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2011/08/12
Contaminación aumenta incidencia de rayos, según estudio brasileño
Los investigadores descubrieron que los rayos y relámpagos son más comunes en las grandes ciudades en los días laborales de la semana, cuando hay mayor emisión de contaminantes por la mayor circulación de vehículos.
La conclusión fue fruto de una investigación realizada por el INPE entre 1999 y 2009 en las ciudades de Sao Paulo, Campinas y Sao José dos Campos, las mayores urbes del estado brasileño de Sao Paulo, informó el día 10 Ciencia Hoje, el portal de noticias de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.
"Un ciclo semanal no es algo natural. Si se produce apenas puede obedecer a factores externos, y creemos que la causa es la gran cantidad de aerosoles en las grandes ciudades, principalmente los procedentes de los vehículos, que circulan más en los días hábiles que en los finales de semana", según el meteorólogo Wendell Farias, investigador del INPE y responsable por el estudio.
Según el especialista, los aerosoles interfieren en la estructura de las nubes y, por esa razón, pueden ser responsables por la mayor ocurrencia de rayos en ambientes contaminados.
Como las nubes se forman de gotas de agua que evaporan de la superficie de la Tierra, esas gotas en ambientes contaminados llegan al cielo y se condensan alrededor de partículas de aerosoles.
Por ser muy pequeñas, las partículas de aerosoles inducen a que las gotas de agua de las nubes sean menores que lo normal y a que se mantengan suspendidas en el aire por más tiempo. Como esas gotas demoran más tiempo en caer en forma de lluvia tienen más posibilidades de chocar entre sí y generar descargas eléctricas.
Según el INPE, un estudio realizado por la NASA en Estados Unidos entre 1998 y 2008 ya había mostrado una fuerte correlación entre las descargas eléctricas y la concentración de aerosoles en la atmósfera.
Otro estudio del INPE, presentado esta semana en la XVI Conferencia Internacional de Electricidad Atmosférica (ICAE), abierto el lunes en Río de Janeiro, ya había mostrado que la incidencia de rayos viene creciendo más en las grandes ciudades que en otros locales.
Según tal investigación, en 2010 se registró un aumento promedio del 11 por ciento en el número de rayos en ciudades con más de 200.000 habitantes en comparación con hace cuatro años.
2010/07/16
Los rayos X desvelan los secretos que Leonardo usó en la Gioconda
Los rayos X acaban de desvelar un nuevo secreto de la Gioconda y otras seis obras maestras de Leonardo da Vinci (1452-1519). Por primera vez desde que fueron pintadas, un grupo de investigadores, entre ellos un español, han sido capaces de penetrar en las diferentes capas de pintura que confieren a los rostros de Leonardo un sello único en la historia del arte. Lo han logrado gracias a la luz de rayos X que atraviesa hasta el fondo del lienzo sin causar el menor daño a los óleos.
Los investigadores analizaron siete cuadros que abarcan 40 años de la carrera del pintor e incluyen obras maestras como La Virgen de las Rocas y San Juan Bautista, todas expuestas en el Museo del Louvre de París. Su objetivo era destripar las claves del esfumado, la técnica con la que Leonardo difuminaba las sombras. Los resultados, publicados en Angewandte Chemie, indican que el maestro lo lograba añadiendo capas de pintura translúcida y con poco color a una base mezcla de blanco y color carne. Cuanta más oscuridad quería, más añadía. El trabajo ha desvelado que las transiciones casi imperceptibles entre luz y sombra se deben a hasta 30 capas de pintura sobre las que después el artista aplicaba el barniz final.
"El estudio refleja el grado de perfeccionismo de Leonardo; tuvo que ser un artista muy meticuloso", explica a Público Armando Solé, un investigador español que trabaja en el sincrotrón ESRF de Grenoble (Francia), la fuente de rayos X más potente de Europa. Cada lámina de pintura tenía un grosor de un micrómetro, una milésima de milímetro. Tras cada aplicación, el maestro debía esperar a que secase para aplicar la siguiente. "Quería lograr el mayor realismo posible y eso le llevó años de trabajo en cada obra", explica Laurence de Viguerie, otra de las autoras del estudio. "Muchos expertos señalan que en realidad nunca terminó ninguno de sus cuadros", añade.
Experimentos químicos
Solé desarrolló en 2004 el programa informático con el que se han podido analizar los resultados de las radiografías, contar cuántas capas hay en cada zona del rostro en las pinturas y qué compuestos usó el maestro. "Hacía algo parecido a experimentos químicos para mejorar sus pinturas", explica De Viguerie.También iba a contracorriente. "Un tratado de pintura de la época desaconsejaba el uso del manganeso para las sombras, pues secaba mal, pero Leonardo utilizó gran cantidad en su San Juan Bautista, en lugar del negro de carbón que solía emplearse", detalla De Viguerie.
Los investigadores siempre trabajan en martes, cuando cierra el museo y pueden realizar sus experimentos bajo la vigilancia de los conservadores. Desde hace unos días analizan varias obras de Rafael para intentar desvelar ahora sus secretos.
2009/08/24
No todos los rayos caen
En un extraordinario golpe de suerte, un equipo de científicos estadounidenses logró captar la imagen de un enorme relámpago que, en lugar de caer, iba en ascenso.
Estos eventos pocas veces vistos son fenómenos meteorológicos conocidos como "chorros gigantes", en los que se descarga electricidad de las tormentas hacia la atmósfera alta, la ionósfera.
Durante la tormenta tropical Cristóbal, el año pasado, el rayo ascendente alcanzó una altura de más de 60 kilómetros.
Los científicos de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, lograron fotografiarlo y tomar mediciones de la descarga eléctrica.
Según los investigadores, que publican los detalles del evento en la revista Nature Geoscience, el trabajo ofrece un mejor entendimiento de este tipo de relámpagos, los cuales pueden ser tan poderosos como los rayos de nube a tierra.
Descarga sustancial
Los chorros gigantes no ocurren en todas las tormentas y los científicos desconocen cuáles son las condiciones que conducen a su formación.
De hecho, esta clase de eventos sólo se ha registrado en cinco ocasiones desde 2001.
"Lo que demostramos de forma concluyente es que no son sólo estallidos que surgen de una tormenta eléctrica y viajan de forma ascendente para tocar la atmósfera alta", explicó a la BBC el profesor Steven Cummer, quien dirigió el estudio.
"Porque, de hecho, descargan tanta electricidad en la atmósfera alta como los rayos que chocan en la tierra".
Los chorros gigantes, precisó el investigador, descargan una energía comparable a la de los relámpagos convencionales.
Pero la carga viaja más lejos y más rápido, debido a que el aire delgado que se encuentra entre las nubles y la ionósfera ofrece menos resistencia.
Los chorros gigantes rara vez han sido captados en fotografías porque ocurren tan rápido que las cámaras deben estar enfocadas hacia ellos en el momento exacto en que ocurren.
Suerte
El profesor Cummer captó la imagen del evento por casualidad, porque había apuntado su cámara hacia el cielo, sobre la tormenta, esperando fotografiar otro fenómeno conocido como sprites.
Éste consiste en descargas eléctricas azules o rojas que ocurren sobre las nubes hacia la ionósfera y fue fotografiado por primera vez en 1989.
El científico planea ahora instalar una cámara de alta velocidad y luz baja para captar imágenes en colores de los chorros gigantes, la cuales podrían brindar información muy útil sobre sus procesos químicos y sus temperaturas.
"El chorro que pudimos fotografiar surgió de una tormenta tropical que todavía no se convertía en huracán", explicó el profesor Cummer.
"Ahora se cierne sobre nosotros otro huracán, que está a punto de tocar la costa este de Estados Unidos y, por supuesto, tendremos nuestras cámaras enfocadas hacia ese evento y quizás resultemos afortunados".
Según Brad Smull, director de programa de la División de Ciencias Atmosféricas de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, el organismo que financió la investigación, "la confirmación de una descarga eléctrica visible que se extiende desde lo alto de una tormenta hacia el borde de la ionósfera ofrece información muy importante sobre los procesos del circuito eléctrico de la Tierra".