El fenómeno coleccionista consegue que productos tan relativamente modernos como los videojuegos se conviertan en valiosas piezas de culto por las que se pagan precios muy superiores al coste original del artículo. Un Chrono Trigger de Super Nintendo aún precintado puede llegar a venderse por más de 800 euros.
Ahora mismo puede encontrarse en eBay un cartucho de la vieja consola NES que se vende por 1.050 dólares (unos 796 euros). Sin embargo, no se trata de un videojuego sino de un cartucho de testeo utilizado en los años 80 por Nintendo para comprobar si los mandos de la consola funcionaba correctamente.
El cartucho se llama NES Joystick Test Cartridge y cayó en las manos de una persona que lo ha tenido guardado hasta ahora, momento en el que ha decidido que era hora de ponerlo a la venta y sacar rentabilidad del afán coleccionista de muchos aficionados.
Otros cartuchos amarillos, que es el color que caracteriza a los cartuchos de testeo de la NES, se venden aún más caros, por precios que rondan los 1.000 euros. Ese es el caso de las versiones de prueba de juegos como Duck Hunt o The Legend of Zelda.