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2011/07/20

Cuatro maneras de evaluar cómo funciona la mente

Ante una cuestión difícil, pensar en la red

A 46 estudiantes de Harvard se les sometió a dos bloques de 16 preguntas, unas fáciles y otras difíciles. Tras las respuestas, a cada grupo se le sometió a una versión modificada de la prueba de Stroop. Esta tarea mide el tiempo de reacción ante una tarea provocada por la interferencia semántica entre una palabra y su significado. Por ejemplo, cuando se pregunta en qué color (en este caso negro) está escrita la palabra blanco. En este experimento se mostró en colores diferentes términos relacionados con la tecnología, como Google, Yahoo o ratón, junto a otros no relacionados con internet. Los investigadores comprobaron que los estudiantes tardaban más en decir el color de las primeras palabras que el de las segundas, lo que indicaría que estaban pensando en buscar las respuestas del test difícil en la red. “Parece que cuando nos enfrentamos a un vacío en nuestro conocimiento, tendemos a acudir al ordenador para corregir la situación”, escriben los investigadores.

Lo que se puede recuperar, se olvida

El segundo experimento contó con la participación de 60 estudiantes. Les presentaron 40 sencillos enunciados del tipo “El transbordador espacial ‘Columbia’ se desintegró durante la reentrada sobre Texas en febrero de 2003” que tuvieron que escribir en el ordenador. Los investigadores dividieron a los participantes en dos grupos. Mientras a unos les dijeron que la máquina grabaría lo que habían escrito, al resto les dijeron que la información sería borrada. Para complicar la prueba, pidieron a la mitad de cada grupo que memorizaran lo que habían escrito. Después, solicitaron a los 40 que escribieran los enunciados que recordaban. Aquellos que pensaban que la información no se había grabado fueron capaces de recordar más detalles de los enunciados que los que creían que sí se había hecho una copia. “Desde que los motores de búsqueda están a nuestra disposición, sentimos que no necesitamos codificar la información internamente. Cuando la necesitamos, la vamos a buscar”, concluyen.

La relativa importancia de tomar notas

A 28 estudiantes, esta vez de la Universidad de Columbia, les presentaron 30 enunciados sencillos y se les permitió tomar notas sobre ellos en el ordenador. También se les avisó de que, mientras que un tercio de las frases se guardarían en el equipo, otras aparecerían con un mensaje de que serían guardadas en una determinada carpeta mientras que el tercio restante serían borradas. Después se les volvieron a pasar las 30 frases pero con alguna palabra cambiada y se les preguntó si cada una mostraba lo que habían visto en el primer test. Aunque la capacidad de recuerdo de los enunciados fue alta en todos, recordaron mejor los enunciados que no se iban a conservar. Más sorprendente aún: las frases que sabían que habían sido guardadas se recordaban mejor. “La creencia de que uno no tendrá acceso a la información en el futuro mejora la memoria de su contenido, pero saber que fue guardada refuerza la idea de que se puede recuperar”, dice el estudio.

¿Dónde están los datos?

En una variación del tercer experimento, en el último de los test que se realizaron, 34 alumnos de la Universidad de Columbia leyeron otros 30 enunciados, pudiendo tomar notas que guardarían en determinadas carpetas del ordenador. Después se les dio diez minutos para escribir a mano tantas frases como recordaran. Por último, se les fue preguntando dónde habían guardado cada enunciado. Al comparar esto con lo que habían anotado, los investigadores comprobaron que los participantes recordaban mejor dónde estaban los enunciados que el contenido de los mismos. “Esta es una de las primeras evidencias de que cuando las personas esperan que la información permanecerá accesible de forma continua (por ejemplo, gracias a tener un acceso a internet ), son más propensas a recordar dónde se encuentra [la información] que a recordar los detalles de la información”, dicen.


Publico

2011/07/13

El superordenador Spinnaker simulará el cerebro humano

  Steve Furber creó en la década de los 80 la arquitectura ARM, hoy omnipresente en los microprocesadores de los dispositivos móviles. Ahora es profesor en la Universidad de Manchester, donde dirige junto a Andrew Brown, de la Universidad de Southampton, un proyecto que pretende simular el funcionamiento del cerebro humano a tiempo real mediante un supercomputador compuesto de un millón de chips ARM interconectados.
Pese al número, en realidad no es para tanto. Nuestro cerebro tiene entre 80.000 y 90.000 millones de neuronas y cada uno de los chips ARM es capaz de simular 1.000, de modo que el superordenador sólo sería capaz de llegar al 1% de la capacidad de nuestro cerebro. No obstante, su objetivo no es crear un Skynet sino una pequeña simulación que permita comprobar qué teoría sobre el funcionamiento de nuestro cerebro es la correcta.
"El cerebro es en sí mismo un sistema masivamente paralelo compuesto por componentes asíncronos de bajo rendimientos. Estos componentes, las neuronas, operan en escalas de tiempo de un milisegundo o más, y las principales vías de intercambio de información son mediante picos eléctricos", aseguran los dos investigadores. El averiguar cómo esos picos eléctricos transmiten en la práctica la información es el principal objetivo de Spinnaker (Spiking Neural Network architecture).
Habida cuenta del pasado de Furber, la elección de chips ARM parece inevitable, pero el investigador da una razón más, su reducido consumo: "Los procesadores son gratis. El verdadero coste de la computación está en la energía. Esto no ha sido así históricamente, pero el precio de los chips está bajando y el de la energía subiendo. Si esta tendencia continúa, como parece que sucederá, esta afirmación será verdad en algún punto."
Furber y Brown esperan tener listo el sistema para finales de 2012.

Libertad Digital

2011/04/29

El cerebro cubre la falta de sueño con 'siestas neuronales'

Un estudio puede haber encontrado explicación a los accidentes de carretera que se producen sin que el conductor llegue a dormirse, pero sí a sufrir momentáneos lapsus de atención que al volante pueden resultar fatales. Según el trabajo de un equipo de investigadores de EEUU e Italia, ciertas regiones de la corteza cerebral compensan la falta de sueño tomándose la libertad de apagarse aunque el individuo esté despierto. Estas neuronas que se quedan en off, aunque minoritarias en cada momento según los resultados, incluso sólo dos de un grupo de 20, pueden afectar al rendimiento.
Los científicos sometieron a un grupo de ratas a largos periodos de privación de sueño y analizaron lo que ocurría en sus cerebros y en su habilidad para alcanzar terrones de azúcar. Para evitar que los animales se durmiesen, los investigadores introducían en sus jaulas objetos que suscitaran su curiosidad, tales como pelotas de colores, cajas y tubos.
Según relatan los autores del estudio que hoy publica Nature, en esa situación "tanto el electroencefalograma (EEG) como el comportamiento indican vigilia". Y sin embargo, los resultados revelan que algunas neuronas duermen la siesta por su cuenta. "Después de un largo periodo de vigilia, algunas neuronas corticales se quedan brevemente offline como en el sueño". "Las neuronas a menudo se quedan offline en un área cortical pero no en otra", añaden. "Durante estos periodos de sueño local [las ratas] se ven progresivamente incapacitadas para alcanzar [la comida]".

Distinto del microsueño

Los científicos aclaran que es un fenómeno distinto y previo al microsueño, algo también habitual como causa de accidentes de tráfico, pero que consiste en pequeñas cabezadas de entre 3 y 15 segundos con los ojos cerrados y un patrón de EEG semejante al del sueño. En el caso de estas siestas neuronales, los ojos siguen abiertos y el efecto se parece más al de los lapsus que sufren los pacientes de epilepsia.
Según el director del estudio en la Universidad de Wisconsin, Giulio Tononi, "estas neuronas cansadas en un cerebro despierto pueden ser responsables de los lapsus de atención, falta de juicio, tendencia al error e irritabilidad que experimentamos cuando no hemos dormido lo suficiente pero no nos sentimos especialmente soñolientos". Los científicos advierten de que "antes incluso de sentir fatiga" se debe "dejar toda actividad que requiera estar alerta".

Publico 

El cerebro humano depende de un gen

Aunque millones de años de evolución han dado forma al cerebro humano para alumbrar la obra de Ana María Matute o el diseño de un nuevo espectrómetro, quizá gran parte de ello resida en un único pedazo de ADN. Es la conclusión de dos equipos de científicos que han estudiado casos extremos de microcefalia producidos por un defecto congénito.
Científicos de varias instituciones estadounidenses y británicas, en colaboración con investigadores de Turquía y Arabia Saudí, estudiaron los perfiles genéticos de dos familias paquistaníes, dos árabes y una turca, cuyos hijos presentan un cerebro que es la décima parte de uno normal, que carece de la típica estructura cortical humana y que les causa una discapacidad mental muy grave. Los afectados no responden a los estímulos externos, ni siquiera a los dolorosos; no reconocen a sus padres, sufren convulsiones y fallecen en los primeros años de vida.
En todos los casos los científicos encontraron mutaciones en el gen NDE1, asociado a la división celular y que es especialmente activo durante la neurogénesis. El defecto se transmite como recesivo (sólo se manifiesta si las dos copias del gen son defectuosas), pero en todas las familias había consanguinidad.
Según Murat Gunel, de la Universidad de Yale (EEUU) y codirector de uno de los dos estudios que hoy publica la revista American Journal of Human Genetics, "este gen desempeña un papel clave en la evolución del cerebro humano en los últimos cinco millones de años". "Estamos más cerca de entender este milagro", concluye.

Publico

2011/03/09

En Japón inventaron un 'casco' que lee la actividad cerebral

Este 'casco', que es capaz de medir la actividad cerebral y tiene aplicaciones para la neurociencia, es el último avance del centro de investigación japonés Cybernics, que lo presentó este martes en Tokio. 
El aparato, desarrollado por el profesor Yoshiyuki Sankai, fue mostrado al público por primera vez durante un foro internacional organizado por Cybernics para explorar las aplicaciones de la robótica en la medicina y la rehabilitación.
El objeto se coloca en la cabeza del paciente y, a través de tecnología óptica, mide las señales del cerebro y las transmite a un ordenador que las interpreta, tal y como mostró Sankai en una futurista demostración ante unos 500 asistentes al foro.
El 'casco' está pensado para ser utilizado al mismo tiempo que el traje robot, con lo que permite medir el efecto en el cerebro de ciertos ejercicios físicos, de la misma forma en que lo haría una resonancia magnética, explicó su creador.
Para desarrollar esta tecnología Sankai ha invertido tres años y, aunque el 'casco' que fue presentado es un prototipo, está previsto que este mismo año se hagan algunas pruebas en hospitales y el año próximo se simplifique el 'casco' para su eventual comercialización.
Cybernics también presentó las últimas versiones de su conocido traje-robot, una especie de esqueleto externo cibernético cuyo objetivo es facilitar los movimientos de ancianos y disminuidos físicos.
Bautizado como Hal, y presentado por primera vez hace tres años, este invento permite a los usuarios aumentar su fuerza de forma considerable, y ya es utilizado para labores de rehabilitación en hospitales de Japón, Suecia y Dinamarca. Próximamente será usado en Alemania.
El profesor Sankai mostró las últimas versiones de este traje, que, explicó, "ha mejorado su tecnología interna" y su sistema eléctrico y mecánico, lo que, entre otras cosas, lo hace más ligero.
Entre los avances, se ha logrado además fabricar una pareja de trajes-robot que pueden interactuar entre sí. Es decir, si un fisioterapeuta se enfunda uno de ellos y mueve, por ejemplo, una pierna, el paciente sometido a rehabilitación (y enfundado a su vez en el otro traje-robot) recibe el impulso de levantar la suya de forma simultánea, explicó.
En Japón un total de 65 hospitales utilizan el traje-robot Hal, que la empresa Cyberdyne, encargada de comercializar el invento de los laboratorios Cybernics, alquila por cerca de 1.700 dólares al mes.

El Tiempo

2011/02/11

El cerebro hace 'zooms' simultáneos para ver

Una persona charla con dos amigos en un bar repleto de gente que habla a gritos. A pesar de ello, puede entender a sus interlocutores porque su cerebro se concentra en las voces que le interesan y baja el volumen del ruido de fondo. De forma similar, la corteza cerebral usa diferentes tipos de zoom para percibir la forma, color y movimiento de los objetos.
Así lo ha demostrado un equipo de investigadores de la Universidad de A Coruña en un estudio que ha logrado desactivar la corteza del cerebro en gatos. "En los mamíferos, este área es el gran filtro de información entre el mundo exterior y el cerebro", explica Xurxo Mariño, uno de los autores del trabajo, publicado en PLoS ONE. La desactivación se ha logrado con estimulación magnética transcraneal (TMS), que apaga zonas del cerebro temporalmente y cuyos efectos desaparecen después de un tiempo.
El estudio demuestra que la corteza desactivada es incapaz de procesar toda la información que le llega, por lo que la visualización de las imágenes se distorsiona, ofreciendo claves de cómo ve el cerebro. Una de las respuestas es que lo hace por canales distintos y paralelos que permiten aumentar el detalle sobre la forma, color y movimiento de un objeto a la vez.

Publico

2011/02/01

Los expertos en juegos de mesa usan mejor el cerebro

Una nueva investigación descubrió que los expertos en juegos de mesa, como el ajedrez, utilizan una región del cerebro que el resto no solemos usar.
El estudio, publicado en Science, llevó a cabo escáneres cerebrales de jugadores, tanto profesionales como aficionados, del juego japonés shogi, también llamado ajedrez japonés debido a su similitud.
Los investigadores del Instituto de Ciencia Cerebral Riken, en Japón, descubrieron que las jugadas intuitivas que llevan a cabo estos jugadores no son naturales, sino que surgen del entrenamiento cerebral.
Los profesionales del shogi entrenan hasta por 10 años, tres o cuatro horas al día, para lograr la habilidad que se requiere para jugar a ese nivel.
Estos individuos son capaces de llevar a cabo decisiones "intuitivas" muy rápidas sobre la jugada o combinación de jugadas que harán en el tablero para lograr el mejor resultado.
Los científicos reclutaron a jugadores profesionales miembros de la Asociación Japonesa de Shogi.
También participó en el estudio un grupo de jugadores aficionados.
A 17 de los profesionales se les presentó un juego de shogi que ya estaba en progreso y se les dieron dos segundos para elegir la mejor jugada siguiente, de entre cuatro jugadas.
Según los investigadores, los escáneres cerebrales de estos jugadores mostraron una activación significativa en el área del núcleo caudado mientras llevaban a cabo sus jugadas rápidas.
Durante mucho tiempo se ha pensado que esa región del cerebro es responsable del control de los movimientos corporales voluntarios. Pero estudios más recientes lo han vinculado al aprendizaje y la memoria.

Actividad cerebral

Cuando se les pidió a los jugadores aficionados que eligieran rápidamente su mejor jugada siguiente, no se observó activación significativa en el núcleo caudado.
Esta actividad cerebral sólo se vio en los jugadores profesionales que llevaban a cabo decisiones muy rápidas sobre la siguiente mejor jugada.
Además, se encontró que los profesionales no usaban esa área del cerebro cuando se les daba un tiempo mayor a los ocho segundos para que pensaran estratégicamente sobre las siguientes jugadas que debían realizar.
Con este escenario no se activaba el área del núcleo caudado cerebral.
El profesor Keiji Tanaka, quien dirigió el estudio, dijo haberse sorprendido por el hallazgo ya que esta zona del cerebro, que forma parte de los ganglios basales, no está asociada con la inteligencia.
"Los jugadores profesionales comenzaron a usar partes del cerebro que están bien desarrolladas en ratones y ratas pero no tan desarrolladas en los primates", dice el científico.
"Así que el hallazgo fue una sorpresa, porque al volverse expertos los maestros shogi comienzan a usar todas las regiones del cerebro".
Según el profesor Tanaka, el hallazgo confirma la idea de que el cerebro puede ser entrenado para detectar patrones, y es poco probable que la gente nazca con la capacidad de intuición necesaria para ser un experto en juegos de mesa.

BBC Mundo

2010/12/29

El cerebro puede permanecer inmaduro hasta los 40 años

Una reciente investigación relativa al desarrollo del cerebro explica los motivos por los cuales, personas de entre 30 y 40 años continúan manifestando un comportamiento muy similar al adolescente, con rabietas y enfados.
Hay adultos que en ocasiones presentan actos no propios de su edad, como imposibilidad de asumir responsabilidades o compromisos. Según una investigación del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, el denominado "síndrome de Peter Pan" podría venir provocado por el lento desarrollo del cerebro.

Lento desarrollo

Hasta la actualidad se había considerado que la evolución de los mecanismos neuronales del ser humano terminaba en la infancia, pero el estudio ha revelado que ciertas zonas se mantienen en desarrollo durante más tiempo, explica Sarah-Jayne Blakmore, neurocientífica del instituto encargado de la investigación a physorg.com.
La toma de decisiones, empatía, comprensión y sistema de relación con otras personas son algunas de las funciones que se encuentran en la corteza prefrontal del cerebro, y aquella que tarda más en completar su proceso de desarrollo, incluso años después de haber superado la adolescencia.
Este descubrimiento explicaría los motivos por lo que, personas adultas se pueden comportar en determinados momentos casi como adolescentes, ya que éste área permanece en crecimiento durante más tiempo del habitual.

Ecodiario

2010/12/22

Padecer una experiencia traumática puede desordenar nuestros recuerdos

Una intensa experiencia traumática puede activar por sí misma recuerdos que no estén relacionados con ella. Esto es lo que se desprende de un nuevo trabajo elaborado por un equipo de investigadores de la Academia checa de Ciencias, en colaboración con la Universidad de Nueva York (EE UU), y que acaba de ser publicada en la revista especializada PLoS Biology. Los experimentos, realizados con ratas de laboratorio, arrojan nuevas pistas sobre cómo tratar los efectos del síndrome de estrés postraumático en los seres humanos.
Los animales se sometieron primero, en los laboratorios de Ciencias Neurales de la universidad neoyorquina, a una sencilla tarea de aprendizaje, que les obligaba a distinguir entre izquierda y derecha para poder tener acceso a su alimento. A continuación, les indujeron fuertes niveles de estrés obligándolos a nadar en un recipiente con agua.
Fenton y sus colegas de la Universidad de Nueva York han demostrado que el estrés en las ratas puede reactivar recuerdos que no estaba relacionados con la experiencia en sí misma, lo que según ellos "podría contribuir a la formación patológica de asociaciones inapropiadas en estos desórdenes".
Los resultados de estos experimentos llevaron a los autores a plantear como hipótesis que el estrés puede reactivar recuerdos no relacionados que se que se almacenan fuera del hipocampo.
Trasladado al campo de la neurología humana, "el estrés traumático facilitaría de ese modo tratar los efectos patológicos vistos en estos desórdenes y otras condiciones", concluyen.

20minutos

2010/12/18

Tratan cefalea con estimulación cerebral profunda

Del centenar de tipos de cefalea, una de las más extremas, la cefalea en racimo, está siendo tratada insertando un electrodo en el cerebro.
Esta radical técnica está destinada a aliviar la situación de pacientes aquejados de incesantes dolores de cabeza.
El Hospital de Neurología y Neurocirugía de Londres afirma que la estimulación cerebral profunda está teniendo un altísimo éxito ayudando a reducir la frecuencia de la llamada "cefalea en racimo" o cefalea de Horton.
Esta afección se caracteriza por los agudos dolores que sufre el paciente detrás de un ojo o en la sien. Junto a estos, los síntomas pueden incluir lagrimeo y congestión asociada con la fosa nasal.
Los dolores pueden hacerse presentes hasta ocho veces al día y durar entre 15 minutos a tres horas.
No es casual que, aunque la incidencia de este tipo de cefalea sea escasa (aparentemente afecta a un 0,0027 % de la población mundial entre los 20 y 50 años, y proporcionalmente más a los hombres) la tasa de suicidios entre quienes la padecen es altísima.
"Le hemos pedido a pacientes del sexo femenino que caractericen el dolor y que si han dado a luz, nos dirá que el dolor del parto es apenas una fracción del dolor que se siente con la cefalea de racimo", afirma el doctor Manjit Matharu, neurólogo.

El procedimiento

La estimulación profunda del cerebro involucra taladrar el occipital para poder insertar un electrodo de aleación de titanio en el hipotálamo posterior que permanece hiperactivo durante los dolores.
El electrodo se une con un cable a un marcapasos ubicado bajo la piel del pecho.
Cuando el estimulador se activa, manda una tenue señal eléctrica al cerebro.
Cerca de 80 pacientes en todo el mundo han experimentado la estimulación cerebral profunda para tratar la cefalea en racimo.
Unos seis de cada diez han experimentado una significativa mejoría.

Un paciente

Barrie Wilson, de 67 años, es uno de cinco pacientes con cefalea de racimo que han sido tratados con esta terapia.
Ha sufrido del mal durante 14 años y, al igual que otros pacientes, no tiene idea de por qué empezaron los dolores.
"No se puede estar de pie, no se puede uno sentar ni acostarse. Nada ayuda. Es una tortura", dice.
Sin embargo, todo eso ahora ha cambiado. Ya han pasado casi cuatro meses desde su operación y en todo este tiempo Wilson sólo ha tenido un episodio, en vez de las andanadas diarias.
Dice sentirse liberador: "Es como si me hubieran quitado un peso de encima"

Un neurocirujano

La estimulación profunda del cerebro ha sido utilizada por muchos años para el tratamiento del Mal de Parkinson y otros trastornos del movimiento.
El neurocirujano que operó a Barrie Wilson, Ludvic Zrinzo, afirma que el tratamiento está siendo puesto a prueba con el dolor crónico, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo.
"Estamos comenzando a entender un poco más sobre qué es lo que falla, no sólo en afecciones neurológicas, sino en las neurosiquiátricas, y sobre cómo puede ayudar la cirugía cuando los medicamentos no pueden".
El tratamiento para la cefalea cuesta entre US$37.000 y 45.000, pero el doctor Zrinzo dice que el precio debe ser contrastado con los beneficios que recibe el paciente.

BBC Mundo

La mujer que no conocía el miedo

Por primera vez científicos han logrado demostrar cómo una región del cerebro, llamada amígdala, es fundamental para provocar el miedo en el ser humano.
Los investigadores de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, describen el caso de una mujer cuya amígdala -una estructura parecida a una almendra en el cerebro- quedó destruida por causa de una enfermedad.
Los científicos observaron como la paciente -sólo identificada como SM- era incapaz de responder a estímulos de miedo ante víboras, arañas, películas de terror e incluso situaciones en las que su vida había estado en peligro.
Esto confirma, dicen los expertos en la publicación Current Biology, que la amígdala es esencial para provocar un estado de temor en el ser humano.
El avance, agregan, podría conducir a mejores tratamientos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos de ansiedad.

Proceso de emociones

Desde hace unos 50 años los estudios han demostrado que la amígdala -ubicada en la profundidad del lóbulo temporal- es la encargada del procesamiento de las reacciones emocionales, incluido el miedo.
Pero hasta ahora esos estudios sólo habían sido llevados a cabo con animales, desde ratas hasta monos.
Ahora, por primera vez, se logró confirmar en un ser humano.
"La naturaleza del miedo está basada en la supervivencia y la amígdala nos ayuda a mantenernos vivos al evitar situaciones, personas u objetos que puedan poner nuestra vida en peligro", explica el doctor Justin Feinstein, quien dirigió el estudio.
"Debido a que SM no tiene la amígdala, también carece de la capacidad para detectar y evitar el peligro en el mundo. Es realmente extraordinario que todavía esté viva", agrega el científico.
Los investigadores llevaron a cabo estudios durante varios años con la paciente. Confirmaron que era incapaz de reconocer el temor en expresiones faciales, pero hasta antes de este trabajo no se sabía si era capaz de experimentar por sí misma esta emoción.

Respuestas

Para comprobarlo, el doctor Feinstein y su equipo observaron y registraron las respuestas de la mujer al exponerla a víboras y arañas (dos de los animales más comúnmente temidos). También la evaluaron mirando películas de terror y durante una visita a una "casa embrujada".
Se midió cómo la paciente experimentaba el miedo con una serie de cuestionarios estándar que analizan diversos aspectos del temor y que van desde el miedo a la muerte hasta el temor a hablar en público.
Además, durante un período de tres meses se sometió a SM a un "diario de emociones" computarizado, en el cual debía calificar al azar su nivel de miedo en distintos momentos del día.
En todos los escenarios -dicen los autores- la paciente no logró experimentar temor.
"Y al hablar de sus experiencias pasadas, describió cómo había enfrentado numerosos eventos traumáticos que habían amenazado su misma existencia y, sin embargo, tal como informó, no le habían provocado miedo", agregan los expertos.
Según el doctor Feinsten, estos resultados sugieren que la amígdala humana es un área fundamental del cerebro para provocar un estado de miedo.
"Aunque la paciente es capaz de experimentar otras emociones, como felicidad y tristeza, es incapaz de sentir temor".
"Esto sugiere que el cerebro está organizado de tal forma que una región específica -la amígdala- se especializa en el procesamiento de una emoción específica: el miedo".

Apagar la amígdala

Los científicos creen que este hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos o mecanismos que logren "apagar" la amígdala de forma segura y no invasiva para pacientes que sufren trastornos como el de estrés postraumático.
Estas terapias podrían ayudar, por ejemplo, a veteranos de guerra que sufren de TEPT y cuyas vidas se ven controladas por un miedo constantemente presente en su vida.
A diferencia de estos individuos, afirma el doctor Feinstein, la paciente de este estudio "es inmune a esos estados de miedo y no muestra síntomas de estrés postraumático".
"Es imposible que los horrores de la vida penetren en su núcleo emocional. En esencia, los eventos traumáticos no dejan una huella emocional en su cerebro".
El científico agrega que "con el entendimiento de la forma como el cerebro procesa el miedo en casos como el de SM, algún día quizás podremos crear tratamientos dirigidos de forma selectiva a las áreas del cerebro que permiten que el miedo gobierne nuestras vidas".

BBC Mundo

2010/12/16

El cerebro "hiperconectado" de los pilotos de combate

Los pilotos de combate quizás basan su capacidad para actuar bajo enorme presión en la forma como su cerebro está conectado, revela un estudio.
La investigación encontró que la materia blanca y las conexiones del hemisferio cerebral derecho de los pilotos son diferentes a los de voluntarios sanos que no eran pilotos.
No es claro si estos individuos nacen así o desarrollan esas diferencias como resultado de su entrenamiento.
La investigación, llevada a cabo en la Universidad de Londres (UCL), aparece en Journal of Neuroscience (Revista de Neurociencia).
Los pilotos de combate de la Real Fuerza Área (RAF) están entrenados para volar a velocidad supersónicas a baja altitud, lo cual requiere un control fino con muy poco margen de error.
Se considera que esta disciplina alcanza el límite del rendimiento cognitivo humano, por eso los especialistas de la UCL decidieron estudiar las funciones cerebrales de estos individuos.
La investigación analizó la forma como 11 pilotos de aviones de combate Tornado de la RAF llevaron a cabo dos pruebas estándar cognitivo visuales para analizar su capacidad de pensamiento.
Los resultados de las pruebas fueron comparados con los de personas sanas de la misma edad y sexo que no tenían experiencia como pilotos.
Los individuos también fueron sometidos a escáneres de IRM para analizar la estructura de su cerebro.
Las dos pruebas visuales midieron qué tan rápido y preciso alguien puede responder a un objetivo, aunque se le distraiga.
Se encontró que en la primera prueba los pilotos respondían de forma más precisa que el otro grupo, pero no se encontraron diferencias en la segunda prueba.
Esto sugiere, dicen los autores, que su rendimiento cerebral está especializado en tareas específicas.
Según el profesor Masud Husain, del Instituto de Neurología y el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la UCL, les interesó estudiar a los pilotos porque se les considera un grupo experto en tomar decisiones precisas muy rápidamente.

¿Se nace o se hace?

Según el científico, esta capacidad para actuar de forma más precisa en ciertas tareas está asociada a diferencias en las conexiones del hemisferio derecho del cerebro.
Los resultados revelan que un control cognitivo óptimo está acompañado de alteraciones en la estructura del cerebro. No sólo son más grandes las áreas relevantes del cerebro sino que las conexiones entre estas áreas son diferentes, dice el investigador.
"Una pregunta interesante es si estos pilotos nacieron así, y por eso son buenos como pilotos, o han desarrollado estas diferencias con el entrenamiento" explica el experto a la BBC.
"Se ha sugerido que quizás nacieron así".
El doctor Husain espera ahora analizar a otros grupos de profesionales, como estrellas del deporte y banqueros, para ver si también muestran diferencias en su estructura cerebral.
"¿Y qué es lo que los hace diferentes? Son ciertas características en el cerebro que pueden observarse en un escáner", agrega.

BBC Mundo

2010/11/29

¿Por qué nuestro cerebro no procesa grandes números?

El gobierno irlandés anuncio esta semana que acepta los US$124.000 mil millones que le ofrece la Unión Europea para su rescate.
¿US$124.000 millones? ¿Cuánto dinero es eso? ¿La cifra le deja frío? Si le cuesta entender de cuánto dinero están hablando, no se preocupe, usted no es el único.
Las noticias nos inundan a diario con cifras grandísimas que no somos capaces de llegar a comprender. A veces, los números tan largos producen una cierta sensación de irrealidad que hace difícil asimilar su significado.
La BBC consultó a Brian Butterworth, profesor emérito de neuropsicología cognitiva del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College London, para saber por qué es tan difícil para nuestra mente entender los números grandes.

¿Por qué nos cuesta tanto entender las cifras multimillonarias?
Una de las cosas interesantes que ha descubierto la neurociencia recientemente es que la forma en que el cerebro representa números con los que no está muy familiarizado es que los representa de una forma comprimida.
Así, un billón no es en nuestro cerebro un millón de veces un millón, sino es algo mucho más grande.
Y eso no permite dar una idea a las personas de si tres billones es realmente demasiado mucho o demasiado poco.
¿Se debe a que somos malos en matemáticas?
Se debe en parte a los números que están fuera de nuestra experiencia diaria.
Por ejemplo en Italia, donde antes del euro tenían la lira, y miles de liras equivalían a cantidades inferiores a un dólar, la gente estaba muy acostumbrada a usar millares, millones o billones de liras, y eran cantidades que podían imaginar, podía venir a ser el precio de un apartamento en Venecia, por ejemplo.
Y, efectivamente, otra razón por la que es difícil es que las personas no son muy buenas en matemáticas.
Por ejemplo, Reino Unido se encuentra en la media entre los países de la OECD (Organización para la Economía la Cooperación y el Desarrollo que agrupa a 33 países), es peor que Australia o Canadá, mucho peor que China y Japán, pero mejor que Alemania o Estados Unidos.
Y sabemos por una reciente publicación de la OECD que las habilidades matemáticas de la población están relacionadas con el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Es decir, cuánto mejor nivel de matemáticas más crecimiento de PIB.
Lo que está diciendo es muy importante. No estamos hablando de que a medida que un país se desarrolla tiene más tiempo para una mejor educación sino que estamos diciendo que si nos convertimos en mejores en matemáticas esto es impulsa el crecimiento económico de un país...
Esto es exactamente lo que concluye el informe de la OECD: las matemáticas, más que ningún otra materia. La ciencia también es importante, más que leer, que también tiene un impacto. No han estudiado cosas como historia o geografía, porque es muy difícil realizar una comparación internacional pero las matemáticas son muy importantes.
Y no es sólo que sea necesario elevar el nivel general, aunque eso por supuesto ayudaría, es sobre todo el lograr que el 10 u 11% de la gente que tiene un menor nivel alcance el mínimo exigido por la OECD.
Hay muchas cosas muy básicas que mucha gente no es capaz de hacer. Si aumentas este nivel se incrementa el PIB en un 0,44% por año, lo que puede parecer que no es mucho pero a lo largo de los años crea un crecimiento considerable para el país.

BBC Mundo

2010/11/22

Desarrollan un software para el estudio del cerebro humano

Investigadores del Grupo de Informática Biomédica (IBIME), dirigido por la doctora Montserrat Robles y perteneciente al Instituto ITACA de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), han desarrollado un nuevo software que permite conocer de una manera objetiva y automática el estado y evolución del tejido cerebral afectado por cualquier patología neurológica.

El sistema mide el volumen de las distintas partes del cerebro a partir de imágenes de resonancia magnética (RM) "de forma automática mucho más rápido" que los métodos actuales, según ha informado la institución académica en un comunicado.

Este nuevo software, que estará disponible para toda la comunidad clínica e investigadora, ya que se basa en código Open Source, es uno de los "más precisos y avanzados" que existe actualmente en el mundo y constituye un "nuevo hito" para el diagnóstico, evaluación y seguimiento clínico de enfermedades como el alzheimer, la esquizofrenia, esclerosis múltiple o cualquier otra afección del sistema nervioso central.

En su desarrollo han trabajado de forma conjunta con los investigadores de la Politécnica de Valencia el doctor Luis Martí-Bonmatí (jefe del servicio de radiodiagnóstico del hospital Quirón Valencia) y expertos del Instituto Neurológico de Montreal (Canadá).

"Este nuevo sistema proporciona medidas objetivas de la anatomía cerebral y permite estudiar individualmente los volúmenes específicos de cada parte del cerebro. Además, se trata de un método totalmente automático, una característica básica para los médicos", ha apuntado José Vicente Manjón, investigador del Grupo de Informática Biomédica de la UPV y diseñador del nuevo software.

El software parte de las imágenes obtenidas de resonancia magnética y realiza un pre-procesado consistente en eliminar el "ruido" aleatorio producido por los equipos de RM. Posteriormente, homogeneíza la imagen y "extrae" todo lo que es el cerebro de la misma, eliminando músculo, huesos, entre otros y, finalmente, clasifica los tejidos.

Para ello, analiza píxel a píxel cada imagen del cerebro y determina la cantidad exacta en milímetros cúbicos de sustancia blanca, gris y líquido cefalorraquídeo de cada estructura cerebral. A partir de los resultados, el software genera una hoja de resultados donde se describen los volúmenes de las distintas áreas del cerebro. Gracias a esta hoja, el médico puede elaborar un informe más objetivo del estado del paciente.

"Conocer los volúmenes de las distintas estructuras que hay en el cerebro es tremendamente importante a la hora de evaluar la evolución de una patología. Por ejemplo, en casos de alzheimer se sabe que paulatinamente se produce una pérdida de masa cerebral debido a la muerte neuronal. Mediante volumetría podemos medir la progresión de la enfermedad viendo la cantidad de tejido que se va perdiendo", ha indicado el profesor Manjón. 

El principal avance de este nuevo sistema es que permite segmentar (es decir, seleccionar) estructuras específicas del cerebro (como por ejemplo el tálamo o el hipocampo) y estudiar "con detalle" su forma y tamaño para posteriormente correlacionarlas con el estado o la evolución de una patología determinada.

"Saber el volumen y la forma de estas estructuras nos puede dar una información muy valiosa sobre una patología. En el caso del hipocampo --determinante en patologías como la esquizofrenia-- apenas existe software en el mercado que puedan medirlo y los que hay tardan una media de tres-cuatro horas en ofrecer resultados. Nuestro sistema permite tenerlos en aproximadamente cinco minutos", explica el doctor Manjón.

La investigación desarrollada desde los laboratorios del Grupo IBIME fue publicada el pasado mes de septiembre en su edición online por la revista NeuroImage, una de las publicaciones científicas de más impacto internacional en este campo.

Canarias7

El cerebro está hecho para pecar

Los científicos ahora cuentan con herramientas tecnológicas para revelar la raíz de nuestros impulsos más oscuros, arraigados en lo más profundo de nuestro cerebro.
De acuerdo con estudios neurológicos, la evidencia es contundente: la naturaleza nos quiere malos.
Explore, de la mano de expertos, la naturaleza que nos impulsa a pecar.

Los siete pecados capitales

Lujuria

¿Alguna vez ha tratado de mostrarle una película pornográfica a alguien que está conectado a un escáner cerebral? No es una tarea fácil.
Primero, porque el escáner contiene un poderoso imán que atrae, a una alta velocidad, cualquier pieza metálica que no esté correctamente atornillada. Los componentes de los televisores no están a salvo.
A eso se suma el ruido. Los aparatos que emiten tomografías por resonancia magnética no son precisamente máquinas silenciosas. El zumbido se convierte en un intruso que indudablemente distraerá a todo aquel que intente relajarse para atestiguar una experiencia sexual.
Encima, el voluntario tiene que estar acostado en una posición perfectamente inmutable para que la persona que esté llevando a cabo la prueba pueda obtener una imagen nítida del cerebro.
Todo apunta a que el proceso no permitirá que la experiencia de ver el film erótico sea placentera.
Sin embargo, los expertos de la Northwestern University de Illinois, en Estados Unidos, han logrado superar estas dificultades prácticas.
Películas eróticas son proyectadas en una pantalla detrás del escáner. El voluntario puede verlas a través de un espejo que está arriba de sus ojos.
Con el objetivo de acallar el ruido, los voluntarios usan audífonos que transmiten los sonidos que realmente necesitan escuchar.
Pero, los problemas no terminan ahí.
"En general, sabemos que los hombres están más interesados en el erotismo visual", señala Adam Safron, investigador de la universidad estadounidense. "Es una tarea mucho más difícil conseguir que una mujer alcance el mismo grado de excitación (que los hombres)".
Estos son algunos de los desafíos que enfrentan los neurólogos de Northwestern University cuando intentan entender qué pasa en los cerebros de los hombres y las mujeres experimentan deseos sexuales.
Su investigación es ciertamente poco usual y revela que estamos diseñados para pecar.
Las imágenes de resonancia magnética reflejan que el sistema límbico (encargado de procesar respuestas fisiológicas frente a estímulos emocionales) en ambos sexos se activa cuando vemos algo que nos gusta.
Estructuras como el núcleo accumbens, involucrado en el placer y en las ansias, son el corazón del sistema. Son la cara deleitable del pecado.
Existe una razón obvia detrás de nuestra inclinación hacia la lujuria: pasar nuestros genes. La Madre Naturaleza nos anima a desarrollar un interés activo en la procreación.

Gula


El sistema de circuitos de recompensa de nuestros cerebros también se activa cuando comemos. "Encontrar gratificación en ese tipo de cosas responde a una lógica evolutiva. Si queremos organismos que se reproduzcan, también queremos que coman".
No obstante, el acto de comer por sí solo no tiene nada de malo. Se convierte en un problema cuando se transforma en gula. Y parece que incluso en ese caso podemos culpar a la naturaleza.
"En el ambiente en el que evolucionamos, los alimentos eran más escasos. No había ni tortas de chocolate ni hamburguesas", apunta Safron. "Durante gran parte de nuestra historia (como especie), la vida era muy difícil y esas condiciones adversas fueron las que modelaron nuestros cerebros. Fue cuando se estableció cuánto queríamos los alimentos y cuán gratificantes nos parecen".
Así que lo que en un momento fue un instinto de supervivencia ahora está vinculado al pecado. De hecho, se ha convertido en un problema que afecta a unos más que a otros.
"Algunas personas se sienten avasalladas por los llamados de la naturaleza", explica Safron. "Están demasiado motivadas a conseguir ciertas cosas y terminan siendo poco saludables dentro de los actuales estándares de vida. Se trata de la misma predisposición biológica que, en el pasado, les hubiese permitido adaptarse bien (al contexto)".
Pareciera ser que muchos de nosotros, hemos nacido demasiado tarde. De hecho, algunos siglos después. Ese impulso irresistible por el pastel de chocolate nos hubiese dejado muy bien parados en el año 4.000 a.C.

Pereza

Safron también considera que la pereza o la tendencia a no hacer absolutamente nada tiene sus raíces en nuestro proceso evolutivo como especie.
"Nunca teníamos la certeza de cuándo volveríamos a ingerir una comida sustanciosa. Así que, si era posible, descansábamos. Las calorías que no quemábamos mientras llevábamos a cabo actividades, las podíamos usar para procesos corporales de crecimiento o de recuperación".
Así que parece ser cierto. La Madre Naturaleza ha diseñado nuestros cerebros de manera que ciertas cosas nos producen placer para maximizar nuestros chances de sobrevivir como especie y transmitir nuestros genes.

Envidia

Pero no todos los pecados son placenteros. Un ejemplo es la envidia, ya sea que la sintamos cuando un colega es ascendido o cuando un compañero es seleccionado para jugar de titular primero que nosotros.
Nadie realmente disfruta ese sentimiento pero científicos en el Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón han estado provocándolo deliberadamente.
A un grupo de voluntarios hombres se le presentó los perfiles de personas:
  • Un hombre muy inteligente, con metas similares en la vida que los voluntarios, popular entre las mujeres y con una novia muy atractiva.
  • Una mujer exitosa, inteligente, atractiva para los hombres, pero con diferentes objetivos en la vida que los voluntarios.
  • Una mujer mediocre y nada popular.
Las mismas descripciones se le mostraron a un grupo de voluntarias, aunque con el género de los ejemplos al revés.
Mientras los participantes, conectados a escáneres cerebrales, leían los tres perfiles, los científicos observaban cuál era la región en la que fluía más sangre, y, por ende, la más activa.
Cuando todos los voluntarios, sin excepción, leyeron sobre la persona exitosa que tiene una pareja atractiva, se registró una reacción en una región del cerebro conocida como la corteza cingulada anterior.
"Es el área del cerebro vinculada en el procesamiento del dolor físico, así que la envidia es una emoción dolorosa", señala Hidehiko Takahashi, uno de los investigadores del estudio realizado el año pasado en Japón.
Si la envidia nos causa dolor ¿por qué la Madre Naturaleza es tan cruel que la incluye en el diseño de nuestros cerebros?
El mensaje importante de ese estudio, explica Takahashi, es que hubo una respuesta más contundente en la corteza cingulada anterior cuando los voluntarios y los estudiantes estaban leyendo el perfil de la persona que compartía los mismos objetivos.
"Existe un elemento positivo o constructivo en la envidia: nos motiva a mejorar nuestro propio desempeño o, si es difícil derrotar al rival, nos impulsa a concebir otras estrategias o cambiar las metas que nos propusimos o nuestros intereses".
Pero, la envidia tiene un lado oscuro. "Nos hace desearle algo malo a la otra persona. Puede inducir a un comportamiento inmoral o incluso criminal".

Soberbia

La soberbia también presenta los dos lados de la moneda.
En Montclair State University, a las afueras de la ciudad de Nueva York, un grupo de científicos ha estado bloqueando, temporalmente, ciertas partes del cerebro por medio de la estimulación magnética transcraneal.
La idea es simple: si puedes suspender la actividad de una determinada parte del cerebro, puedes llegar a descubrir de qué está encargada esa sección.
El procedimiento consiste en colocar cerca de la cabeza del voluntario una bobina que interrumpa el flujo eléctrico de las células cerebrales o neuronas.
Los participantes portan un dispositivo, que se parece a un gorro de natación, con unas marcas preestablecidas de los puntos en la materia gris que servirán de blancos.
Cuando el campo magnético golpea la corteza prefrontal medial del cerebro, algo interesante ocurre: "Lo que normalmente vemos, al menos en los voluntarios estadounidenses que participaron en el estudio, es una pequeña sensación de realce", indica el profesor Julian Paul Keenan, director del laboratorio de imágenes neuronales.
"Piensan que son un poco mejores de lo que realmente son". Pero, la estimulación magnética transcraneal puede desactivar esa sensación de autorealce.
Las palabras usadas por los participantes para describirse a sí mismos y a sus amigos, de repente cambia.

"Sin estimulación cerebral, tienden a decir: 'Soy inteligente y mi mejor amigo no lo es'. Pero con el aparato encendido, el orgullo se apaga y el vocabulario utilizado para definirse a sí mismos fue mucho menos adulador", explicó Keenan.
"Acabamos de finalizar el estudio de un fenómeno conocido como 'exceso de reivindicación', que se da cuando las personas pretenden saber cosas que en realidad desconocen. Si les doy una palabra que inventé como 'trianic', ellos realmente pensaran que conocen el término, cuando en realidad ni existe. Dirán: 'Sí, claro, he visto esa palabra antes, tiene que ver con biología'".
Basta con mover un interruptor y se apaga la majadería. Lo curioso es que la investigación de Keenan muestra que la modestia se origina en el mismo área, así que parece que es sencillamente arrogancia -u orgullo- disfrazado. "Son dos caras de la misma moneda", dice.
Los investigadores en Montclair están, en la actualidad, analizando si al remover la soberbia, con bloqueos en la corteza prefrontal medial del cerebro, provoca algo de depresión. Sin embargo, es aún prematuro para sacar conclusiones.
"Otros han encontrado que las personas que no experimentan la tendencia al autorealce son más proclives a sufrir de depresión. Si te das cuenta de cuán gordo realmente estás, el ánimo se te desplomará. En muchos casos, no es bueno verte a través de los ojos de los otros. Por eso es que un poco de ego es muy positivo", aseveró Keenan.
Volvemos a la misma idea del principio: moderación. "Es un tema constante en biología: ni demasiado, ni muy poquito", señaló Safron.
Pero en algunas personas, los condicionamientos de la naturaleza tienden a ser excesivos, al menos en el mundo moderno.
Tendría sentido entonces que nosotros, la especie civilizada del planeta, hubiéramos desarrollado un sistema de autocontrol para mantener nuestros instintos más básicos en raya.
En un experimento llevado a cabo en la Universidad de Montreal en Canadá, voluntarios vieron películas eróticas mientras sus cerebros eran escaneados.
Las imágenes produjeron reacciones en las partes más profundas y primitivas del cerebro, lo cual no le sorprende a nadie.
Pero, cuando se les pidió reprimir mentalmente su excitación sexual, dos partes diferentes del cerebro se activaron: la circunvolución frontal superior derecha y la circunvolución del cíngulo anterior derecho. Ambas secciones están ubicadas en los lóbulos frontales del cerebro, las partes del cerebro que hace a los seres humanos más humanos; las áreas que, entre otras cosas, son responsables de la conciencia.

Ira

Estudios sobre la ira muestran un panorama similar.
Unos científicos osados de la Universidad de New South Wales en Australia fustigaron a unos voluntarios para saber qué pasaba en sus cerebros cuando se enfurecían.
En aquellos de carácter melancólico y proclives a guardar rencor, más que en aquellos de personalidad explosiva, la corteza prefrontal medial (ubicada en los lóbulos frontales del cerebro) se activó rápidamente. Se trata de la región involucrada en moderar el comportamiento.
"Algunas personas son mejores que otras cuando tienen que inhibir sus impulsos", señaló Safron. "Otras personas podrían tener la misma reacción frente a un tipo específico de comportamiento, pero podrían experimentar menos inhibición frontal".
De manera que, en algunos de nosotros pareciera que la bestia primitiva que llevamos dentro tiene más probabilidades de salirse con la suya.
Las elecciones que hacemos en nuestras vidas son con frecuencia el resultado del diálogo que se establece entre las regiones primitiva y avanzada del cerebro.
"Estas partes de la evolución ancestral de nuestro cerebro están constantemente interactuando con la corteza, que se ha expandido más recientemente, para producir el comportamiento".
Pero, acota Safron, la parte emocional del cerebro, el sistema límbico, y la corteza avanzada se necesitan mutuamente para funcionar.
"Si se cortan las conexiones entre ellos, es muy difícil para la persona regular su comportamiento".
Ningún estudio demuestra esto más claramente que la investigación sobre psicópatas llevada a cabo por científicos del King’s College de Londres.
El año pasado, los investigadores usaron una poderosa nueva técnica de escaneo para obtener imágenes de resonancia magnética con tensor de difusión. El objetivo era estudiar la estructura cerebral de nueve criminales condenados por intento de asesinato, homicidio y violaciones múltiples con estrangulación.
El hallazgo fue que los nueve psicópatas presentaban más deficiencias en las conexiones entre su amígdala cerebral (conjunto de núcleos de neuronas que procesan y almacenan reacciones emocionales) y su corteza prefrontal que otras personas de su misma edad y con su mismo coeficiente intelectual.

Avaricia

Pero ¿no es nuestro comportamiento el resultado de nuestra naturaleza combinada con nuestro entorno, de las influencias que nos permean a medida que crecemos?
Desgraciadamente, cuando hablamos de la avaricia no existen estudios del cerebro que nos den una repuesta. "Los mecanismos de la avaricia podrían ser más complicados", dice Safron.
"Si hablamos de algo que podría estar influenciado por predisposiciones biológicas, la glotonería o la lujuria deberían mencionarse. Sabemos, por ejemplo, que hay neuroquímicos que aumentan o disminuyen la libido. Pero, hay algunas cosas que son universales y que no son necesariamente innatas y la avaricia podría ser una de ellas. Podrían haber bases innatas para la avaricia, pero debido a que es un fenómeno más complejo, podría estar más condicionado por el aprendizaje".
El grado en que la naturaleza o la educación nos conduce a ser malos depende del pecado. Pero cuando se trata de los deseos más simples, como comer o tener relaciones sexuales, no hay duda de lo que hay detrás de ellos.
"Una vez escuché que las emociones son los verdugos de la evolución. Son los instrumentos que usa la selección natural para hacer que los organismos logren propagar sus genes", reflexiona Safron.
Somos los títeres de la naturaleza que bailamos a un son que ha sido reforzado por generaciones.
Y esa probablemente es la mejor excusa para devorarse sin remordimiento ese pastel de chocolate...

BBC Mundo

2010/11/17

¿Puede un escáner cerebral medir quién será un buen ejecutivo?

John Madejski está a punto de saber lo que está pasando dentro su cabeza.
El conocido hombre de negocios británico está estirado en una camilla y es trasportado con cuidado a un equipo de resonancia magnética.
Pero Madejski no está enfermo. El escáner que le van a realizar es parte de un experimento único que pretende determinar si la ciencia puede aplicarse al estudio del liderazgo.
Neurocientíficos, psicólogos y expertos en gestión de la Universidad de Reading, en Inglaterra, colaboran en un estudio con el que se quiere examinar los cerebros de directores ejecutivos de empresas y líderes en otros campos, como el militar o el de las organizaciones de voluntariado.
"Queremos ver cómo líderes de diferentes sectores toman decisiones. Lo que hace que una persona pase de tomar una buena decisión a una mala, lo que sucede en la mente de las personas y lo que les lleva a esas elecciones", explica Kevin Money, de la escuela de negocios Henley, adscrita a la Universidad de Reading.
Dentro del equipo de resonancia magnética, John Madejski no está tan solo descansando, también está completando una serie de ejercicios.
El profesor Douglas Saddy, del Centro para Neurociencia y Neurodinámica Integradas de Reading observa mientras este hombre de negocios presiona un teclado para tomar diversas decisiones financieras.
"En este caso", explica Saddy, "lo que se le pide que haga es realizar un juicio sobre si, dada una cierta cantidad de información, una gratificación a corto plazo es mejor que una a largo plazo".

Cautela

Mientras presiona el teclado, se mide su actividad cerebral. El resultado de estas pruebas y de otros escáneres se juntarán para intentar extraer algunas conclusiones.
Madejski sale del escáner con aspecto de estar bastante animado.
"Creo que encontraron mi cerebro", bromea. Este empresario ha ganado suficiente dinero con sus diversos negocios como para comprar un club de fútbol y financiar un Centro para la Reputación en la escuela de negocios Henley.
Está entusiasmado con el proyecto y ha prometido animar a algunos de sus colegas magnates para que se dejen hacer los escáneres cerebrales.
El doctor Money es cauteloso sobre los resultados de la investigación.
"Es demasiado pronto. No podemos examinar el cerebro de una persona y extraer demasiadas conclusiones. Lo que podemos hacer es examinar diferentes grupos –por ejemplo militares y hombres de negocios- y comparar la educación del liderazgo en esos grupos", señala.
Pero usar la tecnología para saber lo que hace falta para ser un buen líder no es nuevo.

Psicometría

Durante décadas, organizaciones en todo el mundo han utilizado pruebas psicométricas para ayudar a elegir candidatos para posiciones de responsabilidad y para tratar de entender qué hace que alguien sea un buen líder.
Pero la psicometría es una ciencia controversial, y algunos de sus críticos aseguran que realiza afirmaciones que no pueden ser probadas.
El profesor Peter Saville ha dirigido durante años un negocio que se dedica a proporcionar técnicas de psicometría.
Saville me cuenta la historia de su ciencia que, afirma, se remonta a técnicas utilizadas en Inglaterra en el siglo XVII para seleccionar a oficiales navales, e insiste en que realiza un contribución importante a la tarea de elegir buenos candidatos para un puesto de trabajo.
"Todavía se encuentran entrevistadores que juzgan a los candidatos por el primer minuto de una entrevista", asegura.
"Lo único que hacemos es reducir las posibilidades de elegir al candidato erróneo. Es la ciencia frente a los sentimientos".
El profesor Saville prepara una prueba para medir mis habilidades de liderazgo.
Incluye 36 preguntas bastante complicadas en las que se me pide clasificar mis propias habilidades, desde la capacidad de decisión hasta el pensamiento estratégico.
Tras completar el cuestionario, el profesor Saville me entrega un informe.
Éste no es alentador. "Te sitúas en la parte baja del 2% de la población en cuanto a visión estratégica", me dice.
Pero trata de animarme asegurándome que he obtenido una alta puntuación como comunicador y como relacionista –habilidades importantes para un periodista- aunque deja claro que no se me va a pedir en un futuro próximo que dirija una gran organización.

Escepticismo

Así que, ¿puede ser que la industria de los recursos humanos que ya utiliza la psicometría emplee ahora otras técnicas, incluyendo los escáneres cerebrales? La cazadora de talentos Virgina Eastman se muestra escéptica.
Eastman se encarga de conseguir candidatos para altos cargos en organizaciones de medios globales.
Afirma que las nuevas tecnologías están haciendo que sea más sencillo el proceso comunicarse con líderes adecuados y evaluarlos, pero hasta ahí llega la cosa.
"Nuestra profesión está construida sobre un elemento: el consenso de que todos reconocemos lo que es bueno y que somos nosotros los que hacemos ese juicio. Ninguna máquina puede reemplazar eso", asegura.
Neurocientíficos y psicólogos creen que pueden hacer una contribución real a nuestro entendimiento de lo que hace que un líder sea sólido.
Pero por el momento, aquellos cuyo trabajo es seleccionar líderes todavía creen que su trabajo es más un arte que una tecnología.

BBC Mundo

2010/11/12

Vinculan lesiones cerebrales con delincuencia

Un estudio en el Reino Unido encontró un vínculo entre la delincuencia juvenil y las probabilidades de haber sufrido una lesión cerebral.
La investigación con 197 jóvenes delincuentes reveló que cerca de la mitad de los participantes habían sufrido una lesión en el cerebro durante la infancia, una proporción tres veces mayor que en el resto de la población.
Los investigadores de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, encontraron también una relación entre las heridas múltiples en la cabeza e incurrir en delitos más violentos.
Los científicos creen que un mejor monitoreo de estas lesiones podría evitar que los jóvenes vuelvan a incurrir en la delincuencia.
En la investigación, los 197 delincuentes de entre 11 y 19 años respondieron preguntas sobre su historial médico pasado, condenas, salud mental y uso de drogas.
Los investigadores consideraron los efectos de un trauma cerebral junto con otros factores, como privaciones y falta de oportunidades, para determinar si una lesión cerebral en la niñez contribuyó a futuros actos de conducta criminal.
El estudio, publicado en la revista Neuropsychological Rehabilitation (Rehabilitación Neuropsicológica), reveló que aunque es poco probable que una lesión cerebral sola aumente las probabilidades de conducta criminal, ésta puede ser un factor en los jóvenes que ya son susceptibles al crimen y podría aumentar las posibilidades de que cometan delitos repetidos.
"Las asociaciones entre lesiones cerebrales y crimen son muy problemáticas" explica a la BBC el profesor Huw Williams, experto en neuropsicología clínica de la Universidad de Exeter, quien dirigió el estudio.
"Podría no ser causal en el sentido de incrementar las probabilidades de cometer un crimen, pero también podría ser un factor en términos en volver a incurrir en el delito".
La evidencia ha demostrado que las lesiones cerebrales, en particular las que causan pérdida de consciencia, pueden conducir a problemas de atención, memoria, planeación y conducta.
Según el profesor Williams es importante atender a los niños que muestran algunas de estas características en el escuela debido a que no son capaces de concentrarse.
El estudio también encontró que los adultos que dijeron haber sufrido una lesión en la cabeza eran, en promedio, cinco años más jóvenes cuando fueron enviados a prisión por primera vez que los que no habían sufrido la herida.

Noqueados

Los científicos descubrieron que las lesiones repetitivas eran comunes entre los jóvenes delincuentes. Una terca parte de los que las habían sufrido informaron que los habían "noqueado" en más de una ocasión.
Estos delincuentes también habían cometido crímenes más violentos.
"Descubrimos que había una relación entre tres o más lesiones de la cabeza y una mayor violencia en la historia de los delincuentes" afirma el profesor Williams.
Y sugiere que debe ponerse más atención a los jóvenes delincuentes que sufrieron lesiones cerebrales.
"El hecho de que estas personas tengan vidas mucho más violentas y que las lesiones en la cabeza sean una consecuencia de ello podría ser un marcador, pero también podría ser probable que tengan más problemas en términos del efecto neurocognitivo de una lesión cerebral", señala el experto.
"Esto incluye problemas de control de impulsos, no poder "leer" bien a la gente, el entendimiento de las expresiones faciales de los demás, o ser muy rápido al reaccionar cuando se sienten amenazados".
"Todo esto podría estar incluido en la mezcla".
Los científicos subrayan, sin embargo, que aunque la investigación presenta evidencia alarmante, los padres con hijos que sufrieron una lesión en la cabeza no deben preocuparse ya que otros factores sociales tienen una influencia mucho más grande en el futuro de un niño.

BBC Mundo

2010/11/10

La eliminación de proteínas del cerebro puede borrar los recuerdos traumáticos

Investigadores de la Escuela Médica de la Universidad Johns Hopkins y del Instituto Médico Howard Hughes, en Estados Unidos, han descubierto que eliminando ciertas proteínas de la región del cerebro responsable de recordar los temores, se pueden borrar de manera permanente los recuerdos traumáticos.
Aunque este hecho sólo se ha comprobado en ratones, los científicos señalan que, en un futuro, este mismo mecanismo podría potenciar el desarrollo de medicamentos que eliminen, también en personas, los miedos ocasionados por eventos traumáticos. Dichos medicamentos potenciarían el efecto de las terapias tradicionales aplicadas a ciertos trastornos, como el estrés post-traumático.

Los investigadores centraron su estudio en los circuitos nerviosos de la amígdala, que es la parte del cerebro responsable del condicionamiento por miedo en personas y animales. Exponiendo a los ratones a un ruido que los asustaba, los científicos examinaron las proteínas presentes en las células nerviosas de la amígdala de los animales, antes y después de dicho ruido.

Así, descubrieron un incremento temporal de unas proteínas relacionadas con el receptor AMPA, que pueden ser eliminadas de las células. La eliminación de dichas proteínas debilitó las conexiones cerebrales generadas por los traumas y, en consecuencia, los recuerdos de los animales relacionados con ellos.

20minutos

2010/11/08

El lugar del engaño en el cerebro

Nuestra habilidad para presentar la imagen que nos conviene de nosotros mismos depende de un tipo de actividad cerebral específico, de acuerdo con un informe.
Un equipo de investigadores estadounidenses utilizó imágenes de resonancia magnética para observar los cerebros de gente que jugaba un juego estratégico
Los científicos anotan en la publicación PNAS que aquellos que trataron de engañar a sus rivales desarrollaron un tipo de actividad cerebral único.
El informe afirma que el experimento puede arrojar luz sobre lo que ocurre en la mente de gente con trastornos psicológicos.
"El estudio es una forma de investigar la manera en que pensamos que otra gente piensa de nosotros", le dijo a la BBC Read Montague, del Colegio de Medicina Baylor, en Houston, Estados Unidos, coautor del informe.

Modelos mentales

Para explicar la idea de la así llamada "convicción de segundo orden", o "la habilidad y voluntad de manipular las ideas que la gente tiene sobre nosotros para obtener un beneficio", el doctor Montague utiliza el ejemplo de una típica entrevista de trabajo.
"Mandamos señales como una forma de manejar nuestra imagen en la mente de otros.
"Usted envía un curriculum y eso crea un primer grupo de disposiciones respecto a usted. Luego, usted entra a la entrevista y dice cosas para manipular en la mente del entrevistador un modelo de usted en su mente.
"Eso es una convicción de segundo orden."
Para obtener los resultados, el equipo, liderado por Meghana Bhatt, también del Colegio de Medicina Baylor, le pidió a 76 participantes que jugaran un juego de computador estratégico.

"Engañadores estratégicos"

Parece simple, pero los jugadores lo ejecutaron de manera diferente, y algunos de ellos dieron señales de ser "engañadores estratégicos", es decir una persona que lo hace a uno "creer".
Durante el juego, "los compradores" debían transferir información sobre el valor de un objeto al "vendedor", con el objetivo de adquirirlo lo más barato posible.
"Alguien te envía una señal que quiere decir: 'Deberías venderme este objeto por tal cantidad de dinero', y la otra persona tiene que decidir qué quiere decir esa persona con esas señales, qué piensa esa persona que yo pienso sobre ellas", explica el doctor Montague.
El equipo descubrió que un 11% de los jugadores trató conscientemente de engañar a sus oponentes haciéndoles creer que eran honestos, apuntando así a sacar mayores ganancias.

Para entender enfermedades mentales

El investigador dice que este estudio es un paso importante en el entendimiento de trastornos mentales, incluyendo el autismo.
El científico afirma que la gente con enfermedades mentales es incapaz de procesar la información social de manera apropiada.
Sin embargo, el solicitarle a una persona con una enfermedad mental que participe en un juego de computador estratégico podría proporcionar importantes datos respecto a un trastorno específico.
"En este momento, no sabemos qué es una enfermedad mental", señala el doctor Montague.
"Tenemos opiniones de médicos en ambientes clínicos; tenemos las incapacidades obvias de gente donde no pueden vivir una vida de manera normal".
"Pero no hemos establecido procedimientos objetivos para evaluar terapias o drogas".
"Así que éste es un paso en esa dirección, y esto nos va a permitir identificar genes asociados con estos trastornos también", conluye el investigador.

BBC Mundo

2010/11/05

Hallan cómo evitar el daño de un derrame cerebral

Científicos en Estados Unidos descubrieron un mecanismo que podría ayudar a la gente que sufrió un derrame cerebral a recuperarse mejor.
Los investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles, (UCLA) encontraron porqué es tan difícil que el cerebro recupere sus funciones después de un derrame.
La clave, afirman en la revista Nature, es una molécula que evita que las células cerebrales trabajen apropiadamente.
Y si se bloquea esta molécula se podrían revertir los daños causados por un derrame, agregan.
El derrame cerebral es una de las principales causas de discapacidad en adultos. Actualmente el único tratamiento para los pacientes que sufren este trastorno es la rehabilitación física pero no existen medicamentos que ayudan a la recuperación neurológica.
El nuevo estudio, dicen los expertos, podría conducir al desarrollo de uno de estos fármacos.

Muerte celular

Un derrame cerebral ocurre cuando una zona del cerebro queda privada de oxigeno debido al bloqueo o rompimiento de un vaso sanguíneo.
Cuando esto ocurre las células de la zona afectada comienzan a morir. Y aunque nada puede revertir esta muerte celular, se sabe que las células que rodean a la zona dañada juegan un papel crucial en la capacidad del cerebro para recuperarse y compensar por el daño causado.
Este proceso de "reinstalación", en el que las células cerebrales vecinas crean nuevas conexiones para reemplazar a las células perdidas durante el derrame, puede determinar, en parte, el grado de discapacidad que algunos de los pacientes sufrirán a largo plazo.
Ahora los investigadores de la UCLA descubrieron que existe un proceso dentro de las células cerebrales vecinas que parece estar obstaculizando ese proceso de reinstalación.
Según los científicos, la acumulación de una molécula, llamada GABA, parece apagar la actividad de esas células vecinas cuando precisamente deberían estar trabajando lo más duro posible para formar nuevas conexiones.
En el estudio los investigadores provocaron derrames en ratones y cuando les suministraron un fármaco que bloqueó a esa molécula mostraron una mejor capacidad de recuperación de movimiento.
Cuando modificaron genéticamente a los ratones para hacerlos menos receptivos a la GABA encontraron resultados similares, lo cual confirmó su teoría.
Los científicos creen que la investigación ofrece la posibilidad de crear un nuevo tipo de fármaco que mejore la recuperación en los pacientes que sufrieron un derrame.
Aunque subrayan que todavía falta confirmar estos resultados con ensayos clínicos en humanos, el estudio con ratones ofreció además otra ventaja importante.
Actualmente las estrategias para limitar el daño de un derrame incluyen los fármacos trombolíticos que se inyectan en el paciente lo más pronto posible tras un derrame para disolver coágulos, reestablecer la circulación y limitar el área cerebral afectada.
Pero esto requiere enfrentar una carrera contra reloj para tratar al paciente urgentemente cuando sufre el derrame.
Los investigadores de la UCLA descubrieron que el bloqueo de la GABA produjo los mejores resultados cuando el proceso fue llevado a cabo tres días después del derrame.
De hecho, dicen, cuando se trató a los animales inmediatamente después del derrame empeoró los daños causados por éste.
"Un elemento importante en tratamiento del derrame es el momento en que se suministran los fármacos" expresa el profesor Tom Carmichael, quien dirigió el estudio.
"Descubrimos que si bloqueamos la inhibición tónica (la acumulación de GABA) demasiado pronto se puede producir la muerte celular, pero si se retrasa el tratamiento por tres días tras el derrame, esto promuevo la recuperación funcional sin alterar el tamaño de la zona afectada", explica.
Los investigadores planean ahora confirmar estos resultados con más pruebas y posteriormente diseñar un ensayo clínico para seres humanos en los cuales se podrían probar varios fármacos "prometedores" que ya existen actualmente.