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2010/12/27

El submarino comunista

Se conoce que estas épocas epidémicas hace falta buena carne y barata, pues abundan los robos de palomos que es un gusto. Anteayer fueron robados sesenta pares, nada menos, de un terrado de la calle de la Boria y ayer ocho de otro de la calle del Bruch", anunciaba el diario barcelonés La Vanguardia el 10 de septiembre de 1885. En la misma página, en una escueta frase, el periódico anunciaba la muerte, cuatro días antes, de Narcís Monturiol, "autor del Ictíneo y consecuente demócrata".
Un cuarto de siglo antes, el inventor catalán había sorprendido a la sociedad española con un barco pez, un submarino que fue capaz de avanzar bajo el agua durante dos horas en el puerto de Barcelona en septiembre de 1859. Y la prensa despachaba su muerte con una frase en medio de una referencia al robo de palomos, pese a que dos años antes el mismo diario había apostado por "la reivindicación de su gloria, oscurecida hoy por el olvido, discutida un día por los pedantes, negada por los ligeros, menospreciada por los indiferentes". Y en pleno 2010, el español que inventó un submarino 30 años antes que Isaac Peral, sigue en el olvido fuera de Catalunya.

La sociedad perfecta

Ahora, un descubrimiento ha devuelto a la actualidad la figura de Monturiol, uno de los héroes de la paleotecnología española. En 1994, la directora de la biblioteca del Observatorio del Ebro, un centro de investigación fundado por los jesuitas en 1904, encontró en una estantería el libro Arquitectura Naval, con una inesperada dedicatoria: "A mi amigo Narcís Monturiol".
Durante 16 años, la directora, Maria Genescà, buscó entre los 60.000 volúmenes de la biblioteca ejemplares con la misma fecha de entrada: 16 de agosto de 1944, cuando los nazis y los aliados se disputaban Europa en la Batalla de Normandía. Y han aparecido unos 70 libros, la biblioteca personal de Monturiol, donde están todos los conocimientos sobre oceanografía y construcción naval que utilizó para crear su precursor del submarino, el Ictíneo (en griego, "el barco pez"). "Era una época en la que la navegación submarina era una preocupación militar, pero él la quería dedicar a recoger coral e investigar el océano", señala Genescà.
Los libros, con marcas y anotaciones, "demuestran que Monturiol trabajó con materiales de primera categoría para crear un submarino que liberase a la humanidad", según el mayor experto en el inventor, el historiador de la ciencia Antoni Roca Rosell.
Monturiol lo había dejado todo para desarrollar su máquina. En 1854, su sueño se había cumplido. Los seguidores del socialista francés Étienne Cabet le invitaban a unirse a sus comunas igualitarias en Illinois (EEUU). Allí nacería la sociedad perfecta, Icaria, donde sus habitantes, casi todos franceses, vivirían sin dinero y sin propiedades privadas. Sin revolución violenta, los comunistas cabetianos querían conquistar el mundo armados únicamente con su ejemplo. Sin embargo, Monturiol, líder del movimiento cabetiano en España, rechazó cruzar el océano para sumarse a la utopía. Se quedó, cuando arrancaba el Bienio Progresista, para emprender uno de los mayores proyectos de la tecnología española de la época.
La sociedad perfecta imaginada por Cabet se levantaría sobre la ciencia y el comunismo. Y no faltaban los que fantaseaban con que los icarianos se desplazarían bajo las aguas. Monturiol asumió el reto y comenzó a devorar libros, los mismos que ahora han aparecido en la biblioteca de Roquetes, en Tarragona.

Como una ballena muerta

Formó un equipo de expertos y arrancó su aventura en 1857. Un año después, el diseño del primer Ictíneo estaba listo. Era un pez de madera de siete metros de longitud con capacidad para transportar a cinco tripulantes. Cuatro de ellos tendrían que darle a unas manivelas para mover la hélices que impulsarían el barco pez. En 1859, el submarino se probó en el puerto de Barcelona. Avanzaba a menos de un kilómetro por hora, la velocidad de un niño de tres años caminando, pero avanzaba.
Alcanzó tanta popularidad que logró recaudar 500.000 pesetas de donaciones de ciudadanos, el equivalente actual a tres millones de euros. Hasta la reina Isabel se vio obligada a aportar dinero "a título personal" al proyecto de un comunista antimonárquico, según explica Roca Rosell. "La reina tenía muy mala prensa, y quería recuperar su imagen utilizando el Ictíneo", detalla el profesor, de la Politécnica de Catalunya.
Tras los primeros ensayos en el puerto de Barcelona, Monturiol remolcó su submarino hasta Alicante para una demostración oficial ante una comisión nombrada por el Gobierno. El Ictíneo volvió a navegar bajo el agua. Sin embargo, como recordó La Vanguardia en 1883, ocurrió una "anécdota tan triste como curiosa", que mostraba "cuánto influjo tienen en las cosas mayores las circunstancias más insignificantes".
Monturiol se presentó ante la comisión para convencer con un discurso al Gobierno de que apoyara su barco-pez. "Mas sucedió que o la escasa brillantez retórica del inventor o la aridez natural en una disertación sobre puntos técnicos (...) o el cansancio y mareo que en los comisionados o en algunos de ellos produjera la permanencia a bordo del Ictíneo durante los ensayos, pusieron de tan mal talante a los oyentes de Monturiol que ni le entendieron ni quisieron darle la razón, y aun se dio el caso de que el presidente acabase por dormirse", relató el periódico.
El inventor decidió proseguir sin ayuda del Gobierno, que tampoco quiso saber nada de un gigantesco modelo para uso militar con capacidad para 1.200 marineros. Su equipo diseñó un segundo Ictíneo, más grande y mejorado, y lo botó en 1862. Pero seguía moviéndose como una ballena muerta. Frente a las 100.000 pesetas gastadas en el primer prototipo, Monturiol necesitó 400.000 para crear y perfeccionar el segundo.
Los bíceps de los 16 tripulantes no eran suficientes para mover el ingenio, de 17 metros de eslora, a una velocidad adecuada. Y el inventor optó por una solución revolucionaria: un motor de vapor. "Fue el primero que puso un motor dentro de un submarino", subraya Roca Rosell.
El catalán creó un nuevo combustible cuya reacción producía calor y oxígeno, ideal para su uso en un sumergible. Y el Ictíneo motorizado se lanzó al agua en 1867. Era la prueba definitiva. La empresa de Monturiol estaba al borde de la quiebra. Y el ensayo fracasó, porque el motor aumentó la velocidad de la máquina. El catedrático de motores Enric Freixa afirmó en 1986 que el gran error del inventor fue la hélice, mal diseñada e incapaz de impulsar al submarino.
Aquí se acabó la aventura. Todos los empleados se quedaron en la calle. Los Ictíneos fueron subastados y acabaron descuartizados en 1868. Y el gran sueño tecnológico de Monturiol acabó en un fracaso, igual que las comunas comunistas de EEUU. El inventor, deprimido, se dedicó a algo con más futuro: una máquina de liar cigarrillos.

Publico

2010/09/06

Submarino amarillo y a pedal

BBC Mundo

Mide cuatro metros de largo, uno y medio de ancho y es amarillo, como el de los Beatles. Es el nuevo submarino ecológico diseñado en Francia, que, en vez de tener motor, está impulsado por pedales.
Bautizada "Scubster", la pequeña nave tiene capacidad para un pasajero, puede alcanzar una profundidad máxima de 6 metros y una velocidad de hasta 8 km. por hora.
Además de pedalear para poner en funcionamiento las dos hélices ubicadas en los laterales del vehículo, el conductor debe utilizar un tanque de aire comprimido -al igual que un buzo- para respirar bajo el agua.
Si bien manejar el submarino no es difícil, "hay que tener cuidado porque pedalear bajo el agua es un esfuerzo y cuanto más profundo se está, es más peligroso", le dijo a BBC Mundo Stephane Rousson, creador del aparato.

Bajo el agua, pero mojados

Uno se preguntaría cuál es la gracia de un submarino en el que uno se empapa hasta los huesos y que no ofrece la ventaja de respirar sin ayuda bajo el agua.
Según explicó Rousson, todo se remite a una cuestión de costos.
"Antes de hacer un submarino 'seco', (que es mucho más caro) necesitamos estudiar su hidrodinámica, la mecánica y si la forma es la más adecuada", comentó el inventor.
"Ésta recién es la primera etapa", añadió Rousson.

Conciencia ambiental

Scubster fue creado en primera instancia para participar en una competencia internacional de submarinos que tendrá lugar en Estados Unidos en 2011.
Pero Rousson tiene además otras ambiciones.
"Parte del proyecto es llevar el submarino a sitios hermosos, para tomar fotografías y mostrarle a la gente lo bello que es el mundo bajo el agua. La idea es ayudar a que la población tome conciencia de lo importante que es cuidar el medio ambiente", dice el inventor.
Y por otro lado, si consiguen financiación, tienen previsto trabajar en la construcción de un submarino seco para aquellos que quieran conocer el océano "sin mojarse la cabeza" y para que lo puedan utilizar los científicos en trabajos de investigación submarina.

2010/02/20

Un avión submarino, el nuevo juguete de Richard Branson

Fuente: El Tiempo.

Richard Branson no aparece en los primeros puestos en la lista de millonarios de la revista Forbes. Su fortuna de 2.500 millones de dólares lo ubica en la posición 261, muy por debajo del colombiano Julio Mario Santodomingo, que tiene 4.000 millones. Pero a juzgar por las excéntricas ideas del magnate inglés, como crear una nave para llevar turistas al espacio y fabricar un avión-submarino para ofrecer paseos por las profundidades del océano, es claro que Branson se goza su trabajo más que un monarca de la cerveza.

Su nave espacial para turistas, que realizará el vuelo inaugural en el 2011, permitirá ver la Tierra girando sobre su órbita -y disfrutar de cinco minutos de gravedad cero- por cerca de 400 millones de pesos. Y su más reciente locura empresarial, el Necker Nymph, es un avión que puede sumergirse a 30 metros de profundidad para llevar a tres tripulantes a conocer los secretos del océano durante dos horas, el tiempo máximo que la nave puede mantenerse bajo el agua.

Hay que aclarar que Branson no construye sus juguetes solo por diversión. Este hombre, nacido en un hogar de clase media alta en Inglaterra y quien sufrió dislexia de niño, convierte en dinero las ideas que tiene, tal como ha hecho desde que concretó su primer negocio cuando era un adolescente; después de cumplir 16 años, Branson abandonó sus estudios, en los que era mediocre, y creó en Londres la revista Student, una publicación gratuita para estudiantes, dirigida por estudiantes, que vendió 8.000 dólares en publicidad en su primera edición.

Del mismo modo, el avión submarino tiene un fin que trasciende el ecológico deseo de explorar el océano: el Necker Nymph fue creado para completar un paquete para millonarios que ofrece Branson en Necker Island, una isla propiedad de su grupo empresarial Virgin, ubicada en las Islas Vírgenes Británicas en el mar Caribe (cerca a Puerto Rico).

Para dar un paseo en el avión submarino hay que pagar 25.000 dólares a la semana. No suena tan caro; el problema es que antes se deben reservar mínimo siete noches en un catamarán-hotel de lujo (otro juguete de Branson), las cuales cuestan 90.000 dólares. Total del paseo: cerca de 230 millones de pesos.

Otra opción para sugerirse en el Necker Nymph es desembolsar casi 300.000 dólares en promedio por una semana de alojamiento en la isla Necker Island. Esto daría una cuenta de 650 millones de pesos por unas vacaciones en el Caribe.

Impacto ambiental cercano a cero

El prototipo de Necker Nymph fue construido por Hawkes Ocean Technologies, una compañía en San Francisco (E.U.) que diseña y fabrica vehículos a control remoto para la exploración del mar. Costó 660.000 dólares.

Según la empresa, el Necker Nymph está diseñado para garantizar que los ecosistemas oceánicos no sean alterados y asegura que la nave tiene un impacto ambiental "cercano a cero", ya que no provoca emisiones contaminantes y es relativamente silenciosa.

El modelo está diseñado especialmente para turistas, con una cabina panorámica que permite total visibilidad del paisaje marino. Además, sus vidrios cuentan con parabrisas para eliminar la presión de la estela.

El piloto viaja en la mitad de los dos pasajeros y maneja la nave mediante una palanca similar a los joystick de las consolas de videojuegos, con la que puede realizar giros de 360 grados.

El avión submarino puede viajar bajo el agua a velocidades de hasta 6 nudos (11 kilómetros por hora aproximadamente). Antes de sumergirse, el Necker Nymph se desliza sobre el agua como si fuera un avión que recorre una pista para despegar; cuando alcanza la velocidad adecuada en lugar de elevarse, se hunde.

El grupo Virgin dijo en un comunicado que los pasajeros de la nave tendrán que seguir los mismos procedimientos que se les exige a los buzos profesionales y utilizar equipo especial, como visores y tanques de oxígeno, mientras se encuentren debajo de la superficie.

Según Hawkes Ocean Technologies, el prototipo ha sido probado con altos estándares de seguridad e incorpora un sistema de emergencia que incluye bengalas y radio de alto alcance.

El objetivo del multimillonario Branson es conseguir que en el futuro la nave se sumerja a 11.000 metros para poder explorar el océano y alcanzar una profundidad que hasta ahora ningún vehículo tripulado ha conseguido. "Es como un avión que vuela en el mar", explicó Branson al diario británico The Sun.

De acuerdo con esta publicación, el director de moda, James Cameron, creador de la exitosa película Avatar, utilizó uno de los submarinos construidos por Hawkes Ocean Technologies con el fin de inspirarse para sus documentales en 3D.

Construyó su imperio sin trabajar en una oficina

Disfrutar lo que se hace es el principal consejo que da Richard Branson a quienes empiezan su propio negocio. "Cuando inicié Virgin en un sótano en el oeste de Londres no pretendía construir un imperio empresarial. Me dediqué a crear algo que yo disfrutara y que me permitiera pagar las cuentas", comentó en una columna que escribe en el diario The New York Times.

Branson se ha tomado en serio esta filosofía. Cuando era joven no le iba bien en el colegio (aunque se destacaba en los deportes), así que dejó el estudio para dedicarse a sus negocios.

Con su tipo de personalidad es difícil imaginárselo detrás de un escritorio, y es precisamente algo que él ha evitado. Branson se jacta de que nunca ha trabajado en una oficina, pues muchas de sus labores las cumple desde su casa.

Pero esto no significa que el multimillonario británico de 59 años se haya quedado en su cama con un portátil en las piernas mientras llegaba la hora de la cena diaria. Al contrario, Branson dice que el éxito de su conglomerado empresarial, conformado por cerca de 360 compañías bajo la marca Virgin, se debe a que se ha mantenido fiel a la idea de que "un buen líder no se queda detrás de un escritorio".

Branson viaja todo el tiempo. Sale a reunirse con la gente para escucharla y aprender de ella porque cree que de sus charlas saldrán ideas que pueden convertirse en prósperos negocios (siempre carga una libreta para anotar esas ideas). Producto de estos encuentros, Branson ha encontrado la inspiración para algunos de sus proyectos más alocados.

De paseo por el espacio

El multimillonario Richard Branson también es propietario de la empresa Virgin Galactic, una firma que en el 2004 empezó a trabajar en la primera nave espacial para turistas.

Se trata del avión-cohete SpaceShip Two (SS2), diseñado por el ingeniero aeroespacial Burt Rutan, el mismo que consiguió poner en órbita la primera nave diseñada por una firma privada.

El pasaje en el SS2 tiene un precio promedio de 400 millones de pesos. Durante el viaje, que se calcula que será de dos horas y media, la nave saldrá unos 100 kilómetros hacia el espacio exterior para que los pasajeros puedan contemplar la Tierra girando sobre su órbita. También, disfrutarán de cinco minutos de gravedad cero.

Más de 300 personas ya se han apuntado para los primeros viajes, que se iniciarán en el 2011.

2009/01/02

El imperio de los cables submarinos

Fuente: El Mundo.

Con la explosión de Internet, los cables de fibra óptica han invadido progresivamente el sótano marino, con redes de varios miles de kilómetros, cuyo buen funcionamiento es vital para las economías .

Estos cables, cuyo despliegue se ha producido en 20 años, están ahora repartidos en más de un millón de kilómetros, o, lo que es lo mismo, en 25 veces alrededor de la Tierra, de acuerdo con una asociación internacional responsable de su protección, CIPC. Los principales, Sea Me We3, miden 39.000 km y conectan a Japón, Alemania y Australia.

Teléfono e Internet se han convertido en importantes fuentes de la economía, por lo que garantizar la fiabilidad hasta el máximo es un imperativo para los fabricantes, porque "los cortes de red para un país, incluso por unas pocas horas, son completamente intolerables", dice Georges Krebs, director de operaciones de los submarinos grupo Alcatel-Lucent.

El pasado 19 de diciembre, el tráfico entre Europa y Oriente Medio se vio interrumpido tras el colapso de tres cables en el Mediterráneo. El operador France Telecom califica de "raros" estos incidentes.

"Hemos perdido el 90% de la capacidad. Si sólo fuera un cable dañado, los usuarios probablemente no se darían cuenta porque en este caso, se garantiza el tráfico en el resto de cables" señala Didier Duriez, jefe de las redes internacionales submarinas del operador francés.

"Los incidentes importantes, como este, ocurren aproximadamente cada 18 meses", dice, recordando el terremoto de 2006 frente a Taiwán y el terremoto de 2003 en Argelia, que requirieron un mes trabajo para la rehabilitación de las redes. Sin embargo, la mayoría de las veces, los incidentes "no son visibles para el público en general" gracias al desvío de tráfico, añadió.

Financiado principalmente por un consorcio de operadores, cada ruta suele tener un costo de varios cientos de millones de euros, ya que es "específica" y está adaptada a la naturaleza de los fondos marinos, explica Grégory Flipo, gerente de la planta de Alcatel-Lucent en Calais.

Dependiendo del medio ambiente y los peligros, los cables pueden establecerse en su ruta o enterrarlos tres metros bajo el lecho marino.

En los incidentes, se envían a la escena un robot o una cuchara, en función de la profundidad, las dos zonas dañadas levanta uno tras otro a bordo, cortar y soldar el alambre. El trabajo, de precisión, es muy caro por día en el mar; se estima en 45.000 euros.

Debido a la explosión de la demanda de Internet, la actividad de los fabricantes está creciendo fuertemente. Una serie de países, conectados sólo por satélite, recibirán banda ancha gracias a una red que debería estar dispuesta en 2011 para veinte países de África occidental.

2007/06/07

Desarrollan el primer Wi-Fi submarino

Un consorcio formado por tres compañías británicas desarrollará en dos años un sistema subacuático de comunicaciones radio similar a un módem Wi-Fi, a través del cual se transmitirán y recibirán datos de maquinaria submarina teledirigida, los buzos podrán hablar bajo el agua y las comunicaciones en el medio subacuático aumentarán su calidad y velocidad, aseguran sus creadores. Estos equipos sin cable, que perfeccionan un prototipo creado en 2006, podrán utilizarse en oceanografía y para la supervisión medioambiental, al mismo tiempo que servirán para mejorar la seguridad del personal de gaseoductos y centrales petrolíferas marinas, por ser un medio de comunicación más eficaz. Por Olga Castro-Perea. El ministerio de comercio e industria británico (Department of Trade and Industry, DTI) ha anunciado en un comunicado el desarrollo de una tecnología que revolucionará las comunicaciones submarinas sin cable.

Se trata de un sistema subacuático de comunicaciones radio similar a un módem Wi-Fi para entornos submarinos, a través del cual se transmitirán y recibirán datos de maquinaria submarina teledirigida, los buzos podrán "hablar" bajo el agua y las comunicaciones en el medio subacuático aumentarán su calidad y velocidad, aseguran sus creadores.

Tal como explica al respecto FT, las comunicaciones submarinas han sido siempre un problema, ya que los movimientos de la mano y otras señales visuales tienen limitadas posibilidades. Las ondas de radio convencionales no se propagan a través del agua, pero ingenieros escoceses han descubierto cómo transmitir señales de radio a través del agua varios cientos de metros, apoyándose en el campo magnético en vez de en el campo eléctrico empleado en las telecomunicaciones terrestres.

Para este proyecto, el DTI ha destinado un presupuesto de 560.000 libras (unos 840.000 euros) que permitirá que un consorcio de tres empresas británicas acometan la hazaña tecnológica: Wireless Fibre Systems, líder mundial de tecnologías de ondas de radio submarinas; Tritech Internacional Ltd, especializada en herramientas para el mercado de motores sumergibles teledirigidos; e Insensys, empresa especializada en los sistemas de control de estructuras de instalaciones eólicas, de gas y petrolíferas.

El coste total del proyecto asciende a 1,6 millones de euros y se espera que el producto final esté listo dentro de dos años.

El objetivo final consiste en crear equipos sin cable que puedan utilizarse en oceanografía y para la supervisión medioambiental. Por otro lado, servirán para mejorar la seguridad del personal de gaseoductos y centrales petrolíferas marinas, por ser un medio de comunicación más eficaz.

Wi-Fi acuático

Estos equipos de radio submarina funcionarán como un módem Wi-Fi y podrán ser utilzados para transmitir datos a, y desde, maquinaria submarina teledirigida, como un ROV o AUV, a grandes profundidades.

Un ROV (del inglés Remote Operated Vehicle) es un robot submarino no tripulado y conectado a un barco en la superficie por medio de un cable largo, por el que pasan la energía y las órdenes enviadas mediante un mando a distancia. A través del cable se transmiten también los datos de las cámaras fotográficas del ROV, los datos de los sensores y de los sonares al centro de control del barco de la superficie.

Un AUV (o Autonomous Underwater Vehicle) es también un robot submarino alimentado con baterías o pilas de combustible que puede operar a hasta 6.000 metros de profundidad.

Por otro lado, el sistema permitirá a los buzos, que hasta ahora se comunicaban por señales de manos, “hablar” bajo el agua.

Antecedentes

En septiembre de 2006, Wireless Fibre Systems ya había lanzado su primer módem de radio submarino, el S1510, que ofrecía la alternativa sin cable para sistemas de comunicación bajo el agua.

Este modelo fue diseñado para la interconexión con sensores y unidades de control para una serie de aplicaciones de defensa, seguridad nacional, de la industria del petróleo y del gas, así como del control oceanográfico y medioambiental.

A partir de ahora, la intención del proyecto es que el S1510 sea incorporado a diversos dispositivos. El objetivo clave es desarrollar una serie de productos punteros que lleven la nueva tecnología.

Oportunidad de desarrollo

La inversión del DIT supone así una oportunidad para el desarrollo a gran escala de las comunicaciones submarinas, según señaló el presidente de la compañía Brendan Hyland en dicho comunicado, con la finalidad de aumentar y mejorar las comunicaciones, el control, las redes de trabajo y la seguridad en el entorno subacuático.

Hasta ahora, las comunicaciones sin cable subacuática se basaban principalmente en técnicas acústicas, lentas y demasiado sensibles a los ruidos circundantes. La presente tecnología llevará a cabo la transferencia de datos de manera rápida y clara.

Fuente: Tendencias de las Telecomunicaciones.