Ya puede un rover marciano equipar las tecnologías de análisis y experimentación más avanzadas disponibles en la Tierra; si sus ruedas fallan, todos los millones invertidos en el proyecto no darán el fruto esperado. Conscientes de esta limitación, los técnicos e ingenieros de la NASA han dotado al próximo robot que pisará el suelo de Marte de seis ruedas que, según explica la agencia espacial en un comunicado, "serían la envidia en cualquier feria del automóvil de la Tierra".
El robot Curiosity es la pieza central de la misión Mars Science Laboratory, que se lanzará entre noviembre y diciembre de 2011 y tocará suelo marciano en agosto del año siguiente. Este rover será el sucesor de los gemelos Opportunity y Spirit, el primero de ellos todavía activo en la superficie del planeta vecino. Su hermano sufrió una avería que lo mantiene varado en la arena y que se debió, precisamente, a fallos en sus ruedas.
En el caso de Curiosity, el calzado del robot es aún más crítico, ya que el aparato se descolgará hasta el suelo con un cable desde la fase de descenso, que bajará suavemente gracias a sus retrocohetes. Así, las ruedas de Curiosity actuarán también como tren de aterrizaje. Una vez en tierra firme, el vehículo dispondrá de tracción a las seis ruedas, cada una de ellas con su propio motor. Las de las esquinas contarán además con sistemas de dirección independientes.
El robot Curiosity es la pieza central de la misión Mars Science Laboratory, que se lanzará entre noviembre y diciembre de 2011 y tocará suelo marciano en agosto del año siguiente. Este rover será el sucesor de los gemelos Opportunity y Spirit, el primero de ellos todavía activo en la superficie del planeta vecino. Su hermano sufrió una avería que lo mantiene varado en la arena y que se debió, precisamente, a fallos en sus ruedas.
En el caso de Curiosity, el calzado del robot es aún más crítico, ya que el aparato se descolgará hasta el suelo con un cable desde la fase de descenso, que bajará suavemente gracias a sus retrocohetes. Así, las ruedas de Curiosity actuarán también como tren de aterrizaje. Una vez en tierra firme, el vehículo dispondrá de tracción a las seis ruedas, cada una de ellas con su propio motor. Las de las esquinas contarán además con sistemas de dirección independientes.