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2011/10/10

La mitad de los británicos juega a videojuegos

Un informe realizado por la entidad Internet Advertising Bureau del Reino Unido pone de manifiesto que la mitad de la población británica juega a videojuegos. 32,9 millones de personas (el total es 62 millones) consumen con frecuencia ocio digital online en cualquiera de las plataformas, incluidas las tablets como el iPad.

La estadística, reportada por MCV, aporta, además, un dato interesante en cuanto a las preferencias de los consumidores británicos. Y es que los juegos de puzles y los de retos son los más solicitados (49 por ciento de los encuestados) frente a otros géneros como la primera persona (23 por ciento).

En cuanto a distribución por género, la mayoría de los consumidores de videojuegos británicos son hombres (51 por ciento) frente al 49 por ciento de mujeres. 

Tomb Raider, representante de la innovación en una exposición británica

La consideración del videojuego como elemento artístico gana mayor importancia en el Reino Unido gracias a la introducción de títulos en la próxima exposición British Design 1948-2012: Innovation in the Modern Age, que tiene como objetivo detallar los grandes hitos de la innovación en el campo del diseño realizados en el país.

La exposición arrancará a la vez que los próximos Juegos Olímpicos de Londres y se podrá visitar entre finales de marzo y agosto del 2012 en el Victoria and Albert Museum. Artes y diseños de títulos como Tomb Raider, Little Big Planet, Grand Theft Auto o Lemmings estarán acompañados por otros diseños de impacto como el Jaguar E Type.

En total, la muestra contará con 350 diseños de diferentes sectores industriales relevantes en el Reino Unido.

Los pros y los contras de la billeteras-celulares

Después de que Tim Cook, director ejecutivo de Apple, develó el nuevo iPhone 4S, hay una cierta desilusión entre muchos de los seguidores de los teléfonos inteligentes.
Para algunas instituciones financieras y compañías de telecomunicaciones, el tan esperado lanzamiento decepcionó porque no anunció lo que muchos esperaban: que el nuevo dispositivo tendría NFC (Near Field Communication), la tecnología que permite que se use el celular para hacer pagos en tiendas.
El NFC tiene muchos usos como herramienta tecnológica. Pero el que ha sobresalido en los últimos meses es su capacidad de convertir a un celular en una billetera móvil.
El mundo en desarrollo ha estado usando los celulares para pagar bienes y servicios en tiendas, taxis, y casi en cualquier lugar, gracias a la tecnología de micropagos de SMS o mensajes de texto.
En los países desarrollados, aunque hay otras opciones de pago electrónico como el servicio de PayPal, el anuncio hecho a inicios del año del lanzamiento de Google Wallet en Estados Unidos, desató el interés por NFC.
En Japón, el sistema de pago FeliCa de Sony -que consiste en una tarjeta que cuenta con el mecanismo de identificación de radiofrecuencia (RFID, Radio Frecuency Identification) y que no necesita establecer contacto con ningún otro dispositivo para hacer pagos electrónicos- es una de las funciones que, desde 2004, tienen incorporados los teléfonos celulares de la compañía NTT Docomo.
Quizás el resto del mundo los puede alcanzar.

Chip mágico

Pero ¿cómo funciona la tecnología NFC?
La explicación es sencilla: dos dispositivos con chips NFC se acercan a una distancia de, al menos cuatro centímetros, y establecen una comunicación.
El chip de NFC, que cuenta con RFID, hace posible el pago al permitir la transmisión de información entre los dos dispositivos. También tiene que existir un elemento de seguridad para frenar a los hackers.
Aunque algunos de los aparatos están equipados con chips NFC, los teléfonos pueden también complementarse con tarjetas SIM (subscriber identity module), tarjetas microSD o chips.
Aunque el iPhone no tiene la función inherente de NFC, gracias a que existen dispositivos como los creados por Device Fidelity y que son usados por Visa, podría convertirse en una billetera portátil.
La billetera puede funcionar por medio de un banco, de Mastercard o Visa, Google o Isis, o una de las compañías de telecomunicaciones.

Negocios básicos

¿Cuáles son las ventajas para las tiendas y los comercios?
El analista de telecomunicaciones David Snow de Juniper Research señaló que es una propuesta muy atractiva para los minoristas.
"Pienso que para un minorista es positivo porque no tiene que estar a cargo de grandes cantidades de dinero en efectivo y porque puede agilizar los pagos de los clientes y evitar las filas".
Eso significa que llegará el momento en que se haga una inversión en aparatos que reconozcan la tecnología NFC en los puntos de venta.
Carl Tsukahara de la empresa Clairmail, que suministra soluciones de banca de telefonía celular, indicó que la flexibilidad del NFC podría motivar a los consumidores a que atraviesen la puerta.
"El valor va más allá del pago. Tiene que haber una motivación para que el consumidor use (esa herramienta) y para que el comerciante equipe su tienda con los aparatos necesarios".
"Y ese valor viene dado por el valor que rodea al pago en sí mismo. La recepción electrónica podría ser un ejemplo. La posibilidad de obtener ofertas por la ubicación geográfica de tu celular. Imagina que entras a una tienda e inmediatamente, gracias a tu teléfono, te llegan ofertas y las puedes aprovechar en el punto de venta".
Michelle Janes de Visa está de acuerdo. El gigante de las tarjetas de crédito tiene su propia tecnología de billetera móvil, que comparte con Google e Isis.
Visa ya usa un servicio de ofertas en tiempo real que está atado a sus tarjetas.
"Vemos que las oportunidades que ofrecen los teléfonos celulares va mucho más allá que sólo hacer los pagos en los puntos de venta", indicó la experta.
"Los beneficios de un dispositivo dinámico como un celular incluyen la posibilidad de añadir servicios adicionales".
"Por eso, Visa tiene servicios de alertas y ofertas que complementan el pago".
Jason Reese, director de pagos a través de celulares de la empresa Everything Everywhere, señaló que han empezado a ver más y más minoristas adoptando la tecnología.
"Por ejemplo McDonalds la está introduciendo en 1200 de sus tiendas en el Reino Unido. Estamos empezando a ver cada vez más minoristas a bordo".
"Una vez teníamos a los minoristas interesados, los consumidores también se interesaron y nos dispusimos a crear las condiciones para el mercado".

Alertas de seguridad

Pero no todo el mundo está tan optimista con respecto a la billetera móvil.
Phil Lieberman, director de la empresa Lieberman Software, cree que la tecnología presenta un riesgo significativo para los consumidores.
"Pienso que es una locura", indicó.
"A mí realmente me encanta la tecnología, la mayoría de las veces creo en ella y el tema de la seguridad es el negocio en el que mi compañía se mueve".
"Es posible crear soluciones seguras, pero hay una viejo adagio que dice: no arregles lo que no está roto y la tecnología debería hacer la vida mejor y más segura. No estoy seguro cómo esta tecnología crea un ambiente más seguro".
Lieberman cree que debido a que los chips pueden ser programables, el camino queda despejado para los hackers. El experto hace énfasis en que la tecnología necesita convertirse en una opción ampliamente probada antes de que se convierta en un objetivo que realmente valga la pena.
"Las tarjetas de crédito son fabricadas en instalaciones de alta seguridad. Cuando el número de la tarjeta se imprime, se quema un fusible en la tarjeta que la hace a prueba de manipulaciones. Eso significa que la tarjeta no puede actualizarse nunca más".
"En este tipo de tecnología, ellos hablan de ir programando en el aire".
"Una de las cosas que me preocupa es que el camino de la programación con miras a la billetera (móvil) está abierta".
El doctor Siva Narendra es el presidente de Tyfone, una compañía que ha creado tecnología que le permite a las instituciones financieras programar chips NFC por métodos inalámbricos.
Él no ve ningún problema que afecte la seguridad.
"Si esas condiciones de seguridad no son suficientes, no hay seguridad hoy en día que sea suficiente".
"Hay dos formas de manejar la seguridad. Guardas el algoritmo de cómo comunicar un secreto o dejas el algoritmo abierto y retienes las llaves digitales que permiten acceder a ese secreto".
"La información de todo el planeta se mantiene segura gracias a que se guardan las llaves digitales. Así es como los chips de las tarjetas inteligentes funcionan hoy en día. Esas llaves digitales pueden continuar siendo un secreto y puedes manejarlas a distancia a lo largo de su ciclo de vida".

El dinero pin

Para Andy Kemshall, jefe del área de tecnológica de la empresa SecurEnvoy, la preocupación debe apuntar a la autenticación.
Para pagos pequeños, algunos sistemas que no requieren que el dispositivo entre en contacto con ningún otro aparato, tampoco necesitan que se ingrese un número o un pin.
"Si alguien roba tu celular, quien lo tenga puede empezar a usarlo para micropagos o para conectarse. Ese segundo factor, debemos tenerlo en cuenta".
Pero, a diferencia de Lieberman, considera que la billetera móvil no es tan mala idea.
"Si, sin embargo, el sistema para los micropagos, donde reside el segundo factor, se mantiene, nos preguntamos si la lógica del celular debería ser equivalente a la de la tarjeta de crédito".
"Si la respuesta es ‘sí’, sería un dispositivo ideal".
La jefa de innovación de Visa Europe, Sandra Alzetta, indicó que todas las pruebas de seguridad se han hecho.
"Hemos sometido el sistema a bastantes pruebas de seguridad y revisiones de riesgo en nuestros laboratorios, donde el trabajo de los expertos es irrumpir en él".
"¿Hay algo 100% seguro? No creo que algo así exista. ¿Sirve para lo cual fue hecho? Totalmente y tiene que ser así", indicó.
Y, como señala el experto en dinero a través de telefonía celular de Monitise, Richard Johnson, NFC no es la única opción.
"Las billeteras móviles no tienen que tener NFC. PayPal está demostrando que no depende de esa tecnología".
"NFC es sólo una tecnología. El punto está en la habilidad de las personas para hacer propuestas convincentes a partir de ella".                    

El "proyecto dios" de MIT

Si la profesora Angela Belcher del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) está en lo cierto, el futuro de las manufacturas podría recaer sobre los organismos diminutos.
Aunque probablemente ella ya haya contado esta historia miles de veces, Belcher todavía habla con reverencia sobre la concha que sostiene en su mano.
El humilde abulón, una especie de caracol marino de California que bien podría acabar en la cena de alguien, toma calcio y carbono del agua del mar y los transforma en un caparazón protector y resistente. Rugoso y sucio por un lado y reluciente y suave por el otro, esta armadura es 3.000 veces más dura que su equivalente químico, la tiza.
Las conchas de abulón han inspirado el trabajo de Belcher durante más de 20 años y la han llevado a la cima de la ciencia.
Su trabajo podría tener implicaciones para el futuro de la industria, la energía verde, la medicina y ciencia. Y esto es sólo el comienzo.

Entre lo vivo y lo inerte

La obra de Belcher enlaza el mundo inanimado de compuestos químicos simples con las proteínas producidas por los seres vivos en una conjunción de lo vivo y lo inerte.

La motiva, según dice, una sencilla pregunta: ¿cómo se le da vida a los objetos que no la tienen?
Del mismo modo que el abulón toma sus materiales del agua y luego los utiliza como si fueran ladrillos en un muro, Belcher usa los elementos químicos básicos del mundo natural: carbono, calcio, silicio, zinc. Después los mezcla con virus simples e inofensivos cuyos genes fueron reprogramados para promover variaciones al azar.
Los nuevos materiales resultantes podrían ayudar a resolver algunos de nuestros problemas más acuciantes.
"Lo que me mueve es intentar resolver problemas importantes", explica Belcher. "Busco ese tipo de cuestiones: energía, salud, agua".

"Resolver problemas importantes"

En este sentido, sus investigaciones ya han producido células solares eficientes y baterías poderosas, que ella espera que algún día puedan alimentar a su auto.

También creó una forma más ecológica y barata de producir plástico y un método que potencialmente ayudaría a inspeccionar de un modo más profundo tumores ocultos en el pecho y en el abdomen. Y este verano, su laboratorio inició un proyecto de purificación de agua.
Belcher está lejos de ser la única científica que intenta solucionar problemas importantes con ayuda de la naturaleza. Ya existen pegamentos basados en los pies de las salamandras, robots que imitan a insectos y muchos otros ejemplos.
Lo distintivo del trabajo de esta investigadora, dicen sus compañeros, reside en su uso de la biología para sintetizar nuevas sustancias para una gran variedad de usos con el fin de desarrollar un método completamente novedoso de producir materiales.
"Sus métodos de dirigir y ensamblar los materiales creo que son únicos", afirma Yet-Ming Chiang, un profesor del MIT que colabora con Belcher en su investigación sobre baterías.
"Dentro de 50 años consideraremos a la biología una parte importante en la fabricación de herramientas. Miraremos atrás y pensaremos que eso es uno de los grandes desarrollos del siglo".

Proceso evolutivo acelerado

La naturaleza hizo un trabajo maravilloso creando materiales que se alimentan y se generan con sustancias abundantes y no tóxicas. Pero le llevó mucho tiempo llegar a ser buena en esto.
La enorme explosión de biodiversidad empezó hace 500 millones de años, en el periodo Cambriano, y tardó 50 millones de años en desarrollarse.
Belcher bromea sobre esto y apunta que es difícil convencer a los financiadores y a los estudiantes que se comprometan con un proyecto de 50 millones de años.
La estudiosa puede ser una persona divertida, sobre todo en sus discursos, aunque hay que estar muy atento a lo que dice para darse cuenta de que está haciendo un chiste.
No avisa que está bromeando y ni siquiera hace una mueca con una leve sonrisa. En realidad, sus bromas son tan sutiles que parece que las hace para comprobar que la están escuchando.
Una de las cosas de las que más le gusta hablar en sus conferencias es de las tablas periódicas de los elementos, como las que regala cada año a los recién llegados al MIT.
"Bienvenidos al MIT. Ahora ya están en su elemento", proclama.

Los secretos de la tabla periódica

El año pasado le dio una al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando visitó su laboratorio. "Me prometió mirarla periódicamente", dice.

La tabla periódica es más que un elemento de atrezo para la profesora Belcher. También es su musa. Los genes del abulón codifican proteínas que extraen calcio y carbono del mar. Las diatomeas, una clase de fitoplancton, hacen lo mismo con el silicio para construir sus "casas" de vidrio.
En estos momentos, Belcher está en el proceso de juntar virus con diferentes elementos de la tabla periódica para ver qué resultados obtiene.
En lugar de esperar 50 millones de años, la científica está llevando a cabo 1.000 millones de experimentos simultáneos para acelerar el proceso evolutivo. Comienza con 1.000 millones de virus, inocuos para todo excepto para las bacterias, que han sido genéticamente alterados para que cada uno de ellos cree proteínas ligeramente diferentes.
Los virus son luego mezclados con los elementos que Belcher eligue de la tabla periódica y, de los miles de millones de proteínas distintas que generan, cerca de 100 se enlazarán con los elementos de la manera en que ella desea. Pruebas posteriores reducen ese número a un puñado con capacidades prometedoras.

De la naturaleza a la naturaleza

Los virus son las fábricas que producen los materiales –sus genes están programados para enlazar lo orgánico y lo inorgánico- pero no están presentes en el producto final, de modo que no hay ningún riesgo posible de que se dispersen por todas partes, apunta la profesora Belcher.
Ya se encontraron varios candidatos que pueden unir el metano y el oxígeno para producir etileno, un componente de plásticos, fertilizantes y neumáticos. Esta forma de producir etileno puede hacerse a temperatura ambiente, utilizando gas natural, que contamina poco y es abundante. La producción actual del etileno necesita grandes cantidades de energía procedente de combustibles fósiles altamente contaminantes.
"Hay en esto una especie de justicia poética en la manera que estamos utilizando las técnicas de la naturaleza para salvaguardar mejor los recursos que la naturaleza nos otorga", indica Alex Tkachenko, presidente de Siluria Technologies, una empresa pionera de San Francisco que Belcher encontró para que comercialice el proceso.
"La tecnología de Angie es literalmente como el 'proyecto dios'", dice Tkachenko. "Puedes producir materiales de la misma manera que lo hace la naturaleza, de modo que puedes rehacer el mundo entero a tu antojo".

El cerebro rechaza los pensamientos negativos

Una de las razones por la que los optimistas mantienen una actitud positiva incluso cuando no hay motivos ha sido descubierta, revelaron investigadores.
Según un estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, el cerebro es muy bueno procesando buenas noticias sobre el futuro.

Sin embargo en algunas personas, cualquier cosa negativa es prácticamente ignorada -manteniendo con ello una visión positiva del mundo.
Los autores aseguran que el optimismo tienen beneficios importantes para la salud.

El estudio

Científicos del University College de Londres dicen que alrededor de 80% de las personas son optimistas, aunque no se etiqueten como tal.
Evaluaron a 14 personas por su nivel de optimismo y los pusieron a prueba con un escáner cerebral.
A cada uno se le preguntó qué tan probable era que sucedieran 80 diferentes "eventos malos" -como un divorcio o padecer cáncer.
Luego se les dijo la verdadera probabilidad de que sucediera. Al final de la sesión, se les pidió a los participantes que calificaran las probabilidades de nuevo.

En los resultados actualizados de los optimistas hubo una marcada diferencia dependiendo de si en la realidad era una buena o mala noticia.
El investigador principal, Tali Sharot, dio el ejemplo de los riesgos de cáncer fijados en 30%.
Si el paciente creyó que su riesgo era de 40%, entonces al final del experimento rebajó su propio riesgo alrededor del 31%, dijo.
Sin embargo, si el paciente pensaba originalmente que el riesgo era del 10%, sólo aumentó marginalmente el riesgo -lo "inclinó un poco, pero no mucho".

Felices por elección

Cuando la noticia fue positiva, todas las personas tuvieron más actividad en los lóbulos frontales del cerebro, que están asociados con los errores de procesamiento.
Con la información negativa, los más optimistas tenían menor actividad en los lóbulos frontales, mientras que los menos optimistas tuvieron más.
Esto sugiere que el cerebro está escogiendo y seleccionando lo que quiere escuchar.
Sharot dijo: "Los mensajes de que fumar mata no funcionan porque la gente piensa que sus probabilidades de contraer cáncer son muy bajas. La tasa de divorcios es del 50% pero las personas no piensan que sea para ellos. Hay un sesgo muy fundamental en el cerebro".
El doctor Chris Chambers, neurocientífico de la Universidad de Cardiff, dijo: "Para mí, este trabajo destaca algo que se está volviendo cada vez más evidente en la neurociencia, que una parte importante de la función cerebral en la toma de decisiones es probar las predicciones contra la realidad - en esencia, todas las personas son "científicos".
"Y a pesar de cuan sofisticadas son estas redes neuronales, es iluminador ver cómo el cerebro a veces viene con respuestas incorrectas y demasiado optimistas a pesar de la evidencia".
Así, el optimismo parece ser bueno para la salud. Un estudio sobre casi 100.000 mujeres mostró un riesgo menor de enfermedad cardíaca y muerte en los optimistas.
Pero como Sharot señala: "El aspecto negativo es que subestiman los riesgos".

La próxima revolución en internet

Se cree que la "internet de los objetos" será el próximo gran paso tecnológico. Pero, ¿cuándo será posible que las personas creen sus propios objetos?
Siempre entendí el mundo de los blogs como un medio de establecer relaciones para las personas tímidas.
Yo soy muy retraído, no me gusta conocer gente nueva y soy malo en las conversaciones casuales.
Entré en los 30 dando por hecho que tendría un círculo de amigos pequeño que se iría estrechando hasta que muriera.
Pero entonces descubrí el poder de los blogs. Me abrí el mío y empecé a hacer amigos. Comencé a explorar nuevos mundos y hallé mi propia voz. Y lo hice sin tener que aprender programación, ningún código, sin necesidad de ser informático.
De repente, podía publicar en internet para todo el mundo. Eso no significa que todo el mundo me leyera, pero sí que podía hacerlo, y eso resultó tremendamente liberador, muy excitante.
Ahora sabemos que los blogs son un aspecto de lo que denominamos redes sociales por internet, que transformaron todas las industrias y profesiones y que son tan discutidas en los medios de comunicación.

El bricolaje de internet

De lo que ya no se habla tanto es de un sitio web llamado Geocities. Ahora ya no existe, pero para muchas personas ése fue el lugar en el que vivieron online por primera vez.
Geocities era un sitio donde uno podía crear su página personal sin tener que saber hacer nada técnico, sólo con unos pocos clics.
Visualmente no era muy atractivo, solía haber más letreros intermitentes de los que uno desearía, muchos carteles de "sitio en construcción" y cosas así. Quizá era algo un poco tonto y trivial, pero también era maravilloso porque por fin, millones de voces podían escucharse.
En aquella época, el pensador de la comunicación Clay Shirky estaba empezando a trabajar como creador de webs. Shirky recuerda que entonces pensó que nadie iba a usar jamás Geocities.
¿Por qué iba alquien a utilizar algo tan tosco y feo como aquello? Pero entonces, Geocities tuvo éxito. Y cuando llegaron MySpace y Facebook, Shirky se dio cuenta de que algo se estaba cocinando que todos los profesionales habían pasado por alto.
Como él mismo dijo, "crear algo personal, incluso de una calidad mediana, tiene un encanto diferente a consumir algo hecho por otros, a pesar de que sea de una calidad alta".
Creo que esta idea es profunda y pone de relieve algo que nos habíamos perdido sobre las redes sociales en internet. No se trata de los lectores, ni de la calidad del contenido. Se trata de quienes escriben y del acto de escribir. Eso es lo que hace que todo esto funcione y lo haga tan poderoso.

Objetos online

Pero ahora la innovación en este terreno se está secando. No necesitamos vías nuevas para poner nuestra voz, nuestras fotos o nuestros videos online. Ya es todo lo fácil que puede llegar a ser.
Sin embargo, el mundo sigue moviéndose y las cosas y las personas interesantes desde el punto de vista tecnológico ya están empezando a pensar en otras cosas.
¿Cuál será la próxima revolución tecnológica? Si le preguntan a las grandes compañías e instituciones sobre esto, les responderán que "la internet de los objetos".
"Internet de los objetos" es una expresión que se va a escuchar mucho en los próximos años y la clave está desvelada en su propio nombre. Se trata de conectar objetos más que de conectar personas.
En 2020 se estima que habrá 50.000 millones de objetos online. Otras previsiones elevan esta cifra a un billón, aunque nadie lo sabe con certeza.
Hay muchas personas interesadas en conectar todas las cosas a la red y cobrar por el ancho de banda que eso necesita.
En este mundo todo es inteligente –ciudades inteligentes, redes inteligentes- o al menos está precedido de ese adjetivo.
Ahora, incluso los puentes tienen sensores que informan sobre cuándo esos puentes necesitan arreglos. Cada vez está más cerca un mundo en el que cada cosa informe sobre su estado a alguien que la supervise.

Hackers de ferretería

Todo esto pierde fuerza, sin embargo, cuando empezamos a pensar en las personas y cómo se verán involucradas en esta nueva infraestructura. No es que sea un mundo estúpido o malo, simplemente sería un poco aburrido. En él no hay nada de lo mágico y especial que tiene la vida.
Pero entre la maleza del desarrollo de la internet de los objetos, entre bambalinas, queda algo de entusiasmo subversivo, encarnado por los llamados hackers, hackers de hardware o "hacedores" que siguen desarrollando cosas interesantes en los márgenes.
A estas personas les gusta desmontar, deconstruir, desmantelar, reconstruir, reparar, hacer algo nuevo y mejor, algo propio, a partir de los objetos que ya existen.
Esta afición ha existido durante años y años, pero ahora está siendo revivida por un pequeño artilugio llamado Arduino, un aparato que cualquiera puede utilizar para conectar su computadora a proyectos electrónicos.
Dispositivos sencillos que cualquiera haya en casa pueden conectarse a Arduino y así unirse al poder de lo digital y a la red. Esto ha sacado a la luz todo tipo de aparatos interesantes inventados por personas normales.
El mundo de Arduino es un lugar donde la gente hace las cosas que uno haría si le dejaran inventar por sí mismo. Es un mundo donde la gente amarra cámaras digitales a globos meteorológicos para fotografiar el espacio. Un mundo donde Arduino conecta máquinas de hacer pompas de jabón a internet para que produzcan burbujas cada vez que el programa detecta una palabra clave en Twitter.
Todo esto sólo lo piensan y lo hacen personas que juegan, imaginan y se mueven en los márgenes.

Inventores de un mundo nuevo

Yo siempre pienso que quienes están detrás de la internet de los objetos tienen como meta hacer que el mundo sea más eficiente y controlado, mientras que el fin de los hackers, es que el mundo sea un poco más mágico.
Un amigo mío, Andy Huntingdon, le llama a ésta era el "Geocities de los objetos". Se trata de hacer cosas que quizá sean un poco insustanciales, un poco tontas y un poco sinsentido, pero que provocan la satisfacción de haberlas hecho uno mismo.
Creo que todavía no estamos en el "Geocities de los objetos". Eso no es tan fácil como hacer una página web. Pero no estamos tan lejos y caminamos en esa dirección.
Además, siento que lo que más deseamos no es una "Geocities de los objetos" o una "internet de los objetos", sino una internet con objetos, un mundo donde compartir nuestras redes con los objetos.
El diseñador Matt Jones dijo que es tan importante pensar sobre la red como sobre los objetos. Y creo que ésa será la siguiente fase: diseñar nuestras relaciones con los objetos será la parte verdaderamente interesante.
Ahí es donde lo realmente excitante, radical y vitalista emergerá, especialmente cuando se le agregan al cóctel cosas como la impresión en 3D o la robótica personal.
Nosotros mismos vamos a estar diseñando todas estas cosas brillantes. Y los diseñadores profesionales y los medios de comunicación las desdeñarán y las tacharán de insustanciales, tontas y sinsentido.
"¿Para qué quieren hacer eso?", dirán, como dijeron de Geocities, de los blogs y de Facebook.
Y yo les recordaré una vez más el pensamiento de Shirky: "crear algo personal, incluso de una calidad mediana, tiene un encanto diferente a consumir algo hecho por otros, a pesar de que sea de una calidad alta".
No tiene que ver con el objeto, sino con la satisfacción de hacerlo y con las relaciones que lo envuelven. Eso es lo que hará que la próxima revolución tecnológica sea transformadora y cautivadora.
No se tratará de medios de comunicación y pantallas, se tratará de nuestras vidas y de los objetos que nos rodean.
Mi red de amigos me llevó, gracias a los blogs, a pensar en todo esto y será una red de personas entusiastas la que hará que se haga realidad. Ése es el motivo por el que ganarán.

Urge tecnología que los pobres puedan usar

Reguladores de voltaje, tecnología de sensores infrarrojos y escáneres son algunos de los equipos médicos donados a los países más pobres del mundo que no son utilizados.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor de tres cuartas partes de los aparatos médicos donados por países ricos a naciones en desarrollo, no se usan.
Como respuesta, el Instituto de Ingenieros Mecánicos ha pedido que se desarrollen tecnologías más apropiadas para los países emergentes.

En sus oficinas centrales en Londres, la organización ha estado exhibiendo una variedad de aparatos desarrollados especificamente para que funcionen en lugares que presentan dificultades.
Actualmente, la falta de electricidad, de piezas de repuesto y de operadores especializados significa que, a menudo, la tecnología desarrollada en países avanzados es totalmente inútil para los países pobres.
El profesor Chris Lavy, un cirujano ortopédico que ha pasado temporadas en África, señala que "uno de los hospitales más nuevos en África subsahariana fue construido con sensores infrarrojos para hacer funcionar los grifos en las salas de operaciones. Es una idea maravillosa, pero en un año todos fallaron y no había ingenieros para arreglarlos".

Soluciones innovadoras

Para desarrollar la tecnología apropiada, los expertos enfatizaron que no se necesita tecnología de peor calidad sino diferente.

Entre los ejemplos, que están en la exhibición, se encuentran un audífono solar para ayudar a quienes tienen problemas auditivos, lo que evita el problema de las pilas caras; un estetoscopio que se puede conectar a los teléfonos móviles y le permite a los médicos examinar a pacientes que se encuentran en lugares remotos; y un pezón de silicona para las mujeres que están dando el pecho y son seropositivos, a fin de bloquear la transmisión del virus a sus bebés.
Patrick Finaly, presidente de la división médica del Instituto de Ingenieros Mecánicos, dijo que "las tecnologías simples y baratas creadas para ser utilizadas en los países en vías de desarrollo tienen el potencial de salvar miles de vidas".
"Depende de las comunidades tecnológicas y de desarrollo sacar estos aparatos de los talleres y llevarlos a los países más pobres del mundo", añadió.
La mayoría de los aparatos exhibidos se encuentran en una fase inicial y necesitan extensivas pruebas en el terreno además de financiación antes de que lleguen a las personas que los necesitan.