Lo mejor:
- La adaptación de la acción y el apartado gráfico son impecables.
- Una historia interesante que se integra a la perfección con el resto de juegos.
- La escasa duración de la historia principal.
- Se echa de menos más combates contra jefes.
Todo ello está hilado con la misma fórmula: un hack and slash muy rápido y divertido que pone de manifiesto el potencial del hardware de la PSP. Golpes y espadazos a un ritmo frenético donde apenas se notan bajadas de frames. Nada nuevo bajo el sol, pero con una efectividad indiscutible.
La historia mantiene la misma velocidad e intensidad que el resto de juegos de la franquicia. Acciones que transcurren una detrás de otra bajo un ritmo que hace que estemos enganchados de principio a fin. La variedad de escenarios y situaciones es una de las principales bazas que enriquece el modo principal. Tan pronto estamos luchando contra la tempestad en medio del mar como estamos asistiendo a la caída de Atlantis.
Pero no todo va ser partir enemigos en dos y hacer el bárbaro. La acción está salpicada con sencillos puzzles que aportan frescura y hacen que por un momento nos olvidemos de machacar los botones.
Para llevar a cabo este rescate de proporciones épicas Kratos cuenta con un arsenal variado pero algo más corto que el de God of War III. Eso sí, las armas que tenemos a nuestra disposición son realmente útiles y cumplen diferentes cometidos. Aun así la dependencia de las armas principales es muy grande.
¿Qué sería de un buen arsenal de armas si no tuviéramos enemigos para probarlas? Criaturas mitológicas como tritones, medusas o cíclopes entre otros ponen a prueba la dureza de nuestro acero. Un elenco muy variado que se corresponde con cada uno de los diferentes escenarios.
Una de las señas de identidad de God of War son los espectaculares combates contra los jefes. Precisamente este tipo de enfrentamientos han sido sacrificados para sacar adelante esta edición portátil. Aunque todavía están presentes la cantidad de jefes se ha reducido drásticamente. Eso sí, siguen siendo memorables.
Hablando de sacrificios, otro de los afectados por la reducción de formato ha sido la duración de la historia principal. Sin ser especialmente hábiles podemos terminar el juego en dificultad media en cinco horas y media. Una duración algo escasa.
Para aumentar la duración del juego contamos con una serie de modos extras. Mayormente pruebas que ponen a prueba nuestra habilidad y que en ocasiones pueden resultar frustrantes. Aun así son añadidos interesantes y divertidos con lo que podemos desbloquear objetos, artworks y trajes para Kratos.
Apartado técnico
Parecía que la portátil de Sony había tocado techo técnico con títulos como Dissidia o Peace Walker. Sin embargo, en el estudio Ready at Dawn los desarrolladores del juego han decidido dar un paso más y exprimir el hardware de la consola.
Gráficamente God of War es el mejor ejemplo de lo que puede dar de sí la PSP. Un acabado visual excelente con un grandísimo nivel de detalle en diseño y en las texturas. Todo ello sin utilizar pequeñas trampas como las tramas que usa por ejemplo Peace Walker.
Toda la acción está orquestada con una fantástica banda sonora que remata la puesta en escena. Los efectos de sonido quizá no destacan tanto pero cumplen con su trabajo. El doblaje –en español– está muy bien caracterizado, especialmente la voz de Kratos.
Conclusión
Posiblemente God of War sea una de las últimas perla de la portátil de Sony. Un gran juego que ha sabido adaptarse a las limitaciones y que ha decidido apostar más por la calidad que por la cantidad. De ahí que la escasa duración nos deje con ganas de más y los extras, aunque cumplen, no terminan de satisfacer.
Libertad Digital