La reciente información sobre la intención del gobierno argentino de impedirle a las empresas en el país comprar suministros en Gran Bretaña ha tenido hasta el momento más efectos políticos que económicos en lo inmediato.
Este miércoles, el gobierno británico reaccionó a la medida que fue anunciada por la agencia del Estado argentino, que explicó que se trataba de una respuesta a la actitud "colonialista" de Londres por su negativa a abrir una negociación sobre la soberanía de Malvinas / Falklands."Los reportes sobre el intento de Argentina de dañar nuestra relación comercial son extremadamente decepcionantes", señaló un comunicado emitido por la oficina del primer ministro británico, David Cameron.
"Reino Unido es uno de los más grandes inversionistas en Argentina y nosotros importamos más productos de ese país de lo que exportamos. Así que no está en los intereses de Argentina introducir trabas comerciales", agregó.
Según datos de la oficina de Inversiones y Comercio de Gran Bretaña, Londres es el sexto mayor inversionista en la economía argentina con US$ 2.000 millones en inversiones directas acumuladas en los últimos tres años.
clic Lea: Argentina abre una ofensiva comercial por las Malvinas / Falklands
Cifras
De los más de US$400.000 millones que exportó la economía británica el año pasado poco más del 0,1% se dirigió al mercado argentino.
Asimismo, las exportaciones de Argentina al Reino Unido no llegaron al 1% del total, lo que muestra que, en el caso de que cesara el intercambio comercial entre ambos países, el impacto negativo sería relativamente asimilable por ambas partes.
En los círculos empresariales británicos en Buenos Aires, según pudo conocer BBC Mundo, se prefirió mantener un bajo perfil a la espera de conocer más información oficial sobre el particular.
El pedido que habría hecho la ministra de Industria, Débora Giorgi, a unas 20 empresas multinacionales en Argentina, de que dejasen de comprar sus suministros en el mercado británico, fue algo que filtraron de manera informal funcionarios gubernamentales a medios de comunicación locales, estatales y privados.clic Lea: ¿Les importan a los británicos las Malvinas / Falklands?
De acuerdo con la información, unas 20 empresas, muchas en el sector agroindustrial, habrían recibido una llamada telefónica de Giorgi en la que se les instó a no importar más insumos británicos. La especie no fue confirmada oficialmente por dicho despacho.
De hecho, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó en un acto público en la noche del martes donde no aludió al hecho de manera abierta.
De ahí la cautela manifestada por empresarios, quienes manifestaron el deseo de obtener algún comunicado específico sobre las supuestas nuevas medidas, antes de hablar de un posible impacto.
"De no acatar estas ‘sugerencias’ puede haber consecuencias en cuanto a, por ejemplo, el otorgamiento de licencias de importación o te pueden mandar a la autoridad fiscal a que te haga de pronto una auditoría que tome años", aseveró.
clic Lea: Los argentinos que piensan diferente sobre Malvinas / Falklands
El gobierno argentino introdujo hace pocas semanas un nuevo sistema de permisos de importación que se determinan por el efecto que pueda tener el producto foráneo sobre la economía nacional. El objetivo es tratar de lograr una balanza comercial positiva.
Además, muchas empresas extranjeras deben cumplir con unas cuotas de exportación para así poder importar sus insumos.
Por ejemplo la empresa automotriz BMW exporta arroz desde Argentina para así poder importar sus vehículos y luego comercializarlos. Otra empresa automotora, Hyundai, exporta maní y vino para lograr lo mismo.
"Llama la atención, sin embargo, esta nueva postura belicista (con respecto a Malvinas), porque se venía evitando una confrontación", señaló Abram.
Fernández de Kirchner, a principios de año, incluso utilizó la libertad que tienen para hacer negocios las empresas británicas en Argentina, como argumento para defender la postura "pacífica" del reclamo por soberanía sobre las islas del Atlántico Sur.
"El primer ministro (Cameron) debería venir acá y charlar con estas empresas (británicas)", dijo la mandataria en un acto el pasado 26 de enero, en el que estuvo BBC Mundo.
Este lunes, dos cruceros turísticos fueron los primeros recipientes de la ley, al impedírsele desembarcar en el puerto de Ushuaia.
La norma evitó que miles de pasajeros visitantes entrasen a la emblemática ciudad patagónica argentina, lo que originó reclamos por parte de empresarios del sector turístico.
Pero las protestas chocaron con la posición de quienes siguen el reclamo de soberanía desde el territorio sureño.
"En primer lugar no deberían de hacer negocios con ‘piratas’ (nombre peyorativo que se usa para describir a los ingleses en temas de Malvinas /Falklands) y menos con personas que vienen de pisotear nuestras tumbas en Malvinas", respondió a BBC Mundo Toni López, del grupo de excombatientes de Ushuaia, Resistencia Patriótica, que impulsó la norma de prohibición provincial.
Este miércoles, el encargado de negocios argentino en Londres fue llamado a consultas por la cancillería británica, para que explicase las posibles trabas comerciales que estarían por entrar en vigencia.
"Le dejamos claro que tales acciones en contra de la legítima actividad comercial no sólo preocupan a Reino Unido sino también a la Unión Europea, y que por ello esperamos que la Unión Europea manifieste una preocupación similar a la nuestra", indicó en un comunicado la cancillería británica.
El próximo 2 de abril se cumplen 30 años de la Guerra de Malvinas / Falklands, entre Argentina y Gran Bretaña, y las relaciones entre ambos países se han revestido de cierta tensión de cara a la fecha.
Asimismo, las exportaciones de Argentina al Reino Unido no llegaron al 1% del total, lo que muestra que, en el caso de que cesara el intercambio comercial entre ambos países, el impacto negativo sería relativamente asimilable por ambas partes.
En los círculos empresariales británicos en Buenos Aires, según pudo conocer BBC Mundo, se prefirió mantener un bajo perfil a la espera de conocer más información oficial sobre el particular.
El pedido que habría hecho la ministra de Industria, Débora Giorgi, a unas 20 empresas multinacionales en Argentina, de que dejasen de comprar sus suministros en el mercado británico, fue algo que filtraron de manera informal funcionarios gubernamentales a medios de comunicación locales, estatales y privados.clic Lea: ¿Les importan a los británicos las Malvinas / Falklands?
De acuerdo con la información, unas 20 empresas, muchas en el sector agroindustrial, habrían recibido una llamada telefónica de Giorgi en la que se les instó a no importar más insumos británicos. La especie no fue confirmada oficialmente por dicho despacho.
De hecho, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner participó en un acto público en la noche del martes donde no aludió al hecho de manera abierta.
De ahí la cautela manifestada por empresarios, quienes manifestaron el deseo de obtener algún comunicado específico sobre las supuestas nuevas medidas, antes de hablar de un posible impacto.
Cuestión de política
"Este tema tiene más que ver con la política que la economía. Además el gobierno tiene una capacidad ilimitada de hacer daño en gobiernos populistas donde no hay seguridad jurídica. Y eventualmente los empresarios se atienen", señaló Aldo Abram, economista y director de la argentina Fundación Libertad y Progreso, un centro de diseño de propuestas de políticas públicas."De no acatar estas ‘sugerencias’ puede haber consecuencias en cuanto a, por ejemplo, el otorgamiento de licencias de importación o te pueden mandar a la autoridad fiscal a que te haga de pronto una auditoría que tome años", aseveró.
clic Lea: Los argentinos que piensan diferente sobre Malvinas / Falklands
El gobierno argentino introdujo hace pocas semanas un nuevo sistema de permisos de importación que se determinan por el efecto que pueda tener el producto foráneo sobre la economía nacional. El objetivo es tratar de lograr una balanza comercial positiva.
Además, muchas empresas extranjeras deben cumplir con unas cuotas de exportación para así poder importar sus insumos.
Por ejemplo la empresa automotriz BMW exporta arroz desde Argentina para así poder importar sus vehículos y luego comercializarlos. Otra empresa automotora, Hyundai, exporta maní y vino para lograr lo mismo.
"Llama la atención, sin embargo, esta nueva postura belicista (con respecto a Malvinas), porque se venía evitando una confrontación", señaló Abram.
Fernández de Kirchner, a principios de año, incluso utilizó la libertad que tienen para hacer negocios las empresas británicas en Argentina, como argumento para defender la postura "pacífica" del reclamo por soberanía sobre las islas del Atlántico Sur.
"El primer ministro (Cameron) debería venir acá y charlar con estas empresas (británicas)", dijo la mandataria en un acto el pasado 26 de enero, en el que estuvo BBC Mundo.
Aridez patagónica
Otro elemento "belicista" al que se refiere el analista es la reciente aplicación de una legislación provincial en Tierra del Fuego, en el sur de Argentina, que ahora impide la entrada a puerto de cualquier barco con bandera británica o afín.Este lunes, dos cruceros turísticos fueron los primeros recipientes de la ley, al impedírsele desembarcar en el puerto de Ushuaia.
La norma evitó que miles de pasajeros visitantes entrasen a la emblemática ciudad patagónica argentina, lo que originó reclamos por parte de empresarios del sector turístico.
Pero las protestas chocaron con la posición de quienes siguen el reclamo de soberanía desde el territorio sureño.
"En primer lugar no deberían de hacer negocios con ‘piratas’ (nombre peyorativo que se usa para describir a los ingleses en temas de Malvinas /Falklands) y menos con personas que vienen de pisotear nuestras tumbas en Malvinas", respondió a BBC Mundo Toni López, del grupo de excombatientes de Ushuaia, Resistencia Patriótica, que impulsó la norma de prohibición provincial.
Este miércoles, el encargado de negocios argentino en Londres fue llamado a consultas por la cancillería británica, para que explicase las posibles trabas comerciales que estarían por entrar en vigencia.
"Le dejamos claro que tales acciones en contra de la legítima actividad comercial no sólo preocupan a Reino Unido sino también a la Unión Europea, y que por ello esperamos que la Unión Europea manifieste una preocupación similar a la nuestra", indicó en un comunicado la cancillería británica.
El próximo 2 de abril se cumplen 30 años de la Guerra de Malvinas / Falklands, entre Argentina y Gran Bretaña, y las relaciones entre ambos países se han revestido de cierta tensión de cara a la fecha.