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2011/06/15

Los médicos avisan de la escasa inversión en patologías psiquiátricas

El Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP) publicó ayer un duro informe que acusa a la industria farmacéutica de abandonar la investigación sobre trastornos mentales. El documento se gestó en una reunión del ECNP celebrada en marzo en Niza (Francia), a la que asistieron investigadores, médicos, pacientes y representantes gubernamentales, según explica a este diario uno de los miembros españoles de la institución, el psiquiatra del hospital Gregorio Marañón (Madrid) Celso Arango.
El experto señala que todo empezó cuando el laboratorio GSK anunció "hace un año" que abandonaba el área de neurociencias "porque no era productiva. Desde entonces, varias compañías, como AstraZeneca y otras más, le han seguido", subraya Arango, que comenta que algo parecido ocurrió hace años con el desarrollo de antibióticos.
El experto no culpa enteramente a la industria que, "como es lógico", dice, busca beneficios. "Pero los enfermos no saben de rentabilidad", arguye el psiquiatra, que cree que desde los gobiernos se debería "hacer que a los laboratorios les fuera rentable investigar" o conseguir que "con dinero público se desarrolle lo que la industria va a dejar de hacer".
A pesar de que la prevalencia de enfermedades mentales ha aumentado en los últimos años, Arango reconoce: "Llevamos 20 años con fármacos con muchas promesas y pocas realidades". El experto asume que los investigadores "no han sabido explotar bien la parte de innovación" y apunta a que es necesaria la búsqueda de nuevos mecanismos de acción.
En este sentido, Arango destaca dos excepciones: una molécula en investigación para la esquizofrenia -que se está probando en ensayos clínicos en su hospital y cuyo mecanismo de acción es totalmente innovador- y el último antidepresivo aprobado en Europa, la agomelatina. "A las agencias les cuesta cada vez más aprobar fármacos porque son variaciones sobre lo mismo, por eso es necesaria la innovación", concluye el especialista.

Publico

2010/11/10

Psiquiatría: predecir la dosis y los efectos adversos

Las consultas de los psiquiatras están plagadas de pacientes que han probado más de tres pautas distintas de psicofármacos hasta lograr acertar con la que les funciona. Por eso, este campo es quizás de los que más requiera de test que permitan prever la eficacia en cada individuo de las opciones terapéuticas disponibles. Aunque la psiquiatría ha sido una de las últimas especialidades médicas en llegar a la predicción farmacogenética, existen varias mutaciones que predicen la respuesta a fármacos muy utilizados.
Uno de ellos es el popular antidepresivo citalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina. En 2009, se publicó en American Journal of Medical Genetics un estudio que demostraba que ciertas variaciones en el gen SLC6A4 predecían la remisión de la depresión en pacientes blancos no hispanos tratados con este medicamento. La empresa española AB Biotics ha recogido la mayoría de las asociaciones publicadas de este tipo y es capaz de aplicar un test de farmacogenética a 35 fármacos para cuatro patologías: esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar y epilepsia.
Tras extraer el ADN del paciente, en el laboratorio se analizan 58 variaciones que se localizan en 53 genes y no sólo predice la eficacia de los medicamentos sino, también, la dosis necesaria para alcanzarla. El test, llamado Neurofarmagen, se comercializa en España desde enero y, de momento, sólo se aplica a pacientes que no responden al tratamiento estándar.
Aunque el Hospital Clínic de Barcelona está realizando un estudio piloto para demostrar su eficacia, aún no se han publicado los resultados.
La principal crítica a este dispositivo es su precio. El análisis cuesta 1.450 euros, un precio que para los psiquiatras privados no es elevado si se tiene en cuenta que, en el 80% de los pacientes en los que se ha probado, ha supuesto un cambio de medicación o una modificación de la dosis prescrita.

Publico

2010/08/06

¿Estamos todos locos?

BBC Mundo

El mundo de la psiquiatría está en armas. La publicación del nuevo borrador del manual de diagnóstico mental de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ha generado una especie de batalla abierta en un gremio del que uno esperaría respuestas medidas y calmadas.
El llamado Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, es considerado como la biblia del diagnóstico e investigación psiquiátrica en todo el mundo.
Ahora su quinta versión, el DSM-V, recoge los numerosos desórdenes y desviaciones psicólogicas que se han registrados en los últimos años.
Pero para muchos psiquiatras ha expandido tanto las categorías y las ha convertido en una goma de chicle tan ancha, que temen que hayan desdibujado para siempre las fronteras entre el enfermo mental y el cada vez más reducido espacio de aquellos considerados normales.

Participe: lo normal de ser anormales

Ahora una revista científica, the Journal of Mental Heath, publica una edición especial dedicada a este tema en el que plantea abiertamente si después de la puesta en marcha de los nuevos parámetros alguien podrá ser considerado normal.
Condiciones como ansiedad depresiva mixta, desorden de regulación del temperamento, comida compulsiva, desorden neurocognitivo menor y comportamientos adictivos podrían ser nombres sofisticados para comportamientos que aún siendo ilógicos son completamente normales. O si no normales, si que, al menos, generalizados.

Insuficiente investigación

Según se argumenta en la revista el problema podría derivarse de que no se ha investigado lo suficiente como para considerar estos desórdenes como algo anormal.
"Los críticos del DSM están preocupados por la clasificación de condiciones novedosas como desórdenes psicólogicos. En la nueva edición, las pataletas de un niño y el dolor derivado de la pérdida de un ser querido podrían ser definidas como problemas de salud mental", escribe Jerome Wakefield del Departamento de Psiquiatría de Nueva York en la edición de Mental Health.
Por ejemplo el desorden de comida compulsiva, se basa en el criterio de alguien que se da atracones de comida una vez a la semana durante al menos un período de tres meses.
Para muchos, esto establece unos umbrales demasiado bajos. Al fin y al cabo la gran mayoría puede sentirse culpable de tener una relación tóxica con la comida al menos una vez a la semana.
Aunque como explica a BBC Mundo el Profesor Jerónimo Saiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría,"Habrá seguramente más condiciones, no sólo esto sino que el trastorno repercuta significativamente sobre el equilibrio del individuo, que haya interferencia sobre su vida normal, sobre su salud física, su peso. Lo que sí puede ser más arbitrario es fijar límites en tiempo".

Anterior edición

El problema de este manual, por el que se guía prácticamente el diagnóstico de la enfermedad mundial, es que cada uno de los cambios que se producen en sus ediciones tiene un impacto global, muchas veces no querido y otras totalmente intencionados.
Uno de los máximos detractores del nuevo manual es la persona que estuvo a cargo de la edición anterior, el DSM-4, publicada hace 16 años.
En un editorial en el diario Los Angeles Time, Allen Frances, afirmaba hace unos meses: "Aprendí a través de una dolorosa experiencia cómo pequeños cambios en la definición de desórdenes mentales pueden crear enormes e indeseadas consecuencias".
Y afirma que, incluso si su grupo de discusión fue conservador y cuidadoso, de forma inadvertida contribuyeron a la creación de tres falsas epidemias: desde la pasada edición a ahora los desórdenes de déficit de atención, autismo y desorden bipolar en la infancia se diagnostican más de lo que se debería.

La importancia del manual no debe desestimarse tampoco en una especialidad que depende sólo de los síntomas.
"En nuestra especialidad los diagnósticos son puramente clínicos, según agrupaciones de síntomas. En otras ramas de la medicina se puede contrastar a través de exploraciones complementarias como análisis o pruebas de imágenes pero en la psiquiatría no hay un parámetro que sea objetivo que sea capaz de admitir o descartar el diagnóstico", afirma Saiz.
Y los diagnósticos oficiales tienen más importancia de lo que pensamos.
"Tiene grandes consecuencias a la hora de procedimientos legales o bajas laborales", explica Saiz.
"En un país como Estados Unidos el diagnóstico es muy importante porque va a determinar la posibilidad de que la persona pueda reclamar cobertura a las aseguradoras de salud, algo que no pasa en Europa", explica a BBC Mundo la profesora Til Wykes, Psicóloga Clínica y de Rehabilitación del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres y Editora del Journal of Mental Health.
Y no hay quienes dejan de sugerir los beneficios monumentales para la industria farmacéutica que puede traer una medicalización de las conductas que se encuentran al borde de la patología.

Abierta a cambios

Como en todo, hay detractores y otros que no lo son tanto.
Para Saiz la existencia del manual tiene aspectos positivos porque "la clasificación facilita un lenguaje universal, facilita la investigación, el llegar a los tratamientos de una forma más uniforme y práctica y desde ese punto de vista la iniciativa es valiosa".
Y advierte que la nueva versión es todavía un borrador que está abierto a revisión "y que cualquier persona, profesional, enfermo, paciente o familiares, pueden enviar sus sugerencias sobre cambios".
Para la profesora Wykes en cambio "la mayoría de los cambios introducidos en la nueva versión implican un sistema de diagnóstico más incluyente donde el lago de la normalidad se encoge hasta convertirse en un mero charco".
La edición definitiva del manual no se publicará hasta el 2013 y se supone que tendrá muchas más de las 900 páginas de la cuarta edición, que ya sufrió un incremento importante en comparación con las 129 de la primera.
Parece reflejar una tendencia creciente en una sociedad donde los casos de enfermedad mental van en aumento.
Pero en cualquier caso ambos expertos coinciden: si usted tiene manías, piensa que hablan de usted cuando no está, se agarra a creencias mágicas, posee supersticiones, cree que su jefe está contra usted o comprueba que ha cerrado la puerta 20 veces antes de dejar su casa, mientras estas manías no interfieren con su vida cotidiana, usted todavía es una persona normal.
Lo que no sabemos a ciencia cierta es hasta cuando.

2010/07/30

La psiquiatría quiere tratar rasgos de carácter

Publico

Desde que en 1952 se publicara la primera versión del Manual de Desórdenes Mentales (DSM, del inglés) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), considerado la biblia de esta especialidad, unos 170 nuevos trastornos se han incorporado a su lista. Este aumento incesante del territorio de lo patológico no gusta a todos los especialistas, como explican dos psiquiatras británicas en un artículo publicado en el último número de Journal of Mental Health.
"Es poco útil, ya que convierte a cada vez más gente en personas con problemas mentales", alerta a Público una de las autoras, la investigadora del King's College de Londres (Reino Unido) Felicity Callard.
Este fenómeno implica que "la piscina de la normalidad se reduzca a un simple charco", alega el artículo. La APA, que espera publicar la quinta versión del manual en mayo de 2013, ha propuesto como nuevos trastornos la hipersexualidad y el desorden de excitación en mujeres. Otros trastornos presentes en la edición actual del DSM también son criticados por los expertos, como es el caso de la ansiedad social, al compartir rasgos con lo que podría ser sólo "timidez", explica Callard.
Además, según el texto, los umbrales del DSM para diagnosticar un trastorno mental son cada vez menos exigentes. Las autoras consideran que este fenómeno genera falsos positivos y sugestiona a pacientes que, aunque presentan riesgos de padecer un trastorno, pueden no desarrollarlo jamás. "Es como decir a diez personas con gripe que tienen riesgo de padecer neumonía cuando sólo uno tiene un verdadero riesgo", afirma el texto.

El lobby' farmacéutico

Entre las causas del aumento de los tipos de síndromes y la rebaja de sus requisitos para padecerlos se encuentra "la estrecha relación entre las empresas farmacéuticas y los dirigentes del sistema psiquiátrico", denuncia Callard. Durante 2008, las ventas de medicamentos para el síndrome de déficit de atención considerado un trastorno menor en EEUU superaron los 3.600 millones de euros. Además, la investigadora asegura que "la corriente dominante actual tiende a medicalizar los rasgos del carácter humano".
El catedrático de psiquiatría de la Universidad de Sevilla, José Giner, defiende el criterio del DSM: "Existen trastornos que se consideran menores, pero que son capaces de provocar suicidios". "El aumento de los tratamientos médicos se debe a la menor tolerancia de la sociedad al sufrimiento", opina. En cambio, según Callard, "la medicación puede acarrear serios problemas de efectos secundarios, sobre todo cuando es poco necesaria".
"El aumento de los diagnósticos y de la medicalización provoca que se reste atención a analizar por qué la gente parece trastornos mentales", concluye Callard.

2010/05/26

El fabricante del iPhone recluta psiquiatras para frenar los suicidios

Fuente: Cope.

El gigante taiwanés Foxconn, que fabrica el iPhone de Apple en China y otros aparatos tecnológicos de uso en todo el planeta, contratará a 2.000 psiquiatras y psicólogos para intentar frenar la oleada de suicidios en las fábricas chinas de la compañía. Las duras condiciones de trabajo podrían ser una de las principales causas.
El último suicidio se produjo el viernes pasado, cuando un empleado de 21 años saltó al vacío desde la azotea de una torre en las instalaciones de la empresa en Shenzhen. Este caso se suma a los diez intentos de suicidios con ocho fallecidos que vienen produciéndose en esa localidad china.
Ante esta alarmante situación, la  firma ha puesto en marcha el reclutamiento de profesionales en la materia en una feria de trabajo de Shenzhen. A los nuevos psiquiatras se les ofrece un salario anual de entre 25.000 y 75.000 dólares al año, cuando los trabajadores de las fábricas de la firma cobran un sueldo base anual de unos 1.750 dólares, según destaca el diario oficial "Global Times".

Todos los suicidas en la compañía eran jóvenes de menos de 25 años que empezaban a trabajar en el gigante tecnológico. Estos trágicos episodios han desatado el debate sobre las pésimas condiciones de trabajo y si las nuevas generaciones de chinos, más acomodadas que las anteriores, están preparadas para afrontarlas. Por ejemplo, en los dormitorios los empleados apenas se comunican entre ellos por lo extenuados que acaban la jornada.

2009/07/31

Un psiquiatra británico realiza terapia dentro de World of Warcraft

Fuente: MeriStation.

Internet y las tecnologías de la información están cambiando la forma de trabajar y de ver la vida de millones de personas del primer mundo. Las nuevas tecnologías ayudan a mejorar servicios como la atención médica, que alcanza un nuevo hito con la reciente iniciativa de un psiquiatra de Reino Unido.

El doctor Richard Graham, preocupado por el peligro de las adicciones a juegos multijugador masivo como World of Warcraft, ha decidido hacer terapia a través del juego, esto es, con un avatar dentro del mundo persistente del título (Azeroth) para ayudar a sus pacientes conectados. La ayuda de Blizzard mediante descuentos en las suscripciones de los profesionales es vital para mantener la iniciativa, según el doctor.

"Lanzaremos este proyecto a finales de año. Pienso que los profesionales deben estar al tanto de todos los parámetros que influyen al jugador dentro del juego", declara Graham en el rotativo The Telegraph. El doctor considera que el seguimiento online de los pacientes ayudará a evitar las adicciones.

De igual forma, Graham propone la creación de la figura del mentor o tutor de juego, que permanecerá con el jugador afectado por la adicción y monitorizará sus horas de juego. Para el psiquiatra, "los afectados no presentan el mismo perfil que los adolescentes anti-sociales porque permanecen ocultos en sus habitaciones aparentemente lejos de los problemas".