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La Jornada.
La disposición estadunidense despejó dudas sobre la próxima capitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reclamada por las jerarquías de la entidad y los países latinoamericanos, pero el crédito adicional en poco contribuirá a mitigar los efectos de la
crisis internacional.
El BID deberá aumentar su capital de 100 mil millones de dólares a un monto entre 250 mil millones y 280 mil millones de dólares, según la propuesta del presidente de la institución, el colombiano Luis Alberto Moreno, basado en un estudio de una comisión independiente, encabezada por el ex primer ministro de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
Hay un cierto consenso para iniciar el proceso de recapitalización, pero su materialización exigirá muchas consultas y negociaciones, admitió Moreno.
La 50 reunión de la Junta de Gobernadores resolvió que la gerencia del Banco "inicie inmediatamente" una revisión de las necesidades de incremento del capital ordinario y del Fondo de Operaciones Especiales, y que presente "a fines de abril" alternativas para ampliar los préstamos de emergencia para una rápida respuesta a la crisis.
La presencia del secretario del Tesoro (ministro de finanzas) de Estados Unidos, Timothy Geithner, en la 50 Asamblea de Gobernadores del BID, y su discurso en la sesión inaugural la noche del domingo, alentaron esperanzas de que la institución dispondrá pronto de más recursos para ampliar los préstamos a América Latina y el Caribe, compensando en parte el derrumbe del flujo internacional de capital privado.
Estados Unidos tiene una participación de 30 por ciento en el capital de la institución, y su posición es por tanto decisiva en todas las cuestiones del Banco.
El BID y otras instituciones financieras internacionales deben ampliar sus recursos para atender las demandas de financiamiento de la región "este y el próximo año", dijo Geithner, después de elogiar la "capacidad única" del BID para "ayudar a los países a aplicar programas adecuados para restaurar un crecimiento sustentable".
Pero los préstamos adicionales serán solo "una gota de agua" que no compensará la brutal retracción del capital extranjero en América Latina, admitió el ministro de Hacienda de República Dominicana, Vicente Bengoa. "Por lo menos ayudará a mitigar efectos de la crisis, especialmente los sociales", ampliando las inversiones del sector público, agregó.
Según su estimación, un aumento de capital a 280 mil millones de dólares permitirá al BID elevar a entre 15 mil y 18 mil millones de dólares sus préstamos anuales a la región. El récord, registrado en 2008, fue de 11 mil 200 millones de dólares, pero el promedio en el último lustro fue de 7 mil millones.
De todas formas, es muy poco en relación a la caída de las inversiones extranjeras en América Latina, que pasaron de 184 mil millones de dólares en 2007 a 89 mil millones el año pasado y posiblemente lleguen a 43 mil millones este año, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los aportes sumados del BID, el Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento "no compensan la espectacular caída del flujo de capital", pero es importante expandir la capacidad de esas instituciones para compensar "parte de las pérdidas de inversiones privadas", matizó el uruguayo Enrique Iglesias, ex presidente del BID y actual titular de la Secretaría General Iberoamericana.
El ministro dominicano Bengoa dijo temer que se postergue una decisión final sobre la recapitalización del BID. "Crear comisiones indica resistencia y dilaciones", cuando los nuevos recursos son "urgentes" en la región, para evitar la recesión y "la crisis de gobernabilidad" que sobrevendría con el agravamiento de los problemas sociales que generarían huelgas y disturbios, sostuvo.
Sería una "miopía" de Washington rechazar la recapitalización del BID, porque una recesión en América Latina agravaría la crisis estadunidense, ya que 40 por ciento de las compras regionales provienen de Estados Unidos, arguyó.
"A Estados Unidos le interesa que a América Latina le vaya bien", corroboró Iglesias, descartando la posibilidad de un rechazo a elevar el capital del BID.
La capitalización costaría muy poco a los 48 socios del Banco. El aporte en dinero correspondería a solo cuatro por ciento de los 180 mil millones de dólares de aumento del capital ordinario, es decir 7 mil 200 millones de dólares, y el resto se cumple con garantías. A Estados Unidos le tocaría erogar 2 mil 130 millones para mantener su participación accionaria de 30 por ciento.
Además, el aporte se hará en cuatro cuotas anuales, según Kuczynski, que estimó en 15 mil millones de dólares el total de préstamos que el Banco podría conceder cada año, "en forma sustentable", una vez elevado su capital al nivel reclamado. Pero la decisión de recapitalizar exige consenso, advirtió.
El BID, cuyo 50 aniversario se celebra en esta reunión anual entre el 27 y el 31 de marzo, ya tuvo ocho capitalizaciones. La última fue en 1995, durante la gestión de Iglesias, con un capital adicional de 40 mil millones de dólares.
Las sumas ahora en discusión son "modestas" teniendo en cuenta la inflación de los últimos 15 años y las necesidades impuestas por la crisis financiera internacional, evaluó Kuczynski.
Países pobres como Bolivia y Haití reclaman un aumento del Fondo de Operaciones Especiales del Banco, que les destina créditos a bajos intereses y plazos largos.
Otra novedad de esta reunión del BID fue el ingreso de China como socio número 48. Su adhesión agregará 350 millones de dólares, que se destinarán especialmente a los países más pobres y a inversiones de pequeñas empresas, en condiciones favorables.