las encuestas, tome la medida de abolir la última subida, algo a lo que no ha querido, sin embargo, comprometerse el líder "tory", David Cameron.
Los estrategas del Partido Laborista creen, sin embargo, que la elevación de la carga fiscal para los ricos será bien acogida por la mayoría de los votantes, como demuestra un sondeo que publica hoy el diario "The Times", según el cual la apoyan un 57% de los ciudadanos frente a un 22% que la rechazan.