Los inversores de Tesla no estaban muy contentos con la idea de la compra de SolarCity, ya que la empresa requiere hacer una gran inversión para prepararse ante la demanda de su Model 3, y entrar en el sector solar comprando SolarCity por 2.600 millones de dólares, y añadiendo además sus pérdidas, no parecía sensato teniendo en cuenta que Tesla lleva ya varios años sin beneficios.
Los resultados del último trimestre de Tesla ponen de manifiesta esta situación, siendo el décimo tercer trimestre consecutivo de pérdidas de Tesla, con unos ingresos de 1.270 millones de dólares, que suponen un incremento del 33%, junto con unas pérdidas de 1,06 dólares por acción, más del doble de los 52 centavos por acción que esperaban los analistas.
Musk defiende que la operación de adquisición de SolarCity permitirá expandir el negocio de baterías de Tesla y ofrecer una solución integrada con energía solar, además de que podría ayudar a ahorrar unos 150 millones de dólares al año, al combinar operaciones, equipos, costes e infraestructuras, pero existe también el temor de que haga todo lo contrario, y termine generando una mayor cantidad de pérdidas.
Tesla gastará en este 2016 unos 2.250 millones de dólares para prepararse para las ventas masivas del nuevo Model 3, y aunque los resultados financieros no están siendo buenos, el hecho de que el propio Musk asegure que entregarán 50.000 Model S y Model X en el segundo trimestre del 2016, y podrán llegar a los 500.000 en 2018, ha permitido que la cotización de la empresa se mantenga relativamente estable, mientras los mercados se preguntan todavía si Tesla será capaz de hacer frente a sus promesas.
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