EN LA MAYORÍA DE las películas estadounidenses de ciencia-ficción los robots suelen representar cierto peligro para la humanidad; en algunas incluso llegan a gobernar el planeta Tierra por encima de los seres humanos. En cambio, en películas y en manga japoneses los robots suelen ser criaturas amables, empáticos y con sentimientos. Son seres benévolos e incluso heroicos. Por ejemplo, en algunas series de animación, los robots ayudan a la humanidad a salvar nuestro planeta ante amenazas extraterrestres. A la mayoría de los japoneses les gusta la idea de una sociedad en la que los robots tomen cada vez más protagonismo ayudándoles en la vida diaria.
Está previsto que la población de Japón pase de los actuales 127 millones de habitantes a los 103 de 2050. Está previsión es optimista en cuanto a las tasas de natalidad y de inmigración. Se trata de un descenso de población sin precedentes en la historia de la humanidad y que está afectando ya a la economía del país.
Hoy en día, Japón es el país con mayor población de robots del mundo. En todo el planeta hay 1.000.056 robots industriales en funcionamiento censados por la Federación Internacional de la Robótica. Casi la tercera parte de estos robots, 298.000 unidades, están en Japón, 166.000 en Estados Unidos, Canadá y México, y 336.000 en Europa. El mercado de la robótica industrial manejó en 2008 más de 9.000 millones de euros, y el 79% de este mercado está controlado por corporaciones japonesas, la más grande es Kawasaki, más conocida en Occidente por sus motos que por sus robots.
Hace años se debatía el problema que podría suponer que los robots quitaran trabajo a los humanos, lo cual aumentaría las tasas de paro. En Japón, lo irónico es que la falta de humanos está haciendo necesario que los robots los reemplacen sin afectar lo más mínimo a la tasa de paro. Los robots se han convertido en parte de la mano de obra del país. Toyota es la empresa del mundo que más robots industriales tiene en funcionamiento y es también la empresa que los utiliza con mayor eficiencia. Las líneas de producción de Toyota son las más rápidas del mundo; sus robots pueden construir un coche en horas sin apenas intervención humana.
Otro tipo de robots que están empezando a suplir la falta de personas son los robots de servicio. Japón afronta una gran falta de enfermeros y enfermeras. Una consecuencia del envejecimiento de la población es que cada vez hay más personas ingresadas en hospitales y centros geriátricos. La falta de jóvenes que puedan trabajar asistiendo a ancianos se resuelve con robots capaces de ayudar a una persona a levantarse de la cama y acompañarla hasta el cuarto de baño o freírle un huevo.
Defensa, rescates, seguridad y logística son otros sectores en los que los robots de servicio van cobrando protagonismo. Ya hay varios casos en los que los robots han sido los héroes de un rescate, sobre todo en casos de terremotos.
Entre robots industriales, robots de servicio y robots domésticos se calcula que hay una población activa de más de cinco millones de robots en Japón. Para finales de la próxima década las estimaciones dicen que serán más de 30 millones. Los robots están cada vez más presentes en nuestra vida diaria, no sólo en Japón, sino en todo el mundo. Están aquí para hacernos la vida más fácil y de forma indirecta están cambiando las reglas del juego en la sociedad y la economía, al igual que lo hicieron los ordenadores durante la segunda mitad del siglo XX.