Poseo desde el año 2012 una Ultrabook Samsung con procesador Intel Core de segunda generación, 4 GB de RAM (hoy con 8GB), disco duro de 1TB y Tarjeta de Vídeo AMD Radeon 7500M. Venía con Windows 7 Home y lo mandé a actualizar a Windows 10 cuando Microsoft lo ofreció de manera gratuita para hacer la migración. Lo tuve que formatear y volver a instalar por problemas de compatibilidad y rendimiento.
El equipo me ha trabajado de maravillas pero inevitablemente deja de ser productivo con el tiempo. Los dispositivos móviles pierden eficiencia con los años y más aún si les has hecho trabajar bastante.
En el último año he enfrentado tres problemas que es común escuchar a varios usuarios, problemas que no se resuelven de la misma manera o a veces tienes que pasarte horas haciendo ensayo y error hasta resolverlo. Estos son:
1. Pantallas azules con el mensaje DRIVER_POWER_STATE_FAILURE relacionados al problema de drivers gráficos cuando tienes doble procesador grafico, el integrado y el dedicado.
2. Arranque lento del equipo, inclusive con una unidad SSD.
3. Menú inicio bloqueado, no puedo acceder a los programas.
Los tres problemas los he llegado a solucionar y posiblemente le ayuden a gran cantidad de usuarios que aún no encuentran solucion. Lo detallo:
1. PANTALLAS AZULES CON EL MENSAJE DRIVER_POWER_STATE_FAILURE
Muchos de nosotros tenemos hábitos como cambiarle el sistema operativo a nuestras computadoras a veces por la limitaciones del mismo (un Windows Home capa la potencia del equipo a diferencia del Windows Professional) o porque no soportamos los programas preinstalados que consumen recursos de forma innecesaria al inicio o son molestos.
Una vez que formateamos el equipo y reinstalamos Windows se nos presenta siempre el problema de los drivers. Podemos optar por los drivers del fabricante o descargarlos de Windows Update. Es inevitable hacerlo cuando nuestra laptop pierde soporte.
Los equipos portátiles están diseñados para la movilidad, sus componentes por defecto se configuran para ahorrar la mayor cantidad de energía posible.
En el caso de laptops con dos procesadores gráficos (integrados y dedicados) con drivers genéricos y sin los utilitarios del fabricante aumenta la probabilidad de que se den esos conflictos, al no existir el programa de supervisión y gestión energética en algún momento empiezan a aparecer los problemas energéticos: Las pantallas azules.
La mayoría de pantallas azules me aparecían a los 20 minutos de encendida la laptop.
He buscado en infinidad de foros la solución a ese problema y casi todos apuntan a la misma solución: instalar el driver original. Hay mucha gente que dice que no les solucionó y tienen razón.
En mi caso no fue fácil. Me dediqué a este resolver este problema durante unas cuatro horas, desinstalaba los drivers gráficos de Intel y AMD, cuando reinstalaba el de Intel no se presentaban dificultades, estas lo hacían con Radeon, cuando estaba en proceso de instalar el Catalyst (mi tarjeta de vídeo no soporta Crimson) me salía la pantalla azul repetidas veces.
El problema principal era instalar el Catalyst, tuve que intentar varias veces hasta que al final se instaló.
No volvieron a aparecer pantallas azules.
2. ARRANQUE LENTO DEL EQUIPO
Con la portátil lenta es inevitable pensar en poner un SSD para mejorar el rendimiento. De hecho lo hizo, con mi disco duro, las actualizaciones de Windows y las nuevas versiones de los navegadores llegó un momento en el que era un infierno navegar con Firefox y 40 pestañas abiertas, no se podía trabajar.
Como requería capacidad y velocidad el equipo le extraje la grabadora de DVD (malograda desde el 2013) y le coloqué un caddy drive, algunos usuarios los llaman racks para disco duro. Quedé con un SSD como unidad principal y el disco duro como unidad secundaria.
Mejoró el rendimiento pero el arranque, el tiempo que se da desde que se enciende la computadora hasta que te muestra el escritorio de trabajo, todavía era largo e incluso habían ocasiones en los que tenía que esperar hasta 10 minutos.
Como mencioné al inicio, los equipos portátiles pierden rendimiento con el tiempo, dependiendo de la calidad del mismo sus componentes también empiezan a deteriorarse y perder rendimiento.
Quién no quisiera tener un equipo certificado o gamer de gama alta para que a los 5 años no se noten esos problemas de lentitud.
Intenté mejorarle el rendimiento habilitando el Fast Boot, o arranque rápido, pero seguía con los mismos resultados.
La solución a mi problema la encontré de casualidad, creyendo que el USB de carga rápida del equipo (que permite cargar aparatos USB con la laptop apagada) tenía algo que ver con algunas pantallas azules lo desactivé para ver qué obtenía.
Santo y casual remedio, la portátil me arranca en 10 segundos.
3. MENU INICIO BLOQUEADO
Otro problema que se le está presentando a gran cantidad de usuarios, bien de la nada o después de alguna actualización de Windows.
La mayoría de recomendaciones en los foros: Restaurar el sistema o formatear y reinstalar.
He estado casi una semana con ese problema hasta que me acordé que un amigo, técnico, me contaba que la gente que se compraba laptops con Windows 8 se quejaba porque no tenían el menu inicio clásico. Le instalaba el
Classic Shell y ya podían trabajar como estaban acostumbrados. Dejó de utilizarlo cuando a varios clientes se les bloqueaba el Inicio.
Me arriesgué, después de todo el peor de los casos inevitablemente será formatear el equipo.
Funcionó, el Classic Shell me devolvió el menu inicio, el de Windows 7, pero era peor no tenerlo.
