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2013/05/29

Qoqoriqo, la app para descubrir infidelidades

La pesadilla de todo infiel, el sueño de todo cornudo. La tecnología tenía que llegar a esto, ya hay una aplicación capaz de descubrir si tu pareja mantiene relaciones con otra persona… o de desvelar que eres tú quien está viviendo una aventura con alguien distinto a tu pareja.
Disponible tanto en versión online como para dispositivos móviles, Qoqoriqo sólo te pide la dirección de email y el número de teléfono móvil de tu pareja (para que veas lo poco que hace falta para tenernos controlados) y a partir de ahí realiza una comparación con otras personas que hayan realizado la misma búsqueda. Si descartamos el que alguien se dedique a hacer esa comprobación con ánimo de fastidiar al interesado/a, la aplicación pone en conocimiento de las posibles parejas paralelas el hecho de que hay alguien realizando esa misma comprobación, lo que podría tomarse como indicio de que alguien piensa que el investigado/a mantiene vidas sentimentales paralelas… y a partir de ahí conecta a las distintas “víctimas” del amante múltiple, que queda en una posición bastante comprometida.

Los propios responsables de Qoqoriqo se encargan de recordar que la información obtenida a través de esta aplicación ha servido para que una mujer presentase en México una demanda de divorcio tras haber obtenido por estos medio estas “evidencias” (permitidme el entrecomillado) mediante esta plataforma, algo que ha producido efectos tajantes puesto que la legislación mexicana considera la infidelidad como causa para proceder judicialmente a un proceso de divorcio así como para solicitar la custodia de loa hijos si los hubiere (en esta caso lo había), solicitar el uso y disfrute del domicilio familiar, recibir una pensión compensatoria, etc.

La mujer cuyo marido le había sido infiel comenzó a principios de año a examinar estas relaciones de su marido con otras mujeres mediante Qoqorico y no tardó más de dos meses en disponer de la evidencia.

Google Play corta el grifo a los desarrolladores argentinos

Google ha enviado un correo a todos los desarrolladores de aplicaciones Android que operan en Argentina para explicarles que dentro de un mes, a partir del jueves 27 de junio, Google Play no aceptará pagos en su nombre.

google-play-logoEsto significa que tanto aquellas aplicaciones catalogadas directamente como de pago como los denominados productos “in-app” serán retirados de la tienda oficial de Google una vez llegada esa fecha.

Unas semanas después, el 22 de julio, se realizará el pago de las ganancias acumuladas aunque no se haya alcanzado el umbral mínimo. Para recibir el dinero, las personas que hayan acumulado una cantidad menor a dicho umbral deberán cerrar su cuenta de AdSense vinculada.

¿Y que ocurrirá de ahí en adelante? Los desarrolladores argentinos tendrán dos opciones.

Por una parte, podrán seguir subiendo aplicaciones a Google Play siempre que éstas sean gratuitas.

Por la otra, podrán ofrecer aplicaciones de pago en caso de que sean “legalmente capaces de hacer negocios en alguno de los otros países que reciben soporte”, explica la compañía de Mountain View, tal y como recoge Celularis, “y satisfacer las condiciones de servicio de Google Wallet en ese país”.

En este último supuesto podrán registrarse para obtener una cuenta de Google Wallet Merchant Center en el país seleccionado y transferir sus aplicaciones a la misma, asociando también una nueva cuenta de Google Play Developer.

La intención de Google es recuperar las apps de pago en Argentina, pero no se sabe cuándo ocurrirá.

“Esperamos recuperar los pagos a desarrolladores con sede en Argentina en el futuro”, ha dicho la empresa americana, concretamente. “Si bien no hay planes específicos en este momento, estamos deseando restaurar este servicio y, cuando se restauran los pagos, nos aseguraremos de notificároslo”.

Otra cosa que no está clara, o que al menos Google no ha querido explicar, es el motivo de la retirada del soporte. La sospecha es que todo se reduce a las nuevas regulaciones impuestas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a los cambios de moneda.

Microsoft pagará 3.000 millones a AMD por emplear sus chips en la consola Xbox One

Bob Feldstein, Vicepresidente de Tecnología de Nvidia, ha revelado que Microsoft ha desembolsado 3.000 millones de dólares a cambio de poder emplear los chips de AMD.

El actual directivo de Nvidia trabajo anteriormente como vicepresidente de AMD y fue el encargado de la gestión empresarial y las negociaciones de suministros de componentes para la consola Xbox One.

Feldstein ha explicado que el proyecto firmado por ambas empresas incluye también la coordinación de equipos de trabajo de AMD y reuniones para gestionar como se lleva a cabo el acuerdo.

Además, el dirigente reconoció que había estado trabajando en la PlayStation 4 durante su época en AMD, ya que la consola nipona está equipada con el chip Jaguar que produce la empresa de Sunnyvale.

Lo cierto es que Feldstein es parte de los exempleados de AMD que se fueron a Nvidia y han sido acusados de haber revelado secretos industriales.

Google Glass usará paneles OLED de Samsung

La colaboración entre Google y Samsung podría limitarse no solo al ecosistema Android. La empresa de Mountain View utilizaría las pantallas fabricadas por la coreana para su proyecto estrella, Google Glass. Así se lo hanindicado algunas fuentes cercanas a la cadena de suministro a The Korea Times.

Los dispositivos puestos en manos de los miembros de su programa de ‘exploradores’ (desarrolladores que están probando las gafas y creando apps para las mismas) usan pantallas LCOS (Liquid Crystal on Silicon). Sin embargo, gracias al acuerdo con Samsung, las Google Glass incorporarán paneles con tecnología OLED (diofos orgánicos de emisión de luz). Esto permitiría un consiguiente ahorro de energía para las gafas, al no necesitar retroiluminación, y una reducción de tamaño del visor.

“Samsung proporcionará sus pantallas OLED de alta gama a Google Glass. Esto es algo grande, porque significa que Google comparte datos confidenciales con Samsung sobre sus proyectos futuros”, señala un ejecutivo perteneciente a un pequeño proveedor de Samsung Display.

El propio CEO de Samsung Display, Kim Ki-nam también dio a entender la semana pasada que las dos compañías trabajarían conjuntamente en Glass. “El OLED podría ser utilizado para gafas, dispositivos de realidad aumentada como Google Glass”, comentaba Kim en una charla durante la Society for Information Display, celebrada en Canadá.

“El mercado de la wearable technology será uno de los mayores beneficiarios del factor de forma de los OLED flexibles. Accesorios vinculados a los smartphones como los relojes y las pulseras de salud usarán OLED ultradelgados que serán flexibles, pegables e irromplibles”, añadió el directivo.

Un científico recibe 1.000 millones de euros para crear una réplica del cerebro humano

El neurólogo Henri Markram ha conseguido una aportación de 1.000 millones de euros otorgados por la Comisión Europea (CE) para tratar de conseguir un cerebro artificial que recree el cerebro humano.
En 2009, en la TED Conference de Oxford, Markram hizo pública su intención de crear una inteligencia artificial que recrease el cerebro humano e introducirla en un supercomputador que discurriese de forma independiente, como una persona.
El doctor Markram está convencido de que si la ciencia no ha conseguido simular aún un cerebro humano de forma fiel es por "falta de ambición". De esta forma, él está convencido de poder simular las funciones de los 86.000 millones de neuronas en el cerebro humano y las 100 billones de conexiones que se establecen.

Una vez construido ese cerebro artificial, sería posible averiguar las causas de las enfermedades cerebrales o alumbrar una nueva generación de robots y tecnologías inteligentes.

Markram está convencido de que con la tecnología actual es posible recrear con fidelidad el comportamiento del cerebro humano. Su proyecto se ha ganado el apoyo de importantes figuras como el neurólogo ganador del Nobel Torsten Wisley o el co-fundador de Sun Microsystems Andy Bechtolsheim.

Investigación con ratas

El Swiss Federal Institute of Technology en Lausanne ha visto futuro en las investigaciones de Markram en los últimos años. Allí ha recreado, junto con un grupo de 15 investigadores postdoctorales, el comportamiento de una porción de un millón de neuronas del neocortex de la rata que será simulado por el superordenador IBM Blue Gene.

La investigación de Markram no garantiza que se pueda escalar esta recreación a un cerebro completo y menos aún que se pueda llegar a reconstruir un cerebro humano, mucho más complejo. Además, si se llegara a simular el cerebro humano con fidelidad, tampoco existe la certeza de que se comporte realmente como lo hace un cerebro humano. En este sentido, Markram explica que "la única forma que hay de averiguar eso es construyéndolo".

Markram ha convencido e implicado de alguna forma a 6.000 investigadores y ahora es cuando vendrá su prueba de fuego. A principios de este año, la Comisión Europea decidió concederle 1.300 millones de dólares (1.005 millones de euros) para desarrollar su proyecto.

El profesor de Caltech Chrostof Koch, director científico en el Allen Institute for Brain Science en Seattle, opina no obstante que "hay demasiadas cosas que no sabemos aún". Como ejemplo, apunta que "la oruga de tierra tiene exactamente 302 neuronas y aún no tenemos ni idea de cómo funciona este animal".

Apple anuncia que su sistema iOS será más abierto

"Creemos mucho en el elemento sorpresa. Creemos que a los clientes les encanta las sorpresas", ha declarado Tim Cook, consejero delegado de Apple, en una entrevista dada a All Things Digital. Entre las sorpresas, los wearables, los accesorios de la vestimenta, como el reloj inteligente.

No lo citó por su nombre, pues Cook se limitó a decir que es un "área madura para la exploración. Creo que habrá un montón de empresas que competirán en los wearables".

Sus declaraciones se producen cuando la empresa que creó el smartphone y la tableta está cediendo terreno frente a competidores como Samsung y Google, con una desaceleración en el crecimiento de las ganancias y una caída de su cotización.

Para mantener la sorpresa, Cook no aclaró si la empresa está desarrollando el iWatch, su reloj inteligente, limitándose a decir que los wearables tienen que  ser "convincentes", tienen que valer para algo. Se mojó algo más con la competencia al señalar que las gafas inteligentes de Google tendrán un mercado limitado.

"No hay nada que vaya a convencer a un niño que nunca ha llevado gafas o una pulsera o un reloj que deba usarlos; al menos yo no lo he visto. Así que creo que hay un montón de cosas por resolver en este campo".

Cook también dijo que tiene una "gran visión" para la televisión que va más allá de su descodificador Apple TV, que no ha calado en el mercado, pese a que en el último año han vendido 6,5 millones de aparatos, según dijo Cook.

Apple no es reacio a hacer una gran adquisición si la empresa adquirida podría ayudar a Apple a desarrollar un producto importante, dijo. Recordó que ha hecho nueve adquisiciones en el año fiscal en curso, respecto a la media histórica que es de seis.

Cook también hizo alusión a actualizaciones del software iOS móvil de la compañía, diciendo que el futuro de iOS se verá en la próxima conferencia de San Francisco del día 10. A preguntas si iOS se abriría a otros, como ocurre con Android, Cook anunció que el sistema operativo no será tan cerrado en el futuro, pero no concretó en qué consistirá tal flexibilización y se abriría a aparatos ajenos a Apple.

Cuando se le preguntó si Apple había perdido frescura, Cook lo negó "absolutamente" y pasó a enumerar las estadísticas de ventas de dispositivos y su uso. Él, sin embargo, reconoció que se sentía frustrado con la caída repentina en el precio de las acciones de la empresa.

Desde que alcanzó un récord de cierre de 702,10 dólares en septiembre pasado, la compañía de tecnología más grande del mundo ha caído un 44%, perdiendo más de 280.000 millones de dólares en valor de mercado. En abril, Apple reportó su primera caída en las ganancias trimestrales en más de una década.

Tres años de tabletas: de los 600 a los 60 euros

“Es algo que hace seis cosas mejor que el smartphone y que el ordenador portátil”. Así presentó Steve Jobs en enero de 2010 el iPad. “Navegar, enviar correos, distribuir fotos, oír música, ver películas y leer libros”.

Cuatro meses después, el 28 de mayo, el iPad llegó a España. Desde entonces muchas cosas han cambiado. El netbook, “lento y malo”, como pronosticó Jobs, ha desaparecido; los portátiles también han caído en ventas, los e-books languidecen, la industria del juego pierde pistón. Pero también aquel exclusivo iPad fue rápidamente replicado con cientos de modelos de decenas de marcas y precios.

De aquellos 599 euros que costaba la única y exclusiva tableta del momento (hoy, 499) se ha llegado a tabletas de menos de 60 euros, obviamente no con las mismas características técnicas ni con el mismo tamaño de tableta (en 2010 la pantalla tipo era de 9,7 pulgadas y hoy la mayoría gira en torno a las 8), pero habla de un impacto popular que ha superado al que tuvo en 2007 el smartphone iPhone.

La tableta ha enterrado al miniportátil (netbook), también al portátil y lleva camino de hacerlo con las miniconsolas. A diferencia del smartphone, que parece ser un aparato ligado a cierta edad, la tableta es para todas las edades y públicos. Así lo ha visto la española Ingo Devices, que se ha especializado en tabletas infantiles, según informa Helena Arriaza. “Somos pioneros en el sector que suma las nuevas tecnologías y los juguetes; es lo que nos diferencia del resto”, cuenta Oriol Canet, director general de la empresa.

Ingo va a lanzar este año una tableta para niños menores de cinco años por 130 euros, tendrán micrófono para Karaoke y mando para conducir coches.

El pasado año vendió más de 100.000, “y este año triplicaremos”. Su sede central en Sabadell se ha ampliado con delegaciones en China, Reino Unido, Hong Kong y Francia.

Las tabletas incluyen un sistema de control parental que programa el tiempo de uso, autoriza las páginas que se pueden visitar o la descarga de aplicaciones. “En cada tableta se puede crear más de un usuario y cada uno con sus restricciones”, cuenta Canet. De esta manera, un niño de dos años y otro de 10 pueden utilizar el mismo aparato, pero cada cual con sus privilegios.

Ingo Kids puede ser la tableta para los más pequeños, pero no la más barata, ni mucho menos. Si desde hace un año, el listón de tabletas de calidad se situó entre 200 y 300 euros (como los modelos Kindle de Amazon, Nexus de Google o las mismas Tab de Samsung), actualmente ya es normal encontrar tabletas por debajo de los 200 euros (es el caso de la Slate de HP, 150 euros o del modelo A1000 de Lenovo por 163).

Aún es un precio alto. Gracias a las marcas blancas procedentes de China se encuentran tabletas de calidad (aunque con menos prestaciones) por debajo de los 100 euros. Es el caso de la tableta Maxwest 75, con una pantalla de siete pulgadas, sistema Android. Ya se puede adquirir en Estados Unidos por 65 dólares (50 euros).

Canet espera triplicar sus tabletas de niños, más de 300.000, una gota frente a los más de 210 millones de aparatos (de marca) que se venderán este año.

Dos factores principales han coincidido para que la tableta baje su precio a una décima parte (al margen de sus diferentes características): la reducción de la pantalla (de casi 10 a unas 7 pulgadas) y el software Android, un sistema operativo gratuito para los fabricantes, a cambio de incluir los servicios de su propietario, Google.

La influencia de las tabletas en este trienio va más allá de la tecnología y la comunicación. No es casualidad que su influjo coincida con el boom de los microrrelatos y de los cortometrajes y que desaparecida la carta en beneficio del correo electrónico, ahora caiga este a golpe de tuit.

La creación se ha adaptado a aparatos más pequeños y a atenciones más breves, porque, ciertamente, sus dueños no tienen tanto tiempo para aguantar una película de dos horas en la tableta ni para leer un novelón de corrido. Solo han pasado tres años: permanezcamos atentos a la pantallita.