La lamparita eléctrica, uno de los grandes inventos del siglo XIX, tiene sus días contados: el desarrollo de nuevas tecnologías de iluminación hará que en un futuro no muy lejano, se transforme en un objeto del pasado.
Recientemente, una empresa galesa recibió una subvención de más de 720.000 dólares del Carbon Trust , un organismo independiente creado por el gobierno británico para incentivar la transición hacia una economía más baja en emisiones de CO2, para desarrollar una tecnología que promete ser 2,5 veces más eficiente que las actuales lámparas de bajo consumo.
Además, esta tecnología desarrollada por la empresa Lomox y que se conoce como OLED (siglas en inglés de diodo orgánico de emisión de luz) tiene infinitas aplicaciones: puede utilizarse como pintura incandescente, papel mural emisor de luz o como pantalla de televisor o de teléfono celular, entre muchos otros ejemplos.
Lo que Lomox creó en su laboratorio son unas sustancias químicas que pueden aplicarse en forma de solución sobre cualquier objeto, y que cuando son atravesadas por una corriente eléctrica generan una reacción química que produce luz.
Ultraeficiencia
La ventaja de este sistema es que, para operar, necesita un voltaje muy bajo (de entre 3 y 5 voltios). Por esta razón, "puede conectarse a una batería, o en el caso de iluminación en el exterior, a un panel solar para recibir energía durante el día, e iluminar durante la noche", dijo Ken Lacey, director ejecutivo de Lomox.
Según Carbon Trust, si todas las luces fueran reemplazadas con OLED, las emisiones anuales mundiales de CO2 podrían disminuir en 2,5 millones de toneladas para 2020 y en cerca de 7,4 millones para 2050.
La tecnología no es nueva. Sin embargo, Lacey explicó que "no logró despegar por dos problemas: porque su producción es cara y porque su tiempo de vida es corto".
"Lo que nosotros hemos hecho", agregó, "es desarrollar las sustancias químicas de otra manera para reducir la oxidación, con lo cual las luces duran más tiempo". Además, señala la empresa, el costo es este caso es el mismo que el de las lámparas de bajo consumo.
Como la luz del día
No es fácil imaginar cómo se vería una habitación iluminada con tecnología OLED. Según explica Lacey, "la luz que brinda es muy parecida a la luz del sol. Puede ser en distintos colores... rojo, azul, verde y en distintas intensidades".
Y, al igual que una lamparita común y corriente, hace falta encenderlo y luego apagarlo.
Otra característica de este sistema de iluminación es que puede utilizarse en pantallas flexibles que tienen la capacidad de enrollarse después de usarse y trasladarse fácilmente si se necesitan para una presentación.
"Los dispositivos de iluminación son una fuente importante de emisiones de CO2", aseguró Mark Williamson, director de la sección de Innovaciones del Carbon Trust. "Esta tecnología tiene el potencial de generar un sistema de iluminación altamente eficiente para una amplia gama de aplicaciones, con un mercado global inmenso".
Actualmente, sólo están disponibles las sustancias químicas, pero Lacey confía en que para 2011 una variedad de productos ya estén en el mercado.