La pesadilla de Google
Tim Weber
BBC economía
La adquisición de Google del sitio de videos caseros YouTube parecería una hábil maniobra empresarial. Para el equipo legal de la compañía, sin embargo, esto podría convertirse pronto en una horrible pesadilla.
He aquí el problema: aparte de los maravillosos y graciosos vídeos caseros, YouTube, al igual que otros sitios de videos, contiene mucho contenido pirateado.
Estos clips musicales y de películas patentados fueron descargados por miembros de YouTube que sacaron el contenido de la televisión, CD, DVD y otros sitios de internet.
Los afectados no sólo son los grandes estudios cinematográficos como Fox y gigantes de la comunicación como NBC y la BBC.
Muchos derechos pertenecen a miles de pequeñas productoras independientes e individuos que quieren mantener el control sobre sus productos y los ingresos que puedan generar.
Una estupidez
Hasta ahora la mayoría de los propietarios de patentes tenían pocos incentivos para poner un pleito contra YouTube. La empresa era joven y consumía rápidamente su capital riesgo.
Pero todo esto cambió ahora que YouTube pertenece al imperio de Google, con una capitalización bursátil de US$129.000 millones.
Tal como dijo Marc Cuban, un famoso empresario de internet conocido por decir lo que piensa, justo antes que se concluyese el acuerdo: "Google (estaría) loca de comprar YouTube. No hay duda, estupidez sería insuficiente para describir el error de una vida".
Cuban predijo en su sitio Blog Maverick que YouTube "enfrentará demandas de miles de propietarios de patentes" y podría convertirse en jugoso objetivo de empresas dedicadas al negocio de los pleitos.
La zanahoria jugosa de GooglePero la situación no debería ser tan negativa.
Después de todo, Cuban reconoce que YouTube y Google han concluido diversos acuerdos para compartir ingresos con algunos de los grandes propietarios de patentes.
Y en cuanto a los pequeños, Google intentará ofrecerles una zanahoria similar: tenemos un gran público y la tecnología de distribución para ofrecer sus vídeos. A cambio recibirá una parte de los ingresos por propaganda generados alrededor de su contenido.
Pero no todos aceptarán este acuerdo.
Y los realmente desagradables no dudarán en enjuiciar a Google.
Irán contra los miembros de YouTube que descarguen el contenido pirata, igual que las discográficas cuando localizaron a las personas que utilizaron Napster, Grokster y otras empresas que permitían compartir software para distribuir música patentada.
Unos pocos juicios llamativos serían suficientes para eliminar el gran activo de YouTube, su comunidad de usuarios.
Google y YouTube obviamente no se ven a si mismos como piratas de contenido.
Ellos sostienen que están respetando las leyes basadas en el estándar general de "uso apropiado" y el Apartado 512 de la Ley de Copyright del Milenio Digital de 1998.
La ley fue diseñada para proteger los derechos de autor en la era digital, aunque sus autores claramente no anticiparon la dinámica del mundo digital actual.
El Apartado 512 ayuda a los "proveedores de servicios" a evitar responsabilidades jurídicas por violaciones de patentes cometidas por otros.
Protección difusa
Es una legislación complicada pero este es un ejemplo de cómo se supone que debería funcionar:
Un proveedor de servicios (YouTube) almacena material (un clip de película pirateado) en su sistema en la dirección de un usuario (un miembro de YouTube). Cumplir estas condiciones le permitiría beneficiarse de esta ley pero sólo si YouTube facilita que los dueños de las patentes (la productora de películas) protesten por la violación y retira rápidamente el material pirateado.
El problema para Google es que las cosas no son tan fáciles.
Según Susan Feedman, experta en patentes del bufete de abogados Nixon Peabody, "Google está empujando los límites de lo que significa esta ley".
Los estatutos no son claros y "normalmente están un paso atrás de la tecnología", añadió Peabody.
Hasta ahora los tribunales estadounidenses todavía no han definido el significado de los estatutos.
Pero un par de defensas "512" ya han resultado desastrosas, como las de Napster y Grokster.
El Apartado 512 estipula claramente que el proveedor de servicios no debe percibir ningún beneficio financiero atribuible directamente a la actividad dudosa.
¿Qué efecto tendrá esto en los tribunales si Google generó ingresos por anuncios gracias a contenido pirateado en YouTube?
Nadie lo sabe, afirmó Laurin Mills, otro experto en patentes de la firma Nixon Peabody: "Se trata de la colisión entre una buena idea y una ley de patentes escrita antes que nadie pensara en las aplicaciones (de Google)".
Mills predice que YouTube continuará enfrentando pleitos porque su "uso apropiado" de material es único y la decisión final dependerá del contexto de cada clip.
Quemado dos veces
Google ya se quemó en el pasado. Google Print fue un plan para escanear todos los libros y facilitar su búsqueda.
Autores y editoriales de todo el mundo desataron su ira contra el gigante de búsquedas.
La agencia de noticias AFP fue a juicio para exigir que su contenido fuera retirado de Google Noticias.
En Bélgica el sitio de internet debió retirar contenido publicado por periódicos locales.
Si Google perdiese un gran pleito contra YouTube que dañase el precio de sus acciones, la compañía no sólo se vería inundada por pleitos de propietarios de patentes sino también de los accionistas enojados.
No hay duda que Google deberá trabajar duro para llevar a YouTube hacia aguas seguras.
Resulta imprescindible identificar sólidamente el contenido, marcar los vídeos, informar sobre los derechos de autor y establecer pautas claras de descarga para miembros de YouTube.
Hay un solo inconveniente: para algunos miembros esto supondrá que YouTube dejará de ser tan divertido.
Y sin diversión, se irán a otro sitio.
Y entonces el acuerdo de Google parecerá cada vez menos una ganga.