A unos 30 kilómetros al oeste de Moscú, una nueva
carrera tecnológica, como fuera la carrera espacial de los años 60, está
comenzando.
En unas tierras agrícolas baldías Rusia está
tratando de construir su propia versión de Silicon Valley: el Centro de
Innovación Skolkovo.Skolkovo es parte de una iniciativa del gobierno para diversificar la economía del país, dependiente de la producción de gas y petróleo, hacia un nuevo tipo de industria.
Era una de las políticas clave para Dmitry Medvedev, quien fuera presidente de Rusia hasta que fue reemplazado por Vladimir Putin al principios de mayo pasado.
Otro objetivo de este esfuerzo empresarial y tecnológico es mantener a los mejores cerebros rusos dentro del país, junto con sus ideas para hacer dinero, en vez de que se vayan a otros países, frustrados por la corrupción y la burocracia.
Dinero público y privado
Muchas de estas compañías tecnológicas se crean con fondos provenientes de socios capitalistas.¿Pero cómo deciden a quién respaldar?
"Buscamos modelos de negocio que funcionan en el extranjero y básicamente los copiamos y los traemos a Rusia", dice Richard Creitzman, de Fast Lane Ventures.
"Encontramos las ideas, encontramos a la gente, encontramos el dinero. Le damos al equipo gerencial la oportunidad de abrir una compañía, con la ayuda de infraestructura, y los dejamos crear esa compañía", dice.
Para Creitzman, el desarrollo de Skolkovo es un buen ejemplo de cómo el dinero público y los fondos privado pueden promover el florecimiento económico.
El éxito de tales iniciativas depende de que los rusos logren adaptarse a nuevas ideas.
"El uso de internet y las compras en línea, que son algo normal en Occidente, apenas está comenzando aquí", dice Creitzman.
"La gente no está acostumbrada a pagar con tarjetas de crédito. Tienden a pagarle al servicio que les hace la entrega", añade.
Expectativas
Ahora cuando comienza la nueva presidencia de Vladimir Putin, la pregunta parece ser cuál será el clima que va a predominar durante los próximos años para los negocios."No estamos contando con que haya cambios de importancia", dice Creitzman.
Según el empresario, cada dos semanas hay una reunión de inversionistas que estudian una serie de ideas desarrolladas por la gerencia, los accionistas y los analistas de negocio.
De momento, dice, el Estado tiene dinero. Y se espera que siga siendo así en el mediano plazo, con unos precios del petróleo que se creen seguirán altos por entre tres y cinco años.
"Skolkovo fue creado durante la presidencia de Medvedev. Pero no creo que nada vaya a cambiar. Creo que seguirá teniendo apoyo, porque es bueno para el Estado fomentar nuevos negocios", dice.
Temas burocráticos
Lokata es una compañía pequeña que está aprovechando este ambiente favorable a los negocios tecnológicos, y consiguió dinero de Fast Lane Ventures.Zhanna Shalimova, directora ejecutiva, explica que su empresa le permite a la gente encontrar en internet los productos y servicios ofrecidos por ciertas tiendas en sus catálogos.
La idea la tomó de una compañía alemana que se dedica a lo mismo, y la adaptó a Rusia.
"Hemos tenido mucha suerte, porque tenemos accionistas muy sólidos", dice.
"Tenemos a Fast Lane Ventures, que se especializa en compañías que comienzan en la plataforma de intenert y conoce esta industria muy bien", añade.
Shalimova admite que Lokata no es el típico negocio incipiente, porque su producto ya ha sido probado con éxito en Europa.
"Pero creo que hay muchos temas burocráticos en Rusia, que dificultan las cosas", dice.
Sin embargo, eso no le resta entusiasmo para planificar el crecimiento de su negocio fuera de las principales ciudades rusas.
"La conectividad en las regiones de Rusia podría estar excediendo el 85% para el año 2015. Eso las hace muy atractivas para los publicistas. El servicio lo creamos para cubrir todo el país", señala.