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2011/06/01

"La homeopatía es inútil", dice el decano de la pseudomedicina

La revista Nature publicó ayer en su página web una entrevista con el médico alemán Edzard Ernst, que fue en su día "el primer catedrático del mundo de medicina alternativa". En sus declaraciones, Ernst carga contra lo que juzga una carencia de pensamiento científico entre los practicantes de su campo, desacreditando además la homeopatía como "bastante inútil".
Tras finalizar sus estudios de medicina, Ernst se formó como homeópata. "Aprendí a pensar de forma crítica", apunta, y se lamenta de que "como médico, no necesariamente aprendes a pensar [así]". En 1993 ganó la cátedra de Medicina Complementaria de las Universidades de Plymouth y Exeter (Reino Unido).
"Todo el mundo en nuestro campo usa la ciencia para probar que sus ideas son correctas, no si lo son", se lamenta Ernst. "En mi campo, la evaluación crítica se ve como algo negativo", añade.
Respecto a la homeopatía, señala: "Es bastante inútil. Me habría gustado que las pruebas dijeran lo contrario porque me formé como homeópata. Habría sido bueno ganar un premio Nobel mostrando un efecto, pero las pruebas están claramente en contra". Ernst reconoce estar "sentado en una rama y tratando de serrarla".

Publico

2011/04/08

"La homeopatía tiene éxito porque a la gente le gusta tomar pastillas"

Como una sana rutina, atiza a los charlatanes de la pseudociencia desde su columna en el periódico británico The Guardian. Pero son tantos y tan dañinos que se le quedó pequeña, y tuvo que explayarse en un libro. Ben Goldacre (Londres, 1974) les da ahora su merecido rapapolvo en las páginas de Mala ciencia (ahora traducido en España, Paidós, 2011), su concepto para definir a la pseudociencia y a los medios que la compran. Según cuenta por teléfono desde su despacho londinense, este psiquiatra de la Universidad de Oxford no aspira a desenmascarar a los farsantes: se conforma con evitar que cuelen sus productos milagro en las páginas de los periódicos.
¿Qué pretenden conseguir de la ciencia los grandes medios de comunicación?
Aspiran a que la ciencia les dé certezas, y a veces la ciencia sólo puede darte probabilidades de que algo sea cierto. La ciencia a menudo lucha por ofrecer a los periódicos una gran historia que acapare toda la atención por su trascendencia. Por ejemplo, en los últimos años, la mortalidad se ha reducido de forma vertiginosa. Pero no se debe a un único y maravilloso avance científico, sino a la acumulación de un número inmenso de pequeños pasitos diminutos. Por eso es difícil para el periódico ofrecer grandes historias sobre ciencia, y por eso tiene la responsabilidad de evitar presentar esos pequeños pasos como si fueran los grandes avances que todos andan buscando.  
Incluso un buen periodista necesita un buen titular.
Desde luego. En ese sentido, es interesante analizar las diferencias entre los periódicos y lo que hace la gente que escribe gratis en internet. En un periódico tienes un gran titular, con el que tratas de llamar la atención, porque tienes que venderle el periódico a cuanta más gente mejor. Cuando alguien escribe en internet, escribe para una pequeña audiencia que generalmente ya está interesada en el tema que trata, por lo que no tiene que llamar la atención exagerando el titular. Un periodista sostiene su autoridad en el prestigio de la cabecera que le respalda, mientras que si eres un bloguero independiente, no tienes una marca que te respalde. Así que estás obligado a demostrar que eres fiable a través de enlaces. Enlazando al estudio científico, enlazando a los trabajos previos, enlazando a quienes discuten los resultados... Si no lo haces, es probable que pierdas visitas de lectores que puedan interpretar que les estás engañando al no mostrarles la fuente original en discusión.
¿Qué opina de que los blogueros científicos sean a veces muy críticos con los periodistas?
Las críticas siempre son buenas. La ciencia se basa en las críticas al trabajo académico de los demás. Cuando lees una revista científica ves que están llenas de artículos con experimentos que tratan de demostrar que las hipótesis de otros están equivocadas. British Medical Journal publica los tres estudios más mencionados, y los tres son muy críticos con la práctica médica porque precisamente sobre eso trata la ciencia. Y por eso creo que la ciencia es tan buen sistema para entender el mundo, porque su estructura anima a otros a criticar activamente los resultados de los demás, y les ofrece los instrumentos para hacerlo. Las culturas, países y sociedades en las que está prohibido responder críticamente frente a las ideas de otros son lugares poco sanos en los que todo funciona mal.
¿Cuándo empezó a preocuparle la mala ciencia?
Es demasiado común leer noticias supuestamente científicas tan ridículas y tan obviamente equivocadas que es muy difícil no sentirse frustrado y decepcionado con la prensa. Lo que hice cuando empecé a escribir fue convertirme en portavoz de millones de amantes de la ciencia cabreados de alrededor del mundo.
¿Sólo le interesan los equívocos de los periodistas?  
No me preocupa especialmente que haya gente que se deje timar por charlatanes o vendedores de milagros. Es peligroso, sí, pero yo creo que es más interesante analizar el trabajo de los periodistas. Y esto es así porque tengo distintas expectativas sobre distintas personas; no espero nada de los charlatanes que venden píldoras mágicas a gente vulnerable. Sin embargo, tengo grandes expectativas de los directores de los periódicos, porque dirigen grandes organizaciones que venden en los quioscos -supuestamente- hechos ciertos. Y sí considero que ellos me fallan cuando venden algo que no es correcto. No sé si es posible evitarlo, quizá debería prepararme psicológicamente para cuando no lo consiga.
¿A la gente le interesan las noticias de ciencia o sólo las noticias divertidas sobre ciencia?

Creo que hay gente distinta interesada en cosas distintas. Mientras todos puedan tener lo que buscan y estén felices... Ahora que ha llegado internet soy más optimista con el futuro de la comunicación científica. Porque en los grandes medios no suele tener mucho espacio, pero los amantes de la ciencia como yo ahora sí tenemos dónde consumirla en muchos otros sitios.
¿Y hasta qué punto debe el periodista profundizar en los detalles? ¿Se puede ser riguroso sin ser aburrido?
¡Claro que sí! Lo que siempre debe recordarse es que no hay gente estúpida, sino gente poco interesada en leerte o en lo que estás contando. Así que si les interesa lo que escribes, estarán deseando que les hagas un recorrido detallado para explicar exactamente por qué algo es cierto o falso. Si no está interesado, buscará  rápidamente la frase en la que se resume todo el tema. La gente no siempre necesita saber los detalles de los avances científicos. Pero es necesario preocuparse porque la gente conozca cómo se desarrolla la ciencia para poder tomar decisiones importantes. La gente debería poder manejarse con los hechos científicos que no sólo afectan al mundo, sino a su propia salud, por ejemplo. Porque de ahí surgen las supersticiones absurdas sobre supuestos males inventados o los remedios milagrosos.
A veces, los científicos engañan a los periodistas.
Es cierto, y el trabajo del periodista es escrutar al científico, saber quién es y qué nos vende, pero también conocer a fondo el contenido de su estudio. Es razonable exigir que quien escribe conozca lo elemental de esa área. Yo no escribiría una noticia de fútbol ni por un millón de libras. No tengo ni idea de lo que es un fuera de juego, no sé cuánto dura un partido ni cuánta gente participa. Por eso, nunca escribiría una noticia sobre fútbol. Y ese mismo sentido común se debe aplicar a la ciencia.
¿Qué opina de los científicos estrella?
Los científicos que se vuelven locos por salir en los medios, los que creen que lo importante es ir a la tele, me preocupan poco. Se les caza en seguida porque dejan de hacer cosas interesantes. Por ejemplo, en el Reino Unido yo tengo lo que llamo ‘microfama'. Tengo pequeña notoriedad en un pequeño rincón de mi mundo de amantes de la ciencia. Andy Warhol dijo aquello de que todo el mundo sería famoso durante 15 minutos, sin embargo ahora todo el mundo puede ser famoso para 15 centenares personas. Siempre que me llaman de la tele o la radio para hablar sobre algo que no domino digo que no. Y creo que no todo el mundo dice no tantas veces como yo, esa es la diferencia.
¿Y los dietistas que se hacen famosos por sus métodos?
Ese es un problema mucho más grave. Se apoyan en grandes compañías que se dedican a vender sus productos y pastillas, y en su presencia en la televisión. Dan una visión distorsionada de la ciencia porque están obligados a hacer grandes promesas. Te prometen que arreglarán tus problemas para hacerte ver que necesitas sus instrucciones. Es interesante cómo inventan métodos complejos que les sean útiles para vender productos, cómo se sirven de cierta parafernalia científica para hacer creer que su trabajo es demasiado difícil para entenderlo. La visibilidad de estos gurús tiene consecuencias negativas. Cuando la gente cree que mejorará su salud haciendo dietas de cinco días, están olvidándose de lo importante. Porque si lo que se quiere es reducir la posibilidad de morir joven -nunca es seguro-, debes tener un estilo de vida sano durante las próximas cinco décadas, no durante los próximos cinco días. Y el peligro es que la gente piense que por hacer estas dietas o consumir esos productos está sana, cuando a lo mejor no lo está.
¿Por qué hay médicos titulados que prescriben homeopatía?
Sí, es llamativo. También hay muchos médicos que realizan operaciones que no son las más indicadas o que siguen recetando medicinas que ya no son las más apropiadas. La homeopatía es sólo el ejemplo más claro de una mala praxis, porque es recetar píldoras que no tienen nada. Puedes encontrar médicos haciendo cosas idiotas de todo tipo, muchas veces por la presión de que hacer algo será mejor que no hacer nada. A menudo, los mejores médicos son los que no dan a los pacientes lo que andan buscando, como cuando piden antibióticos para un resfriado. Llevarle la contraria a un paciente es muy arriesgado, ya que quizá no quiera volver más. En cambio, habrá médicos que prefieran prescribir algo, aunque sean pastillas de azúcar, antes que dejar que parezca que no son capaces de hacer nada. Yo creo es mejor decirle la verdad al paciente antes que dejarle contento.
¿Desaparecerá algún día la homeopatía?
No, no, nunca. Es una de esas cuestiones fascinantes... Las terapias alternativas como esta, sin evidencias científicas que la avalen, se usan en función de las modas y no de la aparición de resultados que las sostengan. Y aunque es un fenómeno difícil de explicar, creo que en buena parte se puede resumir en que a la gente le gusta tomar pastillas. Es muy agradable poder acudir a una consulta regida por alguien que tiene una píldora mágica para curar lo que sea que te pase, o creas que te pasa. Además, muchos de los pacientes de las terapias alternativas sólo se acercan a estos métodos tras una mala experiencia personal con la medicina convencional. Ya sea un error médico, o lo que el paciente cree que ha sido un error, o tras la frustración de no poder poner remedio a una enfermedad que es crónica. La medicina alternativa forma parte del paisaje emocional de nuestra cultura, es una expresión más de nuestras preocupaciones y dudas sobre nuestra salud y cómo afrontarlas.

Publico

2011/01/27

La industria homeopática lanza su grupo de presión

Elixires florales que "recuperan el equilibrio emocional alterado por la discordancia entre sentimientos y actos". Una técnica por la que "se transmite de una persona a otra la energía universal a través de las manos". Curas que se fundamentan en que el agua tiene "memoria". Todo un catálogo de tratamientos que carecen de aval científico pero que deben promocionarse entre médicos, farmaceúticos y pacientes, según la asociación Semefarte (Sociedad Española Médico-Farmaceútica de Terapias Emergentes), presentada ayer en el Instituto Homeopático de Madrid y financiada por la industria que vende estos tratamientos.
Los objetivos de Semefarte son "divulgar la formación entre los profesionales de la salud acerca de la correcta utilización de estas terapéuticas; e informar a la población en general sobre sus beneficios y cooperar con las administraciones sanitarias en su regulación", según expresa su presidenta, Ana María Quintas, vicesecretaria del Colegio Oficial de Farmaceúticos de Madrid.
La asociación, que está constituida por médicos y farmaceúticos colegiados, pretende "desarrollar líneas de investigación" para demostrar la eficacia clínica de estas terapias. "Después daremos a conocer en diversas publicaciones sus beneficios y trataremos de cooperar con las administraciones sanitarias sobre su regulación", afirmó Quintas, quien aseguró también que desecharán "aquellos métodos que no aporten beneficio alguno en la salud de los pacientes". Aunque se comprometieron a realizar ensayos con criterios propios de la medicina, los miembros de Semefarte se negaron a aclarar qué terapias serán las primeras en someterse a sus investigaciones.
Durante la presentación de la sociedad, presidía la escena un cartel con los logotipos de Laboratorios Boiron -grupo francés líder en el comercio de productos homeopáticos- y de Laboratorios Heel -compañía alemana especializada en la venta de métodos de medicina biorreguladora-, dos de las cinco compañías que figuran como patrocinadoras de Semefarte. Desde Laboratorios Boiron, que facturó 26,4 millones de euros en España en 2009, aseguraban ayer que cada una de las cinco empresas ha financiado la sociedad a partes iguales.
El director de Relaciones Institucionales de Boiron, Miguel Barelli, reconoció ayer a Público que se financia la aparición de Semefarte con la intención de "colaborar en el desarrollo de la homeopatía y en la reivindicación de un marco legal que la favorezca".
Según Quintas, estas empresas han accedido a dar su "apoyo económico" a la asociación, porque sin ese apoyo no podría realizar actos como el que tuvo lugar ayer ni realizar las becas de investigación ni los másters de formación que pondrán en marcha. "Estas empresas están aquí porque tienen probada eficacia, pero no es algo que nos obligue; vamos a ser críticos y vamos a ser independientes", defendió la presidenta de Semefarte, quien es a su vez la responsable del comité científico de la asociación.
Otra de las metas concretas de la nueva sociedad es la de llevar a las universidades el estudio de estas terapias como ya se ha conseguido en algunas universidades. "Aspiramos a que las facultades incluyan en sus grados la enseñanza de estas terapias", defendió Quintas, para después asegurar que en este momento se estaban labrando nuevos acuerdos con rectores universitarios, aunque no quiso especificar de qué instituciones se trataba.
Ya durante este curso, la homeopatía ha alcanzado acuerdos de colaboración con la Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Alcalá y la Universidad de Zaragoza, donde se ha lanzado la Cátedra Prescribo Homeopatía con una fuerte respuesta por parte de la comunidad científica y académica. En los dos últimos casos, el dinero aportado por parte de los laboratorios homeopáticos fue un factor determinante para convencer a la institución.

"Poner luz en la sombra"

Desde Semefarte insisten en que sólo pretenden "poner luz sobre la sombra", para que este tipo de prácticas, "cada vez más demandadas", estén en manos de profesionales que las sepan realizar de forma apropiada. "Aunque son tratamientos totalmente inofensivos, si no están en manos de profesionales preparados podría acabar en un problema de salud para el paciente, derivado de que el médico no conoce lo que está usando con el ciudadano", resumió Quintas, para reclamar que los facultativos reciban formación sobre estas técnicas que denominan "emergentes". "Puede chocar que llamemos emergentes a estas terapias, dado que algunas de ellas tienen una larga tradición: la acupuntura, milenaria; la homeopatía, centenaria", señaló la presidenta de esta organización.
Sin embargo, las denominan "emergentes" porque "se están poniendo de moda entre la población"; es más, Semefarte aseguró ayer que la mitad de la población española utiliza o ha utilizado alguna vez alguna de estas técnicas. El dato parte de una encuesta (PDF), presentada en octubre de 2010 en el 16º Congreso de Wonca Europa, según el cual el 55% de los entrevistados afirmó haber utilizado terapias alternativas en algún momento de su vida y un 35% durante el último año. La encuesta se realizó entre los 390 pacientes que acudieron durante el mes de febrero de 2009 a un Centro de Salud de la localidad guipuzcoana de Irún.

Compuestos inexistentes y flujos de energías

Homeopatía
Se basa en el uso de remedios en los que se diluye un producto químico hasta que no existe ninguna molécula del compuesto. La "memoria del agua" es la que tiene el poder curativo.
Medicina biorreguladora
Utiliza medicamentos homeopáticos e introduce activos vegetales y minerales.
Fitoterapia
Usa plantas medicinales como la soja para la menopausia o el arándano para la cistitis.
Acupuntura
Se fundamenta en la existencia de puntos energéticos en el cuerpo que transmiten la energía desde los órganos internos al exterior.
Aromaterapia
Basada en oler el aroma de aceites esenciales, destacan sus presuntas propiedades relajantes y revitalizantes.
Flores de Bach
Usa 38 elixires florales que pretenden ayudar a recuperar el equilibrio entre lo que se siente y lo que se muestra a los demás.
Oligoterapia
Utiliza oligoelementos (minerales y metales presentes en todos los seres vivos) para mejorar las alteraciones fisiológicas del organismo.
‘Reiki'
Sistema de sanación corporal que "aporta energía visual y promueve la conexión interior". Afirma tener efectos positivos en pacientes con ansiedad.
Sales de Schüssler
Consiste en 12 sales que ponen en marcha actividades fisiológicas debilitadas o alteradas. 

Publico

2010/11/06

Homeopatía: ¿medicina o "pseudociencia"?

La homeopatía intenta hacerse un pequeño hueco en las universidades españolas. Calificada como "pseudociencia" por sus detractores y considerada como un método terapéutico eficaz por los que hacen uso de sus tratamientos, esta disciplina médica alternativa siempre ha generado un interés y debate no exento de polémica. Y ahora que entra en el mundo académico no iba a ser menos.
La Universidad de Zaragoza presentó el pasado 27 de octubre la primera cátedra en España sobre homeopatía y no faltó tiempo para que en Internet se generara un movimiento en contra cuya recogida de firmas ha sido todo un éxito. Hasta 3.000 personas han pedido ya en la Red que este tipo de "materias pseudocientíficas" no entren en la universidad. Sin embargo, la web www.homeopatiasi.es cuenta en su haber con casi 62.000 firmas a favor de esta práctica.

Parece que el de Zaragoza no es el único ejemplo. Y es que la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) imparte varios másters sobre esta disciplina dirigidos a profesionales sanitarios y docentes.

Pero, ¿qué es la homeopatía? Consiste en administrar al enfermo dosis ultradiluidas en agua de sustancias medicamentosas con el objetivo de que el paciente pueda activar sus propias defensas en su organismo para mejorar y curarse de su enfermedad. Esta técnica nació hace unos 200 años gracias al médico alemán Samuel Hahnemann. Los homeópatas defienden la individualización de cada medicamento. Así, una misma enfermedad puede ser tratada, según cada persona, con diferentes medicamentos. La homeopatía, aseguran, cura enfermos, no enfermedades.

Sus detractores afirman que no tiene ninguna base experimental ni científica y que apela a la existencia de una supuesta "fuerza vital" del cuerpo humano que ayuda en el proceso de curación. Sí es reconocido, incluso a nivel científico, que la homeopatía tiene como mejor beneficio un 'efecto placebo' en el paciente. Y siempre se recuerda el estudio de la revista médica The Lancet realizado en 2005, en el que tras comparar los resultados de 110 medicamentos homeopáticos con otros 110 convencionales, se comprobó que los primeros sólo curaban "gracias a la fe del enfermo". "Los médicos tienen que ser valientes y honestos con sus pacientes acerca de la ausencia de beneficios de la homeopatía", reclamaba entonces The Lancet.

Los medicamentos homeopáticos están regulados por ley en España desde 1994. De esta forma, deben ser prescritos por médicos y dispensados por farmacéuticos, como cualquier otro medicamento. Según Laboratorios Boiron, impulsor de la mencionada cátedra de Zaragoza, el 75,4% de la población española conoce la homeopatía y el 38,8% la usa con frecuencia. Y el 87,8% de estos últimos volverían a seguir un tratamiento homeopático. Además, hay más de 10.000 médicos que prescriben medicamentos homeopáticos de forma habitual u ocasional.

España no es ni mucho menos uno de los países donde más se utiliza la homeopatía. Francia y Alemania lideran el mercado mundial en este campo y países como Bélgica o Inglaterra incluyen sus tratamientos en su Seguridad Social.

"Es una realidad social"

Javier Lanuza es el profesor de Farmacología que dirigirá la cátedra de Zaragoza y asegura que la homeopatía es "una realidad social que está ahí, es una herramienta que se puede utilizar". Lanuza no se considera homeópata, pero asegura que "hay un déficit de formación en homeopatía en las carreras" que hay que subsanar. De ahí que el objetivo de la cátedra sea publicar el Libro Blanco de la Homeopatía, una iniciativa "pionera" para analizar esta materia en España y mejorar el conocimiento entre los profesionales sanitarios y la sociedad. "No tiene finalidad docente, el objetivo es hacer una 'foto fija' de la homeopatía en España".

"Hay estudios que dicen que los medicamentos homeopáticos sirven en unas situaciones, pero en otras no. Por eso hay que hablar de efectividad de los medicamentos, no de la efectividad de la homeopatía. En todo caso, hay que saber que existe y que es una opción complementaria a la medicina convencional", explica Lanuza.
La Organización Médica Colegial (OMC) quiso reconocer el año pasado a la homeopatía como "un acto médico", señalando que precisa un diagnóstico previo y de una indicación terapéutica, debiendo ambos ser realizados por personal cualificado y en centros sanitarios debidamente autorizados. Con todo, la OMC entiende que la homeopatía, al igual que otras terapias médicas sobre las que existen "grandes incertidumbres", debe estar sometida a los mismos criterios éticos y científicos que cualquier otra actividad médica, por lo que "deberá demostrar su efectividad a través de los estudios pertinentes".
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su oposición a usar métodos homeopáticos para enfermedades como el sida, la malaria, la tuberculosis, la gripe común y la diarrea infantil.

20minutos

2010/10/29

La homeopatía se paga una cátedra en la universidad

Los homeópatas pueden, desde ayer, sentar cátedra en España. Los practicantes de esta pseudociencia, que no tiene aval científico demostrado por ensayos clínicos estadísticamente significativos, podrán profundizar en sus conocimientos sobre la materia en una universidad pública española, en concreto, la de Zaragoza, que ayer firmó la creación de la primera cátedra sobre esta especialidad.
La firma es fruto de un acuerdo con uno de los laboratorios más potentes de homeopatía, Boirón. Según el profesor de Farmacología que la dirigirá, Javier Lanuza, la cátedra responde "a una demanda". Este médico, que explicó a este diario que "el primer escéptico" es él mismo, señala que existen fármacos "legales y que se venden como tales" cuya enseñanza no se incluye en la reglada de Medicina. "La cátedra nace para suplir esa carencia de formación", comenta. Lanuza considera que en su cátedra que tiene un coste mínimo de 20.000 euros anuales para el patrocinador se defenderá una "homeopatía moderna y no exclusivista".
Al creador del blog La lista de la vergüenza que recoge la enseñanza reglada de pseudociencia en las universidades españolas, Fernando Frías, la noticia le parece "lamentable" y "una pena" para el prestigio de la universidad española.
Para el catedrático de Lógica y Filosofía Miguel Ángel Quintanilla, se trata de "un fraude" si se considera la homeopatía como una técnica para curar enfermedades. "Está demostrado que no cura y lo sabe todo el mundo. Pero está tan extendido que la gente ya lo toma como una opción más", subraya. Aunque Quintanilla reconoce que la universidad tiene libertad para enseñar lo que quiera, le parece "muy poco aceptable" que se respalde una práctica como esta.

2010/08/16

Homeopatía. Nada por aquí, nada por allá

Publico

¿Debe la sanidad pública británica seguir financiando la homeopatía aunque su efectividad no esté demostrada? En febrero, la Cámara de los Comunes, respaldada luego por la Asociación Médica Británica, consideró que no, pero el Departamento de Salud, aun asumiendo su inefectividad, acaba de confirmar que sí lo hará, como ocurre en Dinamarca, Francia y Alemania.
Para Edgard Ernst, profesor de Medicina Complementaria en la Facultad de Medicina de Peninsula (Reino Unido) e inicialmente partidario de la homeopatía, "es un precedente estúpido y peligroso y se basa en un malentendido sobre la capacidad de elección del paciente, que debería estar basada en la mejor evidencia. Si no, no es elección, sino arbitrariedad".
La homeopatía, desarrollada a finales del siglo XVIII por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843) como alternativa incruenta a tratamientos como las sangrías, es utilizada anualmente por unos 470.000 británicos, incluida la familia real.
Además, cuatro hospitales homeopáticos forman parte del National Health Service, el Sistema Nacional de Salud británico, y el estado gasta unos 4,6 millones de euros anuales en estos tratamientos, sin contar con el mantenimiento de esos hospitales, ni con los 20 millones invertidos hace cinco años para renovar el más importante de ellos, el Royal London Homoeopathic Hospital. Su director clínico, Peter Fisher, señala que "a pesar de la controversia, la homeopatía es muy popular en regiones como India, América Latina y Europa occidental. Está claro que lo que ha sostenido la homeopatía no es la evidencia científica, sino su popularidad entre los pacientes".
Según un reciente editorial del Journal of Medical Ethics, financiar remedios sin base científica sustrae fondos a terapias de probada utilidad y debilita la confianza en la ciencia y en las terapias alternativas que sí han demostrado eficacia. Además, su uso podría alejar de terapias convencionales a pacientes que las necesitan. A este respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el año pasado de que la homeopatía no debía usarse para tratar enfermedades como la infección por VIH, la tuberculosis, la malaria, la diarrea infantil o la gripe, en respuesta a una denuncia realizada por algunos médicos sobre la promoción de su uso en países en desarrollo.
No obstante, Ton Nicolai, presidente del Comité Europeo de Homeopatía, que representa a homeópatas de 25 países europeos, asegura que "no es política de ninguna organización homeopática asesorar contra el uso de la medicina convencional". Respecto a la infección por VIH, Nicolai recalca que "los homeópatas respetan la política sanitaria del país en que trabajan y, o bien proveerán el tratamiento homeopático antes de que se indique la terapia con antirretrovirales, o lo harán para complementarla una vez estos se utilizan".

Medicina o brujería

Pero la controversia se extiende. Tras la reciente publicación del artículo ¿Medicina alternativa o brujería? en el influyente semanario Der Spiegel, se ha agitado en Alemania, principal bastión homeópata, donde anualmente 100 millones de euros cubren su financiación pública. Pese a que, según un sondeo del Instituto Allensbach, el 57% de los ciudadanos ha utilizado la homeopatía y el 25% se declara "usuario convencido", y a que la propia Asociación Médica Alemana lo apoya, los vientos podrían cambiar de dirección.
Jürgen Windeler, próximo jefe del Instituto para la Calidad y Eficiencia de la Atención Médica, asesor del Gobierno Federal sobre los tratamientos financiables, asegura a Der Spiegel que "la homeopatía es un concepto especulativo y refutado. Nadie ha demostrado que tiene algún beneficio y no hay necesidad de ulteriores investigaciones. El asunto está resuelto". Igualmente, aunque las presiones políticas mantienen esta financiación, Karl Lauterbach, presidente del comité parlamentario de salud y miembro de la oposición socialdemócrata (SPD), la ha criticado duramente, algo relevante dado que, junto con los verdes, la SPD ha sido históricamente su defensora.
Y es que los fundamentos de esta disciplina, lo similar cura lo similar y las ultradiluciones, se le atragantan a la ciencia. Por un lado, la homeopatía (del griego homoios, semejante, y pathos, sufrimiento) entiende que una sustancia puede curar un síntoma si ella misma puede provocarlo en personas sanas. De hecho, muchas sustancias utilizadas, como el arsénico, el mercurio o el opio, son tóxicas o venenosas.
Según los homeópatas, gracias a la capacidad del agua para recordar los elementos con los que ha contactado, esos principios son diluidos progresivamente para, paradójicamente, potenciar su efecto cuando desaparecen. Según los científicos, el hecho de que los típicos gránulos de sacarosa (azúcar) en que habitualmente se presentan estos remedios sean equiparables a caramelos explica que no presenten efectos secundarios.
Sin duda un hito del debate lo marcó el artículo publicado por el equipo de Matthias Egger, del departamento de Medicina Social y Preventiva de la Universidad de Berna (Suiza) en The Lancet en 2005, recogiendo los resultados de un metaanálisis o revisión sistemática de ensayos clínicos (el estudio que aporta evidencia más sólida) que concluía que "los efectos clínicos de la homeopatía son efectos placebo", derivados de la sugestión.
Esta conclusión llevó al Gobierno suizo a retirar su apoyo público. Aunque el estudio ha sido cuestionado repetidamente por los homeópatas, Edgard Ernst, autor de varios trabajos al respecto, sostiene que "hay unas dos docenas de metaanálisis y casi todos arrojan conclusiones negativas. El artículo de The Lancet pudo tener sus defectos, pero el acuerdo de tantos artículos similares es más revelador".

Placebo

La literatura científica hace muy difícil sostener que la homeopatía tenga un efecto superior al del placebo. Así, por ejemplo, de la decena de metaanálisis más citados con resultados positivos en patologías como rinitis y asma alérgicos, diarrea infantil, gripe, o algunas enfermedades reumáticas, varios tienen diez o más años y casi siempre existen otros más recientes y sólidos descartando que existan evidencias suficientes para recomendar su uso en la actualidad.
Aún así, la calidad de los ensayos clínicos homeopáticos deja mucho que desear, lo que distorsiona sus resultados, por lo que muchos valedores de la homeopatía solicitan más investigación de calidad. Sin embargo, también sería difícil discrepar con Fisher cuando afirma que "la homeopatía tiene una importante contribución que hacer a la medicina con su enfoque holístico. Muchos médicos que estudian homeopatía dicen que la primera habilidad que adquieren no es el uso de medicamentos, sino una nueva manera de ver a los pacientes".

Una disciplina que suele ser justo lo contrario de lo que muchos creen

¿Es una práctica milenaria?
No. La inventó en el siglo XVIII un médico alemán llamado Samuel Hahnemann que quedó desengañado porque la medicina no era infalible. Después de ensayar en sí mismo un remedio contra la malaria y comprobar que desarrollaba síntomas parecidos a los de ese mal, decidió inventar una ley sin apoyo científico ni lógica racional: las sustancias que enferman a los sanos curan esos mismos síntomas en los enfermos. O, en menos palabras, lo similar cura lo similar. Al tratar de demostrarlo sin éxito, optó por diluir las sustancias al límite, origen de la técnica empleada hoy para preparar los remedios. Otra de sus teorías afirmaba que la causa de numerosas enfermedades era el café. Luego cambió el café por la Psora, originalmente un tipo de hongo, hoy una especie de misterioso ente mágico manejado por la jerga homeopática.
¿Es una terapia natural?
No. Con frecuencia se confunde la homeopatía con la curación basada en hierbas medicinales, siendo conceptos totalmente distintos. Muchas plantas tienen efectos sobre la salud humana, unos beneficiosos y otros tóxicos. Pero en las fórmulas homeopáticas la sustancia original se ha diluido hasta desaparecer. En cuanto a estas sustancias, en realidad los remedios homeopáticos emplean más productos químicos (1.400) que extractos vegetales (1.200).
¿Cuáles son sus ingredientes?
Sólo agua, en el caso de los preparados líquidos, y sólo azúcar, en las píldoras. La ultradilución elimina la sustancia original. Es como si se tira una bola negra a un océano de bolas blancas, se remueve, se coge de ese océano una bola al azar y se tira de nuevo a otro océano de bolas blancas, y así sucesivamente, hasta que sea imposible que la bola escogida sea negra. Según el método de dilución usado por Hahnemann, sería necesario consumir 100.000 sextillones de píldoras (mil millones de veces la masa de la Tierra) para ingerir una sola molécula de la sustancia original.
¿Cómo se supone que actúa?
Los homeópatas defienden que el agua ‘recuerda’ lo que contuvo, algo incompatible con las leyes de la física, la química y la biología. Un excéntrico inmunólogo llamado Jacques Benveniste logró publicar en ‘Nature’ un estudio que pretendía demostrar esta memoria del agua. El editor era el controvertido John Maddox, iniciador de una escuela que abrió las páginas de ‘Nature’ a estudios como la descripción científica del monstruo del lago Ness. Benveniste afirmaría después que la memoria del agua se podía digitalizar y copiar a otra muestra de agua. 

"El paciente quiere que se le escuche"

Ton Nicolai. Comité Europeo de Homeopatía
¿La homeopatía debería encontrar su lugar fuera de la ciencia?
Hay cientos de miles de casos exitosos, pero requiere mucho entrenamiento obtener resultados de forma sistemática. No se trata de tomar un medicamento para una enfermedad. La homeopatía es individualizada y se basa en una evaluación holística.

¿Por qué crece el interés?
Por insatisfacción con tratamientos convencionales. Además, a los pacientes les preocupa la toxicidad de muchos medicamentos. Desean que se les dé tiempo y se les escuche. Quieren médicos que los entiendan como seres integrales, no como lesiones. Para muchos este enfoque holístico refleja sus valores, creencias y orientaciones filosóficas.

¿Compite con la medicina o la complementa?
Es universalmente aplicable a todo tipo de enfermedades, y a menudo como primera opción. Es más adecuada para restaurar los sistemas naturales propios de lucha contra la enfermedad.

2010/06/30

La homeopatía es inútil, dicen los médicos británicos

Fuente: Publico.

Hace unos meses, fueron los parlamentarios. Ahora son los médicos británicos lo que han confirmado que la homeopatía es el equivalente a un placebo y por tanto no debe recibir cobertura en la sanidad pública.
El congreso anual de la Asociación Médica Británica aprobó esta postura después de un debate en el que los partidarios de la homeopatía se quedaron en franca minoría.
El veredicto establece que si bien el impacto de esos remedios es inexistente, perjudican al paciente al darle una falsa esperanza. “Puede ser un perjuicio en la medida en que disuade a los pacientes de optar por los tratamientos médicos convencionales”, dijo en el plenario la doctora Mary McCarthy.
Otros médicos fueron más contundentes en la crítica: “Nos arriesgamos a convertirnos en una sociedad que vuelva a creer en las creencias mágicas y en la que la seudociencia se presente al público como si fuera una discusión racional”, denunció el doctor Tom Dolphin.
El convencimiento psicológico de que el tratamiento funcionará es la única razón que explica la existencia de la homeopatía, según los médicos, y no es lógico que se utilicen fondos públicos en su mantenimiento.
La sanidad pública británica gasta al año casi cinco millones de euros en subvencionar cuatro centros homeopáticos y en pagar tratamientos de ese tipo.
La Comisión de Ciencia y Tecnología del Parlamento pidió en febrero el fin de esta colaboración. El Ministerio de Sanidad aún no han dado una respuesta.
Los partidarios de la homeopatía afirman que unas 60.000 personas reciben estos tratamientos diluidos en agua gracias al apoyo público. Sin él, sólo las personas con más medios podrían acceder a ellos. La respuesta del doctor Peter Mamber: “Si quieres comprar una botella de agua, vete al supermercado”.